tag:blogger.com,1999:blog-39477852512178508312024-02-19T13:42:48.123+01:00MORDISCOS A LA VIDA...Cuando ELLA es la principal tarea, el proyecto más consistente,... el verdadero TRABAJOLugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.comBlogger22125tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-82432363023114865552008-08-15T13:18:00.014+02:002015-02-16T03:58:56.761+01:00Así se gestó<span style="color: #006600; font-family: trebuchet ms;"></span>
<span style="color: #006600; font-family: trebuchet ms;"><span style="color: #330099;">Hola a todos.</span> </span>
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<br /><span style="color: #000099;">Me dispongo a haceros partícipes de la que recientemente ha sido una de las principales aventuras de mi vida. No sé si la mayor hasta el momento, pues quienes me conocéis un poquejo sabéis que a lo mejor no es sencillo dilucidar cuál de cuantas he tenido la fortuna de vivir merecería ese ‘título’. Pero, desde luego, quedará en mi recuerdo para siempre como una de las más completas –hasta el momento…-. Lo mismo que todas las anteriores.
<br />Todo empezó una mañana de noviembre de 2.007 en que caminaba por la madrileña calle de Velázquez. Allí se encuentran unas oficinas centrales de reservas y ventas de la compañía Iberia. Entonces me volvió a la mente algo que algunas veces había pensado, pero nunca había terminado de averiguar. Y sin pensarlo dos veces, crucé de acera para entrar en esas oficinas y preguntarlo, imaginando en ese momento que la respuesta sería “no; ya no..”.
<br />Años atrás, charlando de viajes una noche con una amiga, en algún bar de la Cava Baja de La Latina, me refirió ella que existían ciertos billetes aéreos que servían para dar varios saltos por distintos continentes, y tenían una validez de varios meses. Y que, en su conjunto, salían económicamente bastante rentables en relación a pasajes aéreos independientes. Eso era lo que deseaba preguntar en Iberia (porque fue allí cerca donde estaba en esos momentos).
<br />Y la respuesta que me dieron no fue ese “no, ya no…”, sino un “sí, claro; por supuesto…”. A pesar de todo mi currículum viajero, hasta ese día desconocía que las grandes compañías aéreas del mundo se agrupan en alianzas aéreas; varias compañías componen una misma alianza. Y que la alianza a la que pertenece Iberia, llamada <em>One World</em>, disponía de un producto llamado “Vuelta al mundo” que consistía precisamente en eso que mi amiga me narró aquel día. Un multi-billete donde eliges el número de continentes a atravesar durante un máximo de doce meses, y con un límite de vuelos o segmentos por continente.
<br />Salí de las oficinas pensando que de ningún modo sería capaz de ceder a semejante tentación. De hecho, desde finales del último verano tenía enquistada entre ceja y ceja la idea de hacer un largo viaje, incluso de duración indefinida, de cara al 2.008 en puertas.
<br />Pero, por otro lado, había un posible inconveniente preliminar que solventar: hacía escasos días me había sido extirpada una lesión epitelial en la espalda, que podía tratarse incluso de un principio de melanoma. El diagnóstico que arrojó la analítica confirmó en cierto modo la hipótesis, pero no desbarató mis planes: se trataba de algo parecido a un ‘melanoma in situ, no invasivo’. Esto significaba que, por protocolo oncológico y por ‘rizar el rizo’ de la seguridad, se me debía extirpar un pequeño diámetro más de piel alrededor de la lesión original, para evitar toda posibilidad de que alguna célula potencialmente ‘subversiva’ hubiese salido también de ‘aventura’ por los márgenes de aquélla. (No hubiese sido esto extraño, perteneciendo a ‘tal’ propietario, me decíais algunos…).</span>
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<span style="color: #006600;"><span style="color: #000099;"><span style="font-family: trebuchet ms;">Cuando me anunciaron la cita para ese segundo trámite, para unas pocas semanas después, ya disponía de perspectiva temporal para pensar en adquirir mi multi-billete aéreo de cara a una fecha concreta. El itinerario a escoger lo tenía casi perfilado desde los primeros momentos; sólo restaba ajustar detalles.
<br />Y llegó el 24 de enero y me marché. Los aparatosos doce puntos de sutura de la segunda intervención me fueron retirados dos días antes, aunque no hubiese pasado nada por partir aún con ellos puestos.</span>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv3jNcsBkaOYbsNn96AOPnpnL3_x1y3HuGhQqFUgie-JhiKI3MJOw4Y2VQAqcXAXMW9yay-mfhuQKysnGi0Wi35bf0uM-7rNNqQxw1vsB5zc1iHPyZ8tYlJly08BTLH3uj_kWvtaYEhrY/s1600-h/Voy"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv3jNcsBkaOYbsNn96AOPnpnL3_x1y3HuGhQqFUgie-JhiKI3MJOw4Y2VQAqcXAXMW9yay-mfhuQKysnGi0Wi35bf0uM-7rNNqQxw1vsB5zc1iHPyZ8tYlJly08BTLH3uj_kWvtaYEhrY/s320/Voy" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234704260949671602" style="cursor: hand; float: right; margin: 0px 0px 10px 10px;" /></a>
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<span style="color: #003333; font-family: trebuchet ms;"></span><br />
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<span style="color: #000099;">El grueso de la ruta consistía en comenzar por una pequeña parte de Centroamérica, saltar después al Sudeste de Asia, posteriormente a Africa Oriental y, por último, dedicar unas semanas al este de Europa. Un itinerario bastante completo y sugerente, que me ofrecía puntos excitantes como Nicaragua, Myanmar, Filipinas, Mozambique o Bulgaria. Y lo había previsto para unos cinco meses.
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<br />Al final fueron cuatro. Fui deprisa al principio. Y es que comencé lastrado anímicamente. Me marché algo ‘tocado’ por una circunstancia afectiva que no quedó suficientemente resuelta, que había tenido flecos algo punzantes las fechas previas a la salida. En fin, <em>las mujeres, y estas cosas</em>… Así, no disfruté plenamente la primera parte del viaje, la correspondiente a Nicaragua y Puerto Rico. Pero cuando ya crucé a Asia, los días mágicos allí comenzaron a ejercer su efecto balsámico, y mi viaje empezó realmente. Ya no quería que se terminara.
<br />Y fue una experiencia extraordinaria, en su conjunto. Diez días malos, esos primeros; tres meses muy buenos y tres últimas semanas interesantes, aunque más complicadillas, éstas, en su conjunto (era ya Europa…, y Europa, sus gentes… no es ya lo mismo que otros rincones, no..).
<br />En este último mes de trayecto, estando en Sofía, me enteré del devastador ciclón que acababa de arrasar una zona de Myanmar, un país fascinante por el que yo había transitado unas semanas en febrero, tres meses antes. Me quedé desolado y perplejo; fueron decenas de miles de víctimas y aquellas gentes maravillosas no se merecían eso.
<br />Y pocas fechas tras mi regreso, los primeros días de junio, recibí un mazazo similar con la noticia de otra catástrofe natural en Filipinas, otro lugar que había supuesto para mí un auténtico hallazgo, en especial, una vez más, por sus habitantes, y donde me había dejado casi cuarenta días inmejorablemente invertidos tras salir de Myanmar.
<br />Ahora deposito en este compendio los relatos (algunos, ligeramente retocados) que fui remitiendo a amigos y familia periódicamente durante los primeros dos meses del viaje. Hasta que un día les dije “..bueno, he pensado que al regreso haré un <em>blog</em> de ésos y allí vertiré los detalles –junto a las imágenes- de todo lo que falta, señores..”.
<br />Pues lo que faltaba y consta aquí es lo que completa esos primeros relatos que muchos ya recibísteis.</span>
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<span style="color: #000099;"> A veces refiero prácticamente sólo anécdotas (¡pero qué anécdotas!...): los cruces de fronteras complicadillas; los días por Ucrania; la noche del tren Estambul-Bulgaria… y otras compagino la narración de la aventurilla con referencias históricas y culturales de los lugares “profanados”. Y, por supuesto, las imágenes; están bastantes de las fotos más seleccionadas que puede ‘capturar’ durante el periplo.
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<br />Dedico toda esta publicación a todas las personas que me comprenden, apoyan y hasta animan en cuanto a esta manera mía, quizá “algo rebelde”, de interpretar el mundo, o al menos mi ‘accidental’ presencia en él. A todos mis amigos viajeros, por supuesto. Y también, de un modo muy especial, a todos los amigos que he ido recolectando en diferentes latitudes durante este viaje: a Gladys, a Oliver, a Pascale, a Frank, a Martin, a Simona, a Joane, a Thierry, a Emmanuel, a Kathy, a Ellemer, a Raquel, a Zena, a José Andrés, a Alvaro, a Stefan, a Germán, a Ellie, a Antônio, a Monika, a Holger, a Paco, a Massi… así como a tantas y tantas personas anónimas con las que interactué a diario en cada país atravesado: en esos autobuses “de la edad del bronce”, en ‘jeepneys’, en mercados callejeros, en fondas, en cerros, en costas, en bancos de plazas, en sus casas, en albergues, en embarcaciones, en embarcaderos… en todas partes. Gentes que me ayudaron o les ayudé, que me ofrecieron su hospitalidad (…impresionantes, los filipinos), gentes con las que intercambié sonrisas, que fueron pacientes conmigo y yo con ellos; gentes de las que aprendí mucho y a quienes traté de no decepcionar; gentes que me trataron como a uno más allí por donde pasé, a veces fugazmente… Lo que he vivido con todas esas personas quedará para siempre en un lugar indeleble de mis recuerdos. Y sin olvidar mi gratitud para con las madres mozambiqueñas y tanzanas, que no vacilaban en ‘prestarme’ un rato sus bebés con totales alegría y confianza cada vez que se los ‘pedía’ (y es que he descubierto en este viaje que no hay nada más bonito en esta Tierra que un bebé negrito de un par de meses –con el permiso de las crías de los leopardos y de los linces, también, y, cómo no, de los ojos de algunas mujeres que yo sé, faltaba más…).
<br />Pero, claro, no todo fue de ‘color de rosa’. También tuve alguna situación complicada, algunos encuentros más bien desagradables y algún momento en que me tocó ‘cabrearme’ más de lo deseable, por supuesto. Pero todo esto fue en conjunto más que minoritario, comparado con todo lo positivo. Aparte de inevitable, también, si hablamos de un día a día intenso durante dieciocho semanas…
<br />En realidad fue también necesario, pues sin algún que otro sobresalto o contratiempo de vez en cuando seguramente no se valoraría en su justa medida todo lo restante, todo lo que fue tan bueno.
<br />Y bien, comencemos ya. Ahí os ‘suelto’ a continuación todo el compendio de relatos por capítulos. Y como está vertido <em>a posteriori</em>, el orden cronológico es el opuesto al habitual en los <em>blogs</em>: las entradas aparecen de más antigua a más reciente. (Mejor, pienso, en aras de empezar por el principio..).
</span><span style="color: #000099;"><span style="font-family: trebuchet ms;">Espero resulte lo más ameno posible; el que se vaya cansando… ¡que espere un rato, que siga mañana o que pase al siguiente capítulo, a ver ése qué tal..!
<br />¡Nos vemos!</span>
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<span style="color: #003300;"><span style="color: #000066;">J. L. R.<br />Gargantilla del Lozoya (Madrid), julio de 2.008</span>
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<span style="color: #000099;">(*) </span><em><span style="color: #000099;">Por si alguno/a me tacha de inconsciente sobre ese tema de salud a que me referí al principio, decir que… ¡tranquilidad!; he acudido ya a La Paz (...el hospital madrileño, no la capital boliviana) a mi primera revisión semestral, y todo está “en orden”: ni rastro de otros posibles melanomas o ‘melanomillas’ por mi envoltorio externo...
<br />..Ojo con el exceso de sol este verano, y si aparece alguna vez una manchilla algo extraña por el epitelio… ¡mejor hacérselo mirar...!</span></em>
Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-9378174261467512202008-08-15T12:15:00.021+02:002009-04-28T11:42:26.079+02:001. Nicaragua: El arranque<strong><em><span style="color:#33cc00;">30 <span style="font-size:85%;">de</span> Enero</span></em></strong><br /><div><br /><div><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><span style="font-family:verdana;color:#cc0000;">Que... ¡buenos días! (..o lo que sea por allí; aquí es bien de día, “ahorita”...)</span></div><span style="font-family:verdana;color:#cc0000;"><br /><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234692918798185330" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsp-3BX6EGQ7ST27vnuMxbq6oDb-S9A-KCVrRjEpQjqVob3G0vTRjEl3xYy1siD6hJcY0o6uXYsV_hwCEDXSG2fziXLgokW_OoWnF4GMAMu6Cvf77b8w9ApI_1Pfhsv8waCJzYjguh998/s400/P1020419.JPG" border="0" /><br /><br />Pues nada, ¡aquí Nicaragua, desde hace ya unas jornadillas..! </span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#cc0000;"><br />Noche de llegada en la peligrosilla <strong>Managua</strong>, la capital, y a primera hora del día siguiente salida ya a la colonial y más apacible ciudad de León.<br />Antes de salir de Managua, en los alrededores de una terminal de bus, un taxista me pasaba al lado y medio deteniéndose me decía “...<em>No camine uté por ahí con lah maleticaaaah, que me le van a robá toííícooo</em>”.., al ver al occidental (al ´gringo´, como dicen aquí a cualquier no-indígena) con mochila y media sobre la chepa... Por fortuna, sus augurio-advertencias no se vieron confirmadas...<br />Y ya en <strong>León</strong>, pues treinta y pico gradetes (..no es por dar envidia), cantidad de iglesias coloniales, y patria chica de uno de los nicaragüenses universales, insigne poeta Rubén Darío.<br /><br /><div></div><br /><br /><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234692449665198610" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5k9vySetHtqlmJoTblOgI4ZjEXwJQGvTf3EOrw_oLuqrPN3qcuSfDmqSRaCZ7qnc9FaVgax10CwtIBluYYa4fYzvQPI0LN7dJctQDyXlyav75z6xs2EyA5Zl8K2clRdhuEzirEtfG3ho/s320/P1020332.JPG" border="0" /></div></span></div><span style="font-family:verdana;color:#cc0000;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#cc0000;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#cc0000;"><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgduX4BwAjDmx-MuhPcx6QDSID4kJcnW3Z_q6mLgpNCIXk5W4QrPoFZWp8g_VCutHF_qccWhhIkASQZS427_jbBCvVvcoW8e8dGHWyglJ4eJDAkbirY-rwz8nxeM21bc9olyK-whAkFAtk/s1600-h/P1020334.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234692009925848290" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgduX4BwAjDmx-MuhPcx6QDSID4kJcnW3Z_q6mLgpNCIXk5W4QrPoFZWp8g_VCutHF_qccWhhIkASQZS427_jbBCvVvcoW8e8dGHWyglJ4eJDAkbirY-rwz8nxeM21bc9olyK-whAkFAtk/s200/P1020334.JPG" border="0" /></a><br /></div><div><br /><br /></div><div><br />Visitada su tumba en la catedral y su casa-museo, aparte las iglesias dieciochescas y otros centros de arte local y foráneo durante un par de jornadas, llegó... </div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHI9MAuWMw-ZUb-vEs5UJIoJDgFQ_ysFrOhGTtUXQGfuImLESnmRj-RYlMnYpKp5Q0AlNiiK6C3BU9AT3y-RgeD4SMOsIJpE48OG252QYVmWDh-hHeYT2MOYC7bNIdrdTvlU58IgLUqKo/s1600-h/P1020333.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234691606868922530" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHI9MAuWMw-ZUb-vEs5UJIoJDgFQ_ysFrOhGTtUXQGfuImLESnmRj-RYlMnYpKp5Q0AlNiiK6C3BU9AT3y-RgeD4SMOsIJpE48OG252QYVmWDh-hHeYT2MOYC7bNIdrdTvlU58IgLUqKo/s200/P1020333.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><div><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /></div><div><br /><br /></div><div><br /></div><div></div><div>...el momento de compartir birras e intercambio de experiencias con los compañeros<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpcTBdtPUUfX74M-w1S8KnxURYyA2_zXL-1sleByEH27oFD6IOZcBWBznRuWrD_EyysteB9_R64y42BXskzgsRTXxeht9iOXc2-FVhZnT_8gejAr4paWH0AdwC08o0BDtF3FvoAZtkx54/s1600-h/P1020335.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234691150232417330" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpcTBdtPUUfX74M-w1S8KnxURYyA2_zXL-1sleByEH27oFD6IOZcBWBznRuWrD_EyysteB9_R64y42BXskzgsRTXxeht9iOXc2-FVhZnT_8gejAr4paWH0AdwC08o0BDtF3FvoAZtkx54/s200/P1020335.JPG" border="0" /></a> del hostal. Un matrimonio ibicenco, una vasca y un chileno que llevan (por separado -salvo el matrimonio, claro) varios mesecillos recorriéndose toda Centroamérica. Unos craks. Lo pasé bien con ellos (y en bares de gentes locales, como debe ser, que los demás <em>jumean</em> demasiado a gringo, que también los hay por aquí).<br /><br /></div><div><br /><br /><br />De León he saltado a la cercana costa Pacífica, muy al norte, casi en Honduras. De "pacífica", no tiene más que el nombre (casi me río de las olas de Ipanema, hace seis años..). Me recomendaron una zona -a priori- bastante auténtica, <span style="color:#990000;">Jiquilillo</span>, pero al ser una meca del surfeo topé, para mi desgracia, con más gringos de los que hubiera deseado. Jobar, yo prefiero el contacto con las gentes locales, mucho más auténticas, por favor..<br />El caso es que en un chamizo o "rancho" me hospedé con unos australianos como compañeros. Uno de ellos, cuarentón con creces, se está marcando un viajetón que calcula para ¡20 meses! recorriendo toda Latinoamérica ("<em>What fuck was I doing always working as stupid?</em>...", o algo así, le oí farfullar mientras se fumaba una rama del calibre de un dedo gordo..). Y a una pareja más joven, de la misma nacionalidad, les faltan tres meses para completar los ocho que han proyectado para hacerse Centro- y parte de Sudamérica... Clarito queda que servidor no está hecho más que un humilde aprendiz, un vulgar cachorrillo... </div><div><br /><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqeox2MT4-IjCg77UaIb78kud2DPTqNT-YQy6tpLcjrnWUsLmlGOuk5gSRXgEcq21ybjukV9Qo8NnMpOPVtj-TxjJXM1aYLXzt8HRwNDw6mvkEUAvcDrNmbV2dShi9pacpaQwg89BL5lg/s1600-h/Colombia+Caribe+9.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234690032545934002" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqeox2MT4-IjCg77UaIb78kud2DPTqNT-YQy6tpLcjrnWUsLmlGOuk5gSRXgEcq21ybjukV9Qo8NnMpOPVtj-TxjJXM1aYLXzt8HRwNDw6mvkEUAvcDrNmbV2dShi9pacpaQwg89BL5lg/s320/Colombia+Caribe+9.jpg" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /></div><div><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZPVG-5gsXcbYpTMOSRX3jUT5pRdOBWSbg5UV7yld2r_5R_CM_XKABa2YVQZ2uVlEnonhWMWuulB4QfIWzr5K7fy66P9bLJut92mdvAuJ4xbiz3bSc_YMR_QhkY49xwjD1FfpAjhbtATk/s1600-h/Colombia+Caribe+8.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234690597730575650" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZPVG-5gsXcbYpTMOSRX3jUT5pRdOBWSbg5UV7yld2r_5R_CM_XKABa2YVQZ2uVlEnonhWMWuulB4QfIWzr5K7fy66P9bLJut92mdvAuJ4xbiz3bSc_YMR_QhkY49xwjD1FfpAjhbtATk/s200/Colombia+Caribe+8.jpg" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqDeluvpwdLihS8FVd-CcNiD82oy-o3LvjxxPJ5lIaYnjI7z4K5aVbrKP_N546ezqZYtfDNAUqVIRS_hHsXeU9RapUQl66cpQ7WwJ86cJmw34IL4ZBgn7O4MpawqJOQRDOMhaUphvfly4/s1600-h/Colombia+Caribe+91.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234690405731813634" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqDeluvpwdLihS8FVd-CcNiD82oy-o3LvjxxPJ5lIaYnjI7z4K5aVbrKP_N546ezqZYtfDNAUqVIRS_hHsXeU9RapUQl66cpQ7WwJ86cJmw34IL4ZBgn7O4MpawqJOQRDOMhaUphvfly4/s200/Colombia+Caribe+91.jpg" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /></div><div><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /></div><div><br /></div><div>Y bueno, ahora me quedarán zonas carismáticas como <span style="color:#990000;">Ometepe</span>, isla volcánica del gran lago Nicaragua; al parecer la mayor del mundo entre las rodeadas de agua dulce. Y poblaciones costeras como <span style="color:#990000;">San Juan del Sur</span>, al ídem, ya cerca del límite con Costa Rica.</div><div><br /><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVJaTwYxXF_6Vvv89eEtuIlNZRM3pa18NX6HIbblunGLv_z3ZhqD_CPRE8lPQJxqMhrD3-RNz7UmXIvvPQeoSzKJmy3trImCxeZamXfImZxiLPQIhYlwOG90FIX2FJjWKMp2Knc142qzI/s1600-h/Chica"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234689545170767938" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVJaTwYxXF_6Vvv89eEtuIlNZRM3pa18NX6HIbblunGLv_z3ZhqD_CPRE8lPQJxqMhrD3-RNz7UmXIvvPQeoSzKJmy3trImCxeZamXfImZxiLPQIhYlwOG90FIX2FJjWKMp2Knc142qzI/s200/Chica" border="0" /></a><br /><br /><br /></div><div>Total, que en general mola esta Nicaragua, y en especial, sus habitantes, los ´nicas´. </div><div><br /></div><div>Gentes que apenas tienen nada (material), pero que se ríen generosamente de casi todo, y que dan continuamente unas lecciones de cordialidad y dignidad que ya les vendría bien aprender a tanto y tanto `occidental` que anda suelto por ahí... </div><div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDsLNPQ2UtQ5J_d585obuTg9WsKTYVpsedSxVhYR0seL5pKjdebkxLaFWCMmF7XMlm8VT9gHNn_ypydAxqI9kWGtormsSmyTYLdIShhjxD8Bfk9Ua4LswY9Y0quZyhc8Vp3ksANbYrTO8/s1600-h/Colombia+Caribe+93.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234689077246917842" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDsLNPQ2UtQ5J_d585obuTg9WsKTYVpsedSxVhYR0seL5pKjdebkxLaFWCMmF7XMlm8VT9gHNn_ypydAxqI9kWGtormsSmyTYLdIShhjxD8Bfk9Ua4LswY9Y0quZyhc8Vp3ksANbYrTO8/s200/Colombia+Caribe+93.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb7_8zGrQNJx95lqPn9FNMLB0lL4H7GymAiWJ3CHabs0wAVbxE-Rjr2AH21KOtUc2BUZQ06j1cSBVSF4izWB5bV6c8ZABQYs3FS_2F7XsBRIdbgIbKcpduBTuhWfUBT5WeUOXq1T6MHwQ/s1600-h/Argent+muj"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234689188284088018" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb7_8zGrQNJx95lqPn9FNMLB0lL4H7GymAiWJ3CHabs0wAVbxE-Rjr2AH21KOtUc2BUZQ06j1cSBVSF4izWB5bV6c8ZABQYs3FS_2F7XsBRIdbgIbKcpduBTuhWfUBT5WeUOXq1T6MHwQ/s200/Argent+muj" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><br /><br /></div><div></div><div>...Y sigo otro día, que andaréis ocupadillos y no debo daros demasiada brasa... ¡Besotes y abrazos!</span> </div><div><br /></div><div><br /></div><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234688645779000706" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGcc57OFLQolh8IDPHrhbIQ4dwFR0TKdo1kK2YurHfUyaqChgjydHNA5WWWXnXF369Q0_47DPbGw1w8_0uV_rJhRe3TftdOffUYsbvyxmm_1-1Ab2h598R5fKCZqAWMWtGfMJ09sDOhe0/s320/P1020336.JPG" border="0" /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEiMUb_EELs8E6YjkzK8s-4yxe6t4fDkon9ORJmzrl1R4ZVT29Dv8hvwA6YXl0C-rWIGz9w65PlhPRTehda-92PsZBlegZJujAxtjrVzNt63hvTrGviNfZ3wKEY5KbLwVloiJjtilkUMU/s1600-h/Flor+final"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234687484649642930" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEiMUb_EELs8E6YjkzK8s-4yxe6t4fDkon9ORJmzrl1R4ZVT29Dv8hvwA6YXl0C-rWIGz9w65PlhPRTehda-92PsZBlegZJujAxtjrVzNt63hvTrGviNfZ3wKEY5KbLwVloiJjtilkUMU/s200/Flor+final" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEwRbDACZJXN6weAnSEL2MuD-wTHI5btSK2yF4kZ7iN1iiF_kFmHdEnAOp0HmWc4-K8RlxWHWeZZRibteV3X11ULqBg5_88mGX-W4PFUXEl9zJ-RWBYqzD1kKMoYcnSdcdDlQLuAxoaBU/s1600-h/Colombia+Los+Llanos+4.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234687380511207170" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEwRbDACZJXN6weAnSEL2MuD-wTHI5btSK2yF4kZ7iN1iiF_kFmHdEnAOp0HmWc4-K8RlxWHWeZZRibteV3X11ULqBg5_88mGX-W4PFUXEl9zJ-RWBYqzD1kKMoYcnSdcdDlQLuAxoaBU/s200/Colombia+Los+Llanos+4.jpg" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-13703135984641232222008-08-15T11:20:00.019+02:002009-05-29T11:58:21.679+02:002. ¡Conexión Sudeste!<strong><em><span style="color:#cc0000;">5 <span style="font-size:85%;">de</span> Febrero</span></em></strong><br /><div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyThX8BIdzhcrd8synD9qVtRpthM_Z_3EZbksdwOOrVWJoWnJbL1beX01i-FhTEnDRXgjroTb1I-bnmMjmWHI5Y04Tw0xVqJdjBXMXsgmbz8gJg214i-kpGi5TREYhiafF277hZ-DUKZo/s1600-h/P1020388.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234679455991106274" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyThX8BIdzhcrd8synD9qVtRpthM_Z_3EZbksdwOOrVWJoWnJbL1beX01i-FhTEnDRXgjroTb1I-bnmMjmWHI5Y04Tw0xVqJdjBXMXsgmbz8gJg214i-kpGi5TREYhiafF277hZ-DUKZo/s200/P1020388.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjINVzmRxARVPPxphcl-25ecM_jQ_jP-Sh313nvSr5C91NXgsAuvALZX-ZR2cQtHz3E9QKZWfHppfpml_KvTr25CS7AIM-k23hqlSiRMx4aF74vXcY7gYNmGKdqjNrVakgEVadfoa-W4CQ/s1600-h/P1020407.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234679169612845122" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjINVzmRxARVPPxphcl-25ecM_jQ_jP-Sh313nvSr5C91NXgsAuvALZX-ZR2cQtHz3E9QKZWfHppfpml_KvTr25CS7AIM-k23hqlSiRMx4aF74vXcY7gYNmGKdqjNrVakgEVadfoa-W4CQ/s200/P1020407.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><div><div><div><div><div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">¡Buenas noches, jóvenes castores! (por aquí es bien de noche, ahora...) </span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><br />Bueno, la última vez que di señales yo vivía seis horas más atrás en el tiempo que vosotros, en Latinoamérica. Desde hace un par de días es ya al revés. Ahora amanezco y despido el día esas seis horas antes que lo hagáis por allá… ¡pues ya me planté en el muy asiático sudeste! </span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><br /></div></div></div></div></div></div><div><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234678725792808818" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLRHoiY70FscMUUapBbnNGFPGTZDv3ih4spkvcEtMowbZbKC2lSuheaoKksrAyAg-7T0Jwu-LgTv97z0xAQC89Pk4awIcMDdAv0SGrd3Nxy1FFOQKbaBKtshBsCIaBP9QvdErB6IlQPPc/s400/P1020360.JPG" border="0" /><br />Sí, tras Nicaragua, tenía cuatro días de enlace en Puerto Rico (en realidad, un destino más de vacaciones que de esencia viajera en sí). Y de allí, tras un viaje demencial de treinta horas, me he plantado en <strong>Myanmar</strong>, la antigua Birmania.</span><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Pero vamos por partes. De Managua a Puerto Rico tenía conexión aérea en Miami. Y allí hice gala de la <em>taruguez</em> de olvidar que Puerto Rico es, hoy por hoy, un 'Estado Libre Asociado', el 51 de la Unión, para muchos efectos, o casi todos.<br />Total, que al rellenar el formulario de inmigración para el aeropuerto de Miami, escribí "conexion flight to P.R.".<br />- <em>De conexion nothing, majete</em> _ me viene a decir el funcionario que me tramita la entrada_ <em>Vd se dirige a los Estados Unidos de America... A ver, ¿domicilio allí..?; ¿amigos o familia allí..? ¿Que no...? ¿Cuánto dinero lleva..?</em><br />- Pues mire, unos tr…<br />- <em>¡Huuyyy, se te va a caer el pelo a mechones, compañero del metal...!</em> </span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><br />Pues nada, dos horas retenido o detenido en el cuartucho de inmigración de Miami -junto a otras docenas de latinos que por allí ese dia pasaban, todos con la misma <em>cara de haba</em> que yo..- hasta que me llegó el turno de poder explicar, poder mostrar todo el mazacote de billetes de avión que llevo encima (para que no creyeran que me quedaba allí) y que aunque no tenía alojamiento previsto sí portaba dinerete para buscar un hotelillo al llegar... Menos mal que encima ni siquiera perdí la conexión, pues se canceló el vuelo y lo repusieron tres horas más tarde..</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">De Puerto Rico, no gran cosa que reseñar. Me quedé únicamente en la capital, San Juan, con curioso centro histórico (<em>Old San Juan</em>) y un acento en español de la población autóctona -mayoritariamente bilingüe- que recuerda a los doblajes de los dibujos animados clásicos. A veces tenía que girarme un poco para que no me vieran reirme, cuando hablaba con alguien…</span></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsb_Gr7KWQpIsW_l64BaQ8wENqIQU-oiiPBuOzd8NzHCY0xkTa8Y2sUu5t8H577LOkRxks3tSJaZutT8gboPKicdg8mG1MJct0kxsEBIr0Qlze4gSt1Q6P-chIUEJXqL-cAxFao-GzNpw/s1600-h/P1020339.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234677950020028978" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsb_Gr7KWQpIsW_l64BaQ8wENqIQU-oiiPBuOzd8NzHCY0xkTa8Y2sUu5t8H577LOkRxks3tSJaZutT8gboPKicdg8mG1MJct0kxsEBIr0Qlze4gSt1Q6P-chIUEJXqL-cAxFao-GzNpw/s200/P1020339.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglruG8VoQBWE6UOpe8rKBm83RzMMYILSdRz2QwZMikp6-PQH6acIImmnGCK36D-YLqcBht259cD9DDtavljcxA6izdcqA7kY4WnO5BZaG6MxRFlO5_AslLaF45GiCUYfMWrWNX6vjhIXo/s1600-h/P1020338.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234678239977840082" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglruG8VoQBWE6UOpe8rKBm83RzMMYILSdRz2QwZMikp6-PQH6acIImmnGCK36D-YLqcBht259cD9DDtavljcxA6izdcqA7kY4WnO5BZaG6MxRFlO5_AslLaF45GiCUYfMWrWNX6vjhIXo/s200/P1020338.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><br /><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Y a partir de ahí vino el gran 'quilombo': peregrinación aérea San Juan- Nueva York - Tokyo -Bangkok. Unas 30 horas entre aeropuertos y vuelos para llegar a Asia. Salí de Puerto Rico a primera hora de la mañana, y cuando desembarqué en Bangkok era la noche del día siguiente. Cosas de atravesar la linea internacional de cambio de fecha en sentido directo. El trayecto N.Y.-Tokyo, de trece horitas y media. Tremendo; y cómo nevaba en la capital nipona –o al menos sobre el aeropuerto-...<br />Unas horas después, ya en Tailandia, de nuevo a treintaypico grados.. Y de allí, a buscarme un vuelo en las oficinas del mismo aeropuerto hacia Yangon (Myanmar), país limítrofe al que he llegado y que me lo planteo como una de las grandes estrellas de este periplo.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">(Sobre lo de los vuelos, para quienes no os comenté antes de salir, deciros que compré un producto llamado "vuelta al mundo” que ofrecen las compañías de la alianza aérea <em>One World</em> -Iberia, British, American Airlns., Japan Airlns., Cathai Pacific..- para pasar por cuatro continentes y que sale por 3.000 euros para 20 vuelos entre destinos de esas compañías, con un máximo de vuelos por continente. Está bien, sale una media de 150 eur. por vuelo. Y tiene una validez de doce meses desde la fecha del primer vuelo. Yo esta vez tendré que ‘conformarme’ con unos siete u ocho menos..).<br />El vuelo Bangkok-Myanmar me lo tuve que gestionar por mi cuenta en el aeropuerto; a Birmania sólo se puede entrar volando y ese enlace no lo cubre la <em>One World</em>.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Total, que llevo dos días en la capital y no consigo dormir más de tres horas seguidas en ningún momento. Me he traído un <em>jet-lag</em> monstruoso, tras todo el farragoso proceso aéreo de llegada. </span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">A ver cómo reconduzco esta situación; ahora son las tres y pico de la madrugada aquí, y sin el más mínimo sueño he aprovechado para remitiros esta crónica…</span><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPeik48CngWqY-vmok06rPphcKsIQta94YXIbYmEFrR970XqVhePdwS7EQWfbfj32Ff2ipS3bezsoSSMW0JjgMCAiFdUaNLH7dTf9gCMzpEiaeEUsiTzGpfqXj-XQoDsFwss_mtfa4Wl4/s1600-h/P1030413.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234677213657105890" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPeik48CngWqY-vmok06rPphcKsIQta94YXIbYmEFrR970XqVhePdwS7EQWfbfj32Ff2ipS3bezsoSSMW0JjgMCAiFdUaNLH7dTf9gCMzpEiaeEUsiTzGpfqXj-XQoDsFwss_mtfa4Wl4/s200/P1030413.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><em><span style="font-size:85%;color:#663366;">Heroicas tentativas de proeza...</span></em></span></div><br /><br /><div><br /><br /><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Yo no he estado nunca en la India, pero esta capital, <strong>Yangon</strong> (antiguamente Rangun) tiene toda la pinta de parecerse un montón a las grandes ciudades indias. Millones de personas por el centro y millones de puestos callejeros con todo tipo de mercancías; olores y colores de toda clase, edificios destartalados y alguna rata mordisqueando restos de basura en casi todas las esquinas.<br />Ya he visitado uno de los grandes focos de orgullo de la capital y el país, la <span style="color:#3366ff;">pagoda</span> <span style="color:#3333ff;">Shwedagon Paya</span>, el gran icono budista del lugar. </span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234674893929711442" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQCd8hep7liRdppw-9vUYsjKgWBIrpo8pFL7P8XA-Sumfo1RFucNFv7tMCZpWQwwm4WMtkbo2y0_1X_F5I2xSLqFdsFnx17iZePRnsNNMiCTnvg-6QHwH9iZinNLjC8VEw64sfdB4wvLk/s320/P1020343.JPG" border="0" /></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCHmY2XCYjHNBUwfFjv_w1c5MBnG4lhb1lMeFhsflYAQe1bMheDGU3RbmE8j2DtPLbIwHGtn0UyqUtGhLF5rWJEzNUQT7wZE__pHmbRYGh5EBRXKrRr5NJ5dna9SAA64PdcEJ7T4cWhwE/s1600-h/P1020345.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234675277449240338" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCHmY2XCYjHNBUwfFjv_w1c5MBnG4lhb1lMeFhsflYAQe1bMheDGU3RbmE8j2DtPLbIwHGtn0UyqUtGhLF5rWJEzNUQT7wZE__pHmbRYGh5EBRXKrRr5NJ5dna9SAA64PdcEJ7T4cWhwE/s200/P1020345.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMDXbFyUDk_YAHuvhJ8PAWyQiCfQvr9Fyqe30OtbTxO7BcPRaR1Tl10m91WiReGTHPvB-9U5skuuvyfssN_qIvIIvVJAF7BveVBHKJy7bTiTkGZ7u9epkzZdBAAOKm6SHukxlATTRpsRM/s1600-h/P1020340.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234675557551105154" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMDXbFyUDk_YAHuvhJ8PAWyQiCfQvr9Fyqe30OtbTxO7BcPRaR1Tl10m91WiReGTHPvB-9U5skuuvyfssN_qIvIIvVJAF7BveVBHKJy7bTiTkGZ7u9epkzZdBAAOKm6SHukxlATTRpsRM/s200/P1020340.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></p><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><div></div><div>Y hoy mi intención es partir en dirección al norte, hacia el estado Kachin, la región montañosa y de profundos y misteriosos valles ya casi fronteriza con el Tíbet, China y nordeste de India. La idea es patearme aldeas y parajes remotos, conocer un poco la vida de las gentes en tan aisladas áreas, e iniciar después el descenso fluvial por el río Ayeryawadi (no sé si lo habré escrito bien..), haciendo escalas en todos los lugares que 'sea menester'.<br />Pero vamos a ver; cuando amanezca dentro de unas horas (…y si continúo sin poder pegar ojo) tengo que acudir a una dependencia gubernamental a ver si me conceden –y en su caso, a qué precio- el permiso que los extranjeros debemos obtener para desplazarnos a zonas del país como ésta que os describía. Ojalá no me pongan mucha objección; creo que este país es uno de los más fascinantes del planeta para el visitante; está, además, poquísimo 'contaminado' por el turismo masivo. Tengo buenas expectativas; a ver si las confirmo.<br />Procuraré dar señales con regularidad, aunque aquí el gobierno militar (ya hablaré de política con más calma en otro momento..) ha controlado en ocasiones el acceso a cuentas como hotmail y yahoo. De momento no he tenido problema, en estos primeros días.</div><div>Y sobre toda aquella movida de hace unos meses entre los monjes y el gobierno, hay ya aparente (…aparente) total normalidad. (Charlando un momento anteayer con uno de ellos, un monje, que aquí pululan continuamente por doquier, me preguntó "¿<em>os enterásteis por allá de todo aquel lío, europeo…?</em>").</span><br /></div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBHerSt3pQWsqLZmNxhdZ5ynKaginATziQZ7WrvBARZOSPgF5gsoygPMdKmLA-KoEL8O4MnvMaN0XJXl-dqkfBb_B4__8DraOYUys1L0Vo2SmqHbxPrS__zPzU1XnUlJxWdgFChANas98/s1600-h/P1020431.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234674092836925490" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBHerSt3pQWsqLZmNxhdZ5ynKaginATziQZ7WrvBARZOSPgF5gsoygPMdKmLA-KoEL8O4MnvMaN0XJXl-dqkfBb_B4__8DraOYUys1L0Vo2SmqHbxPrS__zPzU1XnUlJxWdgFChANas98/s200/P1020431.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqe_xSY3VjgJfdwT_cBhrDjckQYmj3MoSxFWR2sP_GS145PIymEbatH6uX6bdKUTxbmBC-LglGIlLsRgAUyalQKy37-bgXLrhMObaOvb8ylRrG_Q04NN12QNFIXtI5SdqZG398PUNeH6M/s1600-h/P1020382.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234674385791216194" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqe_xSY3VjgJfdwT_cBhrDjckQYmj3MoSxFWR2sP_GS145PIymEbatH6uX6bdKUTxbmBC-LglGIlLsRgAUyalQKy37-bgXLrhMObaOvb8ylRrG_Q04NN12QNFIXtI5SdqZG398PUNeH6M/s200/P1020382.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234673661432833874" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJg9Pz7D1TSAmNol9yeejmMAz_5hY4dfzK2MUISbDGcxdTSE-joyc1GGz4pagxYqP1TUGl3AyRBURA57f0LXhb3eBw2S_hp7JfB-8m-cfpUFGSPjveXq-BNFIngxAKGJtGwAMXanzNBIQ/s320/P1020399.JPG" border="0" /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimcB5AceKofzbZxoXEEzFCJdhpGfoaNnH_f1IzNTh950l2RqrvtmSXQ0zXXR9samy-cljpbIc3XpbFePsX01CYTm1gDIgH5f2RHjDb33b8AIZ90gM4-XD0WmgJ2H4_Xxo-fkPtSdreUts/s1600-h/P1020415.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234672607385116722" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimcB5AceKofzbZxoXEEzFCJdhpGfoaNnH_f1IzNTh950l2RqrvtmSXQ0zXXR9samy-cljpbIc3XpbFePsX01CYTm1gDIgH5f2RHjDb33b8AIZ90gM4-XD0WmgJ2H4_Xxo-fkPtSdreUts/s200/P1020415.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVxPI9afUdioRm8lSYQP7YKrqplgQ9j5Txw5RLYnn52t4rIKYS_ug6Fvrix8VLieAUjwE9XENa7IIqPV9mDH7UsbbiWgKpg6lA4v3794OzgoH23ZDdKwAOJJCtQKetGigYf2eYXgp63So/s1600-h/P1020373.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234673170151100994" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVxPI9afUdioRm8lSYQP7YKrqplgQ9j5Txw5RLYnn52t4rIKYS_ug6Fvrix8VLieAUjwE9XENa7IIqPV9mDH7UsbbiWgKpg6lA4v3794OzgoH23ZDdKwAOJJCtQKetGigYf2eYXgp63So/s200/P1020373.JPG" border="0" /></a></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-24061246084215381132008-08-15T00:42:00.028+02:002009-01-24T19:00:14.467+01:003. "Los días de Birmania"<span style="font-family:verdana;color:#009900;"><strong><em>16 de Febrero</em></strong></span><br /><br /><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234660343700035826" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLcjSIcQ8Jtnwmg5eDSaNnewfc90jfZXdXectw8_xjqwYfQwqvvzNufREIhsrZfCPZxHTCOTfxLhHxuZi4UNVAwVR5YJwGIzn8zRfwi0DgPVjJi0352qhSp20S_TNIyEhpxYAOySGMtes/s400/P1020489.JPG" border="0" /><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;">¡<em>Buenos días, jóvenes castores</em>!<em> (y feliz… pre-campaña electoral, por allí</em>…)</span><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><br /><br />Pues nada, aquí estoy de nuevo para daros un ratejo la brasilla, y de paso tratar de transmitiros algunas sensaciones o reflejo parcial (completo, es imposible) sobre este curioso país llamado Myanmar, antes Birmania.<br />Sobre todo decir que, ciertamente, deben quedar en el planeta pocos reductos como éste, pocos lugares tan auténticos y fascinantes. Y que en gran medida se debe todo ello al componente humano, a la especial idiosincrasia de estas gentes. Una mezcla de diversas etnias ancestrales más fusionadas entre sí en algunas zonas del país que en otras.<br />El paisaje tropical, y el omnipresente factor budista que todo lo impregna se encargan del resto.<br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0QTPhRq7ucIAmdftBw4gmhXWQMXDwYivdWT7OhqoUZhN1S9uAljysloK49AOgztLlRZB8TaC5ruF5cElK4L2n8on2HTVWrFZ1LDWFAEml2SRAEsycwmxscgTX_K5_F1amG2jDGJE17U4/s1600-h/P1020341.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234659817600254466" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0QTPhRq7ucIAmdftBw4gmhXWQMXDwYivdWT7OhqoUZhN1S9uAljysloK49AOgztLlRZB8TaC5ruF5cElK4L2n8on2HTVWrFZ1LDWFAEml2SRAEsycwmxscgTX_K5_F1amG2jDGJE17U4/s200/P1020341.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br />Aunque la cosa es que el turismo, o "el viajereo" (sobre todo, esto último) están tomando nota de todo ello y van ya haciendo cada vez mayor acto de presencia. Lógico, por otra parte. Aunque, por supuesto y por fortuna, nada que ver todavía con las vecinas India y Tailandia.<br />En, sobre todo, los lugares más imprescindibles del país (<span style="color:#663300;">lago Inle</span>, <span style="color:#663300;">Mandalay</span> y alrededores, y el <span style="color:#663300;">área de Bagan</span> con sus más de dos mil templos y pagodas de casi diez siglos de antigüedad) se ha hecho ya inevitable el asedio feroz de todos los comerciantes ambulantes que literalmente te ponen en plenos mofletes sus tiras de postales, sus pinturas y sus piezas de artesania local.<br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_TvqWCN9ExMeTr4_THJ8KFHBkepw0ILUDykR3pWWdiD0I2wJtLwOoRa5SYBiTPc5qADZN-kNy6B055k5oP3ui73Q2SP3s4DBzKRJ4QAFtXhBf5kk0nhlMe8ux3KplEpPxtp67B51eSDM/s1600-h/P1020410.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234657434907488626" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_TvqWCN9ExMeTr4_THJ8KFHBkepw0ILUDykR3pWWdiD0I2wJtLwOoRa5SYBiTPc5qADZN-kNy6B055k5oP3ui73Q2SP3s4DBzKRJ4QAFtXhBf5kk0nhlMe8ux3KplEpPxtp67B51eSDM/s320/P1020410.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><em><span style="font-size:85%;color:#009900;">Templo en el área de Mandalay</span></em><br /><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqSDfXOZaRsbdF55CszJstCFYypCnKj8_gd6RvdmkJVE0YxLvVzs9C7CbrEynJYpWXkSBycoMxiNKE_u6yJLATcxBzyMnLaFlRuX7vHqODMTycupihwKIvV2eajgy32aZKbu410c8Jf8w/s1600-h/P1020448.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234657981650886274" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqSDfXOZaRsbdF55CszJstCFYypCnKj8_gd6RvdmkJVE0YxLvVzs9C7CbrEynJYpWXkSBycoMxiNKE_u6yJLATcxBzyMnLaFlRuX7vHqODMTycupihwKIvV2eajgy32aZKbu410c8Jf8w/s320/P1020448.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><em><span style="font-size:85%;color:#009900;"></span></em></span><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><em><span style="font-size:85%;color:#009900;"></span></em></span><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><em><span style="font-size:85%;color:#009900;"></span></em></span><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><em><span style="font-size:85%;color:#009900;">Amarapura (Mandalay): el puente de teca más</span></em><br /><em><span style="font-size:85%;color:#009900;">largo del mundo</span></em><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0vw8sMbtgZmeWVZ7l6rJ_bT8cV852gewWPnVrZz6r4J8N9ew_WGA5gOhUBeIaZQigwuXdxnUdiPmGxx3177yswgikkY9z05lyTng1nBf3LvuNrTq8N4Rn0K1juObbOfKlonH6BrHZ8EY/s1600-h/P1020447.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234658770304788498" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0vw8sMbtgZmeWVZ7l6rJ_bT8cV852gewWPnVrZz6r4J8N9ew_WGA5gOhUBeIaZQigwuXdxnUdiPmGxx3177yswgikkY9z05lyTng1nBf3LvuNrTq8N4Rn0K1juObbOfKlonH6BrHZ8EY/s200/P1020447.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlD5uowAYObxrGzSHqSgQIWgu-dnIxMhuppYLqtZADByImJ7VtZP-3FfcreqmfhqAqQUmODVkQ5BNQuwThyphenhyphenMZqDpeEs-qZD4c8XjJlcWjdciAe2xl1IQV7U_9FOWZtfx41OymDjEjtynI/s1600-h/P1020461.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234658424924426498" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlD5uowAYObxrGzSHqSgQIWgu-dnIxMhuppYLqtZADByImJ7VtZP-3FfcreqmfhqAqQUmODVkQ5BNQuwThyphenhyphenMZqDpeEs-qZD4c8XjJlcWjdciAe2xl1IQV7U_9FOWZtfx41OymDjEjtynI/s200/P1020461.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /></span><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />La pifia es que se me truncó finalmente la incursión por el remoto norte y sus valles y parajes perdidos. No todas las regiones de este país son de acceso libre para el viajero extranjero. En varias, está directamente prohibido o hace falta un permiso gubernamental que puede tardar dos o tres semanas en tramitarse. Yo no había tenido en cuenta esta última circunstancia.<br />Y aparte, hay tramos que tampoco se le permiten hacer por carretera al visitante. Se te obliga a tomar un vuelo –más carillo que los nacionales clásicos- que junto a "la mordida" del permiso colocan la 'broma' en una cifra de tres dígitos –en $ USA- que no empieza ni por 1 ni por 2.. Puede que ni siquiera por 3…<br />Aquí gobierna una junta militar desde hace algunas décadas que, entre otras cosas, ha mantenido bajo arresto domiciliario hasta hace pocos años a la legítima vencedora demócrata de unas elecciones a principios de los 90, Aung San Suu Kyi (y que poco después ganó el Nobel de la Paz). Y las susceptibilidades de este gobierno llevan a cosas como ésas, las de controlar los movimientos de los foráneos por zonas concretas. Y a haber mantenido al país en una situación de aislamiento internacional como en pocos sitios se tiene noticia en tiempos recientes.<br />Cerca de ese norte fue donde un jovencillo George Orwell, por entonces oficial de policía del imperio colonial británico, se inspiró para parir sus celebrados "Burma's days" ("Los días de Birmania"), bastante antes de que se le rebelara la granja y se acordara por anticipado de 1984, el hombre. Tal obra es hoy todo un icono y objeto de culto por estos pagos.<br />En fin, el caso es que al menos me pude resarcir en el <strong>lago Inle</strong>. Ahí, junto a Oliver, un socio alemán que conocí en un autobús, nos hicimos con los servicios de un guía de un pueblo cercano, quien nos condujo con su canoa a motor por los rincones menos accesibles del lago, de unos 25 km de largo y 10 de ancho. Rincones salpicados de poblados que construyen sus palafitos en las orillas, y que son todo un reflejo de cómo es la vida anfibia de estas gentes, de la ancestral etnia "<span style="color:#333300;">I</span><span style="color:#663333;">ntha</span>".<br /><br /><br /><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234655503893940610" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjysOtCvfXn19MNJaH6jiOiBVJm79pATFrgKex-j3XvheBgbZz6lZX3qFyhPGzP6omX0enrdY1yevvDQtSIx77qlxZWauflWCFxJsM1nv6929qUxtGAYfk8xRl11v2iT4myrr34w0qiPII/s400/P1020353.JPG" border="0" /> </span><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhju1e0TYX12YSW9Sr_WfsSCH0iAQUwIo0QzpKMIgnUWlm4FFl4owOdIcQHcOrw4EXoBiJBLws1T-j0m-66menB2SoYPa1a-axiN2MmBreGukjKXxhl7jHShhP8wUdLMmenGJ1-LRyfoEY/s1600-h/P1020365.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234656216157534946" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhju1e0TYX12YSW9Sr_WfsSCH0iAQUwIo0QzpKMIgnUWlm4FFl4owOdIcQHcOrw4EXoBiJBLws1T-j0m-66menB2SoYPa1a-axiN2MmBreGukjKXxhl7jHShhP8wUdLMmenGJ1-LRyfoEY/s200/P1020365.JPG" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF5tSWKk3k7lyl-wcxVRQ_32UUqxKyYAoaX-phCaqfQPPoRirBM7iAwKansG161ZWAka60Guf0vURN6Vg5Bz6jRWVnYYZLhj1cWhKZZnHRkavb-GodUWcVs65JJ5eZGdZ74WoXrAXpq_U/s1600-h/P1020359.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234655897753762194" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF5tSWKk3k7lyl-wcxVRQ_32UUqxKyYAoaX-phCaqfQPPoRirBM7iAwKansG161ZWAka60Guf0vURN6Vg5Bz6jRWVnYYZLhj1cWhKZZnHRkavb-GodUWcVs65JJ5eZGdZ74WoXrAXpq_U/s200/P1020359.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlvyy77vFDdRk0UkLdPgb2d4Vap2KREf4d335hkfI9pcIKAvz2rpcDlgL3apWlyHE3xGzpDFifLwEU-fbKVDtOpj48ohywHwRwLgC6WSNdjc6aG5Jm1f4GptwjtnpjnjbPuYjjKq1lRkM/s1600-h/P1020348.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234656641721852322" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlvyy77vFDdRk0UkLdPgb2d4Vap2KREf4d335hkfI9pcIKAvz2rpcDlgL3apWlyHE3xGzpDFifLwEU-fbKVDtOpj48ohywHwRwLgC6WSNdjc6aG5Jm1f4GptwjtnpjnjbPuYjjKq1lRkM/s320/P1020348.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><br /><em><span style="font-size:85%;"><span style="color:#009900;"> ¡</span><span style="color:#009900;">Fue magnífico presenciarlo..!</span></span></em><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><br /><div>Llegamos a un remoto grupúsculo de viviendas donde nunca habían visto un billete de un dólar (que les dejamos de propina por unas infusiones que nos ofrecieron) y cuyos habitantes se avisaban unos a otros para estirarme con asombro de los pelillos del antebrazo (ellos son casi completamente lampiños). Tambien pudimos asistir a la celebración de la "coronación" de dos jóvenes monjes, todo un curioso ritual por aquí, y donde fuimos los improvisados invitados de gala (je, je..).</div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisCqIpopzRtD35S4MnYCV9EQUJ9FdksEZr4LtjD-xqOUyGN98Q16l6thn-kDZIbA-zlpWIjOOA43w98nHfenO3THQAPyxC874s_Xt7Ku9hnM5xqHPgXEWQa64SxavYss2-IHAgV88a8zc/s1600-h/P1020346.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234654833379707602" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisCqIpopzRtD35S4MnYCV9EQUJ9FdksEZr4LtjD-xqOUyGN98Q16l6thn-kDZIbA-zlpWIjOOA43w98nHfenO3THQAPyxC874s_Xt7Ku9hnM5xqHPgXEWQa64SxavYss2-IHAgV88a8zc/s320/P1020346.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><br />Después, el teutón y yo hemos continuado camino junto a otras dos socias francesas, hermanas entre sí (de sangre, no de congregación), con las que hemos hecho buen equipo.</div><br /><div>Y ahora andamos por <strong>Bagan</strong>, tras descender un tramo de doce horas por el <span style="color:#663333;">río Ayeyarwady</span> (ahora creo que ya me voy haciendo mejor con el nombrecito de este imponente curso fluvial).</div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLcrdMpKCDUTsEMqpEB-q0gFoRNKhwkVMjJiDgeHDvOH51Gi_6O4bo7RZ-BYcL5V9sIDCf7A_mkydExgVeiKvicTGvWUCTw3Z3CY5ADqvDv7wkjExHFBpavngesvLhJUV8VWrem2-o26I/s1600-h/P1020476.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234653973640342162" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLcrdMpKCDUTsEMqpEB-q0gFoRNKhwkVMjJiDgeHDvOH51Gi_6O4bo7RZ-BYcL5V9sIDCf7A_mkydExgVeiKvicTGvWUCTw3Z3CY5ADqvDv7wkjExHFBpavngesvLhJUV8VWrem2-o26I/s320/P1020476.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><div></div><div><em><span style="font-size:85%;color:#009900;"> Venta ambulante al paso del barco</span></em><br /><br /></div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJIL0wTgWVs-9gASDdExy8q_Oo8nMakUpPWvk2qztqPkeWuAVqj1zeD_9zVpeKwTBSzYLQ8NhKoLzAoP7yxcyzfDNHmZrBPiLE3pIYzC4GsawZo19vVw_GLpxn61eEapNRnCsn73CfnX8/s1600-h/PICT0754.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234652985786469842" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJIL0wTgWVs-9gASDdExy8q_Oo8nMakUpPWvk2qztqPkeWuAVqj1zeD_9zVpeKwTBSzYLQ8NhKoLzAoP7yxcyzfDNHmZrBPiLE3pIYzC4GsawZo19vVw_GLpxn61eEapNRnCsn73CfnX8/s200/PICT0754.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguMikjaSWT-F-rxOGaSb8KxCwDpzKkTJkouCxIrJwBOe8aV_8tv0OMGSR-WPukgVD3tNNMxVGaA6GhFefiH3qZXHdZyunlKYBPXx5G35Y9ZWUrTymPwMR7YaLDjE4w-FVfvpm2NNwMMmw/s1600-h/P1020442.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234653374957997634" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguMikjaSWT-F-rxOGaSb8KxCwDpzKkTJkouCxIrJwBOe8aV_8tv0OMGSR-WPukgVD3tNNMxVGaA6GhFefiH3qZXHdZyunlKYBPXx5G35Y9ZWUrTymPwMR7YaLDjE4w-FVfvpm2NNwMMmw/s200/P1020442.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div>Este lugar, Bagan, fue el elegido por sucesivos reinos birmanos que entre los siglos XI y XIII levantaron más de cuatro mil templos imponentes, de los que quedan hoy en pie unos dos mil, esparcidos por una llanura inacabable junto al río. Se dice que esto es aún más espectacular que el área camboyana de los templos de Angkor. Ver una puesta de sol desde el quizá más alto y mejor orientado de ellos, el <span style="color:#663300;">Dhammayangyi Pahto</span> (telita con el nombrecito, ¿eh..?), es toda una experiencia aquí. </div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtuIUHw1Oqa__b5TQj6zY9P1EXpxuRLDKtdQqn_ZtSm9VRkFwENo4wMHtqSXIRsws-Plglz2_u6AgYudQ_GfzP6DCfEc8cHU0B1ibS40_Rvr-cXssURPxSP771PnnV6h-wgu1Re4gA048/s1600-h/P1020509.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234649565700479490" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtuIUHw1Oqa__b5TQj6zY9P1EXpxuRLDKtdQqn_ZtSm9VRkFwENo4wMHtqSXIRsws-Plglz2_u6AgYudQ_GfzP6DCfEc8cHU0B1ibS40_Rvr-cXssURPxSP771PnnV6h-wgu1Re4gA048/s320/P1020509.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEingHZzWO9mjott_qnMQuQBClM7z_2Q6irez-7yWDoBROUoAbLS_Yoy8YhjZqn7oAhgTv0MANcI9bbAhqTHK-6jp_NO7dpeSvEGU0NA9t29vHdH6q3FUglNUBSW_nqfSYjygvW5p1sKp0o/s1600-h/P1020521.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234650014172154498" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEingHZzWO9mjott_qnMQuQBClM7z_2Q6irez-7yWDoBROUoAbLS_Yoy8YhjZqn7oAhgTv0MANcI9bbAhqTHK-6jp_NO7dpeSvEGU0NA9t29vHdH6q3FUglNUBSW_nqfSYjygvW5p1sKp0o/s320/P1020521.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxX-UsAzyWvQVKnDTWeEZVpxEN0xW1UNLFvYDqwlQuLPMI74Ex1aHMuFHyC4ntiy1ypw2Gt-AQFzbiy1I-huw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvIdxxTFxI7heZYlU1-M8wtOQRfTUGXvxYp0imdmuSmEtCvV2C8-Z4yUPPM9xZWG73nIFubeJfTMwAWbu87J609Bzip7CzlldWOr_AQ9bshrvOJUXezLI5vFgR6vLZhn2dCgj-zkUbJWs/s1600-h/PICT0763.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234652522805626882" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvIdxxTFxI7heZYlU1-M8wtOQRfTUGXvxYp0imdmuSmEtCvV2C8-Z4yUPPM9xZWG73nIFubeJfTMwAWbu87J609Bzip7CzlldWOr_AQ9bshrvOJUXezLI5vFgR6vLZhn2dCgj-zkUbJWs/s320/PICT0763.JPG" border="0" /></a></div></span><span style="font-family:verdana;color:#993300;"></span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><br /><br /><div>Pero como ya dije antes, si este país deja huella es sobre todo por sus habitantes. Gentes amables al máximo, que sonríen sin parar y ofrecen su colaboración sin esperar nada a cambio. No parecen haberse impregnado nunca del menor rastro de malicia. Habría que ver cómo sería esto treinta años atrás, cuando sólo el De la Quadra Salcedo y un par más metían las zarpas por aquí…<br />El único "pero" tiene que ver con uno de sus "deportes nacionales". Uno es el <em>kickboxing</em>, "importado" de Tailandia. Bien. Pero el "otro"… el otro ¡es el escupitajo indiscriminado! ¡<em>La madre que los trujo</em>, cómo escupen estos tíos sin parar...! Y siempre en dos tiempos: generación ruidosa con torsión de gaznate que dura varios segundos, y... ¡<em>ptuaf</em>!, ¡allá va eso..! Y encima, se pasan el día mascando una mezcla de extracto de betel y de nuez de areca, con lo que dos tercios del tejido urbano del país están impenitentemente salpicados de las correspondientes escatológicas "bombas" rojizas…</div><br /><div>Menos mal que no paran de sonreir, a cambio, estas gentes…; sonríen aunque se les caiga el armario en la cabeza… Si quiere vd. ver sonrisas coloradas… ¡acuda a Myanmar!<br />Ah, y otro pequeño 'pero' es su ininteligible inglés… Lo suyo me costó comprender que "<em>fash tá</em>” es 'primera vez' (first time; "<em>Fash ta' n Myanmá</em>?", preguntan con frecuencia). ...O que "<em>U a u frá</em> ?" es nada menos que el 'Where are you from?'..<br />Bueno, amables lectores, que me váis a mandar un poco al cuerno con tanto rollete.. (…y lo que se queda en el tintero; cosas como recordar mirar debajo de la cama en las pensiones de ciertas zonas por si se hubiera colado alguna cobra, o dentro del calzado por si hubiera buscado acomodo un escorpión, ...y demás pequeñeces por el estilo).<br />..Ostras, y si Nicaragua era barato.., ¡esto es para revolcarse de la risa..!: comidas por un euro, dormidas por unos tres, y transporte local entre poblaciones casi 'tirao'…<br />Antes de aterrizar en Filipinas trataré de pasar unos días por Laos; varios viajeros me han sugerido que no debería perdérmelo..<br />¡Hasta la siguiente!</div><div>(<em>Ah.., y por fin me las apañé para 'domesticar' la cosa del sueño como buenamente fui capaz...!)</em></div></span><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2uPkF-zkDDbYpZ6OTD98f8Y_p1ra5FwKeJ6gguohyxk0s-yWDgcZRpC0XDcEC-hbiL5LkCjwdkwTuuAwTOZJdWLgly0SouMduRexju96TMNP3wLehyVKCD4k82JyVUPSZT4bwDlt7B7o/s1600-h/P1020481.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234648270893981746" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2uPkF-zkDDbYpZ6OTD98f8Y_p1ra5FwKeJ6gguohyxk0s-yWDgcZRpC0XDcEC-hbiL5LkCjwdkwTuuAwTOZJdWLgly0SouMduRexju96TMNP3wLehyVKCD4k82JyVUPSZT4bwDlt7B7o/s200/P1020481.JPG" border="0" /></a><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfvsFE7N2LNp2ybtd2B4FtS2WsYcKFh8ZR7yvIm7Tvowc7YitbwZGcVzaZb8C9ZtbVVehirPys8NY0SJ0-KLU9CoJq8yo8a3-UGpr1zgCEe1CvkfNSpQU5BkEIBQBxR0tW37NBhkaOr08/s1600-h/P1020519.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234647782593216034" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfvsFE7N2LNp2ybtd2B4FtS2WsYcKFh8ZR7yvIm7Tvowc7YitbwZGcVzaZb8C9ZtbVVehirPys8NY0SJ0-KLU9CoJq8yo8a3-UGpr1zgCEe1CvkfNSpQU5BkEIBQBxR0tW37NBhkaOr08/s320/P1020519.JPG" border="0" /></a></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993300;"></span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><p><span style="font-family:verdana;color:#993300;"></span></p><br /><span style="font-family:verdana;color:#993300;"><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234647158228881810" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcWsmz-caCADiUiExqhcD-fuHdi8L5r9wEwYsVnxiifXVJK5czco2Ltn_kexg22aMDMoZiLPei63lkVfuTYUceNbDoM6wikDY-ptUDMiEsGSWu32KpAZfbvYIXqWorPv7FFFYnkdqbpqg/s320/P1020505.JPG" border="0" /><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG4BsTlKJEl6dUPvSpoc5oaz3zy1jdZEJti7JRaprsm2s0uSDIjiUui1wU2UkKJU1NrJmHl0uJAQO6c7TKqHqIPjoSilaDBlb5kPzXD_RubrEUpngAq7RgtOI85LSpqQ9IE-t0QLKPatY/s1600-h/P1020391.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234512812520061682" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG4BsTlKJEl6dUPvSpoc5oaz3zy1jdZEJti7JRaprsm2s0uSDIjiUui1wU2UkKJU1NrJmHl0uJAQO6c7TKqHqIPjoSilaDBlb5kPzXD_RubrEUpngAq7RgtOI85LSpqQ9IE-t0QLKPatY/s200/P1020391.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj54syf_CsX2nCzZAwnft_Sqju-58Tf5DCPE_qXR4i1johEydbmwokkneUwoteWd6HFDmyRTjMtBRAVMsEtkkjZ24R4I11JroZu6IuDfBD-Gy24gCv9UBuuNqmgMLIC6ASe5ruUJk7rWII/s1600-h/P1020522.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234513282336095746" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj54syf_CsX2nCzZAwnft_Sqju-58Tf5DCPE_qXR4i1johEydbmwokkneUwoteWd6HFDmyRTjMtBRAVMsEtkkjZ24R4I11JroZu6IuDfBD-Gy24gCv9UBuuNqmgMLIC6ASe5ruUJk7rWII/s200/P1020522.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div></span><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzWNc0abXa5ZRPmsEa6jtII8sj23F0qWb6bbAY32YXJaCMWwBkC3OtmNxruViiVWC_6px01NeX9HfvCelhH6g' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-62369331847974858562008-08-14T22:21:00.014+02:002009-06-22T11:39:17.023+02:004. Filipinas (I): Sombras y luces<strong><em><span style="color:#009900;">29 <span style="font-size:85%;">de</span> Febrero</span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#009900;"></span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#009900;"></span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#009900;"></span></em></strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234483900099532530" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVPeDABJ_hR-4-iDXGLABS3GcCy_unqb7DMDDkEJ2xZj_-v97_hAHTFVr_aMd93TR039m5PQS3dXM-Jzy0v37D_HRJxo9QxOSqBOp3tTrNPsoKMD9J8QvH24L1UmhxGNWEXTYRR8eA98c/s400/P1020683.JPG" border="0" /><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">¡A los muy buenos días, estimad@s JJCC ! </span></div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"><div><br />Pues nada, contaros que hállome en las muy remotas y multi-esparcidas Islas Filipinas, desde hace unas seis jornadas (o por ahí, calculo; la verdad es que aquí la cuenta del tiempo cronológico se me escapa con facilidad..).<br />Finalmente, opté por desestimar las recurrentes sugerencias de adentrarme en territorio laosiano. Cuando llegué de regreso a Yangon (capital birmana) y me dirigí directamente al aeropuerto a primera hora de la mañana tras un espantoso viaje de quince horas en un bus del Paleolítico Inferior, encontré que el primer vuelo salía para Bangkok, y en breves minutos, mientras que para Laos o norte de Tailandia (que queda cerca) no había ninguno en todo el día. Así que decidí tirar hacia la capital tailandesa y pasar unos pocos días en las costas cercanas.</div><div>Jolgorio e instintos más mundanos como contrapunto a la tranquilidad y misticismo de las jornadas ‘myanmareñas’ (…a saber cuál será el gentilicio exacto del vecino país).</span></div><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfUneIIeNWE59ds-le9AzNbmCkgvQyKQar2BmK9RIJYJPZCPOUu-9WEv968NihTh9_UyfCRMwBQl0BGxR7Ykswhr8bM3lpUyN5lfSVxYqm0iVvygazmzKMqif31ikC0sp1pBs364oYYR8/s1600-h/P1000739.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234483483517997330" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfUneIIeNWE59ds-le9AzNbmCkgvQyKQar2BmK9RIJYJPZCPOUu-9WEv968NihTh9_UyfCRMwBQl0BGxR7Ykswhr8bM3lpUyN5lfSVxYqm0iVvygazmzKMqif31ikC0sp1pBs364oYYR8/s320/P1000739.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Y nada, tras esos días 'vacacionales' in Tailand me dirigí a mi siguiente y actual punto espacial de referencia: estas ya mencionadas Filipinas.</span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#ff6600;"></span><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"><br /><strong>Manila</strong>: tras la primera toma de contacto, ‘diagnóstico’ fulminante: posiblemente, una de las ciudades mas asfixiantes del mundo (de las que yo conozco, seguro; y me he trillado mega-urbes bastante infumables como Lima, Sao Paulo o la misma Bangkok...).</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Es un desfile permanente y sin tregua de vehículos motorizados de toda gama (coches –con <em>solera</em>, mayormente), taxis, triciclo-taxis, '<em>jeepneys</em>' -pequeños buses colectivos, del Mesolítico-, taxis, motos, moto-taxis…; ¡ah! y taxis, que casi se me olvidaba..). Parece una competencia despiadada para ver quién emite más gases por el tubo de escape o quién hace mas ruido con el motor.</span></div><div><br /><br /><br /></div><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234481793443739682" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv2kvX1H_QTlXldauTmX8i6hne_b_iRIRWU1pG3iXC2oCa9gBPO16dxNlMI6fUhSmltBr_3Z1P_x-nHKc_hDza3WBVHDKxd0J2GOSbvfAHYC3XjP82STdnY1U90VNxsL2JkUjubjGNIk0/s320/manila-city-view-4.jpg" border="0" /><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234478778401996770" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBn7bkwrCaBeWTcUsUDS41XmWJtdspkmwAB-ZtlzF5msFX5BSHMPz_PLKhV83oDoXqEdfvoKFVYXgIjhDMxEmSdh1besWsqPUd9wfybW9pSgnL1xD1Vk5tRyv9EdsHwntfhEY8oZJjb1c/s320/mini-019-Tuk+Tuk+en+Khaosan+Rd+y+trafo.JPG" border="0" /><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Y mucha suciedad por casi todas las calles; gentes y gentes, vendedores ambulantes por todas partes, edificios grises que parecen amenazar con caerse en cualquier momento... Y polución; imagino que 'Manila' en <em><span style="color:#cc6600;">tagalog</span></em> (principal lengua nacional) debe significar posiblemente eso, 'polución'... <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjtI76T7ipq7AvDyG9S7IMQTSR1kIK3veLKXTHeugOKZX7uJEuRRDjECjwthBCT__dqOPf1HoLdbuPiAjJgyfLSJrFxxqC7xQFP13yGNY9_TLh2wtqkUNBaWrQwpv4rArDYKrYl7BbAbA/s1600-h/mini-046-Disco+Khaosan.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234478547536385842" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjtI76T7ipq7AvDyG9S7IMQTSR1kIK3veLKXTHeugOKZX7uJEuRRDjECjwthBCT__dqOPf1HoLdbuPiAjJgyfLSJrFxxqC7xQFP13yGNY9_TLh2wtqkUNBaWrQwpv4rArDYKrYl7BbAbA/s200/mini-046-Disco+Khaosan.JPG" border="0" /></a></span></div><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"><br />Total, que tras la primera noche (eso sí, la night-life de Manila tiene fama de ser una de las más reconocidas de toda Asia) y parte del día siguiente, salí de allí zumbando virutas en dirección al norte de la isla de <span style="color:#cc6600;">Luzon</span>, una de las principales de entre las grandes del país. Allí hay zonas carismáticas, como un par de puntos de la costa norte -<span style="color:#cc6600;">Clavería</span>, <span style="color:#cc6600;">Pagudpud</span>- y las montañas de más al sur.</span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDeFgzaXsjszjvD2ZK8328OvSwuN6zTtT-6MJ82iJ_OS7s2vWUDRgU7SiK0R9f06KKXJGiq8PNntdL4qwFIrGPRdUyASSiQdqZAhnim7nDO4YZzOUcqn5kLg5IB3qsprs-iYLjKKLh3O8/s1600-h/P1020558.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234477291721353618" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDeFgzaXsjszjvD2ZK8328OvSwuN6zTtT-6MJ82iJ_OS7s2vWUDRgU7SiK0R9f06KKXJGiq8PNntdL4qwFIrGPRdUyASSiQdqZAhnim7nDO4YZzOUcqn5kLg5IB3qsprs-iYLjKKLh3O8/s320/P1020558.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Llegando a esta zona montañosa se halla el rincón más conocido de la isla: las <span style="color:#cc9933;"><span style="color:#cc6600;">terrazas de cultivos de arroz</span> </span><span style="color:#ff6600;">de</span> <strong>Banaue</strong> (lugar considerado la 'Octava Maravilla de la Tierra').</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Allí anduve un par de días, pero el factor atmosférico no acompañó como debía: lluvia continua y niebla por los valles que albergan tales terrazas. Joer, y no lluvia clásica de áreas tropicales (fuerte, repentina y de final rápido para que luego regrese el sol de imediato), sino lo contrario: leve pero persistente. Las gentes me decían que así llevaban una semana. Aquello parecía Escocia. O Asturias, tú...</span><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Así que de refilón pude ver y fotografiar parte de las terrazas de marras que se encontraban a menor altura. (Las otras, las más elevadas y espectaculares se hallaban completamente devoradas por una bruma espesa que imposibilitaba cualquier visibilidad razonable..). </span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#ff6600;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOpiYX4DqUnZWXNV_6voOQ5Vxpp9lOw3co7AalqvxL9GUqHrP-M8BPP_x2aQcjtMjkRPsqRe3kJvnivstW2FT0yaWXfD9ZI4Bgc86PWOFy_BGkVwoxf3QoJ4fxll-3O81QtZrQk_xa_-4/s1600-h/P1020539.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234476469577393762" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOpiYX4DqUnZWXNV_6voOQ5Vxpp9lOw3co7AalqvxL9GUqHrP-M8BPP_x2aQcjtMjkRPsqRe3kJvnivstW2FT0yaWXfD9ZI4Bgc86PWOFy_BGkVwoxf3QoJ4fxll-3O81QtZrQk_xa_-4/s200/P1020539.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiatfYjqdhicTCwVwi_AGx6nx535mjB0bEXVK6ksECTGfigGWkc9SJtObgqp3JNkg0pMePHl11TXU7fOyva2c03tKLrFe0elpKE5Oi8cgo9mvuQF-clXf_M0_51ObyfYVEczxF5jleO7Gk/s1600-h/P1020543.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234476771338958498" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiatfYjqdhicTCwVwi_AGx6nx535mjB0bEXVK6ksECTGfigGWkc9SJtObgqp3JNkg0pMePHl11TXU7fOyva2c03tKLrFe0elpKE5Oi8cgo9mvuQF-clXf_M0_51ObyfYVEczxF5jleO7Gk/s200/P1020543.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"><br /><br /><br /><div>Por allí, un policía uniformado se dirige a mí una mañana (y yo no llevaba encima el pasaporte):</span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- Eh, sir..!</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- Yes..?</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- Are you american..?</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- No!</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- German..?</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- No!</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- So where from..?</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- Spanish!</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- Ah!, Spanish: …<em>cómo estás</em>..? _(El payo chapurreaba cuatro cosas de castellano..).</span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">Quedé aliviado cuando vi que sólo era curiosidad por saludar y charlar un poquillo. Y me dice:</span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- ¿Soltero o con mujer filipina aquí..? </span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- No, soltero, soltero... </span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- ¿Quiere que le busque alguna mujer filipina si se va a quedar unos dias aquí...?</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">¡¡Un poli ofreciéndome tías!!; ¡esto sí que no me había pasado aún en ningún sitio...!</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">- Bueno, gracias, ya me lo buscaré yo mismo, si ha de darse el caso..._ Y me piré medio <em>alucinao</em> y partiéndome de risa...</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"><br />Pero en fin, a pesar de lluvias campestres y capital inhóspita (no ha sido un gran comienzo aquí, cierto es), todo indica que este país ofrece bastantes ases que guardar convenientemente en las correspondientes mangas. Y las mías están bastante 'receptivas'...</span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;">De modo que ayer regresé unas horas a la horrenda Manila para tomar un vuelo (por 50 euros) a la isla de <span style="color:#996633;">Palawan</span>, en el sudoeste del archipiélago. Una de las, a priori, joyas del país. ¡Y ya no llueve!</span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#ff6600;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#ff6600;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#ff6600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4nnjgAr1ZLy1kTI76WTzsTYoc83Ncf4poQP1FTXELtAjbRlMdUCq2PUzUdwmNqwa9EYQ_UruxwX8vYhHKj4d_U0o8msBUT2fJKH-ueLilDyHDhjoSb6pm0TGMNmGVSq-s4uJPpCzFI6s/s1600-h/Palaw.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234475954742303154" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4nnjgAr1ZLy1kTI76WTzsTYoc83Ncf4poQP1FTXELtAjbRlMdUCq2PUzUdwmNqwa9EYQ_UruxwX8vYhHKj4d_U0o8msBUT2fJKH-ueLilDyHDhjoSb6pm0TGMNmGVSq-s4uJPpCzFI6s/s320/Palaw.png" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /></div><div></div><br /><div>Aquí hay un río subterráneo visitable que es al parecer una atracción de este tipo única en el mundo; mañana iré para allá a comprobarlo in situ.</div><div>Y rodeando esta isla (es grande, está cercana a Borneo) hay "archipielaguillos" menores que, según cuentan, son para quitar el hipo, las hemorroides y lo que se tercie. Zonas de buceo sobre restos de barcos hundidos en la IIª Guerra Mundial y arrecifes de coral que son la repera limonera. ¡Ya contaré..!</div><br /><br /><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234475341561009154" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7m6QKRor0ME0wqc8SwtqM7paClrjwhGcow34pxgs7UAAmCvBbm5SFKYL_c4NOnchasN-13VsRvCxTwKbUwRMsfhCuoXI3tAq-19gkBJE_NWo-CnjaRBBUeQ3Rs7_coek9ERcVt7PdyQc/s320/P1020561.JPG" border="0" /><br /><div><br />Bueno, jóvenes, que me lío y no debo. Gracias a todos los que os dejáis caer de cuando en vez saludillos, noticias diversas y hasta sugerencias concretas; y nada, espero que por allí sí vaya lloviendo un poco y que no estéis de los políticos hasta las pestañas. Ya he leído que Zapatero y Rajoy se han <em>marcao</em> un debate televisivo en el que se han dicho -qué raro..- de todo menos <em>bonito</em> y <em>guapetón</em>...<br />¡Hasta la próxima; besorros y abrazos dispersos!</span> </div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-68894310624549860972008-08-14T20:14:00.021+02:002009-05-21T17:21:18.678+02:005. Filipinas (II): Todo luces, ya<strong><em><span style="color:#cc0000;">14 <span style="font-size:85%;">de</span> Marzo</span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#cc0000;"></span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#cc0000;"></span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#cc0000;"></span></em></strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234449884474000770" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLvHq1i34d4ycn3yplU6p-0vIV3MCU2U67WXMj-ZUGxN0SrFrdgZ9JYInRnK2YyuVZaSoY6CeS9aIm4D9ujSO35OtIoEbeKRD7sfsX_f8w2HwKfmzZBpTQwsVzVXP4fjGaf6ontAjpEXA/s400/P1020658.JPG" border="0" /><br /><div><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><span style="color:#009900;">¡</span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">Buenas tardes de trópico desde esta llamada isla de <span style="color:#006600;">Cebú</span>!<br /><br />Aquella otra isla (grande) de <span style="color:#006600;">Palawan</span> en la que os dejé el otro día cumplió con creces con su "papel" de enclave imprescindible en este grato archipiélago. Una extensión selvática llena de simios y de varanos (esos dragoncillos que también abundan por Indonesia), rodeada de una serie de playas de arena blanca,</span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzmj1i4meJ3v5-Ge16YN9FDq24BrYDZcVZz13sdLOniivYdxFsSh7rFEj8YySRuDxCzke2fFStWi4BEfqDsyA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">y con rincones concretos que conforman algunos de los paisajes marítimos más espectaculares de todas las costas del planeta. Paraísos por encima y por debajo de la superficie marina: bahías o "lagunas" azul turquesa encerradas entre paredes rocosas por las que trepa la vegetación, y que albergan tal colección de corales y peces inimaginables que uno no deja de prometerse que volverá un dia a bucear por aquí otra vez.<br /></div></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4A-nE9dwMJsdqNOsf8AYeqRGBoJhzKj0j_I6e1HXHNIc_LURHsnKRgTYUEPx3v88GjxU8DNYRi0UGYDoIQ_SwpXTINPp2o_Ow1-tWFjeJtfSgzX3D1Z9QjnPY9O72U0tNR4fypgL5zwo/s1600-h/P1020625.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234445237795200146" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4A-nE9dwMJsdqNOsf8AYeqRGBoJhzKj0j_I6e1HXHNIc_LURHsnKRgTYUEPx3v88GjxU8DNYRi0UGYDoIQ_SwpXTINPp2o_Ow1-tWFjeJtfSgzX3D1Z9QjnPY9O72U0tNR4fypgL5zwo/s200/P1020625.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqmmoxUBlzICLTavn8MB5oQh0w2ovpMZcaaoOZbd-Yy9lXXhl6kNZvnmUw6l6PEkG5ZWTjgW9AdIc7doEhdmGmNRMKgoi0bkQzRETaLdL-N8hwYSwqBMaOylZo-E_zY0Jrt3EvyoO8GX8/s1600-h/P1020651.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234444900129811330" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqmmoxUBlzICLTavn8MB5oQh0w2ovpMZcaaoOZbd-Yy9lXXhl6kNZvnmUw6l6PEkG5ZWTjgW9AdIc7doEhdmGmNRMKgoi0bkQzRETaLdL-N8hwYSwqBMaOylZo-E_zY0Jrt3EvyoO8GX8/s200/P1020651.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirrkkDNeppq24oDZll1H_fnABwNZKLISfLyOb9AopTJkBh4yZkKTUXYGlTfLgH2t1o9yFXk4pKAA8ORKztV7as9DPb95T-6FKQwXaoMwBbzSZg2c8wnDHySgMRvdHs-dwDfRrg9SbJ8S4/s1600-h/P1020661.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234445878783507442" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirrkkDNeppq24oDZll1H_fnABwNZKLISfLyOb9AopTJkBh4yZkKTUXYGlTfLgH2t1o9yFXk4pKAA8ORKztV7as9DPb95T-6FKQwXaoMwBbzSZg2c8wnDHySgMRvdHs-dwDfRrg9SbJ8S4/s200/P1020661.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4V_xmxzjrdJ4BHK7_QbtFtcdv7iOEz5FXqVyX64Z_VMTC3AHpoXCyTmpjZwqtVUpAMrLkmcWtQ3cocFdUW1x51lQFHhKkPZNsjYdDhpYUpSOWZrqQB-C4gSiykXMQ_Dn7FlsQ7Pxx4YY/s1600-h/P1020643.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234446223911899410" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4V_xmxzjrdJ4BHK7_QbtFtcdv7iOEz5FXqVyX64Z_VMTC3AHpoXCyTmpjZwqtVUpAMrLkmcWtQ3cocFdUW1x51lQFHhKkPZNsjYdDhpYUpSOWZrqQB-C4gSiykXMQ_Dn7FlsQ7Pxx4YY/s200/P1020643.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisSW2Io7NXuXluCDWKslfRN6JUTX2ATXUyrielxb4PiDo4wARwhqOczmPoJOUr_EFM42WQbHbe60SunGDCGK9VTsVIjLnEKze_zQnouzioZ05wefzJfY9UCf56FsoLim7FSLWoevNkrk4/s1600-h/P1020665.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234447082385626578" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisSW2Io7NXuXluCDWKslfRN6JUTX2ATXUyrielxb4PiDo4wARwhqOczmPoJOUr_EFM42WQbHbe60SunGDCGK9VTsVIjLnEKze_zQnouzioZ05wefzJfY9UCf56FsoLim7FSLWoevNkrk4/s200/P1020665.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiGQbhRaNV1crDU_TWEMP7CWE6zRCgbT5XuwzRjYgCrWK6FmOg3A2gQjwoFR9bBNetLNbhIomlf5rlpg5JdVBIUcHgnNiq4yUQ0l7JAtfgJk7qFRnxWWhMJjT4WHU7cefN6NIgr9XRPT8/s1600-h/P1020663.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234446670924945362" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiGQbhRaNV1crDU_TWEMP7CWE6zRCgbT5XuwzRjYgCrWK6FmOg3A2gQjwoFR9bBNetLNbhIomlf5rlpg5JdVBIUcHgnNiq4yUQ0l7JAtfgJk7qFRnxWWhMJjT4WHU7cefN6NIgr9XRPT8/s200/P1020663.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div></div><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><br /><br /><div>Y aparte, el <span style="color:#006600;">río subterráneo</span> aquel de que hablé, que es navegable durante unos pocos kms. mientras vas esquivando con la 'azotea' las estalactitas del techo y los súbitos y frecuentes aleteos de los murcielagos.. </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234443682368799170" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC-Dp-UDrPSUsAklj-UAf0LdR6SWw3ADAS4A4ooTffrnefHQYfl-4TpBbVf9frqTOcRaoqpsrqhDt5ZGf4fDjwcbLwve4yabDGEDBJsAqKcVyGXr0pGR3HyxNMVIIuDBtvd3HFHsbbL4c/s320/P1020578.JPG" border="0" /> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdu5w4K6Jl4eZsgkhkqED6MYq_B4RAghR6CxZFcoIcDtO4vkm7P6QZQ49tdV6MqEzTwWnQdwbHHPyfaTtDSM4OG-xcoFBZ8WLcv38ANhRuJU3pfbtXFSbk8nRrpJJUhsAD5WniEwCSfzo/s1600-h/P1020572.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234444094463334018" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdu5w4K6Jl4eZsgkhkqED6MYq_B4RAghR6CxZFcoIcDtO4vkm7P6QZQ49tdV6MqEzTwWnQdwbHHPyfaTtDSM4OG-xcoFBZ8WLcv38ANhRuJU3pfbtXFSbk8nRrpJJUhsAD5WniEwCSfzo/s200/P1020572.JPG" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf8J_cj1yONoMxTeWQuOF_95cNlo9mJpsS19kVSoTKhyphenhyphen0jhYrbJYGLmrAc5XUPIT11Lgfj15b_bnIEtEopXrmsVX1vGIRn8XGJKViPhsTVCMwgiPK4r1XsgtYlYoNjOss1fEYu92_LNyU/s1600-h/P1020562.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234444458131798306" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf8J_cj1yONoMxTeWQuOF_95cNlo9mJpsS19kVSoTKhyphenhyphen0jhYrbJYGLmrAc5XUPIT11Lgfj15b_bnIEtEopXrmsVX1vGIRn8XGJKViPhsTVCMwgiPK4r1XsgtYlYoNjOss1fEYu92_LNyU/s200/P1020562.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><div>Y gratos y gratas compañeros/as de trayecto otra vez. No es Filipinas un país -afortunadamente- que atraiga masiva afluencia de foráneos, pero sí que nos damos cita por aquí unos cuantos que nos dió por pensar "joer, estos islorros desparramados en pleno Mar de la China Meridional deben de tener su aquel, tú...". Y vaya si lo tienen...<br />Lo que no me he encontrado aún en casi tres semanas por esta ex-colonia nuestra es ningún otro <em>congénere</em> de la 'piel de toro' (...No sé yo si demasiado apego a las elecciones, a las hipotecas y todos esos líos artificiales, por allá, me parece a mí..). Predomina por aquí, una vez más, el componente germánico (muy buena gente, la verdad, todos los viajeros alemanes con que coincido; ya me ha pasado en otros viajes), y también nuestro vecindario tricolor del otro lado de los Pirineos. Hace poco compartía un par de birras con Thierry, parisino, todo un personaje, que lleva dos meses por Filipinas y que a sus cuarenta y siete abriles, y harto de estress, ha dejado su puesto en una empresa informática para dedicarse a vender libros de auto-ayuda por el Ebay ése. "Cobraba mucho más antes, pero no imaginas la libertad que he ganado con esa decisión...", me decía. "La imagino muy bien, compañero, y te entiendo al mil por cien..".<br />O los escandivos/as, que son a quienes más he hallado en una casi remota isla, pequeña, en otra latitud del país. <strong>Bantayan</strong> es su nombre, y es probablemente el lugar en el que habría que buscarme si un día salgo "a por tabaco" y tardo más de cuatro horas en devolver señales. (Una pista: no fumo..). Un perfecto rincón de clásico trópico, arenas blancas, miles de palmeras y tranquilidad en las gentes;</span></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTlgd0_weaaRB9qvMoe6eA3DDp495NRZdX4BAcYoLwgqksvg8GyMwC5Nac9o7qKVodmXMq2pQzcGKRIWsqMweDHWk7xyPCunpb07HwoWp7hx1XbPB5rvSLcX3vHEY7hSk2XNm2Po7Vthg/s1600-h/P1020669.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234441817948003986" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTlgd0_weaaRB9qvMoe6eA3DDp495NRZdX4BAcYoLwgqksvg8GyMwC5Nac9o7qKVodmXMq2pQzcGKRIWsqMweDHWk7xyPCunpb07HwoWp7hx1XbPB5rvSLcX3vHEY7hSk2XNm2Po7Vthg/s200/P1020669.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWrg69qomSgF3z1c5_5fw4xS28RZS8j-_Xjf2QZ2HAc5cpzS4-ZahSCjbb_DCgYRP6TKs8IIfSt9emvj8vhjUyWbXJEbWYtA2uKlmyoZrEmjMKWM1DgqQ64BoIgSLnK49y15mZ5rlqAHI/s1600-h/P1020656.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234442187897248530" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWrg69qomSgF3z1c5_5fw4xS28RZS8j-_Xjf2QZ2HAc5cpzS4-ZahSCjbb_DCgYRP6TKs8IIfSt9emvj8vhjUyWbXJEbWYtA2uKlmyoZrEmjMKWM1DgqQ64BoIgSLnK49y15mZ5rlqAHI/s200/P1020656.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvD5UPEYl4HP6FJQKFWXh8K0Xi_MP27LAzl0GZ9xyfsQiiix93vZVl6Z0MB5rwaXLy9wP-Df0qAF85NuGRN1TrQjfOzkWQ0qQCms-3hfsheBAHPy4WKKDBmpeoLdDRuAeXHNI57DA59Go/s1600-h/P1020700.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234442977665511010" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvD5UPEYl4HP6FJQKFWXh8K0Xi_MP27LAzl0GZ9xyfsQiiix93vZVl6Z0MB5rwaXLy9wP-Df0qAF85NuGRN1TrQjfOzkWQ0qQCms-3hfsheBAHPy4WKKDBmpeoLdDRuAeXHNI57DA59Go/s200/P1020700.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidxnndpCsKv6X7uniepAup-zzs0EDM8MLEYSFJF81diLwzaODHHHz0YE2M654xEfUA_yfMK_vi6Pv-fK7ZAlyrsctGgws542jrCbevfyRDsr8wz4G3qpu1SoCAB_lzNjSejsMWZsKjdVw/s1600-h/P1020677.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234442620464575954" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidxnndpCsKv6X7uniepAup-zzs0EDM8MLEYSFJF81diLwzaODHHHz0YE2M654xEfUA_yfMK_vi6Pv-fK7ZAlyrsctGgws542jrCbevfyRDsr8wz4G3qpu1SoCAB_lzNjSejsMWZsKjdVw/s200/P1020677.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">...un ron local que quita el sentido, y las inagotables sonrisas de estas benditas mujeres filipinas, que no escatiman dos décimas de su encanto ni aunque puedas no merecerlo (yo procuro que esto último no ocurra, por si acaso..).<br /></span><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6BvVuSP3SYNwTwX4K4XWY8DmgrpBCwqFCFJOBmfWjmUUGuSYnYG8dZzWIOgdm8BLaQQrTtlbiqsp_oSlr60RMHc-O3t-jWCDy9VZvVjkBSEgfsg3aZ-CG2rTkBq_fU2ZBjadxioWAfOE/s1600-h/P1020697.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234441274580993762" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6BvVuSP3SYNwTwX4K4XWY8DmgrpBCwqFCFJOBmfWjmUUGuSYnYG8dZzWIOgdm8BLaQQrTtlbiqsp_oSlr60RMHc-O3t-jWCDy9VZvVjkBSEgfsg3aZ-CG2rTkBq_fU2ZBjadxioWAfOE/s200/P1020697.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7ebIgdN7zbnaIdRqMUZ9KTNouea68uhfyQd1heIAoMZko4t1mr9v3Syh4iRab-_N_mxWyIOyJ34D8m1yLadalR288KXspQpPwDtbYNJS0HhdVCfNnjfbb9KE_BDODVchIPx-SpskrnF4/s1600-h/P1020720.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234440949838584706" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7ebIgdN7zbnaIdRqMUZ9KTNouea68uhfyQd1heIAoMZko4t1mr9v3Syh4iRab-_N_mxWyIOyJ34D8m1yLadalR288KXspQpPwDtbYNJS0HhdVCfNnjfbb9KE_BDODVchIPx-SpskrnF4/s200/P1020720.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">Aunque en este país parece ser que todos los locales interpretan que por defecto eres americano si te ven con pinta de occidental. Llevas un rato hablando con alguno y te sueltan:</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">- Are you American, eh..?</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">-Que no, que no, joer, que si yo were American would speak english mejor, hombre...!</span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"><div><br />Y bueno, avanzar que me guardo para el final otras dos de las estrellas del inagotable caudal de propuestas de este carismático país: enlazando islas vía marítima puedo llegar de nuevo al sur de la isla de Luzón, la principal del norte, donde por un lado se puede hacer una aproximación al <span style="color:#006600;">Mt. Mayon</span>, un volcan pseudo-activo con uno de los conos volcánicos más perfectos del mundo. Y, cerca de allí, en la costa, atrae la visita a un canal entre dos islas en el que es posible, entre los meses de febrero y junio (he tenido suerte), ¡¡nadar al lado de tiburones-ballena de doce metros de largo..!! (Procuraré no dejar muchos dias sin dar señales, no sea que alguno piense "...por fin nos hemos librado de las crónicas de este pelmazo"). ...Pero, ¡calma!, no será tan sencillo: ¡esos gigantes se alimentan sólo de plancton, los muy infelices! (Eso sí, espero que no me confundan tras los kilillos que he perdido recientemente tras una diarrea endemoniada que me tuvo día y medio hecho una perfecta y ejemplar piltrafa occidental ..) Je, je...<br />Bueno, jóvenes -..castores-, ya os contaré al respecto (...confío), quizá ya desde Hong Kong, mi próximo y último punto de anclaje en esta exótica experiencia asiática..<br />¡Achuchones y besorros dispersos!</div><br /><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234440452550051810" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTq6PL0jpIcRF0SlrCBXvKHZfLbJ6s9iALfzrF9Kol7w4yPbc4ksXpuv7Lf9FAlV4EXjfH_EaWsHpMILyOuSQlsBaLGJBIcyQA2LHoE90wjpRon-jguqOMrOMehD8nqmHE9ElJ9try6mE/s320/P1020684.JPG" border="0" /><br /><br /><div></span></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-65883658367601646232008-08-14T19:11:00.014+02:002009-02-08T21:52:47.589+01:006. (III) Una mañana entre tiburones-ballena<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNe8VoE1KZUXO1RmhdoVJNnIfXpe1oEal7UMQjSRTdI1kL3MMt8xmQwKE5bSPEhCO5lBHgmAzLtFfoiUIxXVJqGgybzpOkh_Wqm5GKmD9gmelUTDO8fyHkWhrTXbMsgQ8wN8TQPuD3rpI/s1600-h/P1020512.JPG"></a><div><div><div><br /><br /><div><br /><strong><em><span style="color:#993300;">21 <span style="font-size:85%;">de</span> Marzo</span></em></strong><br /><div></div><div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">(...Ni Hong-Kong -de momento- ni gaitas; de este grato archipiélago no me saca ni la Guardia Pretoriana, lleva esto pinta de ser...).<br /></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234429710763321090" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWGP2cv4X3d8qkkZTRo4sqRYGLNp0m7ZjtoHXBexrdxvSzPyKf44mx3BnprKql-oyVzUsi4dRff59Gs4mspPNvzWZlva0paR8OV97WfieX5P9In7u59OaLHGkVR5i6ZPoq4ShgQSL9yNw/s400/P1020542.JPG" border="0" /> <div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><div><br />¡Buena Semana Santa, ibéricas y lozanas juventudes!<br /><br />Y vamos directos a la materia.</div><div>Así como en su momento registré para los anales de mi propia historia aquel 30 de julio de 1999, día en que por primera vez presencié atónito las piruetas y coreografías fantásticas de varias ballenas yubarta en su hábitat natural, a escasos cuatro metros de la frágil embarcación en que me hallaba -a siete millas de las costas de Guinea Ecuatorial-, lo propio habré de hacer ahora con este 20 de marzo de 2008, fecha en que "perdí la virtud" en cuanto a compartir espacio vital (...y en campo contrario) con tiburones-ballena se refiere. Cetáceos éstos de dimensiones jurásicas, que pululan a su antojo durante estos meses del año –febrero a junio- por los alrededores de algunas de estas filipinas islas. Aunque no son propiamente cetáceos, sino peces. De hecho, y con diferencia estratosférica, los peces más grandes que existen en los mares de este planeta. (Los cetáceos son todos mamíferos).<br />Por mucho que la literatura correspondiente insista en proclamar acerca de la absoluta 'inofensividad' de estas gigantescas criaturas, lo cierto es que, si el primer contacto con una de ellas consiste en hundir tu cara ("armada" con gafas y tubo de bucear) bajo la superficie del agua y topar de súbito, a metro y medio de tu ser, con el imponente cabezón de una de ellas (cabezón de la anchura y espesor de una pala de excavadora), pues inevitablemente piensas algo así como "<em>ostras, tú, más vale que la literatura ésa ande en lo cierto, colega</em>...".</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Reacción refleja e inmediata (pues, lo dicho, el <em>angelito</em> está ya a menos de metro y medio y compruebas que, lo quieras creer o no, te has ido a colocar justo en mitad de su camino), reacción inmediata, decía: replegar tus piernas todo lo posible (no se te ocurre nada más, ni hay tiempo) para al menos no tener que tratar de convencerle después que no le has metido a propósito tu aleta de buceo por su ojo derecho, no vaya a ser que esta vez sea él quien piense "<em>Mcagüenlamaaar</em> (*)..., <em>mira que aprovechando que es Jueves Santo me salto hoy el régimen éste de planctones y me calzo un pincho de oscense que no se lo salta un jabalí, tú</em>… ".<br />(*) ("¿<em>y dónde, si no</em>..?").<br />Y desde el instante siguiente, ahí estás tú rodeándote las rodillas con los antebrazos, el careto enlatado en las gafas, y el tubo llenándose de agua cada momento, observando impávido cómo ese armatoste de las dimensiones de un tranvía te pasa por debajo en todo su esplendor, a treinta centímetros de distancia, mostrándote en primera plana su curioso estampado de puntos blancos uniformemente repartidos por toda su superficie azul-grisácea, y despreciando olímpica y serenamente tu quizás inoportuna presencia a su lado. Lo cual, a su vez (lo del patente desprecio), te anima finalmente a no resistir la tentación de acariciar su extremo caudal, cuando sus diez metros de vasta estructura están terminando su desfile militar bajo tu ridícula postura... (inolvidable, igualmente, su rugoso tacto).<br />Y así, unas cinco veces más con otros tantos ejemplares, aquella mañana. Media docena de <em>gringos</em> en una ligera embarcación a motor, y una tripulación de tres filipinos -uno de ellos, el guía del jueguecillo en cuestión, quien, a cada avistamiento de submarina sombra, sospechosa de corresponder a cetáceo propietario (...peces, eran peces..), nos hacía indicaciones nerviosas y explícitas dignas de ser también grabadas para la posteridad, "<em>Now, there, there, let's go; jump to the water</em>...!" (‘¡ahora, ahí, ahí, vamos; saltad al agua!’). Y los seis gañanes atropellándonos unos a otros para colocarnos apresuradamente gafas, tubos y aletas (no siempre a la primera en sus respectivas correctas ubicaciones, dados los nervios y premura de tales momentos), antes de saltar como patanes al agua para tratar de perder el menor detalle posible, desde situación preferente, del peculiar festín visual del día...<br />Espero poder compartir más adelante alguna imagen del evento, si uno de los muchachos, armado con cámara sumergible, hace honor a su propósito de remitirnos próximamente al resto algunas de sus instantáneas más logradas. Confiemos que así sea... (Mientras tanto, la <em>güeb</em> me ha prestado gentilmente uno de tales ejemplares que <em>navegaban</em> plácidamente por sus entresijos; cuando lo hayáis visto se lo ‘devolvemos’…) </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234428721139981762" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKoMa8wIY0kKzlh-cBwtKaAf6Hmlqk9QfwK6ikOrP9syqiiXASQ-hFrd_HzG9DT5UdwmICOcMPCAApkWPf_AAcWX9qTKGqjnMtiSIoouioqU3joUem10K7xGcT9FcSWKrBmeJ59hNawG8/s320/Whale-Shark-01.jpg" border="0" /> <div><br />Y esta misma mañana, y antes de abandonar Luzon-sur en dirección a Manila (con alguna escala prevista en el trayecto, todavía), me he acercado a las estribaciones del <strong>Mt. Mayon</strong>, el principal volcán del país.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Es uno de los más monitorizados hoy por hoy por los vulcanólogos en todo el mundo; está activo: tuvo una erupción violenta en el 2.000, y (cuenta la Lonelyplanet) unas quince -menos violentas- desde principios de los 90. Y su morfología es espectacular, un auténtico perfecto cono volcánico, al parecer como pocos en el planeta, igualmente. La lástima es que había hoy bastante nubosidad, que -como aquel día de las terrazas de arroz- no me ha permitido tomar las imágenes claritas que hubiera yo deseado.. Me he prometido que en mi próxima visita al país (que habrá un día de ser..) no dejaré de ascenderlo hasta el cráter (es posible, aunque con guías). Esta vez me vine sin calzado apropiado, además. </span><br /><br /></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDvW-4_qDTyfZ1iDZfWpO6ef8-7Og-leb-j8Jl8GqBeBx4brYzDeQHMl2dEYCW-yLj9kLnEx9s4927kIHrg3Zdd2154Fhi1LF3Q2ifAD17WvAla6ZShoWGKiptXCcjGFxuiuvrl6dKbic/s1600-h/P1020714.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234428123441726258" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDvW-4_qDTyfZ1iDZfWpO6ef8-7Og-leb-j8Jl8GqBeBx4brYzDeQHMl2dEYCW-yLj9kLnEx9s4927kIHrg3Zdd2154Fhi1LF3Q2ifAD17WvAla6ZShoWGKiptXCcjGFxuiuvrl6dKbic/s200/P1020714.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5d_sDw8uDrGCEmjFCF9dwkhHM0mqw31yIJ8PD7sZsjtxNjHeL9OWxJDZqaIV6DXSIP_yS66NDpbR4-zPBy77zl97G6sgrd9pT0tP-aV041tp0kDHA0-2Gu3whmAs52GOiUoEpewVKPew/s1600-h/P1020717.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234427723442768754" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5d_sDw8uDrGCEmjFCF9dwkhHM0mqw31yIJ8PD7sZsjtxNjHeL9OWxJDZqaIV6DXSIP_yS66NDpbR4-zPBy77zl97G6sgrd9pT0tP-aV041tp0kDHA0-2Gu3whmAs52GOiUoEpewVKPew/s200/P1020717.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><div></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><div></div><div> </div><div> Y bueno, ahora sí, calculo no más de una semaneja o cosa así para ir despidiéndome hasta otra de todo este encantador 'filipineo' periplo.</div><div> Ya aventuro lagrimones como bombillas Philips el día que me toque 'desfilar' por el aeropuerto internacional de Manila...<br /></div></span><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGoAzgHbEx7vK_6UmyIIh9fOuFgPGWIwlqGb7SpGy2newypLuv8Yt8GH8uZTsmLFSQV6KuGqljD63f474ju7DduAZhka2QqvhlSDJmmhYFWPri8qO9lJiVREzcbvZV2eu3LZB6PxaDjyg/s1600-h/P1000648.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234427071883210098" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGoAzgHbEx7vK_6UmyIIh9fOuFgPGWIwlqGb7SpGy2newypLuv8Yt8GH8uZTsmLFSQV6KuGqljD63f474ju7DduAZhka2QqvhlSDJmmhYFWPri8qO9lJiVREzcbvZV2eu3LZB6PxaDjyg/s320/P1000648.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></p><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">¡Sed buenos; ojo con los coches por allí estos días!</span><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKhxkT5zju_gjKpPB-VE_nYfH1DPyhhgS6b4v1sM4GFkRG783VaNhEVusbHlRuxQTKyvyNaZGvbM5qmjb9ySiU4bpluMYNrn38GEiGiNQ7cjiuTtwchbubl1iGlJBWQNd912SZB6Aho2I/s1600-h/mini-251-Estrellas+en+Ko+Kadran.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234426104914545826" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKhxkT5zju_gjKpPB-VE_nYfH1DPyhhgS6b4v1sM4GFkRG783VaNhEVusbHlRuxQTKyvyNaZGvbM5qmjb9ySiU4bpluMYNrn38GEiGiNQ7cjiuTtwchbubl1iGlJBWQNd912SZB6Aho2I/s320/mini-251-Estrellas+en+Ko+Kadran.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#339999;"></span></div><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><br /></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#339999;"></span></div><div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-32738697388723588992008-08-14T17:30:00.029+02:002009-04-11T12:27:13.102+02:007. Filips.(IV): Modos, usos y costumbres<strong><em><span style="color:#339999;">26 <span style="font-size:85%;">de</span> Marzo</span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#339999;"></span></em></strong><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#ff9900;">Bueno, estimados/as seguidores/as de este viaje (...si es que algun@ permanecéis aún ahí, tras estos dos meses..): hallándome en medio de mis anunciados últimos coletazos por las Filipinas, y habiéndoos relatado en las "encíclicas" precedentes acerca de mis avatares y tribulaciones en ellas, encuentro también ahora justo el daros un ratejo la brasilla (...premio al que aguante) en relación a unas cuantas pinceladas generales sobre este prácticamente desconocido país en nuestro medio.</span></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#ff9900;">Nada, cosa de algunos párrafos para tratar de transmitir lo más objetivamente posible aspectos básicos sobre la idiosincrasia y naturaleza de estas islas, y sobre todo, cómo no, de sus gentes.</span></span><br /><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#ff9900;"></span><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234410124815072930" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg42DAhDuJFcfSAZQuQfMdfjDHQ38td5AC4C0lBbFuakl9vuVRUI_S2BTjYxk5QllLhy0hao1Ed7YUa4j_Crha8YfcIWediRCvV5_JSMTdHqitWEA6h71nhO-mkKeqF7H08blQnSgUXDqU/s400/P1020596.JPG" border="0" /> <em><span style="font-size:85%;color:#003300;">Cosillas que nos pasaban por allí..</span></em></span></p><p><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#cc33cc;">. <span style="color:#663366;">BREVE</span> (muy breve) <span style="color:#663366;">BOSQUEJO HISTORICO</span> - Sí, desconocido país para nosotros (antes de venir aquí, nunca hablé con ningún otro español que hubiera estado, y tras casi 40 días aquí sigo sin haber hallado a ninguno más..).</span></p></span><span style="color:#cc33cc;">Desconocido, aunque fue colonia nuestra durante algo más de tres siglos. Los dos primeros reyes austrias se las apañaron para contar con los servicios de intrépidos muchachos como Magallanes y López de Legazpi, quienes fueron desembarcando en una isla tras otra, y tomando posesión de ellas en nombre de la nueva potencia colonial en ciernes. El segundo de los 'austriacos', Felipe II, debió comentarle a Legazpi, al parecer, algo así como "...ya puedes <em>hilar fino</em>, chavalote, que estoy loco por proclamar de una vez por todas la milonga ésa de que en mis dominios etc, etc... el sol, carajo". (“<em>Eso, encima más presión</em>…”, cuentan que murmuró el atribulado navegante).</span><br /><span style="color:#cc33cc;">Más tarde, y no contento sólo con eso, el monarca se las ingenió también para bautizar a la nueva tierra conquistada con una derivación de su propio nombre: '<em><span style="color:#993399;">Filipinas</span></em>'. No debió ser mala idea: han transcurrido más de cuatro siglos y el asunto permanece sin cambios.<br />Después, lo típico: misiones, iglesias, cruces aquí y allá, etc., hasta que acabando el XIX llega por aquí el Tío Sam a pillar cacho, le declaramos la <em>war</em> (no somos chulitos...) y, a la par que en Cuba y Puerto Rico, a hacer puñeflas tanto imperio ultramarino y tanto cachondeo. Desde esos días inciertos, el sol se puso por Finisterre y ya no se le volvía a ver el pelo hasta diez horas más tarde, cuando decidía asomar de nuevo por Formentera...<br />Tres siglos de dominio, hasta hace uno, pero aquí hoy no habla español ni el gato. (Al parecer se chapurrea algún dialecto que conserva mucho del castellano en la isla de Mindanao, la más grande –y peligrosilla, en cuanto a seguridad- de las del sur). El <span style="color:#663366;">tagalog</span>, la lengua más extendida en el país, mantiene también varios vocablos hispanos, y gran parte de los nombres de las cifras. Es gracioso oírles hablar su lengua, y en mitad de una frase ininteligible, identificar a veces conjuntos fonéticos familiares como "atrás", o "silla", o "mesa", o "treinta" o "<em>sincuenta</em>"...</span><br /><span style="color:#cc33cc;">Lo que sí permanecen por todo el país son muchísimos nombres y apellidos españoles. De</span><br /><span style="color:#cc33cc;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWgUieqTutD0f8uJZ4rEFIobeLkEPC765zcjhQuC_Guv8rZqiImZtlzdoRyzJQYlQdi1wek3saAgxe6nJxtcu34v50jq7PjnUyXkmxkIFoxvft8_HCYiPG-ctN2J5dcI7QegBlu6m38So/s1600-h/P1020584.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234409647759580658" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWgUieqTutD0f8uJZ4rEFIobeLkEPC765zcjhQuC_Guv8rZqiImZtlzdoRyzJQYlQdi1wek3saAgxe6nJxtcu34v50jq7PjnUyXkmxkIFoxvft8_HCYiPG-ctN2J5dcI7QegBlu6m38So/s320/P1020584.JPG" border="0" /></a></span><br /><span style="color:#cc33cc;"></span><br /><span style="color:#cc33cc;">hecho, mucha gente ya crecidita tuvo aún abuelos españoles. </span><br /><br /><br /><br /></span><em><span style="font-size:85%;color:#663333;">(El 'Kun' Agüero, en su pluriempleo filipino</span></em><br /><span style="color:#cc33cc;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#cc33cc;"></span></span><em><span style="font-size:85%;color:#663333;">-es que en el Atleti gana poquillo...-)</span></em><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#cc33cc;"></span></span><br /><br /><br /></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#cc33cc;">Independiente la República de Filipinas desde el fin de la II G.M., ha contado desde entonces con sucesivos gobiernos, algunos bastante férreos y corruptos (triste recuerdo el del matrimonio Ferdinand e Imelda Marcos), otros más carismáticos (Cory Aquino, viuda del opositor Benigno Aquino, asesinado en el mismo aeropuerto cuando regresaba en 1983 del exilio); otros surrealistas (el del ex-actor Joseph Estrada), y ahora parece que llevan diez años de aceptable estabilidad bajo la presidencia de Gloria Macapagal-Arroyo, que así se llama la señora (GMA, para el pueblo).<br /><em>(Ostras, al final no ha debido de ser tan breve, este bosquejillo; doscientos perdones...).</em> Pero seguimos<em>:</em></span><br /><br /><span style="color:#009900;">. <span style="color:#006600;">LO NATURAL</span> - Más de 7.000 islas , de todos los tamaños y formas imaginables, componen el país. Son todas ellas verdes a rabiar: exhuberancia tropical en cada hectárea de tierra firme, como marcan los cánones redactados a golpe de sol implacable y torrenciales aguaceros. En ninguna otra latitud tropical he visto yo tantas palmeras como aquí. Son árboles que confieren un aspecto embaucador, casi mágico, al paisaje.</span><br /></span><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMiYUpRoDnDAqPQFGkTOxP3E_Mk-VwKe0hyphenhyphenUZTxRtiUa5ITo3Dj_Ti_BxaQhNOAR6Ucn5Jn5d9k9vj6s5Z8idKvagrg6jp_2657nQzCY9DG9k68xNg5Ch4oa9Z6YUgYdGnivx8z6ZSL0I/s1600-h/P1020668.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234409154312261842" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMiYUpRoDnDAqPQFGkTOxP3E_Mk-VwKe0hyphenhyphenUZTxRtiUa5ITo3Dj_Ti_BxaQhNOAR6Ucn5Jn5d9k9vj6s5Z8idKvagrg6jp_2657nQzCY9DG9k68xNg5Ch4oa9Z6YUgYdGnivx8z6ZSL0I/s320/P1020668.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#009900;"></span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#009900;"></span><br /><span style="color:#009900;">Y cuando se combinan con playas de arena blanca, ni <em>te cuén</em>.. La pura esencia, la imagen por excelencia del soñado rincón tropical. Aquí, el botarate de Keith Richards quizá se hubiera librado de la caída del cocotero, pues aún podría estar decidiendo a cuál de ellos se querría subir... <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5w0zW9jardA1CvVP2LKjBB55nHxTxO4T_xyLq1jh7BgJ3QCAZ6mBLTmer3HoZKZ7oy_B1by6TezGei94XHoTsFOHXbReFjpBC8vj6FIjSOhvX_1JubakbiM3kFLnbFthZsVRdkDEKCok/s1600-h/P1020676.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234408618466478450" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5w0zW9jardA1CvVP2LKjBB55nHxTxO4T_xyLq1jh7BgJ3QCAZ6mBLTmer3HoZKZ7oy_B1by6TezGei94XHoTsFOHXbReFjpBC8vj6FIjSOhvX_1JubakbiM3kFLnbFthZsVRdkDEKCok/s320/P1020676.JPG" border="0" /></a><br /></span><br /><span style="color:#009900;">Y en torno a las islas, pues lo que ya os conté: unos mares turquesa que quitan el hipo, la tos, el dolor de juanetes o hasta las ganas de saltar desde un octavo, si es preciso...</span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#00cccc;">. <span style="color:#3333ff;">EL FACTOR HUMANO</span> (..que diría Graham Greene) - Una vez más, el mejor patrimonio del país. Gentes abiertas (bastante más que lo habitual en el resto del sudeste asiático), tremendamente cordiales, y sobre todo risueñas, totalmente risueñas. Si los birmanos sonreían por todo, éstos directamente se parten la caja a mandíbula batiente (la imagen de la portada de la guía Lonelyplanet de Filipinas no puede ser mas representativa: un chaval de unos seis años literalmente revolcado de risa en medio de unas redes de pesca).</span><br /><span style="color:#00cccc;">Dificilísimo es ver a dos tíos discutiendo entre sí, o a alguien visiblemente mosqueado. Yo creo que no se cabrean ni aunque tengan seis en la Primitiva y comprueben que se les olvidó sellar el boleto... A mí sólo me tocó discutir una vez con la propietaria de una tienda, que quería venderme una botella de agua mineral al doble de su precio habitual, imagino que por mi condición de occidental (debió de pensar que era mi primer día en el país...). </span><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHUQrUmPje-BjA0lrDSn8dg40UqHkr6FFM4gRudeDyjHQAEi1BD_294-DFeWu9cY-n0wsdWpF0CUTFlZOSkv4tv3LX2bZ2h06LBMGxavi84vqf7vfC6tQ9GL8vsPY7GOXMbTxgBbaq3Hc/s1600-h/P1020613.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234407075090366274" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHUQrUmPje-BjA0lrDSn8dg40UqHkr6FFM4gRudeDyjHQAEi1BD_294-DFeWu9cY-n0wsdWpF0CUTFlZOSkv4tv3LX2bZ2h06LBMGxavi84vqf7vfC6tQ9GL8vsPY7GOXMbTxgBbaq3Hc/s200/P1020613.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDIb3nmIYfkv4SZBjODxFM2SjqR0eb0CGQsEt38E2Qz56FUo6kcvg-XyfzIlxjuMqZX19gqTp8KSgXur_MCfGxIHf31L6FN55t2hzZnV08eZVnbwkdD17VH-KV_Eo0gm2MoQZ868lV4Bc/s1600-h/P1020709.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234407453701186642" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDIb3nmIYfkv4SZBjODxFM2SjqR0eb0CGQsEt38E2Qz56FUo6kcvg-XyfzIlxjuMqZX19gqTp8KSgXur_MCfGxIHf31L6FN55t2hzZnV08eZVnbwkdD17VH-KV_Eo0gm2MoQZ868lV4Bc/s200/P1020709.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#00cccc;"></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;"></span></span><br /><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;">En zonas en las que están poco habituados a ver foráneos, su curiosidad se hace patente desde el primer momento ("dónde vas..?", "cuánto tiempo en Filipinas..?", "qué lugares has visitado..?"). Eso sí, por defecto eres "Americano" hasta que se deciden a preguntar "What's your country, sir..?". </span><br /></span><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9KPpAXavGA_kljSBZldYbE3LLvjpcYN2UmwqIRdiB69F9UXh1E5ryTkTq6PL1DeTgc78939o6YsgWMIHk8KqENquNZ8qTgY6E65uFYMP6Xhs5i2C28kCuQwM4Rq7MeNW-m4898bN3jCE/s1600-h/P1020686.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234406550954909266" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9KPpAXavGA_kljSBZldYbE3LLvjpcYN2UmwqIRdiB69F9UXh1E5ryTkTq6PL1DeTgc78939o6YsgWMIHk8KqENquNZ8qTgY6E65uFYMP6Xhs5i2C28kCuQwM4Rq7MeNW-m4898bN3jCE/s320/P1020686.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#00cccc;"></span><br /></span><br /></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;">Son muchos: Filipinas tiene una de las tasas de crecimiento de población más altas del mundo. Levantas una piedra, y salen filipinos. Abres una puerta, y entran y salen doscientos filipinos (todos partiéndose de risa, eso sí).<br />Muchos de sus patrones de vida me recuerdan bastante el día a día de la Latinoamérica indígena: los mercados callejeros, los medios de transporte urbanos típicos ('<em>combis</em>' allí; '<em>jeepneys</em>' aquí), decorados con toda clase de letreros o diseños en vivos colores (y atestados de gente, en ambos casos). También, el buscarse la vida en todo momento y de todas las formas posibles, y hasta el aspecto físico en gran medida: la complexión, el cabello, el tono de piel. De hecho, como sabemos, los primeros pobladores americanos procedían de Asia, 'trasvasándose' por el estrecho de Bering aprovechando una de las glaciaciones (aún no disponían de 'Pintas' o 'Santamarías' para emprender el asunto con unas pocas garantías más...). </span><br /></span><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><br /><span style="color:#00cccc;"></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;"></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;"></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;"></span></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNEJ3pZx9Ehkj5RpaJ5RJ-MXZKgN6Mh8E-iPmbuwHofobjvXQvv_b1UIoYhesi6KRVoHvdaVBtjpN-790nczG8aD1jmu2S2ibTpLDAJfsyQWNwtsABaplbZgekhBkSr7_x7uZ_5oXn1nk/s1600-h/P1020588.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234405446671789506" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNEJ3pZx9Ehkj5RpaJ5RJ-MXZKgN6Mh8E-iPmbuwHofobjvXQvv_b1UIoYhesi6KRVoHvdaVBtjpN-790nczG8aD1jmu2S2ibTpLDAJfsyQWNwtsABaplbZgekhBkSr7_x7uZ_5oXn1nk/s320/P1020588.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;"></span></span></p><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color:#00cccc;"><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsiLRa60fwMhPQsv-xiC8d47Py6opnQFZe4kiJrIHfrT0Rohweq8dMum-Kl8Lgr3f70CB5aDUvZNz4ry1NzRY_ysOvbl8TsO8RIhxcwyPIJuQ_geCYQCi9509Bk9-WIxPvRddcZz8LjK8/s1600-h/P1020599.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234405943339725538" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsiLRa60fwMhPQsv-xiC8d47Py6opnQFZe4kiJrIHfrT0Rohweq8dMum-Kl8Lgr3f70CB5aDUvZNz4ry1NzRY_ysOvbl8TsO8RIhxcwyPIJuQ_geCYQCi9509Bk9-WIxPvRddcZz8LjK8/s320/P1020599.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Un aspecto 'antropológico' que sí es llamativo exclusivamente aquí (o quizás junto a Tailandia) es la ingente cantidad de transexuales (o travestidos, al menos) que existen en este país. (No hay que <em>hilar fino</em> ni nada antes de decidir a quién te arrimas...; además, muchos son muy difíciles de reconocer a simple vista, los muy taimados...). Y algunos, totalmente adolescentes, todavía. No dejo de preguntarme por qué semejante cantidad; ¿tanto se equivoca aquí la madre naturaleza a la hora de <em>suministrar</em> cuerpos a 'futuros inquilinos', para que después tantos tengan que exclamar "¿<em>qué caracho es esto que pende aquí, si yo me siento señora, demonios</em>..?" (prefiero pensar eso antes que alguien me cuente que la necesidad les fuerza a ello para dedicarse a la prostitución).<br />Y por otro lado, lo que campa también por doquier son ejércitos de auténticos gays ultra-plumosos, que al cruzarse contigo (ya en solitario o en grupos reducidos) te suelen dedicar una sonrisa empalagosa y zalamera, en pleno ejercicio de contoneo 'caderil', como queriendo creerse que te van a convencer 'para la causa' en cuatro segundos...</span><br /><br /><span style="color:#3366ff;">Menos mal que después están las chicas, las de verdad, y por fortuna en número mucho mayor que el conjunto de ambos tipos de ejemplares anteriores...(contra los cuales no tengo nada, por cierto y desde luego, pero claro, que uno <em>en principio</em> observa otras preferencias…). Todas ellas, las muchachas, parecen cortadas por el mismo patrón, pero no importa, porque el patrón es acertado: delgaditas (que no esqueléticas), buena figura, y todas (todas) con el pelo lacio, ultra-negro y largo. Casi ninguna es realmente despampanante, pero es dificilísimo encontrar una sola algo feíta. Los rasgos faciales revelan como una transición entre Indochina y Japón o Corea: ojos medio achinados, tono más pálido que el de los hombres, y caritas de buenas que miran y sonríen con timidez. (Ellas se corresponden menos con sus análogas latinoamericanas que los varones).</span><br /></span><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNUaBtymMqeu7QlWe8xmNKRBVC5k34AlQgbSnEZA9_sM6ZvUqDQihGhLVYicrRo8OzGvwFVCOgUoxF0cIJu_ZT0p58oszz-TIYv7elUNlVM3o-_6tTlqmcdrPLU53SKQMjHBGu6-g12Bk/s1600-h/P1020681.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234404645787780418" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNUaBtymMqeu7QlWe8xmNKRBVC5k34AlQgbSnEZA9_sM6ZvUqDQihGhLVYicrRo8OzGvwFVCOgUoxF0cIJu_ZT0p58oszz-TIYv7elUNlVM3o-_6tTlqmcdrPLU53SKQMjHBGu6-g12Bk/s200/P1020681.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7HhYE3MJP3t0pjV485ucQc10YPr-nLtFTM5kmKSpk6QRto93Ht9sZ4kTTDbC1T4e7bsOGLdVYOTmPB1oTGhjLxDHZC3l5bQ1NuivpL7qBLZqfXCFXs2L3XGmEyxgcsd8-EBX-BtX8DaY/s1600-h/P1020721.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234404265938392546" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7HhYE3MJP3t0pjV485ucQc10YPr-nLtFTM5kmKSpk6QRto93Ht9sZ4kTTDbC1T4e7bsOGLdVYOTmPB1oTGhjLxDHZC3l5bQ1NuivpL7qBLZqfXCFXs2L3XGmEyxgcsd8-EBX-BtX8DaY/s200/P1020721.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="color:#3366ff;"></span><br /><span style="color:#3366ff;">Cuando me cruzo con alguna que desprende una química especial (es decir, todos los días y en muchos sitios), casi siempre procedo con la misma mecánica: dado que en algún momento mirará un segundo al intuir de reojo que eres una 'nota exótica' occidental, aprovecho ese instante para dedicarle una sonrisa medio esmerada -esta vez soy yo quien sonríe... ¡aunque sin zalamería ni contoneo..! Y desde ese momento comienzo a apostarme una mano a que, tras un segundo de desconcierto, ella devolverá discretamente una sonrisa encantadora y perfecta, y a continuación la otra (mano) a que no apartará la mirada hasta que no lo haga yo primero. Aunque la apuesta fuera en serio, a fecha de hoy aún no luciría dos muñones, ni siquiera uno... (Y a ver si me acuerdo de no 'importar' este <em>modus-operandi</em> una vez de regreso a la patria, pues como por inercia se me ocurriese sonreírle a una <em>chorbita</em> en plena Gran Vía…, ya puedo claramente vislumbrar su <em>respuesta</em>: mirada plena de altivez hacia la acera de enfrente en rancio gesto... o quizá hasta un flamante <em>saludo </em>con el dedo corazón... No <em>semos</em> ná...).<br />Un día, casi al principio, en un trayecto largo en bus por la isla de Palawan, tenía sentada cerca de mi asiento a una joven de aspecto y lozanía casi embriagadores. Loco por romper el hielo (..¿hielo? ...¿En Filipinas..?) y acometer la aproximación, cuando por fin urdo una estratagema y me coloco a su vera (no sin cierta sensación de 'asalta-cunas', pues no le pondría más de diecinueve, y yo, aunque procuro no llevar mucho la cuenta, me temo que en el mejor de los casos debo de andar 'aproximadamente' por el doble…), ella, muy amable, me pregunta lo típico (''¿dónde has estado?'', ''dónde vas?'', etc). Cuando me toca a mí el turno de preguntarle algo parecido, me responde (toda amabilidad, insistiendo): ''voy a visitar a mi marido, que está destinado aquí unas semanas''. (<em>''Joer, pues sí que empezamos bien; tanto lío para esto.</em>.''). Viéndola tan joven, le pregunto ''Pero me puedes explicar a qué edades os casáis por aquí, hija mia..?''. La muchacha acabó jurándome por sus difuntos que ya tenía los treinta cumplidos. Es algo que después he observado en más ocasiones: mucha gente tiene bastante más edad de la que aparenta (se ve que tanta risotada les debe mantener jóvenes).</span><br /><span style="color:#3366ff;">Lo bueno es que a mí también me suelen poner diez menos... y a menudo así lo suelo dejar estar, je, je...</span><br /><br /><span style="color:#663300;">.<span style="color:#666600;">DEPORTES</span> (<span style="color:#666600;">Y ''DEPORTES''</span>) <span style="color:#666600;">NACIONALES</span> - El primero, el <span style="color:#666600;">basket</span> (no lo imaginaba yo, la verdad, pues además los ‘filipos’ son más bien bajitos). Se pueden hallar canchas humildes o cestas de basket aisladas en los lugares más inverosímiles: estaciones de buses, plazoletas de acceso a edificios oficiales, adosadas a tapias de cementerios... Y siempre hay gente jugando. Hasta un corrillo de monjas, pude ver en una ocasión (no saltaban como el Kobe Bryant, pero tenían su estilo, las hermanitas..).<br />Otros 'deportes': los karaokes (aquí llamados '<span style="color:#666600;">videokes</span>'). Existen prácticamente en todos los bares y restaurantes, y son el elemento por excelencia del entretenimiento popular. Hasta yo me he marcado un par de veces el <em>'Sultans of Swing'</em>, para regocijo de la audiencia, más habituada a escuchar e interpretar canciones filipinas.<br />.El <span style="color:#666600;">móvil</span>: es un apéndice más del organismo. Pero siempre para enviar TXT, que se dice aquí (SMS's); es casi imposible ver a alguien usándolo para hablar (deben tener pánico a las tarifas, con sus economías ajustadas); los mensajes en cambio son baratísimos. Cuando están en pleno manejo concienzudo de las teclas (tienen mucha más afición ellas que ellos) es la única ocasión en que no te miran a la cara si tienes que preguntarles algo; no te van a hacer ni pajarero caso ni aunque les tengas que avisar a gritos que se está quemando su casa... </span><br /><br /><span style="color:#663300;">Y en cuanto al apartado "<span style="color:#666600;">escatológico-deportivo</span>", decir que aquí no son tan proclives al escupitajo alevoso y desesperado como lo eran los birmanos. Estos mozos, a cambio, gustan más de aflojar la vejiga urinaria sin el menor pudor (ellos, principalmente) allí donde se les sugiera: puedes ver a cuatro compartiendo como buenos hermanos una tapia de seis metros, o a tres <em>procediendo</em> alrededor de la misma farola o el mismo árbol...</span><br /><br /><span style="color:#ff6600;">.</span><span style="color:#ff6600;"><span style="color:#ff6666;">LO MENOS BUENO</span> (o sea, lo malo):<br />-<span style="color:#ff6666;">La</span> <span style="color:#ff6666;">pobreza</span> - Muy extendida por todo el país; bastante más de lo que yo imaginaba. Un trayecto por carretera entre dos puntos cualesquiera de cualquier isla está salpicado a menudo de grupos de viviendas súper-humildes, casi siempre de madera, abriéndose hueco entre el asfalto y la tupida vegetación. Pero no hay miseria absoluta (salvo en barrios de las grandes ciudades); aquí nadie se muere de hambre, pues el suelo de este país produce arroz casi sin querer. Este cereal brota hasta entre las baldosas del cuarto de baño, si en la casa se descuidan. Lo comen hasta tres veces al día, acompañando al plato que sea; es como el pan para nosotros (que aquí prácticamente ni lo huelen).</span><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwI7Nwx_5z0BBAxuIhJim6r8sKRQE4fKtHKM0Z1HGYF_t9sYkrt_pGuBLTyzqurLMTzQyWK5kfo88_yTm-NbLNcZefu_B_aTuDkkypouNqDOwZOqVUnHAb5rk4V4ghO5_mDLfLAOoi7PE/s1600-h/P1020545.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234403143730478642" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwI7Nwx_5z0BBAxuIhJim6r8sKRQE4fKtHKM0Z1HGYF_t9sYkrt_pGuBLTyzqurLMTzQyWK5kfo88_yTm-NbLNcZefu_B_aTuDkkypouNqDOwZOqVUnHAb5rk4V4ghO5_mDLfLAOoi7PE/s200/P1020545.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_vCMP5abkwZJ5FdVmtpSioQNDb1xz6Daverb7yENK2Xbyrb0sHxHoZbwdObqMUUjlssFrdlne-Iw9Y3KNmpZ_iT2Riz8bOX7u7QqF2-FE-xB4teJ3fO-ikQ8tHFKkRrfnIPEPBQTY_Q8/s1600-h/P1020590.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234403522204418146" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_vCMP5abkwZJ5FdVmtpSioQNDb1xz6Daverb7yENK2Xbyrb0sHxHoZbwdObqMUUjlssFrdlne-Iw9Y3KNmpZ_iT2Riz8bOX7u7QqF2-FE-xB4teJ3fO-ikQ8tHFKkRrfnIPEPBQTY_Q8/s200/P1020590.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><p></p><span style="color:#ff6600;"></span><br /><span style="color:#ff6600;">- <span style="color:#ff6666;">Poca conciencia ecológica</span> - Y súper-contaminación, inhalatoria y auditiva, principalmente. En muchas poblaciones, no sólo las grandes, el 'festival' de ruido de motores y emanación de gases de los triciclo- y moto-taxis (el medio de vida de mucha gente) y los '<em>jeepneys</em>' suele ser bastante insoportable. No digamos ya en esa invitación al apocalipsis, con más de diez millones de almas, que se llama Manila, con sus millones de vehículos, y autobuses y jeepneys, todos con más años que el hilo negro.</span><br /><br /><span style="color:#ff6600;">- <span style="color:#ff6666;">Mala calidad de los alojamientos baratos</span> - (Que son los que solemos escoger los viajeros de largo peregrinaje -si no, el presupuesto vuela mucho más rápido de lo aconsejable..) Bastante asquerosillos, algunos, y con el estado de los cuartos de baño (comunes, casi siempre) dejando con frecuencia mucho que desear. Ya un par de veces he tenido que pedir que me dieran sábanas limpias, "…<em>Oiga, que aquí ha debido dormir hasta el obispo de Navalcarnero, joer</em>...". </span><br /><span style="color:#ff6600;"><span style="color:#ff6666;"></span></span><br /><span style="color:#ff6600;"><span style="color:#ff6666;">- Poco apego a la culturilla</span> - Al igual que en otras zonas del mundo en vías de desarrollo, es prácticamente imposible, durante, por ejemplo, un trayecto de varias horas en autobús, ver a un solo individuo aprovechando para leer un libro, o siquiera un periódico o incluso una revista. Yo a veces miro de reojo, cuando he sacado mi ración literaria en algun bús, a los 'parroquianos' para tratar de adivinar si no estarán pensando algo así como <em>"¿qué hará ese americano mirándose ese ladrillo de páginas todas llenas de letras, tú...?"</em><br /></span><br /><span style="color:#ff9900;">(Bueno, jóvenes, termino todo este "dossier-filipino" con los aspectos negativos, pero espero haber sido capaz de reflejar suficientemente que los positivos son abrumadoramente mayoritarios... Yo volveré, ¡NO LO DUDO! -que además me he dejado varias zonas interesantes sin 'profanar': Mindoro; buena parte de las Visayas, la ascensión al volcán...).<br />..Y el que haya leído hasta aquí, ¡que se apunte dos o tres carajillos en mi debe, que se harán efectivos al regreso!<br />Hasta la próxima, que ya sí será desde Hong Kong (y -prometo- mucho -muchísimo- más breve..).<br />Achuchones dispersos.</span><br /></span><br /><br /><br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh324KyVTGzo4bYH0LhiWvptXrVU30EIz2IUQiiONirIrRbHJgurwhiZ_ulSYgshLyo0ck9cEsJgo647XGdsFVEdsa6qac1llmt9dniqG2wB9qGNRNatoIHcIwFH3XxCfM5kh8KdQZhFV0/s1600-h/P1020612.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234402580663439474" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh324KyVTGzo4bYH0LhiWvptXrVU30EIz2IUQiiONirIrRbHJgurwhiZ_ulSYgshLyo0ck9cEsJgo647XGdsFVEdsa6qac1llmt9dniqG2wB9qGNRNatoIHcIwFH3XxCfM5kh8KdQZhFV0/s320/P1020612.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwzi1XHz16yp46YEFKoz2uTlrPmKG7-m4OWSFATHh5kOiCAkaCObYndJTdU0YVqt9cvgtVC1H1CU7mkrA-Hkw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-24190173174722756012008-08-14T13:55:00.011+02:002008-08-14T14:20:33.729+02:008. Hong Kong: otra historia<strong><em><span style="color:#ff6600;">31 <span style="font-size:85%;">de</span> Marzo</span></em></strong><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9Ozo7aEdZ6u1-QuRyezeHmYtLh3RPhiqQcv1KkQsInfPU30wnQCkp-O_cIOoShy7jg1WmfanAuaN0R98Bo8hCMX0PUE03smzM5XBWICo21NIqMQIbPm7oojnWnQmAWY9JdyKjtY34UgI/s1600-h/P1020729.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234345014052801378" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9Ozo7aEdZ6u1-QuRyezeHmYtLh3RPhiqQcv1KkQsInfPU30wnQCkp-O_cIOoShy7jg1WmfanAuaN0R98Bo8hCMX0PUE03smzM5XBWICo21NIqMQIbPm7oojnWnQmAWY9JdyKjtY34UgI/s320/P1020729.JPG" border="0" /></a><br /><div><div><div><div><div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;">¡Buenas tardes de semi-trópico asiático!</span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"><br /><div><br />Pues sí, otra historia. Se acabaron las risas y sonrisas espontáneas de las sencillas gentes filipinas; se acabaron los mares y palmeras cubriéndolo todo (...aunque en breve estoy en Mozambique), y se acabaron hasta los precios entre irrisorios y súper-asequibles de los países anteriores.</div><div>También, por otro lado, se acabaron los difícilmente soportables ruidos y gases de los vetustos medios de transporte oriundos de las islas.<br />Nada, no han llegado a tres días los que me he dejado en esta especie de distrito pseudo-autonómico asociado a China, bajo control británico hasta hace una década.<br />Y no veo que hagan falta muchos más, en realidad: subirse al <span style="color:#663366;">pico Victoria</span>, el punto más elevado de la <span style="color:#663366;">isla de Hong Kong</span>; asistir al espectáculo de luces sobre los rascacielos que se proyecta cada noche desde el otro distrito importante de la ciudad (<span style="color:#663366;">Kowloon</span>), y dejarse arrastrar por las modernizadas calles y avenidas de esta -con permiso de Singapur, también- 'Nueva York' asiática. No mucho más por hacer aquí, aunque merece la pena echarle este vistazo.</div><div> </div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4vI4lAvK3yHQAE1_MX1S7emovgaM7_8p3nKjXiuvX3QgNCR131xk25J4tzZ32z3oD8qEn0Gh87w7B3qt1ttoXUUcb8hdhpFW7IpjrC1wq0doFg3x0wROWRCzfRMvJuLfT6KNOL4O9lWo/s1600-h/P1020734.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234342834127169810" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4vI4lAvK3yHQAE1_MX1S7emovgaM7_8p3nKjXiuvX3QgNCR131xk25J4tzZ32z3oD8qEn0Gh87w7B3qt1ttoXUUcb8hdhpFW7IpjrC1wq0doFg3x0wROWRCzfRMvJuLfT6KNOL4O9lWo/s200/P1020734.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWseNHQ1mLCeBNct8pBn65h0ndYXeFtmFz-hrHa4shU7Fk3CeNvOlqrwWnlvsG13NKV6oF60NDnPFmKpQwxkBPe3rl8zyHAVNRU4fC2fhTU-Drl0ZYkMhPclVZ_RilVpMppT37uW0XZSg/s1600-h/P1020749.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234343118227040258" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWseNHQ1mLCeBNct8pBn65h0ndYXeFtmFz-hrHa4shU7Fk3CeNvOlqrwWnlvsG13NKV6oF60NDnPFmKpQwxkBPe3rl8zyHAVNRU4fC2fhTU-Drl0ZYkMhPclVZ_RilVpMppT37uW0XZSg/s200/P1020749.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /></div><br /><br /><br /><div></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_xrzVRcqSfhDjKygNxjsWkA99PomUDu_WhhF8RxmiYTWYLtiTE-NmrbsBSYz_FXmtTTh3OaXlivJqfRlFS-0UTxbzawjxbg5koeiDvbU6AEC9E4qLZSeM_iJzvUYq5Ej94_RWAwK4v9I/s1600-h/P1020731.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234343942994284098" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_xrzVRcqSfhDjKygNxjsWkA99PomUDu_WhhF8RxmiYTWYLtiTE-NmrbsBSYz_FXmtTTh3OaXlivJqfRlFS-0UTxbzawjxbg5koeiDvbU6AEC9E4qLZSeM_iJzvUYq5Ej94_RWAwK4v9I/s200/P1020731.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiw556ss9XPZ_nRn6YA3QBX3Mt1AnZqPlx25cAKUUZGeFhs4s1B9PS1pMtFpd4C4a9Zlx6bb-ryWJAX_dSnS24ZsUSuY1kbgR6uPXXk8fWj_zvTXX0eelCIDRAQ_UMlBEf_q77dInT_u44/s1600-h/P1020750.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234343649194072258" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiw556ss9XPZ_nRn6YA3QBX3Mt1AnZqPlx25cAKUUZGeFhs4s1B9PS1pMtFpd4C4a9Zlx6bb-ryWJAX_dSnS24ZsUSuY1kbgR6uPXXk8fWj_zvTXX0eelCIDRAQ_UMlBEf_q77dInT_u44/s200/P1020750.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><p></p><br /><br /><br /><br /><p></p><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7yMATgS1Gv8OGzMci9S_qihD8I110S-Rt_cWnrVT0stCleUyv1X6b4GJ41cHaEOP2YhJRVv9rHjy1MnkLOQgYNRgV6IRf9CE2jTzJDXCmlSL4e1VnuKBqipuSWv9g8NEzn86NoraJxFU/s1600-h/P1020737.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234344330838641170" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7yMATgS1Gv8OGzMci9S_qihD8I110S-Rt_cWnrVT0stCleUyv1X6b4GJ41cHaEOP2YhJRVv9rHjy1MnkLOQgYNRgV6IRf9CE2jTzJDXCmlSL4e1VnuKBqipuSWv9g8NEzn86NoraJxFU/s320/P1020737.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><p></p><br /><div><br /></div><br /><div><br />Muchos chinos y chinas -aunque me temo que ell@s no se definen como tales- , gentes más sofisticadas y elegantes (los jóvenes, sobre todo) que lo que induce a pensar el estereotipo habitual que en "Occidente" solemos forjarnos sobre ellos, y también muchos expatriados de aspecto hindú, yo creo que pakistaníes e indios, sobre todo.</div><div> También, muchas gentes europeas asentadas aquí, más los eventuales 'transeúntes' que nos asomamos unas pocas jornadas a ver in situ de qué va esta historia.<br />Y carillo, más bien carillo, sobre todo ciertos "usos" de primera mano: un café o una cerveza, unos tres euros; una habitación sin ventanas, de dos metros por uno y medio, 17 dólares... ¿De qué van estos colegas, tú...?<br />Nada, nada, a otra cosa. Cuando leáis esto imagino que ya habré desembarcado en Sudáfrica, tras otra panzada aérea de unas trece horas, como hace casi ya dos meses cuando pasé de Centroamérica a Asia.</div><div> Así que me dispongo a situarme ya en vuestra vertical; la misma hora que vosotros pero unos ocho mil kms. al sur.. Aquí durante un par de días tendré que gestionarme el visado para Mozambique, y quizá agenciarme una visita al Parque Nal. Krueger, uno de los más famosos de Africa, fronterizo entre ambos países.<br />Lo prometido: ¡me extiendo mucho menos que en el "dossier-filipino" del otro día...!<br />¡Hasta la próxima!</div><br /><br /><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234342459546752834" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidL6-TI22b7NRoZFyNI-cn8a6aAoSRUh4ebdZB6BrOtUrnB04Mc1RyqU_h3uNslps9vP-0ZSGpwXnYNThwKzM-xLNmRx8BecYbqWSJcv9t_rmNEGogycbA8Lb2XK26uDZPOHO52dEVM64/s400/P1020752.JPG" border="0" /><br /><div></span></div></div></div></div></div></div><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxo6wmfvF-sCjvIKDid1LDAk60-tbZt0mj5grLvqOPy3miEScYuWVmQe-TmZxr6tHDpEMIe_PNDPDmiAR9SlA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-1210160920284398552008-08-14T12:11:00.036+02:002009-06-19T13:20:35.195+02:009. Africa Eterna (I): Mozambique<strong><em><span style="color:#33cc00;">15 <span style="font-size:85%;">de</span> Abril</span></em></strong><br /><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><br /><div><br /><div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeIrmrBIHR-wPD1m6UxKJ7ZesQ_WSmSrCPKtwQvnSVhkfBRz5X02o00KlxNBIsnHgtz2IftI0a_B_vVGfnRk55Q18KsKniE9ivLkpPoFsSJEpdy0ELeVDDKScHODDsXeV193piPHlTcTY/s1600-h/P1020803.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234316769537312754" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeIrmrBIHR-wPD1m6UxKJ7ZesQ_WSmSrCPKtwQvnSVhkfBRz5X02o00KlxNBIsnHgtz2IftI0a_B_vVGfnRk55Q18KsKniE9ivLkpPoFsSJEpdy0ELeVDDKScHODDsXeV193piPHlTcTY/s400/P1020803.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;">Recorrer de sur a norte durante un par de semanas, en medios terrestres locales, un país como Mozambique es echarse sobre la chepa una sobredosis de vida en estado puro; una experiencia por las bravas totalmente sin tamizar.<br />Tenía yo curiosidad por profanar este rincón africano. Me lo imaginaba en general notablemente diferente a otros países que ya conozco del este del continente negro. No sé.., el tema del aún no muy lejano final de la larga guerra post-colonial; la cosa de encontrar africanos 'falando português', esa famosa vida costera...<br />Y nada, lo que me he encontrado es de nuevo un país que es pura esencia africana. Como Uganda, como Tanzania. Donde la conjunción del paisaje (no hay continente más espectacular que éste, con esa luz del día y esas puestas de sol que sólo se ven aquí) con el colorido de sus gentes (...no es un chiste fácil), conforman un espacio en el que la existencia late "sin compasión" por las cuatro esquinas como si cada segundo fuera el último. </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq2vJ2VwMmOfikXAB7V7lqVK5z0tBoTQ02mIxVO4R3sDGG7FLHhPU6rJafWau1rrd_RUPnpDgvplCWrSsamhTOpzwsqoHf_6HYrSGa1jk1CK8oJjs9WKMwNbJ4f-rFSwQ-UV4nel_Jpwg/s1600-h/P1020795.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234317226472441106" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq2vJ2VwMmOfikXAB7V7lqVK5z0tBoTQ02mIxVO4R3sDGG7FLHhPU6rJafWau1rrd_RUPnpDgvplCWrSsamhTOpzwsqoHf_6HYrSGa1jk1CK8oJjs9WKMwNbJ4f-rFSwQ-UV4nel_Jpwg/s200/P1020795.JPG" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv2MYPScJklZ4lNSkLVS0qNyeZ8_44CcoykqUZgfx6VZYY1-Jem8CJKTrAm2WmTEnr4e0W_Ua7DudFNqBxF3HXzjQGf-BD7YMFHmOMdZYABmLRC8HHH_D6TPiGKvGaj7j2refshA7R_tM/s1600-h/P1020321.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234334420022900946" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv2MYPScJklZ4lNSkLVS0qNyeZ8_44CcoykqUZgfx6VZYY1-Jem8CJKTrAm2WmTEnr4e0W_Ua7DudFNqBxF3HXzjQGf-BD7YMFHmOMdZYABmLRC8HHH_D6TPiGKvGaj7j2refshA7R_tM/s200/P1020321.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;">Recorrer Mozambique en transportes públicos es una de las mejores formas de mezclarse y tratar con los autóctonos. Y no lo digo por el "apelotonamiento" obligatorio a que te ves sometido en tales medios, aunque, desde luego, esta 'circunstancia' también contribuye lo suyo. Aquí, el medio más habitual de desplazamiento entre poblaciones, incluso alejadas entre sí, son mini-furgonetas conocidas genéricamente como "chapas", donde si oficialmente hay 22 plazas, acabamos entrando no menos de 33 ocupantes. Y por supuesto, ninguna de ellas sale de su punto de origen hasta que se haya completado totalmente -con esas 'creces'- su "aforo" correspondiente. Si hay que esperar, se espera lo que haga falta, en Africa el tiempo no importa; a nadie se le pasa por la cabeza que eso pueda suponer un inconveniente... Además, el negocio es imperativo más que en ningún otro sitio: hay que rentabilizar al máximo el espacio disponible; no es posible permitirse el lujo de salir sin haber vendido hasta el último centímetro cuadrado que pueda ser ocupado por algún pasajero.<br />Y después, ya en camino, se reproduce invariablemente una de esas escenas que sólo ocurren en este continente, al menos en semejante magnitud. Se trata del momento de las paradas, al llegar a pequeñas poblaciones desperdigadas a lo largo del trayecto, donde algunos pasajeros se apean y otros suben a sustituírles. Es ése el trámite aprovechado por decenas de lugareños en cada sitio para ofrecer en venta, a traves de las ventanillas del habitáculo rodante, cualquier tipo de mercancía imaginable, normalmente comidas y bebidas, que esperan sean solicitadas por los viajeros. Y comienza la peculiar algarabía, con el apiñamiento y vocerío de los ocasionales vendedores en torno a los laterales de la "chapa" de turno, con los brazos extendidos acercando hacia las ventanas botellas de refrescos, bandejas con frutas, dulces o comidas cocinadas (alas de pollo, pescados, huevos crudos...), ¡a veces incluso animales vivos! (gallinas, cabritos..), o cualquier otra clase de útiles variopintos (cinturones, camisetas, correas de relojes..).</span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#993300;"></span></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiERBwMN9zaGAQk_I6BgVkuP7j0xwiJjmvm0MkmO8GO7Re7U890PpyGsKtwAcBy2WBA7ba8qYqMNZsDDsq7o4vjBs610rKRw9VXWJJdkNgQnf52J9qwR0DzlEwquJ_M_Is4WnPw6MHMaKY/s1600-h/P1020760.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234333067547045490" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiERBwMN9zaGAQk_I6BgVkuP7j0xwiJjmvm0MkmO8GO7Re7U890PpyGsKtwAcBy2WBA7ba8qYqMNZsDDsq7o4vjBs610rKRw9VXWJJdkNgQnf52J9qwR0DzlEwquJ_M_Is4WnPw6MHMaKY/s200/P1020760.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkTeA0m2PwK5ru96xF6Xnq2WjQ0Sdztx-6J24ZBtSd76RDkjKYJlypa-ISAVZQUcIYzxP2rWLCVlOOgvaTKPNEp49yGp1Y9U97ShECAhn9qpEpGZcpHrwkPlWLRNOAcW1jMGHwnNceR7U/s1600-h/P1020810.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234333378029433090" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkTeA0m2PwK5ru96xF6Xnq2WjQ0Sdztx-6J24ZBtSd76RDkjKYJlypa-ISAVZQUcIYzxP2rWLCVlOOgvaTKPNEp49yGp1Y9U97ShECAhn9qpEpGZcpHrwkPlWLRNOAcW1jMGHwnNceR7U/s200/P1020810.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;">Las transacciones correspondientes (entregas de género, recolección de dinero, a veces incluso regateos improvisados) ocurren a través de las ventanillas con una destreza y habilidad sorprendentes, a pesar del enjambre de brazos y mercancías que se apiñan en tan limitado espacio. Y es de señalar la honradez incondicional de unos y otros: si alguien pide algo, el vendedor se lo va a entregar antes de ver una sola moneda, y si el bus ya empieza a ponerse en marcha y queda pendiente la entrega del cambio al comprador, el que está abajo correrá a la par del vehículo mientras busca y reúne las monedas que le debe al de dentro, cuando perfectamente podría salir corriendo hacia el lado opuesto. (Aparte que esto último estaría fatalmente visto en Africa; aquí hay como en pocos sitios la sensación de estar todos en el mismo barco que elimina la posibilidad de circunstancias como ésas..). </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><br /><div><br /><br /><br /></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234330426772028338" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwYxgOleuUaaxsF30WNPqMmDBE-7n8FIL-MjfiBfblxfQmwIgzy8kYFi5WUkbk8oHc6e61tcKqT2wPzINwUkPe72hfFWsGN41LFIIV5fCdRVWyJy-eOBNfz-FMyMzL1-SZxH2c89k-WR8/s400/P1020821.JPG" border="0" /><br /><br /><div></div><br /><div>Y qué gentes más amables, estos mozambiqueños...! (sé que me pongo ya algo pesadito con la cosa de la simpatía de los lugareños por todos los países por los que transito en este viaje, pero, jobar, si comparamos la habitual predisposición del personal en Nicaragua, o en Myanmar, o en Filipinas o en Mozambique, con las caras de acelga o de mala uva de los "parroquianos" en la línea 6 del Metro a las 7,45 de la mañana, pues no sé, la cosa como que clama al cielo, viene a ser el tema...). </div><br /><div></span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"></span></div><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP5QV9Q5WqMqaGvBcLRAxPArysa7jT2JbWUFVPHVQRC83JgxwLUDZS08UOsd7huKnT_9LvbEH1uAYFXiBv_ZYAYW3CfSnB6ML_X2mFz9nZtNMYiy9pALJHYqrE61BKbqrUibvrxVoZJvg/s1600-h/P1020813.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234328649916111666" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP5QV9Q5WqMqaGvBcLRAxPArysa7jT2JbWUFVPHVQRC83JgxwLUDZS08UOsd7huKnT_9LvbEH1uAYFXiBv_ZYAYW3CfSnB6ML_X2mFz9nZtNMYiy9pALJHYqrE61BKbqrUibvrxVoZJvg/s200/P1020813.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLAHKX-L8gZZ1GHKPE__Jm74MAy5bnaFEX-QFVXXucjpUoULcSbiNJO9SiKeTq7jqG_Lr4FrJSkRCmvxOkuEf065uQiE9fynxber3u5kB9eq-S4N1mNTB9LQSVvT216zB6HWdk2X5-w0Y/s1600-h/P1020820.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234328955134563682" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLAHKX-L8gZZ1GHKPE__Jm74MAy5bnaFEX-QFVXXucjpUoULcSbiNJO9SiKeTq7jqG_Lr4FrJSkRCmvxOkuEf065uQiE9fynxber3u5kB9eq-S4N1mNTB9LQSVvT216zB6HWdk2X5-w0Y/s200/P1020820.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;"><br /><br /><br /></div><br /><div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguxTgKjAJyuCKKrmhrCyD80zr4sBl6YOUg3BUf_0DRJ8L4h_v5Qoy2H2BXfHW2Q2K9khm0DExbSuJdKh6LdI-EJJY6fIvglfy4cXhD-COjwzNhKI9cvRXsJYZHjaBv4klNlnr4TfMHkFs/s1600-h/P1020785.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234329711155850978" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguxTgKjAJyuCKKrmhrCyD80zr4sBl6YOUg3BUf_0DRJ8L4h_v5Qoy2H2BXfHW2Q2K9khm0DExbSuJdKh6LdI-EJJY6fIvglfy4cXhD-COjwzNhKI9cvRXsJYZHjaBv4klNlnr4TfMHkFs/s200/P1020785.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijxTmnRxfnTAM7yfv1jeG-zNhrluLi6UK7weyyqpECGTvgNpYLSMv9oK_ZoSIDOtL3_gkOzyK3GkWJN_Mv4GJzfnDyK_3RvWINr2KgkhCsyUMCy-2i4ypA8g3KnRy6A_UvcExeR-_cafs/s1600-h/P1020825.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234329389699247042" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijxTmnRxfnTAM7yfv1jeG-zNhrluLi6UK7weyyqpECGTvgNpYLSMv9oK_ZoSIDOtL3_gkOzyK3GkWJN_Mv4GJzfnDyK_3RvWINr2KgkhCsyUMCy-2i4ypA8g3KnRy6A_UvcExeR-_cafs/s200/P1020825.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /></div><br /><div><br /><br /><br /></div><br /><div></div><br /><div><br />Por si alguno habéis transitado alguna vez por Mozambique, indico las escalas que he realizado por el país: <strong>Maputo </strong>(-capital- ciudad mucho más inocente en general con respecto a la idea que yo traía, por las historias de lugar peligrosillo que se oyen a veces)- <strong>Inhambane</strong> (pequeña y tranquila ciudad plagada de vestigios coloniales portugueses; muy grato lugar) - <strong>Praia Tofo</strong> (meca de buceadores) - <strong>Vilankulo</strong> - <strong>Gorongosa</strong> (aunque el Parque Nal. estaba cerrado todavía, por las lluvias) - <strong>Quelimane</strong> (espantosa ciudad) - <strong>Nampula</strong> - <strong>Ilha de Moçambique</strong> ("Herencia Cultural", ruinosos restos coloniales portugueses, pero seguramente el lugar más pobre por el que he transitado en mi vida) <span style="color:#00cccc;">(*)</span>- <strong>Nacala</strong> - <strong>Pemba</strong> (curiosa vidilla costera)- <strong>Mocimboa da Praia</strong> (aquí me reencontré con dos españolitos tras dos meses y medio -desde los primeros días en Yangon- sin rastrear ni uno).<br /><span style="color:#00cccc;">(*)</span> <span style="color:#663300;">Ilha de Moçambique</span>, <em>pequeña isla unida al ‘continente’ por un pequeño istmo artificial, de un par de kms. de largo, es uno de los lugares más sorprendentes que he conocido en el conujunto de todos mis viajes. Una vez allí, sentí la sensación de estar en una especie de reducto único, especial, distinto a todo… casi otro planeta. No es fácil explicar con palabras un lugar así; con esa mezcla de la decadente herencia colonial portuguesa (tuvo que ser fascinante, décadas atrás), la clara huella swahili, ya casi en la frontera con Tanzania, y lo dicho, la tremenda miseria de sus habitantes (que, desde luego, no escatimaban una sola sonrisa). Así que me apoyaré de unas cuantas imágenes para tratar de ofrecer una semblanza lo más aproximada que pueda ser</em>: </div><br /><div><br /></div><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiastcOstaHTxcJxYpG1XvRfmrCg7M3gpH5sVWu1wW2Qp163wE_5UNBPoV6nCvjvHmNbMXJ2ETeerRNROWldzvZI_m-Q5IQEv787htBoc6VWkRzoDDRHRJi7DR8EgSiyU848shO8lEHtHo/s1600-h/P1020789.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234325209909282226" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiastcOstaHTxcJxYpG1XvRfmrCg7M3gpH5sVWu1wW2Qp163wE_5UNBPoV6nCvjvHmNbMXJ2ETeerRNROWldzvZI_m-Q5IQEv787htBoc6VWkRzoDDRHRJi7DR8EgSiyU848shO8lEHtHo/s200/P1020789.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPPM7E5WYk5KHQaVGdt2JrqlneEPa4XF0sB3FfOEeZKVYuC1X8z-Lm7q-dIRezOIrVDfTB9QjJwtFyopyHB7-T_LjalkWSQAO2m9vfZExMhpxCECcqQ7FTxr3MS6mvOR5adIMxQygemAA/s1600-h/P1020792.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234325574748192722" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPPM7E5WYk5KHQaVGdt2JrqlneEPa4XF0sB3FfOEeZKVYuC1X8z-Lm7q-dIRezOIrVDfTB9QjJwtFyopyHB7-T_LjalkWSQAO2m9vfZExMhpxCECcqQ7FTxr3MS6mvOR5adIMxQygemAA/s200/P1020792.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW1Tlxr229drzR5inHzQws-qrSlIh1T1rLbQ11-kF5yjxPmIHEZ7LcnU9omf_trZ7IgpOhCZSnYqp7I_ggEteJQGV0rEa7Z4y-So2Ur_LbIiAjuWVUuQDPDGWzPFr_xk9q0LVo9SAKJwQ/s1600-h/P1020799.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234326462814796034" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW1Tlxr229drzR5inHzQws-qrSlIh1T1rLbQ11-kF5yjxPmIHEZ7LcnU9omf_trZ7IgpOhCZSnYqp7I_ggEteJQGV0rEa7Z4y-So2Ur_LbIiAjuWVUuQDPDGWzPFr_xk9q0LVo9SAKJwQ/s200/P1020799.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAGxETL0bXe_vbbSwWQgdJqn0DyFGylPeDeDBMRbwv2tO2hI-tHKmM1yPWtIdwyxl7iDoCipLY1w7CSAItrChk5javHCFF0IavV1DOdF7YlsfLQVgYPQ6SxphBPeh9nilW8BtSYCKSbrc/s1600-h/P1020784.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234326126181621538" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAGxETL0bXe_vbbSwWQgdJqn0DyFGylPeDeDBMRbwv2tO2hI-tHKmM1yPWtIdwyxl7iDoCipLY1w7CSAItrChk5javHCFF0IavV1DOdF7YlsfLQVgYPQ6SxphBPeh9nilW8BtSYCKSbrc/s200/P1020784.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><div><br /></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfc_0NN0Ud9a54ecJk0JWtNcmqv7VPLPog2eaR-5hgYL3a7RRen__xxFq3XPI50TZoXZo8dxAhLutBV3lki2FZBsbfW4XMOmRKeyqd3CdpyKboTBcZabzcap6qNaWXdyI8lksCVZxuQb0/s1600-h/P1020765.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234326949823211586" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfc_0NN0Ud9a54ecJk0JWtNcmqv7VPLPog2eaR-5hgYL3a7RRen__xxFq3XPI50TZoXZo8dxAhLutBV3lki2FZBsbfW4XMOmRKeyqd3CdpyKboTBcZabzcap6qNaWXdyI8lksCVZxuQb0/s200/P1020765.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2XL-dITPjITKDHCTSi8Otag8x9A4e2WjavSXRs7nxrMQK32dclsFfTUeHFBHpW7SeM5i9zO2wjgk4D2d3eFCCRqDUdMN71sE8w4qLMDJuQa9MPspwlQusExwYol-9SoM0zgXCaJpvHuw/s1600-h/P1020770.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234327266457703122" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2XL-dITPjITKDHCTSi8Otag8x9A4e2WjavSXRs7nxrMQK32dclsFfTUeHFBHpW7SeM5i9zO2wjgk4D2d3eFCCRqDUdMN71sE8w4qLMDJuQa9MPspwlQusExwYol-9SoM0zgXCaJpvHuw/s200/P1020770.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><div></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCnxsJaVtt8AFQ_BZYvxNsssnPAMme7dTUipP7jNx1ZsXmTkOCUp12fnf15n5z-iexJxoTkf5WYgYcfqJkh9UgFKrLe1pci1bURydrJAdS2RMD5uVqqVjRvN8IljupJeT83mqNiPv1tqA/s1600-h/P1020777.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234328074811041426" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCnxsJaVtt8AFQ_BZYvxNsssnPAMme7dTUipP7jNx1ZsXmTkOCUp12fnf15n5z-iexJxoTkf5WYgYcfqJkh9UgFKrLe1pci1bURydrJAdS2RMD5uVqqVjRvN8IljupJeT83mqNiPv1tqA/s200/P1020777.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPrcjqf1XFuoEgN-ZkY4EzBM9Msi8LPNJL5bUEtyQVqngZktl45vGHpp5FOx-OHdw1NmpYTDZXyUtMEJG6SdEH6QCfVXzgHBvK31UebbdaSv9kFWiBW3hHcnZRXZSkUddTSJsL18OidVE/s1600-h/P1020788.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234327752195110802" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPrcjqf1XFuoEgN-ZkY4EzBM9Msi8LPNJL5bUEtyQVqngZktl45vGHpp5FOx-OHdw1NmpYTDZXyUtMEJG6SdEH6QCfVXzgHBvK31UebbdaSv9kFWiBW3hHcnZRXZSkUddTSJsL18OidVE/s200/P1020788.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><div><br /><br /><br /></div><br /><div><br /><br /><br /></div><br /><div>Lo que más me llama la atención de este sufrido continente es comprobar cómo el tiempo no parece pasar por él, o en él, al menos a un ritmo que pueda compararse al del resto del planeta. Venir a Africa, como bien dice Javier Reverte en su "Vagabundo...", es viajar hacia atrás en el tıempo. Aquí los engranajes de la vida se articulan mediante esa peculiar cadencia que parece resistirse a modificar sus patrones más arraigados. </div><br /><div><br /><br /></div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234324744110247474" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghzXVCsVnFDloF5Vblv2bjwbSqaBShcXmmuTQuJi6i9UFcgxZ4vkk29SS8FcI36F-oqolr_29ADldI43LkOFGPVancZQV3ymkIlaN_9uIrnWuN-kfTzRFbF5-RqbGmIZxNbIzLjBSMaM8/s320/P1020072.JPG" border="0" /> </span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;">Hace ya trece años que me asomé por primera vez al continente negro, cuando debuté en el mundillo de la cooperación sanitaria y anduve tres meses y pico con los ojos como platos en los campos de refugiados ruandeses en el este del antiguo Zaire. Desde entonces, mi fascinación por esta tierra me ha hecho regresar siete veces más. Y en todas ellas, esa sensación de eterna repetición de las pautas primigenias e incondicionales de la existencia se revela siempre como la circunstancia más llamativa: esas escenas rurales de viviendas humildes de barro, cañas y techo de ramas, esparcidas en los márgenes de las carreteras en todas partes, con los adultos medio ociosos y los niños revolcándose por la tierra; o las de las mujeres transportando madera, agua o cualquier otro bulto en perfecto equilibrio sobre sus cabezas; lo ya referido sobre la compra-venta a través de las ventanillas de los furgo-buses; los miles de enanos siempre "enlatados" sobre las espaldas de las madres (o mamando un rato en cualquier sitio en cuanto empiezan a berrear); esas miríadas de personas transitando por los bordes de las carreteras (a menudo, niños de corta edad), como en mitad de la nada, alejados de cualquier punto habitado; la típica vestimenta de las mujeres...</span><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#993300;">No me resulta fácil imaginar que tras muchos lustros o décadas más, hacia el futuro, alguno de estos factores haya podido ir cambiando lo suficiente.<br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifc7VnkztqDt9_cIWtR7e0OSwu2gkyIp6sgFicn12ZJ4rydGBNI3NxLdF8XlnKPoTk4h1IrtgIXY4iKCEs10Wy12Mnv1zwOAHrH4_TpOZ-wtHreISL4FP_IqBV5AiwlwCtSm4rvtlbVGE/s1600-h/P1020832.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234321953735110738" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifc7VnkztqDt9_cIWtR7e0OSwu2gkyIp6sgFicn12ZJ4rydGBNI3NxLdF8XlnKPoTk4h1IrtgIXY4iKCEs10Wy12Mnv1zwOAHrH4_TpOZ-wtHreISL4FP_IqBV5AiwlwCtSm4rvtlbVGE/s200/P1020832.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZYHkvXmxOiMrTmeiuPnpf_mVFuwZEikmCE69g56LN4ziwIlo1ROp9qmt5b1vkDdhu64WcWd7fhM7DbuYfb_PFOZhZlKe8ALnKZm70zSAeIcL_AneZz4Z4m9uPKCzMd6muPExGneW8-z0/s1600-h/P1020823.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234322235757585106" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZYHkvXmxOiMrTmeiuPnpf_mVFuwZEikmCE69g56LN4ziwIlo1ROp9qmt5b1vkDdhu64WcWd7fhM7DbuYfb_PFOZhZlKe8ALnKZm70zSAeIcL_AneZz4Z4m9uPKCzMd6muPExGneW8-z0/s200/P1020823.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234322792390326706" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqS6RO9kKx-Hav6RgC0I-AMgu3hPKju4uN0wrv1hguYMUw5Rj4JeDPVL6AFj2iB2K9sYl8hN7r6Ni51y8eJAyepqVg9OQmMDAdQhhaYif6aC7QKBT-OM9jLpv3vFiwp7FA344D1zynXGc/s320/P1010810.JPG" border="0" /> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgntGNjS_oEBxAqQfpvCpHHny0-DWCrr5Ro2UYAGGRpedqv3KLaa-8lyCzmmiVqZPptuoiUMWHDdAXsDDW-EE7A0dCZosCvGgPV-yv65FIEA3G41W929oxlQdUbo7vROD9rHDSqpnwV9Ls/s1600-h/P1020828.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234323621154404034" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgntGNjS_oEBxAqQfpvCpHHny0-DWCrr5Ro2UYAGGRpedqv3KLaa-8lyCzmmiVqZPptuoiUMWHDdAXsDDW-EE7A0dCZosCvGgPV-yv65FIEA3G41W929oxlQdUbo7vROD9rHDSqpnwV9Ls/s200/P1020828.JPG" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnkLNe5qYvwP4pc3G0Zo-3AaJqiP9gTN-L7ChyphenhyphenkqIOiQscAauVFuFjAfBIOqyq3cEm2rIPY2lK3i18MTuD5YiIVUkExSSdSFSxhX0rvvb5iDUhBOI6SADI0rQjGYtPjEIONMxysDvIieg/s1600-h/P1020839.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234324114931692802" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnkLNe5qYvwP4pc3G0Zo-3AaJqiP9gTN-L7ChyphenhyphenkqIOiQscAauVFuFjAfBIOqyq3cEm2rIPY2lK3i18MTuD5YiIVUkExSSdSFSxhX0rvvb5iDUhBOI6SADI0rQjGYtPjEIONMxysDvIieg/s200/P1020839.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div>Siempre se lo digo a mis más allegados (o lo hago extensivo para quien quiera escucharme): creo que todo aquél que pueda permitírselo debería viajar a Africa al menos una vez en su vida. Lo más probable es que suceda o una cosa, o su opuesta: es decir, o no desear volver nunca más (conocí algún caso), o engancharse y no sacarse ya fácilmente de la cabeza este continente (conocí casi todos los demás). Si además puedes aprovechar para visitar alguna reserva natural de fauna, entonces sus paisajes, vegetación, olores, luz del día y sonidos de la noche se grabarán en tu memoria indeleblemente y "te tocará", poco a tu pesar, y prácticamente con toda seguridad, formar parte para siempre del segundo de los "clanes" aludidos.<br />Pero lo que nunca conocí fue alguien a quien Africa le resultase indiferente. </div><br /><br /><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234317889083061202" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLN61-jGmWshCsVvTK9dUTNzPUwrHDS0TGlyuQsLmK_n-2mEl4EdL2gFPPcZuy7H5lNFsaYjowVHGtke9xSoFQ6AVC50LjYvvCvjyp1DhbMvyDr9xnaIoERAmDwgzfXa9BWjscOb5MM1E/s320/P1000070.JPG" border="0" /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQPLMmI-3JYc9_wFajD0RpBJEduaMh5xWSpb6Nf0QKmc0px4TqLnPhsRb2V8RGvTyixj1SJhrMc3PX-gfY4jyWeF_WUWjiMMaAfSY2zZaOswgnL4dKwGhVaRr4k1aYrpHgGbCZC9lz1CE/s1600-h/P1020801.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234318588238925586" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQPLMmI-3JYc9_wFajD0RpBJEduaMh5xWSpb6Nf0QKmc0px4TqLnPhsRb2V8RGvTyixj1SJhrMc3PX-gfY4jyWeF_WUWjiMMaAfSY2zZaOswgnL4dKwGhVaRr4k1aYrpHgGbCZC9lz1CE/s200/P1020801.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM8z3CIDfgWLHawNL53AoccraA1iVvWAv8ApGjwjGX3W2J06PLUneKoIAHHTgcNxnv5FBP8lHmM0Xzcah2_BGeJ1wE8RbbVcdwTpxZL1ATkPy2DFOvTDdiwmGmmjOKT5BH6hi1LjvNheQ/s1600-h/P1020769.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234318939632207298" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM8z3CIDfgWLHawNL53AoccraA1iVvWAv8ApGjwjGX3W2J06PLUneKoIAHHTgcNxnv5FBP8lHmM0Xzcah2_BGeJ1wE8RbbVcdwTpxZL1ATkPy2DFOvTDdiwmGmmjOKT5BH6hi1LjvNheQ/s200/P1020769.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234319553953825010" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid96uPal0DX0j6k8QF-8eQLDUHTIObGZbeR5seFWDmSGAAhH2OIT6A_qGYRQBsYcUBzf43O9mK0bn18LC5V89hmEMYDM9nT8NoR8GSt7_VdEbKAPk_hguTUSqNQlnjsusdz2frDbNXNCo/s320/P1020841.JPG" border="0" /></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtdCQZJ2aQFGC96EMzMVWX-pxo01JT313KHUQobdRQ-TcB-1WtYOjDy-yFLy41_8D3Jff3_U80WoXUtPRW2rBagd7gaA7x_PiYaNOtL0ipHlkBA1xNJq0g_U6_uID48O7w8ReFPtqf4wA/s1600-h/P1020757.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234320530057730066" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtdCQZJ2aQFGC96EMzMVWX-pxo01JT313KHUQobdRQ-TcB-1WtYOjDy-yFLy41_8D3Jff3_U80WoXUtPRW2rBagd7gaA7x_PiYaNOtL0ipHlkBA1xNJq0g_U6_uID48O7w8ReFPtqf4wA/s200/P1020757.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqlIbAIoHCcYCUMhNg8gwFebJ0bHKAk0Ah3uPCp8gx3VD1fdaHwF32QxQu5linO8SRfk2gajax5-h8JhGld_W1E_4HiBZYdwABUaCoJV7XkN3ydHMDiAf_iNWZKIONuDpNnd2ttk4loys/s1600-h/P1020916.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234320218644656338" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqlIbAIoHCcYCUMhNg8gwFebJ0bHKAk0Ah3uPCp8gx3VD1fdaHwF32QxQu5linO8SRfk2gajax5-h8JhGld_W1E_4HiBZYdwABUaCoJV7XkN3ydHMDiAf_iNWZKIONuDpNnd2ttk4loys/s200/P1020916.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRLIug_L6K7ITYWWECbqW10BFud5YM0tp0D8VYrZUqoLyT1W40YLZReUUJD5L8CkoH9wWNg-387HQJwIEF9PQe69VvYss_s5ZSJxJQ1Oak-FNpxo_i0zq2B3qky3szQVZPq5xvWPvFCrY/s1600-h/P1000374.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5236152136912853202" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRLIug_L6K7ITYWWECbqW10BFud5YM0tp0D8VYrZUqoLyT1W40YLZReUUJD5L8CkoH9wWNg-387HQJwIEF9PQe69VvYss_s5ZSJxJQ1Oak-FNpxo_i0zq2B3qky3szQVZPq5xvWPvFCrY/s200/P1000374.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><br /><div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-48506653889052123412008-08-14T10:35:00.014+02:002009-05-06T01:25:58.614+02:0010. Africa eterna (II): Cosas de frontera<strong><em><span style="color:#339999;">17 <span style="font-size:85%;">de</span> Abril</span></em></strong><br /><div><div><div><div><div><div></div><div><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxLJALuga-I11GH7wIUjfuszh0sl7pWPZ4iUgkBYczNF7d3PNFyc74IEJ_uDlCRXzh-2qghXaWwKBYdG2uxjd2G0yxC8C8KfEbIkoTCgilxEjoc-lLPsLIJbkOxXZdKrpbLTYgH-JRNWs/s1600-h/P1020833.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234289795279425410" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxLJALuga-I11GH7wIUjfuszh0sl7pWPZ4iUgkBYczNF7d3PNFyc74IEJ_uDlCRXzh-2qghXaWwKBYdG2uxjd2G0yxC8C8KfEbIkoTCgilxEjoc-lLPsLIJbkOxXZdKrpbLTYgH-JRNWs/s320/P1020833.JPG" border="0" /></a><br /><br /><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Todo ha empezado tras considerable madrugón: las 3,30 AM. Me ha despertado, ¡palabra!, un ratón que estaba haciendo ruido en la habitación al mordisquear algunos plásticos de parte de mi equipaje... Conste, eso sí, decir que en Africa, y en los trópicos en general, la cosa de horarios como éste no es tan 'gravosa' como en Europa. Por aquí, en estas latitudes, los cuerpos -también los de los foráneos- responden mucho más favorablemente a "circunstancias" como ésas, las de reaccionar y ponerse en pie a horas que en nuestro medio serían consideradas de auténtica demencia...<br />Madrugón, decía, en Mocimboa da Praia para subirme inmediatamente al remolque pick-up de una "chapa" (los asientos del interior ya estaban ocupados hasta la bandera a esas horas), y achuchar rumbo a la frontera con Tanzania.<br />Casi tres horas (con la pick-up también llenándose paulatinamente de humanidad, enseres y hasta -¡cómo no!- de alguna oveja o cabrito vivos, que habían también de formar parte de la 'expedición') hasta el puesto fronterizo...Y en pleno abril, dar la bienvenida al amanecer en Africa puede resultar fresquito, también, máxime si se circula sin techo ni laterales a varias decenas de kms/hora.</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Eso sí, está la recompensa de asistir a las escenas del comienzo del día y de la vida en todos esos poblados y viviendas ultra-humildes que salpican continuamente los márgenes de la pista terrosa por la que transitamos.</span></div><div><br /><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9jN4WyL3zKffT3sVRViGbnznYm9lvBWgUGWVSJdtcka-v5VFhXSIbcTP3fPTb7Hhmmy7Jbi44fiezS_u6XvyqKkZH74xf5wNI5pbmQXYATPT3cXiYME4PEsH76IGEYxOTgzMjiU6OGfk/s1600-h/P1020876.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234291405164440802" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9jN4WyL3zKffT3sVRViGbnznYm9lvBWgUGWVSJdtcka-v5VFhXSIbcTP3fPTb7Hhmmy7Jbi44fiezS_u6XvyqKkZH74xf5wNI5pbmQXYATPT3cXiYME4PEsH76IGEYxOTgzMjiU6OGfk/s200/P1020876.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOQOHriZ9RgjlQfTO6y7-u59ELN4gC6n-8RA6h72L4jNnAObfDJRRboBI40iCN_P_yrtw21aZ4IMf_EZ18iorNZcLS7Q4GSWN05exuN3mQ7Q-ahSNhc3THKM_X19YaD2kO_rg_v5nQzr8/s1600-h/P1020808.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234291699258875874" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOQOHriZ9RgjlQfTO6y7-u59ELN4gC6n-8RA6h72L4jNnAObfDJRRboBI40iCN_P_yrtw21aZ4IMf_EZ18iorNZcLS7Q4GSWN05exuN3mQ7Q-ahSNhc3THKM_X19YaD2kO_rg_v5nQzr8/s200/P1020808.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><div><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><p><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"></span></p><div><br /><br /></div><div><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234292104305595122" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih3lMEJ7KGHFog1TXKOdtKF5JbYG-2HNwqcuzU8I-MGqGu75sjkl_aQ0AQUx_eyJTXtyRWgOKqL6LLbEL9DEtXBpd3a1dyLYUo1YXUA5A4xzPtdrQPgHXwyGlD8Hce-YE4Hd6Ev75ND30/s320/P1020865.JPG" border="0" /><br /></div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"><p></p><p><br /><span style="color:#ff0000;">Llegamos, ya asomando el astro rey, a la frontera, que en este caso es obra y gracia de un accidente natural: el <span style="color:#cc0000;">río Rovuma</span> separa a lo largo de unos 500 kms Mozambique de Tanzania, hasta su desembocadura en el océano Indico.<br />En el lado mozambiqueño todo va bien: rápida y rutinaria revisión del equipaje. (Casi nunca, en estos casos, suelo reprimir alguna frase, con cierta sorna, del estilo de "si me decís qué buscáis, os puedo decir si lo tengo o no, y así ganamos tiempo todos...", a los funcionarios aduaneros de turno -sobre todo si no les veo excesivo gesto acartonado..). Aunque, ya se sabe, lo del tiempo en Africa… ¿qué problema tiene..?<br />Desde ese punto, faltan dos kilómetros hasta el río, que hay que realizar a pie con todo el mochileo encima, pues en época de lluvias –que es ahora- el "<em>poto</em>-<em>poto</em>" (el barro, en swahili) es dueño y señor de los márgenes del río, con lo que el vehículo ya no puede transitar ahí. Y toca, en varios puntos del improvisado 'trekking', escoger entre descalzarse o tirar para adelante con las sandalias puestas para cruzar los diversos charcos enfangados -pero con fango del bueno, de ése que hace ¡CHAPF, CHAPF! cuando lo pisas, y levantas después el pie con cinco kilos más de peso que hace un momento-; charcos que, por otra parte, abarcan todo el ancho del camino. </span></p><p></p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234292933079637874" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWoNwylHHuXp_daa6Nmi74OY4PzDOa-cpH7m-o9b-ftlJ2zmignTlSft6lOmq66tfjwhlu7oMetRaFKrsKwoSmfB1Y0_PaOtdNYQssnETgPP9sTv4IbQAywsm8g6O2LE8MQznABCqCrp8/s320/P1000216.JPG" border="0" /><br /><p><span style="color:#ff0000;">Llegamos al río, y allí nos espera el "carguero" tanzano que habrá de llevarnos a la orilla opuesta. Se trata de un modesto "cayuco" a motor para una veintena de ocupantes.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Se llena de inmediato; servidor, el único '<em>mzungu</em>' (en swahili: blanco, europeo, ...gringo, en general). Advertido estaba, desde el día anterior (en Mocimboa da Praia, por José Andrés y Alvaro, los primeros españolitos que encuentro en los últimos dos meses y medio; los anteriores 'databan' de mis días por Yangon, al llegar a Myanmar) del precio abusivo que se cobran los del cayuco para cruzarte al otro lado del río: 10.000 chelines tanzanos (Tz Ch), ...al menos a los 'mzungus' (algo más de 7 euros al cambio; para hacernos una idea, en muchos alojamientos tanzanos normalitos no cobran más de 4.000 ó 5.000 Tz Ch por dormir).<br />Y me advirtieron, incluso, que a veces, en mitad del trayecto fluvial, los amables barqueros piden más dinero, amenazando con regresar al punto de origen en caso de negativa. Me refirieron también cómo en días precedentes, y según el relato de uno de sus empleados (Jose y Alvaro están destinados allí coordinando la construcción de un hotel) un cocodrilo se zampó a una desdichada señora que cayó al agua en esa zona del río... Así que ahí andaba yo controlando, visual y algo desasosegadamente, que el aforo de la embarcación no superara con... excesivas creces su teórico límite...</span></p><p></p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234293656118688994" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU7RT8m6B6PSqdzuWqDF5PlaMpB0UYop-PWom9RBqGcC-Qop4or7cmmH6G0GZ4brjqaOTqi4SlRHzokVXe3B77zOSOge-1eGw8ua7bh5P80_EcTye3uZi2bLlTR7eRUqjRWyyelfATBA8/s320/P1000054.JPG" border="0" /><br /><br /><p><span style="color:#ff0000;">Bien, en los primeros compases del fluvial peregrinaje, el cobrador se acerca a mí en primer lugar y, discreta pero autoritariamente, me pide 30.000 Tz Ch (el triple de lo "oficial", que, recordemos, era ya un atraco). Me niego en redondo. El tipo tuerce el gesto, se da media vuelta y empieza a recaudar a los africanos, cuidando bien de que yo no vea cuánto les va cobrando a ellos (se coloca en todo momento dándome la espalda entre cada pasajero y yo).</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Vuelve al rato hacia mí. Le tiendo un billete de 10.000 Tz Ch (de los que ya he cambiado, en el lado mozambiqueño, por los meticales que me sobraban). "<em>No; it is 30.000</em>", espeta con expresión adusta. No dudo en mantenerme firme, a lo cual me ayuda la indignación que el ciudadano me estaba causando: "...<em>Almost 30 dollars to cross the river..? Are you crazy..?</em>", le respondo.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">La situación es incómoda; el <em>pájaro</em> no parece dispuesto a ceder. Es malencarado y busca con la mirada la complicidad de otros dos o tres, situados junto al que maneja el motor. Yo no sé ya quiénes son pasajeros y cuántos son de "la empresa"... Hay silencio en la embarcación; todos los ocupantes son testigos de la conversación. Hasta indolentes cabezas de hipopótamos, asomando sobre la superficie del agua a varios metros del barcucho, parecen interesarse por la escena.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Entre el pasaje no van mujeres ni niños; todos son tipos ya curtiditos y de aspecto recio. Y yo ahí, empezando a pensar "...<em>éstos aparcan un momento en cualquier meandro y 'me crujen’ entre varios</em>", recordando que si encuentran -y lo harían- mi bolsillo-cinturón interior me van a 'levantar' más de 2.000 dólares que todavía llevo ahí en metálico. ("<em>El fútbol es así, camarada</em>..."). Sólo uno de los ocupantes, con discreción, me reclama en un momento apropiado la mirada para hacerme un gesto inequívoco de que no ceda, de que no pague más de esos 10.000. Me alivia en cierto modo el contar al menos con un presunto cómplice. "Ok", le contesto también con lenguaje no verbal.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Ya casi llegando a la orilla tanzana (el trayecto dura un cuarto de hora; el río lleva mucha corriente y tiene casi 1 km de ancho) el cobrador vuelve a solicitarme los 20.000 chelines "que faltan". "No", le espeto sin dejar de enfrentarle la mirada; "Ya está más que bien pagado con los 10.000" -esto en inglés, a lo que agrego un "capullo" en castellano que me sirve de énfasis y desahogo a partes iguales, para finalizar la frase.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">La incertidumbre alcanza sus instantes de mayor apogeo. El tipo está visiblemente nervioso, mira alternativamente a los dos o tres de antes y a mí. Parece estar bregando consigo mismo para decidir cómo proceder en este momento. Amaga alguna posible frase más, y algún impreciso movimiento en falso. ... "<em>Y ahora se decidirá todo</em>", pienso yo para concluir, "..<em>o 'me crujen' o me dejan ya en paz</em>..".<br />Y me dejaron en paz. Mi ya dilatada experiencia en Africa me sirvió y animó para apostar por la firmeza en situaciones así (ya había vivido momentos poco recomendables en el antiguo Zaire de Mobutu y la Guinea de Obiang, en cuanto a, sobre todo, desagradables encontronazos con las corruptas autoridades se refiere...). </span></p><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234294985584332322" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW84ScKI6Oy52AcBKqjbq4sjI0vz4_P7uMsrUbBkLZBdwIuzUhuDr_mgvs5QFWjuiH7PhZGlEARsxCv4fqtrEsCsAYMewDCjDNz4Q55BRHB958w_r4favKkd0tFwKrj0t9UCjIUBJaMSQ/s320/P1000036.JPG" border="0" /><br /></p><p><span style="color:#ff0000;">...Pero no todo iba a terminar así ese dia. Ya en tierra firme, y ahora ya con más pasajeros del barcucho felicitándome por no haber cedido ante el acoso del cobrador ("...y antes ahí todos callados como tumbas, capullines...", pensaba yo) toca pasar por el puesto fronterizo de Tanzania. En 2.003 pasé de Kenia a Tanzania, y la entrada a este país costaba 25 US $. Cuatro años y medio después, ya vengo también sobre el aviso de que ahora la "tarifa" se ha duplicado: 50 dólares.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Nada; entro en el destartalado despacho de madera rancia y, de inmediato, tres tipos uniformados me solicitan "<em>passeport and fifty american dollars</em>". Ok. Ahí va el lote. Se meten con el pasaporte y "la viruta" en un cuartucho adosado, y uno de ellos me dice "<em>wait a moment</em>" antes de cerrar la puerta.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Pasan 5 minutos. Pasan 10. Pasa un cuarto de hora. Yo ando medio deshidratado y con más hambre que el perro del afilador, aparte de con la vejiga urinaria hinchadita como un botijo de Almendralejo. A 40 metros del puesto fronterizo, ya en territorio tanzano, observo la presencia de un par de pequeñas tiendas donde puedo distinguir venden botellas de agua y comestibles. Pienso en acudir para allá de inmediato, pero pienso también que si en ese momento salen los polis a devolverme el pasaporte, lo mismo, al ver que no estoy, vuelven al cuartucho y ya no salen de nuevo hasta que algún dios animista les dé a entender… O lo que podría ser peor, que me increparan "a ver, ¿qué caracho hacía vd. ya en Tanzania sin su pasaporte sellado, criatura..?". (No en vano, tengo ya más que asimilado, en virtud de todas mis experiencias en Africa, el disfrute que suele proporcionar a cualquier africano uniformado –léase cualquier militar, jefe, funcionario aduanero…- el ejercicio de autoridad sobre un individuo blanco..).</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Así que decido seguir esperando ahí un poco más. En el exterior veo que también hay algunos árboles robustos, así que, con el tema de la vejiga acuciando en serio, me digo "nada, voy para allá". (En pleno 'proceso' esbozo una sonrisilla al imaginar que, de vuelta, los funcionarios me espetan "¿<em>qué demonios hacías meando en Tanzania sin el pasaporte, mequetrefe..? ¡Hala, otros 50 $, por listillo..!"</em>).</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Regreso al puesto, tras el miccional desahogo. Ya pasa media hora. "¿Pero qué carajo hacen esos tíos ahí dentro..?; ¿contando y recontando los dos billetes de 20 dólares y uno de 10 que les he dado al principio, a ver si no falta nada…?" </span></p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234296357255360402" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZStpj75c3DGBLFemgvaXwCO5L_O46-iRvYLbu_9ijM4YjOfmKkc_8V9_Kf7RP2-rXrw3i-KnhJXzVvnkexK3RRHe5BTGKy7QJ8aHkLkdDttb_9gjeV-E-QW0VsF4DifRzq0My9wXj7wI/s320/P1020848.JPG" border="0" /> </span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Por fin, uno de los mendas sale con una sonrisa reluciente y me tiende el documento recién sellado. Le pregunto que si estaban debatiendo si dejarme entrar al país, o algo así...El otro se va por peteneras y, sin desprenderse de su bobalicona sonrisa, me responde que los 50 $ son para estancias en Tanzania desde un día hasta tres meses. ("<em>Vale tito, ya veo que estás loco por explicarme</em>...").<br />A todo esto, otra "chapa" (aunque en Tanzania ya no se llaman así, sino "<em>matatus</em>") se ha llenado de parroquianos y está esperando a que el '<em>mzungu</em>' dirima de una vez por todas sus cuitas aduaneras, para salir en dirección a Mtwara, la población más cercana, y donde quizá me toque hoy hacer noche.<br /><p><span style="color:#ff0000;">Cuando el 'mzungu' sale del puesto con el pasaporte en la mano y se dirige como un poseso hacia la tienducha en la que comprar agua mineral y algo de comer, otro par de "oficiales aduaneros", desde otra casucha fronteriza cercana a la anterior, reclaman con voces y gestos su (mi) presencia ante ellos.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">-¿Por qué ha estado tanto tiempo en la oficina del control de pasaportes?_ me pregunta el que parece ostentar más jerarquía.</span></p><p><span style="color:#ff0000;">-¡Y yo qué sé ... A mí tampoco me lo han explicado..!</span></p><p><span style="color:#ff0000;">-¿Ha pagado 50 $ de entrada al país?</span></p><p><span style="color:#ff0000;">-Así es (<em>what can I do</em>..?)_ Y va el payo y me dice:</span></p><p><span style="color:#ff0000;">-¿…Y para nosotros..? ¿No 'hay' 10 $ para tomarnos unos cafés..?_ (Situación ésta que ya me suena bastante de anteriores peripecias africanas...).</span></p><p><span style="color:#ff0000;">-Mire, pídanles a ellos -y señalo la oficina anterior-; ya he tenido que pagar bastante ahí...¡Que no soy nuevo en Africa; ya sé cómo van estas cosas en algunos sitios...!_ mientras pensaba "<em>ya está bien por hoy, joer</em>...".</span></p><p><span style="color:#ff0000;">Y el tipo no insistió; se quedó ahí con cara de pensar "<em>jobar, con éste hoy no ha colado, el tema</em>...". </span></p><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234301335565355106" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBuSVjrPlfxM8LxmNjk4_AmvWaNA0q1coTGLXGAm-pREU1yfmNME5aFAXXXdWpjirkL_cZIwEHaBBEpmkmqlOsWDwzKgL-QNpT3CIcVYyAWXCOd_YUI_FD-ogg2OisljT4DuHEQ12cP6g/s320/P1000203.JPG" border="0" /></p><p><br /><span style="color:#ff0000;">En fin, una hora después llegamos sin más contratiempos (aunque bien achuchaditos todos los ocupantes del vehículo, ya a pleno 'lorenzo' de mediodía) a <span style="color:#cc0000;">Mtwara</span>, donde yo debo recabar las primeras informaciones para tratar de aproximarme a alguno de los recónditos accesos a la Reserva Selous, paraíso de vegetación y santuario de elefantes del este del continente africano...<br />¡Todo <em>esto</em> es Africa…!</span><br /></p></span></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-75508522511973490652008-08-08T12:57:00.037+02:002009-05-11T11:15:55.473+02:0011. Africa eterna (III): Swahili<strong><em><span style="color:#ff9966;">27 <span style="font-size:85%;">de</span> Abril</span></em></strong><br /><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi1EaM6uYTtze7ZBeh_0io-0rbS7EtUHvqG4PWpqKOEe2ek0VIvg908OLPfOMdywjy1thpPnVd72Lg6EXRLKaj7x1JY1JaDRIxJjirM8GXjehX3LZhH9UfT4ePvtCq3EAlnVF2sjDdqsI/s1600-h/P1020904.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234119370648773426" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi1EaM6uYTtze7ZBeh_0io-0rbS7EtUHvqG4PWpqKOEe2ek0VIvg908OLPfOMdywjy1thpPnVd72Lg6EXRLKaj7x1JY1JaDRIxJjirM8GXjehX3LZhH9UfT4ePvtCq3EAlnVF2sjDdqsI/s320/P1020904.JPG" border="0" /></a><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Buena parte de la costa tanzana, el este del país, conserva la huella del legado <em><span style="color:#3333ff;">swahili</span></em>. Este ya famoso término, conocido por todos cuantos hayan mostrado alguna vez un mínimo interés hacia el continente negro, significa “de la costa”, o “de las gentes de la costa”. Aunque en un sentido estricto, la palabra se refiere antes que nada al nombre de la cultura que resultó del mestizaje entre la población africana autóctona y las oleadas de visitantes persas, primero, y árabes, después, que sobre todo entre los siglos IX y XIII acudieron progresivamente al oriente africano con decididos fines comerciales.</span><br /></div><br /><div><div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3W2iuI6kctRIp8B51WFE7PnUHR8cir0HcReTNei1sjP7_qvcm_zc47sH_7n1W91i7fnwjwg9X7UkgbMiUmOKYZHicxmB-53lzYk1pgobxk3WbPnuTGmk4vecUff2JKAe57I4xwSI5baU/s1600-h/P1020787.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234120392427044354" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3W2iuI6kctRIp8B51WFE7PnUHR8cir0HcReTNei1sjP7_qvcm_zc47sH_7n1W91i7fnwjwg9X7UkgbMiUmOKYZHicxmB-53lzYk1pgobxk3WbPnuTGmk4vecUff2JKAe57I4xwSI5baU/s200/P1020787.JPG" border="0" /></a><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Durante esos cuatro siglos se extendió el máximo esplendor de presencia foránea e interacción con lo local, cuyas consecuencias perduran hasta nuestros días.</span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">El área de influencia abarcó desde el sur de la actual Somalia hasta el norte sudafricano. Persas y árabes fueron desembarcando y trayendo consigo sus productos estrella (tejidos, sal, especias), con la intención de comerciar en busca principalmente del marfil africano y algunos minerales ricos. Como no podía ser de otra forma, la trata de esclavos negros fue también instaurándose en toda aquella región a resultas de todo aquel intercambio.<br />Como gran legado, han permanecido en el tiempo, por un lado, la lengua conocida también como “swahili”, hablada hoy por más de sesenta millones de africanos. No está hoy aún del todo claro, al parecer, si este idioma fue incorporado exclusivamente por los colonos, o si fue sólo una aportación importante de éstos que fusionó con elementos ya existentes en alguna lengua de origen bantú.</span></div></div><br /><br /><div></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwzCMhgF-b47dZ3jszMZg_o3RWlvgri7MoYmSFEzRVrIXJhj2cJ-v_c6R_9wZGsF6FJiojn7hZPr8uGYFvTp7jVZ33toCyHJQs_Oj8ym7bhueN893seTJsqJs9nTe14ynp6g4dCZ5nee4/s1600-h/P1020781.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234120940550333250" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwzCMhgF-b47dZ3jszMZg_o3RWlvgri7MoYmSFEzRVrIXJhj2cJ-v_c6R_9wZGsF6FJiojn7hZPr8uGYFvTp7jVZ33toCyHJQs_Oj8ym7bhueN893seTJsqJs9nTe14ynp6g4dCZ5nee4/s200/P1020781.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Por otro lado, la cultura swahili ha dejado también para la posteridad los abundantes vestigios arquitectónicos esparcidos por buena parte de su área de influencia. <span style="color:#3333ff;">Tanzania</span> es un claro ejemplo,y ahí, la pequeña isla de Kilwa Kisiwani, muy cercana a la costa, conforma uno de los mayores exponentes de ello. Y a ella me he dirigido desde Mtwara, en dirección al norte siguiendo la línea costera. </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><div><br />Las islas de <strong>Kilwa Kisiwani</strong> y de <strong>Songo Mnara</strong> son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1.981), y, desde 2.004, forman parte del Patrimonio Mundial en Peligro. No es extraño esto último. Los restos que quedan en <span style="color:#336666;">Kilwa Kisiwani</span> (a la otra isla no llegué) presentan hoy un aspecto bastante decadente.</div><div></span><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">En el siglo XIII, este lugar llegó a ser el principal centro comercial de toda el Africa oriental, lo cual propició el levantamiento de imponentes edificaciones como palacios y mezquitas, a partir de la compra de la isla por parte de una poderosa dinastía de mercaderes árabes. La conocida como ‘pequeña mezquita’ es la que permanece hoy en mejor estado, mostrando aún buena parte de su techumbre abovedada. La que fue la Gran Mezquita, también abovedada y con grandes pilares monolíticos, era la mayor de toda Africa y hoy es sólo un ruinoso conjunto.</span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbIVR_uNpS-81aXEP_PhgylVsFlJwZSFVeTNExEV3lqGif1gGomrlj_v0vbv1Av_eyXGdkWFRoorLycC6hgVofsR99c63xmezGVOZCmveVJ9ZKYLkssFno6H5vWZzccr5L0qocx_IDIYY/s1600-h/P1020855.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234122090638630210" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbIVR_uNpS-81aXEP_PhgylVsFlJwZSFVeTNExEV3lqGif1gGomrlj_v0vbv1Av_eyXGdkWFRoorLycC6hgVofsR99c63xmezGVOZCmveVJ9ZKYLkssFno6H5vWZzccr5L0qocx_IDIYY/s200/P1020855.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGiK3Nd3Xe9O4A5ka2zil-g1R3TO-g213PSqg-4qEFAIHoyLc_56zc_SKTnFJJKxG7nkenyzhcAksU1VNf5UdqRkUMWpXJg813IhWbHiB913tAOQe2YKd41_RYouY3yzhuo6eGkSRWBhY/s1600-h/P1020856.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234121668706061058" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGiK3Nd3Xe9O4A5ka2zil-g1R3TO-g213PSqg-4qEFAIHoyLc_56zc_SKTnFJJKxG7nkenyzhcAksU1VNf5UdqRkUMWpXJg813IhWbHiB913tAOQe2YKd41_RYouY3yzhuo6eGkSRWBhY/s200/P1020856.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfhbIBTtu1pZgIaGkDpojU2cjqEqcuwsHfs60-MWJ2QE9QqYKNQoW5Few9VXygAiTzqlk5vkPTR2c0J2IjXpQMhUhzKw4aqXIc7OsiSvC2gd5Nl2_jdaE7rnstARuPCe1ezcAa9LxmNLY/s1600-h/P1020853.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234123107219772578" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfhbIBTtu1pZgIaGkDpojU2cjqEqcuwsHfs60-MWJ2QE9QqYKNQoW5Few9VXygAiTzqlk5vkPTR2c0J2IjXpQMhUhzKw4aqXIc7OsiSvC2gd5Nl2_jdaE7rnstARuPCe1ezcAa9LxmNLY/s200/P1020853.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP1sIbyQQHoSWO452UZ3HIxmC51toED6LXUYWXWYfZjcN37O1GIsWLsgxF304pfCULSqdyy1qKTweEV4YHypCdTe-a58pBchciFpEieam9cjf33CBkYsiK6zHP1KkDp801T8yguvL8jcM/s1600-h/P1020849.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234122725241312258" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP1sIbyQQHoSWO452UZ3HIxmC51toED6LXUYWXWYfZjcN37O1GIsWLsgxF304pfCULSqdyy1qKTweEV4YHypCdTe-a58pBchciFpEieam9cjf33CBkYsiK6zHP1KkDp801T8yguvL8jcM/s200/P1020849.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">Para la visita, hube de obtener primero una especie de ‘salvoconducto’, emitido por las autoridades de la vecina Kilwa Kivinje para poder embarcar; después, negociar duramente el precio del corto trayecto hasta la isla con el propietario de un <em>dhow</em> (típica y ligera embarcación a vela), y por último, hacer vanos los intentos de zafarme de dos púberes pilletes que se empeñaron en asistirme como improvisados guías, aunque ni hablaban palabra de inglés ni tenían la más pajarera idea sobre aquel decadente despojo de la Historia…<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdGMkz_2Twmu4R6hfd6s-xJjN2bLayq4zCSJdTFAsNBcaAn0R1GxzB2G2cOzmxcYW6bmWCWsB-F8U8lAgHXmZMPSOX5ClXlIPtJmZB0MswaiIlSQejalrjtDQkMcA7LwXnqsJiIf36YH0/s1600-h/P1020852.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234123660499127298" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdGMkz_2Twmu4R6hfd6s-xJjN2bLayq4zCSJdTFAsNBcaAn0R1GxzB2G2cOzmxcYW6bmWCWsB-F8U8lAgHXmZMPSOX5ClXlIPtJmZB0MswaiIlSQejalrjtDQkMcA7LwXnqsJiIf36YH0/s200/P1020852.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div></div><br /><div></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHfFKpKi0aZlxlGmenXp48t7OcrtXeGzbLSx1kX5ywc4rPB4xwUE5uDV9UxnlBROV_SODbUwZniDX7m1PXP1xFzZ_EXMXgDLHx9A2FxjGoosmasN0J-HOdWkiH5XpNI-ng8X_SKl_TbI4/s1600-h/P1020857.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234124252920911042" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHfFKpKi0aZlxlGmenXp48t7OcrtXeGzbLSx1kX5ywc4rPB4xwUE5uDV9UxnlBROV_SODbUwZniDX7m1PXP1xFzZ_EXMXgDLHx9A2FxjGoosmasN0J-HOdWkiH5XpNI-ng8X_SKl_TbI4/s320/P1020857.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><em><span style="font-size:85%;color:#336666;">(Eso sí, tras seis o siete intentonas lograron retratarme a los pies de este baobab... De algún modo porfiaron por su propinilla...)</span></em><br /><br /><br /><br /><br />Continuando el "ascenso" por la línea de la costa alcanzo al día siguiente la capital tanzana, <strong>Dar es Salaam</strong> ("refugio de paz", en árabe). Venía con cierto recelo acerca del asunto de la seguridad en sus calles (...un <em>mzungu</em> "canta" lo suyo, por aquí...), pero en breve cobro conocimiento de que apenas hay problema en ese aspecto. Tanzania es un país en general tranquilo, incluyendo su capital. Nada que ver con Kenia, su vecina del norte.</span></div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz-QGTaTQL5lW-XENDkLntElO0bJrmwdxqYGvFtm3MUVasad7LocRiu8aniK7aFTa_jWM-qbwLCBLeHb45vrSWUnARNFXI2I81fUUzc3yi3r5f_za8ng0oR8s4kQxLZfM1amDSULEBr88/s1600-h/P1000385.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232101335558298930" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz-QGTaTQL5lW-XENDkLntElO0bJrmwdxqYGvFtm3MUVasad7LocRiu8aniK7aFTa_jWM-qbwLCBLeHb45vrSWUnARNFXI2I81fUUzc3yi3r5f_za8ng0oR8s4kQxLZfM1amDSULEBr88/s200/P1000385.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">La cosa es que hasta llegar a Dar es Salaam no me confirman definitivamente que la Reserva Selous está cerrada en estos meses centrales de la estación lluviosa.<br />¡Qué se le va a hacer..!; probaremos suerte en Iringa, la ciudad más próxima al Parque Nacional Ruaha. Es ésta una de las reservas de fauna y paisaje más interesantes de la mitad sur de Tanzania, y para muchos viajeros, de todo el continente africano.<br />Un inciso, en este punto, en relación a los parques de fauna de Tanzania. Los más conocidos, y por tanto, comerciales, son los del norte del país, con la ciudad de Arusha como base de operaciones y logística: <span style="color:#3333ff;">Serengeti</span> (la “llanura sin fin"; uno de los parques nacionales principales del mundo; continuación del Masai Mara keniata al otro lado de la frontera, y hogar de más de tres millones de mamíferos, y escenario, además, de la espectacular migración anual de ñus y cebras entre Kenia y Tanzania). El <span style="color:#3333ff;">cráter de Ngoro Ngoro</span>, caldera natural de 22 km de diámetro, de origen volcánico, y con ecosistemas e incluso microclimas diferenciados en su reducido espacio (y una de las cada vez más escasas "sedes" del rinoceronte -el más amenazado de los grandes mamíferos africanos-; el resto de los principales mamíferos -excepto el leopardo, creo- también habitan aquí). <span style="color:#3333ff;">Tarangire</span> (conocido por sus espectaculares baobabs y sus generosas concentraciones de elefantes); y <span style="color:#3333ff;">Lago Manyara</span> (grandes poblaciones de aves acuáticas, euforbias autóctonas, y... leones trepadores de árboles). En 2.003 tuve ocasión de visitar los dos primeros, Serengeti (donde pude divisar los dos únicos leopardos que he visto al natural en mis múltiples visitas a Africa -ni en Zambia, el año pasado, donde abundan aún más...), y Ngoro Ngoro (inolvidable una visión de centenares de flamencos sobre una de sus lagunas).<br />Los parques nacionales del sur (<span style="color:#3333ff;">Selous</span>, <span style="color:#3333ff;">Ruaha</span>, <span style="color:#3333ff;">Mikumi</span>) son menos conocidos, y quedan por lo general más al margen de los circuitos comerciales (por fortuna...), pero los testimonios de quienes los han visitado los refieren como auténticas perlas de la naturaleza. La reserva Selous, de hecho, fue proclamada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1.982. Son interesantes los pasajes que sobre este lugar relata Javier Reverte en su "Vagabundo en Africa".<br />A mitad de camino entre Dar es Salaam e Iringa, la carretera (asfaltada, buena) atraviesa uno de los límites del Parque Mikumi, el menor de los de esta parte meridional del pais. A escasos metros de la ruta hemos podido divisar, desde las ventanillas del bus, grupos de elefantes, búfalos, babuinos y, sobre todo, jirafas.</span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#339999;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDZhYitlXf0K0AbM1SqoYjr0Y-TcHfaS7dLqCG34UbkGmUVZqjjJZcT8Ak2sfW9f_kUv8cepjw9D-ZsJd1Fc6EscQkpbvcTT4LbKuvk_iGbW5ld1T-MOwPpIcw26dJtSC5cFh9ZooDYK4/s1600-h/P1020225.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234126372552366386" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDZhYitlXf0K0AbM1SqoYjr0Y-TcHfaS7dLqCG34UbkGmUVZqjjJZcT8Ak2sfW9f_kUv8cepjw9D-ZsJd1Fc6EscQkpbvcTT4LbKuvk_iGbW5ld1T-MOwPpIcw26dJtSC5cFh9ZooDYK4/s200/P1020225.JPG" border="0" /></a></span></div><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;">(Qué chulas son las jirafas, jobar, vistas de cerca;</div><div>siempre me impresiona su alzada -"estatura"-, ese cuello kilométrico, pues creo que vistas en la tele no se suele apreciar fielmente lo impresionante de sus dimensiones).<br /><br /><strong>Iringa</strong> es una ciudad de tamaño medio y apariencia bastante agradable. Alrededor de la misma estación de autobuses -muy céntrica- no hay problema alguno para buscar alojamiento entre las múltiples 'guest houses' que ahí proliferan.<br />Y menos mal que al menos es una población agradable... porque me va a tocar quedarme con la miel en los labios en cuanto a mis pretensiones de visitar el P.N. Ruaha, distante 130 km de la ciudad. Estamos en temporada baja (plena estación lluviosa larga, la de marzo a mayo), y en ella, el acceso a zonas como los PPNN, donde las rutas se transforman en pistas terrosas que quedan completamente embarradas, se complica muchísimo. Ruaha, no obstante, permanece abierto incluso en esta época. Pero yo llego, claro, sin vehículo propio, de modo que no tengo otro remedio que contratar los servicios de un 4 x 4 en condiciones, más un conductor-guía experimentado. Mi esperanza: coincidir con otros visitantes con los que poder compartir los abultados gastos que ello ocasionará.</div><div> Me dirijo a un par de agencias locales, de las que pueden organizar visitas al Parque. "Nada, de momento no hay nadie más apuntado para mañana". Voy regresando cada pocas horas, a ver si algun/os otro/s <em>'mzungu/s'</em> van dejándose caer con las mismas intenciones que servidor. "Nadie, nadie; estamos en temporada baja y sólo viene alguien cada varios dias…".</div><div> En una de las agencias me dicen "para el próximo sábado hay un francés que se ha apuntado". Pero estamos a lunes; no me planteo quedarme allí toda la semana esperando. Y descarto la idea de ir yo solo: la cosa saldría por no menos de 300 dólares para pasar allí 24 horas (noche incluída). Si nunca hubiera estado en un P.N. africano, o no supiera cuando podría disponer de una nueva ocasión, quizá sería otro cantar, pero no es ni una cosa ni la otra.<br />Total, que me quedo hasta el miércoles y <em>sanseacabó</em>. Habrá que conformarse con volver a divisar los elefantes, jirafas y micos desde el bus, al pasar otra vez frente a Mikumi camino de regreso a Dar es Salaam.<br />De vuelta a Dar decido, a la vista del mapa del país, pasar mis últimos dos días tanzanos en la localidad de Bagamoyo, distante unos 80 km de la capital, en la costa norte. Cerca de esa población, además, observo que se extiende otro pequeño parque nacional, cuya existencia desconocía, y que se llama <span style="color:#6666cc;">Saadani</span>. (No tengo tiempo para pasarme por la isla de Mafia, como en un principio pretendía). Al "preguntarle" algún dato a 'don Google', descubro que ese parque, Saadani, también cuenta con cierta representación faunística interesante (búfalos, cocodrilos, hipos, elefantes, algún león...) en su reducida superficie.<br />Antes de abandonar la capital, la última noche allí comparto cena con dos jóvenes pilotos españoles que acudieron hace algunos meses a Tanzania para acumular horas de vuelo en alguna línea aérea del país. Me refieren estar ya un poquito fatigados de la vida allí, sobre todo Juan, pamplonés que hace ya dos años puso pies en el país. En especial, no llevan nada bien los diarios cantos-alaridos que en plena madrugada proceden de las mezquitas esparcidas por casi toda la ciudad. (Y lo cierto es que a mí tampoco me extraña, y eso que yo sólo pasé tres o cuatro noches en Dar..).<br />El trayecto a Bagamoyo es rápido, una hora y pico en un <em>matatu</em> (una "chapa", que dirían en Mozambique), lleno hasta lo inimaginable. Durante el recorrido se "instaura" un cierto cachondeo entre los ocupantes y el cobrador -que no es el mismo que quien conduce-, cuando aquél me dice que tengo que pagar doble billete por el espacio que ocupa mi mochila. Enseguida capto que el 'fichaje' está tratando de "quedarse conmigo"; humor africano que casi nunca suele faltar. El tipo empieza a proferir, sonriente, varias parrafadas en swahili entre las que intercepto varias veces la palabra 'mzungu'.</div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyjzezfhU7Khw0ODY3Q_a73b298H3ezC_eYCg995CrJQLIVWlUAw4Y5U63uvHCYo0n8GezMoOpdwGjnxR0UfQxMc8ck3wqYk7_-u2WWp4gvskUOebJSX7SXUdl9GOOnQn28OpnEsEzyd0/s1600-h/P1020838.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234128666046155554" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyjzezfhU7Khw0ODY3Q_a73b298H3ezC_eYCg995CrJQLIVWlUAw4Y5U63uvHCYo0n8GezMoOpdwGjnxR0UfQxMc8ck3wqYk7_-u2WWp4gvskUOebJSX7SXUdl9GOOnQn28OpnEsEzyd0/s200/P1020838.JPG" border="0" /></a><br />No sé qué contará (los demás viajeros ríen, y una señora me hace un gesto como diciendo "no le haga mucho caso; está sólo de coña...") aunque intuyo que está pitorreándose por si hago ademán de pagar por mi mochila... Cada vez que pronuncia la palabra 'mzungu', yo miro, sonriente también, al resto del 'pasaje', como diciéndoles "ya sé que el muchacho está pretendiendo divertirse a mi costa...". </div><div><br /><strong>Bagamoyo</strong> me sorprende nada más llegar. Su espléndida y kilométrica playa es de un atractivo mucho mayor del que yo esperaba. Parece un lugar aún bastante virgen, aunque ya van proliferando diversas instalaciones para alojamiento de turistas. No tardo en comprender que soy un privilegiado estando hoy en este lugar; dentro de pocos años tiene pinta esto de degenerar en una especie de parque temático para 'mzungus'.</div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN-0keAiPfNLzwsBQfpw-GKZSnOk7tHYmBB8staZqA4zxxRBM2Ezwh_DVo2yOKTpyCD2_X2v7-s4GiUcN-DdpeoKHpQTOrWEeYmCxN3PPeWWZsH0gk3Kx_Dt6hvG718ghN2ivlHB2wWTk/s1600-h/P1030001.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234133589211092370" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN-0keAiPfNLzwsBQfpw-GKZSnOk7tHYmBB8staZqA4zxxRBM2Ezwh_DVo2yOKTpyCD2_X2v7-s4GiUcN-DdpeoKHpQTOrWEeYmCxN3PPeWWZsH0gk3Kx_Dt6hvG718ghN2ivlHB2wWTk/s320/P1030001.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div>De entre éstos, encuentro sólo a Stefan, un estudiante de medicina sueco que ha ido dos meses a Tanzania a realizar prácticas en un humilde centro sanitario de la zona. Un tipo majo, que empieza preguntándome si sé dónde está su país. "Sí, hijo, sí; y también Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, hombre...". El tipo chapurrea ya bastante swahili (imprescindible para tratar con muchos pacientes en las consultas; ciertamente, me ha sorprendido la escasa proporción de población tanzana que puede comunicarse en inglés), y se le ve encantado y tratando de apurar al máximo ésta su primera experiencia en el continente negro.<br />Lo que también ha sucedido, cuando me he apeado en la estación de Bagamoyo, es que inmediatamente he sido informado –por los taxistas de la estación y conductores de las mini-furgonetas de pasajeros- de que el acceso al Parque Saadani, el que pretendía visitar allí, está igualmente complicadísimo (o directamente imposible), en estas todavía fechas de abril. Pues nada –me digo- aquí me quedo, que por lo que he podido divisar en el primer contacto, este lugar parece que reúne suficiente atractivo. </div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK63M9WoQabMzKrrIb1zl8VdsuYTO_bed8iad1lugrhpK5fCd-YAxh-_37xEpzmJFR6nHNCcRa-44QfKFTIabyI3ocrYB8nYk9NPHOxQf8tghYxNao9Jj2lhWyFf4_H6JdAeKe7vlfum4/s1600-h/P1020898.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234129515455659730" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK63M9WoQabMzKrrIb1zl8VdsuYTO_bed8iad1lugrhpK5fCd-YAxh-_37xEpzmJFR6nHNCcRa-44QfKFTIabyI3ocrYB8nYk9NPHOxQf8tghYxNao9Jj2lhWyFf4_H6JdAeKe7vlfum4/s200/P1020898.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br />Bagamoyo cuenta igualmente con abundantes restos (...e igualmente, en estado de claro abandono) del pasado swahili y su civilización.</div><div></div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsjMlIUMWd2evld1AHHhstoAHsA7MPIEUHoumBoZsCxcD_O0znjhA1gSgvDYhNehCIkq4WQpbOEfJofWifAEgEA7YbunkOee0qqHo2YsXYXVKCzOJoEfuvZFguE9KRh0ZD1YE1qk9Yo3I/s1600-h/P1020882.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234130274128682722" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsjMlIUMWd2evld1AHHhstoAHsA7MPIEUHoumBoZsCxcD_O0znjhA1gSgvDYhNehCIkq4WQpbOEfJofWifAEgEA7YbunkOee0qqHo2YsXYXVKCzOJoEfuvZFguE9KRh0ZD1YE1qk9Yo3I/s200/P1020882.JPG" border="0" /></a></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpVXAbr2bkgoAJ5Ey3nu5x92BHhgTv8jwifmMjBYqchZN9kdF-j3pJAuTyF8xxpmj2GH-daTpA_GwkDzjo7ztcIginSv3CbTa22Ez1DqwosMuC_cNu-gCWl1pU28-HTD4bDaC8rHHnwAk/s1600-h/P1020880.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234130642073408962" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpVXAbr2bkgoAJ5Ey3nu5x92BHhgTv8jwifmMjBYqchZN9kdF-j3pJAuTyF8xxpmj2GH-daTpA_GwkDzjo7ztcIginSv3CbTa22Ez1DqwosMuC_cNu-gCWl1pU28-HTD4bDaC8rHHnwAk/s200/P1020880.JPG" border="0" /></a></div><br /><br /><br /><br /><br /><div></div><br /><br /><br /><div></div><br /><div>Pero lo más llamativo sin duda lo conforman las escenas de la vida de los pescadores que cada tarde tienen lugar en un sector de la playa. Cuando las pequeñas embarcaciones llegan con las capturas marítimas, decenas de pescadores y compradores se dan cita y se aglomeran en la arena. Ahí, los primeros esparcen las piezas capturadas (...montones de especímenes marinos, peces inverosímiles del Indico, mantas-rayas, pequeños peces-espada), seleccionan lo que va a ser viable para el inmediato mercado, y comienza ahí mismo una improvisada lonja con la consiguiente algarabía que inevitablemente conlleva...<br />Y en medio de todo ese guirigay, el 'mzungu' aprovecha para disparar su cámara con el máximo disimulo posible... no siempre logrado, claro está… Después, en las destartaladas instalaciones creadas al lado de la misma playa, que conforman el humilde mercadillo de pescado recién capturado, es todo un lujo comprar para el almuerzo varias piezas recién cocinadas ahí mismo; ¡y lo buenas que saben..! </div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkMqbbrmB83SL7X8ehUprqDWUPrLVuhzDT6wd3biG-l-fxXvrOCVZdeWqgVNrF11VGEYfw7_3euLazsJfmcZeBVqeoOzSBcd8AoY3x0WXHq_GU7G8SLYBCrZmyWKc7sa8kmAPSQzzdejY/s1600-h/P1020888.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234131410562397202" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkMqbbrmB83SL7X8ehUprqDWUPrLVuhzDT6wd3biG-l-fxXvrOCVZdeWqgVNrF11VGEYfw7_3euLazsJfmcZeBVqeoOzSBcd8AoY3x0WXHq_GU7G8SLYBCrZmyWKc7sa8kmAPSQzzdejY/s200/P1020888.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjda7DtaXHOEVk5QO5eB7GxOAoIz26_SnCPyMb57XOIvxxGh0itDmpWDpBWjt3d3WjBkgGGFtf3m-4vWjhGOoT-j9aPVCoKHzomY1to1_thuShXTypFEq4CTNEQw3HeSZghpjbyMOmQsVY/s1600-h/P1020887.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234131925070720962" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjda7DtaXHOEVk5QO5eB7GxOAoIz26_SnCPyMb57XOIvxxGh0itDmpWDpBWjt3d3WjBkgGGFtf3m-4vWjhGOoT-j9aPVCoKHzomY1to1_thuShXTypFEq4CTNEQw3HeSZghpjbyMOmQsVY/s200/P1020887.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div>Me toca ya despedirme de Africa, una vez más. Y de nuevo, con toda seguridad, va a tratarse sólo de un ‘hasta luego’. Y puede que incluso de un ‘hasta pronto’, si por fin, incluso más avanzado este mismo año, mis hermanitos y alguno de mis primos se deciden a aventurarse de una vez por todas, acompañarme, y estrenarse ellos en este continente, según llevan tiempo proclamando que desean… ¡pero sin acabar de concretar nunca, joer..! Estaría bien regresar por aquí en unos meses y ya sí, en plena estación seca, abordar estas imponentes reservas paisajístico-faunísticas del sur tanzano (incluso alguna del norte; aquí es factible moverse sin dificultad). Veremos…<br />De cualquier modo, y como en su día dijo el escritor nortemericano John Dos Passos, “viajar, como todas las drogas, requiere un aumento constante de las dosis”. (“…Y ni te cuento –añado yo- si se trata de abordar alguno de tus rincones favoritos de este siempre sorprendente planeta…”).<br /></div><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234132804192607154" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVOwQ9O7Gn9hF_VQxDuGgpEfO0wdfeLLwIZpDVW3iKjtYhmqA-vwsD5SSybocp-EjdNSJNEmfq_XWhcQSR1qg6-NnZ1M-U4W3wUX-j4LZL19p1U3aVz8aDAu76jQjJZ6ztGnItF6WIlCs/s320/P1020909.JPG" border="0" /> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQRsXoaoO7AynEwtU6qukOj45ajT8eN1oqlTcd05WJs5KW7pqyzqhT0-UPjCLck6Lm9a1E66fZV3YQsygI4P__qsD8x50ilAx3dd6OaZI0fWDd4_gcbD5dHj0N4kIiE0GvmNin3TIEFRs/s1600-h/Ugnda...for+you+1.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234134964781271954" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQRsXoaoO7AynEwtU6qukOj45ajT8eN1oqlTcd05WJs5KW7pqyzqhT0-UPjCLck6Lm9a1E66fZV3YQsygI4P__qsD8x50ilAx3dd6OaZI0fWDd4_gcbD5dHj0N4kIiE0GvmNin3TIEFRs/s200/Ugnda...for+you+1.JPG" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxPMCIdR7E1aXFv9ZCKhEgHevaw85jUFs1R1ot0DdX8mgcs7S9hY7RfeKeCKXaSn8Pq2VMco30L44eZYOWfnqiWlGUYGTxtIPTil70dbBDaNX1ZhpT4QsqWbm7HxD5pVm4rXGy00voSmI/s1600-h/P1020863.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234135358109796946" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxPMCIdR7E1aXFv9ZCKhEgHevaw85jUFs1R1ot0DdX8mgcs7S9hY7RfeKeCKXaSn8Pq2VMco30L44eZYOWfnqiWlGUYGTxtIPTil70dbBDaNX1ZhpT4QsqWbm7HxD5pVm4rXGy00voSmI/s200/P1020863.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqwgDjrVtIv7CBaMkK-e69O0H5mDwzK5SHQLgTL7ghVgFRVC8THocG9TU4S2PYiYLtEULPKvfm5c_GpX_Kuipf33mo4CO5EwLHnrE2pvt4FH_agJeFPb-ZBLm8AJs1gsKJBZZOMd8lrao/s1600-h/P1020826.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234136691943758082" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqwgDjrVtIv7CBaMkK-e69O0H5mDwzK5SHQLgTL7ghVgFRVC8THocG9TU4S2PYiYLtEULPKvfm5c_GpX_Kuipf33mo4CO5EwLHnrE2pvt4FH_agJeFPb-ZBLm8AJs1gsKJBZZOMd8lrao/s200/P1020826.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDLlKSCCLjaYd2X8oo2FCnGbnVsiaYtALdRHiiBcovfVO5YxuVRrKKUJ2B_7NYePRXABD9rIJIwKxl8pKbxXl0MT4tZktYLI-E2fHZAp16OeEyiOyOVmJ87IA09tB6-PYWkLl7Ei_d_tg/s1600-h/P1020255.JPG"></a></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#339999;"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqKQIzcxqbjjpFX9ZiCAO_j7-PvHoKWW6wPUjLCFm8s82NK0vN-hm81CkKDY8xopuVZqzNbfb7hQcG8oxfGblRXKg-GM7YnkgtfCY_05fwzCCvotiqwx1XXCJ1bX9pXdcv8prsUq4rET4/s1600-h/P1020255.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232102186620839250" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqKQIzcxqbjjpFX9ZiCAO_j7-PvHoKWW6wPUjLCFm8s82NK0vN-hm81CkKDY8xopuVZqzNbfb7hQcG8oxfGblRXKg-GM7YnkgtfCY_05fwzCCvotiqwx1XXCJ1bX9pXdcv8prsUq4rET4/s200/P1020255.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /></div><br /><div><br /><br /></div><div>Y mañana salto a Europa (…No sé; me temo que voy a cambiar liebre por gato, sin que nadie me inste a ello…).</div><div></div><div>Ya contaré…</span> </div><br /><div><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dz2QsSHl4Vi16ksXsrcsZS-xzUj6WlqoV75a53RUni63SxdF9MQ_UnWnQQHCxHTQwG4Nqy-4IEcTkbKD4Y-1w' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><div></div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5234138325946259394" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLlXrXepBO-CmE6DWgHijtSr9AhbAreu38fVShhW3Yp8XvJTgSJAiLEt6z6dJlGQNDykojLnAkDNNQE_f-5CCJ3EYhrg8C4GdagZDg67j0fYledSzAR_pGkEiVty84-YZllFZ_7kXnfSU/s400/P1020842.JPG" border="0" /> </div><br /><div></div><br /><div><br /><br /></div><br /><div><span style="color:#999900;"><em>* ANEXO: </em>(Viaje "Memorias de Africa" ; Octubre 2.008)</span></div><br /><div><br /><span style="color:#999900;"><span style="color:#663333;"><em>'EN EL MAGICO CONTINENTE</em>' (<span style="font-size:85%;">"<em>SINCRONIA VESICAL AL SOL</em>"</span></span><span style="font-size:100%;"><span style="color:#663333;">)<br /></span><br /><br /><span style="color:#993300;">El Sol de Africa no es cualquier sol. Se insinúa al comienzo, trepa sigiloso desde el horizonte, y en cuestión de minutos ya saluda ufano, arde rotundo. Decide presidir.<br />Los Vejigas Sincronizadas sonreímos, y la magia de Africa se reivindica aprestándose a regalarnos otra jornada singular.<br />Baobabs orgullosos trazan la senda en Tarangire, donde el rey paquidermo exhibe poderío indiscutible; segura insolencia tras el resplandeciente marfil.<br />La alada marea rosa perfila la silueta en Manyara y Eyasi, sendos espejos inmutables al grito de ¡<em>Ramaaa</em>…! procedente del sonoro y rodante invasor. </span></span></span></div><br /><div><span style="color:#999900;"><span style="font-size:100%;"><span style="color:#993300;"><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5284910232421874130" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 156px; CURSOR: hand; HEIGHT: 103px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioZpd9OO1qw96K4jhF7vD2V57dq7AF19Nm8zDBfe9owt9pIizwljAyWg_lNPrsDBqPUXEjRssFmnGdhuQLQBWIxBoj11uHTMxxno1QLkLqbWyX4JYUjhDRZBZpk7vOVVNeTjV1qrrO99E/s400/Tarangire" border="0" /><br />Remotos Datoga y bravos Hadzabe velan armas y suman alardes al acecho del … escurridizo roedor. Los Vejigas alientan en la zaga tras tensar el arco de una lucha desigual.<br />Serengeti cautiva las pupilas, no da tregua a sentidos y alma de quienes profanamos su recóndito reino. Seis jirafas ofrecen su asombroso galopar; otras tres, ajenas, ramonean y amblan sin mirar. Se saben las amas de las alturas en la majestuosa llanura sin fin.<br />Carismáticas acacias de postal y sempiternos <em>kopjes</em> arrebatan la presencia del sigiloso felino, ese leopardo inédito y misterioso. Pero los Vejigas Sincronizadas sonreímos, aunque al poco, la carcajada siniestra de la hiena rompe la noche en que la Luna resplandece sobre tan acogedor <em>tented camp</em>. La Mafia y el Pueblo acatan la implacable letanía de la sabana, esa bendita sabana en penumbra.<br />Ngoro Ngoro: nuevo tremular de sensaciones en las catacumbas de la milenaria caldera. Masais en comercial acecho dan paso al gobierno colosal del monarca león. Nadie -…sin ruedas ni motor- se apresta a usurpar su lugar bajo el Sol.<br />Don Rinoceronte Negro es esquivo; sólo saluda en lontananza, ha sabido preservar su timidez. “Sed más hábiles a la próxima, Vejigas; y me retrataréis en proximidad…”.<br />Pero los Vejigas Sincronizadas sonreímos, también ante las huestes de las hippo-pool bramando su competencia de colmillos devastadores.<br />Otra puesta solar enmarca el abismo de Usambara, precedida por la cumbre nevada de ese Kilimanjaro arrogante, inquisidor, casi fantástico.<br />La costa swahili da su bienvenida en el trasfondo de su azul radiante, prometedor de nuevas tribulaciones de incierto devenir.<br />Atrás danzaban vivaces las Thompson y las Grant, y las rayadas cebras, o porfiaban simio y milano al saqueo de mzungas viandas. Ceden ahora su testigo, y un grupo de mujeres porta en sus cabezas madera y enseres con resignada abnegación. Hombres apostados observan ociosos la estela de nuestro verde circo rodante, y miríadas de niños corretean tras él, brazo en alto y blanca sonrisa como estandartes de su aún inocente exhaltación.<br />La Isla de las Especias huele a jenjibre, a cardamomo y sal. Y la ‘seguridad máxima’ sobre el agua hace aguas inesperadas: surreal balance de pie quebrado y jornada usurpada bajo el ardiente sol. Los Vejigas Sincronizadas no saben si reír el sarcasmo o llorar la indignación.<br />Ultimo ocaso africano. El Sol de Africa no es cualquier sol. Los Vejigas Sincronizadas lo sabemos; le rendimos tributo de retrato y fascinación. </span></span></span></div><span style="color:#999900;"><span style="font-size:100%;"><span style="color:#993300;"></span></span></span></div><span style="color:#999900;"><span style="font-size:100%;"><span style="color:#993300;"></span></span></span></div><span style="color:#999900;"><span style="font-size:100%;"><span style="color:#993300;"></span></span></span></div><br /><br /><br /><div><span style="color:#999900;"><span style="font-size:100%;"><span style="color:#993300;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5284910725859329762" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 144px; CURSOR: hand; HEIGHT: 96px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO4g3NBc5k_0TNaxlDPbSqZCA7nHYUmmXpyMIsB29OQ1WDyTref6Vyfb2Rj9ewVF4GMNGuzK0CuqN8IFTZDBCnn0jGgJCq1snFJ5CqXHNVpvWMXcozpzGj5uCmFyTJPKV2ITI63EJ0XTo/s400/Grupo+Kananga.JPG" border="0" /><br /><br /><div>Los Vejigas Sincronizadas intentan sonreír también al partir. El Mágico Continente espera ya, seguro y confiado en haberles inyectado su veneno implacable, envolvente, embaucador.</div><br /><div>Y así, ellos ya sueñan en regresar de nuevo a El. Y a ese su Sol inigualable y eterno…</span></span></span><br /><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5284911067235928834" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 144px; CURSOR: hand; HEIGHT: 96px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM_o-oeNLobsMf2wwS3e4Gwa-AmghGokRJUmZLrfHAu-5AcXkx3GcUl9e5sHcpYsv3LqyMErNUkYWXG-9N2ASjXGKVGQV9y1ZVrRPbQ5PnShETBlqRHr_FeuagCz9cHUc_gJwvxD3tp-U/s400/Sol+de+Afr" border="0" /> </div><br /><div></div><br /><div><em><span style="font-size:85%;color:#996633;">(Para los Vejigas Sincronizadas. ¡Nos vemos!)</span></em><br /><br /><div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5284920968173843922" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgV9r8V_5M1iGHsE27mcD8yqDFN6KA1m8mQXVNuEgbdN69GwhEB-fSUhreCiccJ7AuliGpuBZnB8rKlWilB9Hr2teVKN9wAtgZ3PpZ8XVic_mHJtttEb5Z4D0PLqjD2hq2zSYSzt0MUNg/s320/P1030696.JPG" border="0" /></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-69046308611687277282008-08-08T11:14:00.006+02:002008-08-13T23:21:17.668+02:0012. Picaresca estambuliana<strong><span style="color:#cc6600;"><em>30 <span style="font-size:85%;">de</span> Abril</em></span></strong><br /><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbqO7Qj3J7dokwtDYtuu8vo-Cy3vAOsGNzAfGUW6J-psJ5abJs9VvzOwG1GgvnFWcIYc9fJv6TvKypHLhGYRePziQx9JGpcYe0eWsIGqpgoLFNZx1Z9XtzMmWtStVR9lxoLegSbgP0ueY/s1600-h/P1030044.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232073818295103202" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbqO7Qj3J7dokwtDYtuu8vo-Cy3vAOsGNzAfGUW6J-psJ5abJs9VvzOwG1GgvnFWcIYc9fJv6TvKypHLhGYRePziQx9JGpcYe0eWsIGqpgoLFNZx1Z9XtzMmWtStVR9lxoLegSbgP0ueY/s320/P1030044.JPG" border="0" /></a><br /><div><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">Comienzo este capítulo turco por su final cronológico, que se va a corresponder con el del anecdotario 'seleccionado' tras mi paso por Estambul, esta histórica y carismática urbe.<br />Trátase de la "cosa" de la fina picaresca de los <span style="color:#339999;">limpia-zapatos ambulantes</span>, en zonas como el "paseo marítimo" del Cuerno de Oro.<br />Es mi última tarde por allí, y en un momento dado, me cruzo en un punto concreto con uno de ellos, que va caminando en sentido opuesto al mío. El payo, hábilmente, deja caer al suelo uno de sus cepillos para el calzado, "como si fuera un accidente", sin que yo le vea y calculando el impacto del "mango" contra el asfalto (que para eso hará bastante más ruido que las "cerdas' -con perdón..).<br />El amable "pringao", esto es, servidor, gira "como un solo hombre" al oir el golpe seco -casi junto a sus pies- de la madera contra los adoquines, y, al percatarse de que el humilde lustrador no se “ha dado cuenta" del percance (pues sigue su camino, inmutable, en sentido opuesto) le espeta algo así como "¡eh! tenga, que se le ha caido esto...!", alcanzándole en la mano el susodicho instrumental.<br />-..Oh, gentelman..., very gentelman, you..! Italien? Fransé? Spaniul..?<br />- 'Espaniul, espaniul'...<br />- Ah, spaniul...! "Hola-que-tal-cumu-estááá...”, je,je,je,je.<br />Y en medio segundo desembucha en el suelo el 'pedestal' y los betunes, haciéndome gestos inequívocos, acompañados de resplandeciente sonrisa, de que me va a agradecer el detallito: limpieza gratis "de los bajos" (aquí somos buenos todos, hoy...).<br />-"<em>Tesekkur ederim</em>" <span style="color:#660000;">(*)</span>, don't worry, is Ok" ; le digo mostrándole mis zapatillas acordonadas color 'pseudo-pistacho’ (y ciertamente lustrosas, pues esa misma mañana les pasé una friega de papel higiénico humedecido con agua y pastilla de jabón del hostal 'Consta’) <span style="color:#660000;">(*)</span> '<em>gracias</em>', en turco.<br />Y el colega que no ceja en su empeño y palmea el pedestal con ambas manos, ya arrodillado y arremangado, sin dejar de blandir su sonrisa-profidén, y mostrándome un potingue con que pretender hacerme interpretar "esto es <em>kunosayorum</em> <span style="color:#000099;">(*)</span> para ese color..". <span style="color:#000099;">(*)</span> '<em>Cojonudo</em>', en turco.<br />"Pues hala, no le haremos el feo, al hombre..". Y tracatrá-tracatrá. Mientras advierto cómo me va dejando las alpargas hechas una desgracia, el ínclito lustrador comienza también a tornar su sonrisa en una especie de 'puchero' bien ensayado, al empezar a narrarme medio en 'spanyul', medio in english, pero sobre todo a través de la gestícula, la historia de su hijo menor (me muestra una foto), hospitalizado por un problema serio en sus extremidades inferiores. El tío recurre a la mímica y pasa y retira sus manos extendidas por debajo de sus rodillas, como imitando el movimiento de una sierra mecánica; ("Jobar, ¿le tienen que cortar los pies al muchacho..?”), consigue que yo atine a pensar. Aunque estoy "invitado” por mi "buena acción del día", está clarito que algo habrá que desembucharle, al hombre. Cuando termina (no quiero ni mirarme el calzado...) le tiendo dos monedas de una lira turca cada una (un euro, en total). El 'oficiero', que diríase licenciado del Actor's Studio, se marca en el acto una mueca de cierta decepción como expresando "...hombreeee, que esto es poquito…". El 'ocasional pringao' sigue ablandado y rebusca en su bolsillo su última lira turca de metal. El hombre exclama, con gesto blandengue: “billeto, billeto…”, y con sonrisa súbita se señala un bolsillo: “tenho cambio, cambio…”<br />- ¡Bueno, pero está bien así, ¿no?, que yo no se lo pedí y Vd. me…<br />- Ok, ok, ok; <em>amico</em>, <em>amico</em>; <em>grazzia</em>…-y sonriente me tiende su mano en muestra de conformidad. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirOV01UWbwg6rouAN9WwHok7RCnGJgQEXKO_yQRKhDekvLGDJQFbIz5-ib5z2oDrBIeF8dsuA84ktJN3wdn4DQCnXjwUnlti_S2r93rtn6NDN70ssHyIHkW7vvSv5a40JBZ_thD18etPc/s1600-h/P1030011.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232074506553993682" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirOV01UWbwg6rouAN9WwHok7RCnGJgQEXKO_yQRKhDekvLGDJQFbIz5-ib5z2oDrBIeF8dsuA84ktJN3wdn4DQCnXjwUnlti_S2r93rtn6NDN70ssHyIHkW7vvSv5a40JBZ_thD18etPc/s320/P1030011.JPG" border="0" /></a><br /><br /></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;">Pocos minutos después, continuando mi camino, empiezo a caer en la cuenta de que, efectivamente, el colega ha podido “venderme bien la moto” desde el primer momento, soltando a propósito y hábilmente el cepillo de su kit zapateril al suelo para dar comienzo a todo el proceso y pantomima.<br />Sumido en tales elucubraciones, y por puro afán más que nada (pues la peripecia en cuestión no va más allá de una picante anécdota), otro limpiabotas se cruza conmigo de nuevo en esos momentos. Y, ¡oh, casualidad!, su <em>tecnológico</em> artefacto para lustrar calzado también “resbala” de sus torpes manos e impacta sonoramente contra el tibio asfalto estambuliano. En esos instantes, efectivamente, no cabe ya la menor duda de que estos tipos están hechos unos "ases del balón”… Esta vez me giro, y el ‘interfecto’, que aún camina inmutable y “ajeno” por completo al “incidente”, tras un metro y medio más de recorrido, y al advertir que el ocasional candidato a <em>pringao</em> “tampoco” ha parecido escuchar el impacto de turno, se gira al fin con expresión cautelosa y me halla ahí, señalándole con el índice las coordenadas del triste cepillo en el suelo, mientras le espeto algo así como “¡qué..!, aquí todos tenéis manitas de mantequilla, hoy, ¿eh..?… ¿O ahora se trataba de que tú solucionaras –por más <em>bilheto</em>, <em>bilheto</em>- la brillante faena que me ha hecho en los bajos tu compadre hace un minuto…?”</span> </div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-45771204013041656042008-08-08T10:16:00.022+02:002009-07-02T18:22:53.983+02:0013. Estambul: cuando éramos bizantinos<strong><em><span style="color:#00cccc;">1 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGiL6PABMa_X_8IwA3FBb_n9jhIk1jyokciZTG89Uu8S2VMa4QBRmPKXEZBYDrBQXO8zVQco0Fi5KjE9iQp6VUKmvA1ZnsHXEdXiqng8vDkY7kYLWHioTy5T1jg7VZ-xOygGCafyobEtc/s1600-h/P1030016.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232061212446439890" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGiL6PABMa_X_8IwA3FBb_n9jhIk1jyokciZTG89Uu8S2VMa4QBRmPKXEZBYDrBQXO8zVQco0Fi5KjE9iQp6VUKmvA1ZnsHXEdXiqng8vDkY7kYLWHioTy5T1jg7VZ-xOygGCafyobEtc/s400/P1030016.JPG" border="0" /></a><br /><div><br /><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Se me abre la puerta del Viejo Continente, tras, eso sí, pagar un visado de entrada en el aeropuerto Kemal Atattürk que pensé no se nos cobraba a los europeos. No es muy caro, de todos modos: 10 euros ó 15 dólares USA. Y se me abre tal puerta, también, dejando otear, como si de un recuerdo de lo que ya pasó más atrás en este viaje se tratara, un rincón de Asia al otro lado del estrecho del Bósforo…<br />Veinticuatro horas antes, el debut europeo tuvo un fugaz preámbulo en Londres: me escapé tres horas por el centro de la capital británica, durante la conexión aérea entre Tanzania y Estambul. Y, bueno, la cosa es que pasar, en apenas un día, de las escenas de pescadores en la costa swahili de Bagamoyo y las sonrisas blancas en jetas negras, a los diez grados o así de las Casas del Parlamento, y al amigo Nelson en Trafalgar Square, pues, en fin…<br />A mi llegada a Londres, había preguntado en la ventanilla de información hotelera acerca de posibles alojamientos cercanos al aeropuerto: los precios que, impertérrito, me anuncia el circunspecto funcionario son de los que levantan el flequillo a la estatua de Pedro I el Cruel… Así que no hay duda: volveré a Heathrow a pasar la noche en el mismo aeropuerto; además, mi vuelo de la mañana siguiente hacia Turquía exige estar en el mostrador de facturación bastante tempranito.</span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Así que una vez de regreso allí, y tras deambular varios minutos tratando de hallar algún rincón propicio para abandonarme a unas cuantas horas de sueño reparador, doy finalmente con lo que buscaba en un discreto rincón enfrente de la zona de embarque <em>bussines</em> de British Airways, al otro lado de una especie de biombo que oculta un reluciente sofá como de skay, o similar. “Ferpecto; ahí me voy a marcar una clapada que no se la salta un dragón de Komodo, Quasimodo…”, pienso medio relamiéndome, pues no contaba con hallar una <em>suite</em> de tamaño atractivo y presunta comodidad.</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Y así fue: dejar el calzado debajo del sofá y colocarme la mochila pequeña a modo de almohada fue todo uno. (La mochila principal la dejé al llegar en facturación, tras un ‘sablazo’ endemoniado, lo mismo –lo del ‘sablazo’- que al adquirir un billete de metro ida/vuelta al centro de la ciudad..).<br />Y ya no desperté hasta aproximadamente las seis de la mañana, cuando, a la llegada de los primeros empleados del turno matutino, un par de (eso sí) amables empleadas de facturación de British me zarandearon unos segundos para preguntarme si era poseedor de un billete <em>bussines</em> de la compañía… Fueron siete horas de sueño ininterrumpido (hasta ese momento, pero bastó y sobró), y además, gratuito. Si se lo imagina la tarde-noche anterior el mendas aquél que me informaba de los hoteles cercanos a Heathrow por 189 libras esterlinas la noche, el muy majadero… (je; lo digo como si él tuviera la culpa…).<br />Bueno, pues a la mañana siguiente, y con un retraso de casi dos horas que <em>ni Blas</em> nos explica a qué se debe, salimos por fin rumbo a Estambul.</span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;">Caos a la llegada, ya por la tarde, pues casi todo el mundo se hace un lío con lo del visado ése que hay que ir a pagar a otra ventanilla antes de proceder al control de pasaportes. Y se trataba de una buena muchedumbre, sí, la que abarrotábamos a esas horas el aeropuerto, procedentes de Londres y otros puntos..<br />Bueno, pues me dispongo a estrenarme en esta famosa ciudad por la que nunca antes deambulé. A ver si hallamos correspondencia entre “el ruido y las nueces”, a ver si se extrapolan a la realidad las espectativas que se suele atribuir a este histórico crisol de culturas, la antigua Constantinopla de dominio otomano y anterior capital del imperio romano de oriente; el antiguo emplazamiento de Bizancio… A ver, a ver…<br />Desde las ventanillas del bus que nos transporta desde el Kemal Atattürk hacia el centro de la ciudad, me llama la atención la ingente cantidad de hoteles, de aspecto más bien humilde (aparte de los lujosos, que también ‘comparecen’) que observo por casi todos los barrios que vamos atravesando. El bus realiza una única parada (…”tiene gónadas, el tema”, pienso), de modo que decido alojarme por esa zona en la que todo el pasaje debemos descender, <span style="color:#cc0000;">Beyoglu-Besiktas</span>, en la parte europea, y al otro lado del <span style="color:#990000;">Cuerno de Oro</span> (esa especie de bahía ‘afluente’ del estrecho del Bósforo) con respecto a la zona que alberga todo el “monumenteo” famoso de la ciudad. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiESJKQYJ-rAx9YLRJ-gdqeahOj7SSvBWPME_ud8QsRkPEm_ddXtUe9vuqa5kq3_1ijeDIUPA8myQIiFZPhEeSxVXEOeLlUbd_W7vkC3ZEwItE192RVYhhBOYV4C5JIi0fe28LnirzPovc/s1600-h/P1030010.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232061449422568306" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiESJKQYJ-rAx9YLRJ-gdqeahOj7SSvBWPME_ud8QsRkPEm_ddXtUe9vuqa5kq3_1ijeDIUPA8myQIiFZPhEeSxVXEOeLlUbd_W7vkC3ZEwItE192RVYhhBOYV4C5JIi0fe28LnirzPovc/s200/P1030010.JPG" border="0" /></a></span></div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"></span></div><br /><br /><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"><div>Mil hotelillos por ahí; a la segunda intentona digo “sí, quiero”: hotel ‘Consta’, unos 12,50 euros por una habitación bastante digna, y con el baño dentro. Me parece un pastón, tras lo “mal acotumbrado” que vengo después de pagar auténticas ridiculeces por las pernoctas en la mayoría de los países que he recorrido en los meses precedentes. (Sólo Mozambique fue más carillo de lo que esperaba, y en Hong Kong era de esperar). Pero también es cierto que aquí, en Estambul, me planteaba previamente precios incluso más altos por la ‘dormida’.<br />Y nada, desde el día siguiente (pues hoy he llegado ya muy avanzada la tarde) me lanzo a por lo clásico de esta mítica urbe, temiendo quizás agarrar cierto “complejo de turista” estos días, que no es precisamente la filosofía de esta peripecia viajera de varios meses que ya empieza a afrontar la definitiva de sus etapas…<br />Así que, sin grandes detalles (imagino que muchos de vosotros ya habéis ‘desfilado’ por esta plaza, además), ahí ‘deposito’ la retahíla de coordenadas por las que pudo vérseme la cabellera estas jornadas (…la cual, por cierto, anda ya más profusa y nutrida que la que “lucía” por Nicaragua, allá por los finales de enero):<br /><br />1) <span style="color:#009900;">TORRE GÁLATA</span> – Levantada hace seis siglos y medio. De 62 m. de altura, es uno de los principales miradores de la ciudad europea. Fue renovada hace pocos años. En lo alto tiene una galería que hace las veces de mirador.<br /></div><div></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9lQDwCCEzJ-gWGdcmIBN6MJf_YEJ5Qc9uGtAMlyAAoh_IKpLZLI3QvAUhY6uTlhRzMeDsVN50Xof9czmtPSSNKmwXZC3stjwXVYOLhN_jBgvFNux8BlujWTrcQpbBFds-mlH-zU71r5c/s1600-h/P1030014.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232062210274720210" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9lQDwCCEzJ-gWGdcmIBN6MJf_YEJ5Qc9uGtAMlyAAoh_IKpLZLI3QvAUhY6uTlhRzMeDsVN50Xof9czmtPSSNKmwXZC3stjwXVYOLhN_jBgvFNux8BlujWTrcQpbBFds-mlH-zU71r5c/s200/P1030014.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOskOuT_GCo0QGARc1T_cNxe-oxxIuCk750RCbnl76_rAKy2QwC8d7O3361JW8piSxhv7Ag-LCldtBRxkf3PgIHw7QQ0wj-RBl1BBPTYowBA0CaaE-l0cq7xykvR07DDXvDJQCXrOftbk/s1600-h/P1030033.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232061958089604082" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOskOuT_GCo0QGARc1T_cNxe-oxxIuCk750RCbnl76_rAKy2QwC8d7O3361JW8piSxhv7Ag-LCldtBRxkf3PgIHw7QQ0wj-RBl1BBPTYowBA0CaaE-l0cq7xykvR07DDXvDJQCXrOftbk/s200/P1030033.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div></div><div>2) <span style="color:#009900;">MEZQUITA DE SOLIMÁN</span> – Del siglo XVI; construída en honor del famoso sultán Solimán el Magnífico. Es una de las más imponentes de la ciudad; vista desde la Torre Gálata, su perfil domina la silueta de la ciudad. La visión de su conjunto de cúpulas sobrecoge tanto desde dentro como desde el exterior. Junto al edificio principal de la mezquita se hallan los mausoleos de Solimán y su mujer principal, ‘Roxelana’, quien también tuvo gran influencia en los asuntos de estado. </div><div><br /></div><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232062684888728754" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3S08JTRl-4Cj1GQZN2LH0CJkoHWr1brdbPGa31Ge8JHvAIbgeQJx312_mOAjYxpBHsKmZbmDWDLKZ8OBFyFJAero9p7t6hyO-FpsNTaCtakD13YkAo_7Q39Ob_C0A-Eb7grG0qbvzcDo/s200/P1030019.JPG" border="0" /><br /><div><br />3) <span style="color:#009900;">MEZQUITA AZUL</span> – La otra gran mezquita de la ciudad, tan impresionante como la anterior. Erigida en el siglo XVII, “empató” en su momento con la mezquita de La Meca en cuanto a número de alminares: seis. Por esta razón hubo de construirse uno más en ésta última, para subsanar tal ‘sacrilegio’. El interior de la Azul destaca por su conjunto de azulejos, alfombrado rojo y lámparas colgantes.<br /></div><div></div><div><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwKNCRWQDQT7zLUdKaD0DK5eGkRr3Ju_-d3_dyui9WzeCErvQsJm-SX87yXGJx8E7479C8Fa2rXmdMh2jt5Bw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><div></div><div><br />4) <span style="color:#009900;">HAGIA SOFIA</span> – La iglesia de la “Santa Sabiduría”. Principal emblema de la ciudad. Lleva casi 1.500 años de pie, dominando el casco antiguo de Estambul. Fue la mayor iglesia de la cristiandad, con posteriores retoques de corte bizantino, hasta que tras la toma de Constantinopla por los otomanos (s. XV) pasó a convertirse en la mezquita del sultán Mehmet II. Desde 1.935 es un museo. Sus cuatro imponentes alminares (recuerdan a misiles soviéticos o proyectiles espaciales,a primera vista) y su mampostería rojiza le otorgan una majestuosidad deslumbrante.<br /></div><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232066448892210482" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikTgbtMX45LBVwnuImhDDmXq4O2ANhLjb05DcgNij0Ykn2R6Wg2ovUgc2c7kK3jhhjj01Xtup0uqbPdWhmU6veNPqEMzaX_7hzUuYv-x7nV8ErHtH2Tuw58eArealB_BlvSfUBlBYgNfU/s320/300px-Aya_sofya.jpg" border="0" /><br /><div></div><br /><div><br />5) <span style="color:#009900;">“BASILICA CISTERNA” (YEREBATAN SARAYI)</span> – “Palacio subterráneo” que data de la antigua Bizancio (s. VI). Es un recinto bajo tierra que se construyó para albergar el sistema de cisternas de agua que debía abastecer la ciudad. Hay 336 columnas tremendas de piedra que desde entonces soportan la techumbre del recinto. Casi en la base de dos de ellas se encuentran las tallas de las dos enigmáticas “medusas”, una de ellas invertida. La instalación se visita en penumbra sobre una serie de pasarelas de madera que la recorren.<br /></div></span></div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibDi0bpPjfjrcPvGBNJOpltK0KqHcc1pec5iZGn9PkL30-tuOTCWvsBKVWh4oHwN73kHLbEA8zAXlN3eZX9SUruc1ARxJM0AzZAM6FPsl2bUhpuYLFvCKyH939-3o9kM-KzQXKmHt70a0/s1600-h/P1030035.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232063099184513554" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibDi0bpPjfjrcPvGBNJOpltK0KqHcc1pec5iZGn9PkL30-tuOTCWvsBKVWh4oHwN73kHLbEA8zAXlN3eZX9SUruc1ARxJM0AzZAM6FPsl2bUhpuYLFvCKyH939-3o9kM-KzQXKmHt70a0/s200/P1030035.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilaw-P-De5Znz1pN-09Fy0qaPzPVSP4a5qh7ivJPMbzBiLeSZ678nuLzTcVP42e37R9m8xsQpIFO-SMtRxBdjJIBB01HDHj0XUe1A10vSPu2PnD0p0v1xMWBkrAhTOd2tQUTOY4VY_bxU/s1600-h/P1030039.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232063307267681218" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilaw-P-De5Znz1pN-09Fy0qaPzPVSP4a5qh7ivJPMbzBiLeSZ678nuLzTcVP42e37R9m8xsQpIFO-SMtRxBdjJIBB01HDHj0XUe1A10vSPu2PnD0p0v1xMWBkrAhTOd2tQUTOY4VY_bxU/s200/P1030039.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><br /></div><div><br /><br /></div><div>6) <span style="color:#009900;">PALACIO TOPKAPI</span> – También construído por encargo del sultán Mehmet II pocos años tras la conquista (s. XV), se convirtió en uno de los puntos álgidos del mundo durante el período de máximo esplendor del imperio otomano. Fue el centro gubernativo del imperio, y residencia del sultán, de su harén y de su tropa de élite. Consta de un sistema de patios, jardines, salas de exposiciones de elementos de época, y habitáculos con identidad propia (como el famoso harén y las cocinas-museo), que hacen de la visita un recorrido de no menos de cuatro horas, si no se desfallece antes.. Las vistas marítimas son privilegiadas desde algunos de los patios, dada la ubicación del conjunto en el extremo peninsular bañado por la confluencia del Cuerno de Oro, el estrecho del Bósforo y el mar de Mármara. De obligadísima visita si se acude a Estambul (…como todo lo anterior, en realidad..). </div><div><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwjtLvVD-zZoTOgkuecb5GnnkHvGOUyuFvD1X-lmxcvGfzvVB2kr7bOj23NJ07t0as7Xstfzq6jzsxhdUy7PYIfIgPRaDH2oTidZfmo25Rh39c3kzQnH8Nz3NjiYWIjzTn7TCGx_NrHg4/s1600-h/P1030027.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232064011628088578" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwjtLvVD-zZoTOgkuecb5GnnkHvGOUyuFvD1X-lmxcvGfzvVB2kr7bOj23NJ07t0as7Xstfzq6jzsxhdUy7PYIfIgPRaDH2oTidZfmo25Rh39c3kzQnH8Nz3NjiYWIjzTn7TCGx_NrHg4/s200/P1030027.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJhFKdUI8l9sSxxzT1aDOu8BrxtZ6ImP-2JIh4LewV_jThq8IkhsMC-wkykjjoUcxicV0LYkAec9U0fFpC3dak9_tLqXxsOIfgLSZHZdQ0CBP2KTRTN_LYewvNWovM1nejqe_rlyJr-pI/s1600-h/P1030032.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232063750866243922" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJhFKdUI8l9sSxxzT1aDOu8BrxtZ6ImP-2JIh4LewV_jThq8IkhsMC-wkykjjoUcxicV0LYkAec9U0fFpC3dak9_tLqXxsOIfgLSZHZdQ0CBP2KTRTN_LYewvNWovM1nejqe_rlyJr-pI/s200/P1030032.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /><br /><br /><br /></div><div>7) <span style="color:#009900;">GRAN BAZAR</span> – También comenzado a construirse desde los primerios tiempos del imperio, es hoy un laberinto interminable de calles donde se pueden realizar las compras más inverosímiles imaginables. Tiene diecisiete puertas de acceso, varios kilómetros cuadrados de superficie, y está ordenado de un modo tradicional, en “barrios” según los distintos gremios artesanales. Es conocido por las ‘gangas’ que los clientes pueden obtener, sobre todo en lo referente a prendas de cuero, pequeñas joyas y hasta alfombras. Se halla en el corazón de la ciudad antigua. Y está techado, por supuesto.<br /><br />8) <span style="color:#009900;">BAZAR EGIPCIO (“BAZAR DE LAS ESPECIAS”)</span> – Un imponente muestrario de toda clase de semillas vegetales y, sobre todo, de especias del medio oriente, de gran colorido y expuestas en ‘forma de montaña’, en muchos casos. También, de dulces típicos, <em>delicatessen</em> diversas y todo tipo de frutos secos imaginables. Toda una tentación cuando se desfila por sus callejas. Es mucho menor que el Gran Bazar.<br /><br />9) <span style="color:#009900;">RECORRIDO POR EL ANTIGUO BARRIO JUDEO-CRISTIANO</span> – Para despedirse de la ciudad. Es un paseo de varias horas a lo largo de los vericuetos de los actuales barrios de Fener y Balat, a orillas del Cuerno de Oro. Fueron barrios de presencia judía y cristiana durante el imperio otomano; hoy albergan inmigración de áreas rurales y minorías kurdas, y también fue asentamiento de griegos y armenios. Quedan vestigios de toda esa variopinta presencia: Patriarcado Ortodoxo griego; Iglesia de Chora (primero bizantina, después mezquita-museo); Biblioteca de la Mujer; Santa María de los Mongoles; la antiquísima Muralla; Palacio Tekfur… Perderse durante horas por sus estrechas y laberínticas calles, observando las costumbres cotidianas de sus humildes habitantes de hoy, es toda una inmersión en una de las zonas más curiosas y quizá no muy conocidas del Estambul actual. </div><div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJfQ4iAHjig6y6UyoYSfunpq1kt4eMrH6LtMMNWWd0rxQPhJ1vvFlEmpwiS3ARPrY5qgaZwDqqXmQvWfpOQfvZu_P6VgOrzn9Qq-_sIiA9DLmCi6o8kkDeMOYLVPi2HKUfquFlV9Vz80Q/s1600-h/P1030051.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232064613556835858" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJfQ4iAHjig6y6UyoYSfunpq1kt4eMrH6LtMMNWWd0rxQPhJ1vvFlEmpwiS3ARPrY5qgaZwDqqXmQvWfpOQfvZu_P6VgOrzn9Qq-_sIiA9DLmCi6o8kkDeMOYLVPi2HKUfquFlV9Vz80Q/s200/P1030051.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgReM7ZeLVAZ2-gMfrYpy2EBXMBSVbdA0Z-0XjJvaNEiIiyenjeXIDwYumcNGx36wE4JpSno-PzLy1-QglDq42MGkrj9LXetwE0UW9GftpBC_L7l0ldRp3ayLZskoY9txnAxqJwFRaaL9k/s1600-h/P1030043.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232064835805396434" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgReM7ZeLVAZ2-gMfrYpy2EBXMBSVbdA0Z-0XjJvaNEiIiyenjeXIDwYumcNGx36wE4JpSno-PzLy1-QglDq42MGkrj9LXetwE0UW9GftpBC_L7l0ldRp3ayLZskoY9txnAxqJwFRaaL9k/s200/P1030043.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /></div><div><br /><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /><br /></div><div></div><div>Y bueno, si decía que entre mi llegada a Yangon (Myanmar; primera semana de febrero) hasta mi último día en Mozambique (mediados de abril), transcurrieron dos meses y medio sin hallar un solo compatriota, en apenas cuatro jornadas en este rincón euro-asiático creo que pude llegar a escuchar, cada tres por dos en todos los lugares a visitar, acentos que creo representaban a todas y cada una de las comunidades autónomas hispanas… </div><div></div></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#ff0000;"><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioYJVx0EuVvQ1YFQ_wON1O2HUr7JIsHJSXHzMJZKZ1EI3g-i19S2LfhlK-L9eTWsWoq6aKfxZTRdWBRqLkeQjXh-qEnppHNpQBJ8aPpzKgjr-p3gFvJSP1Hf_y1WDU2eznU1tHlFUE_1U/s1600-h/P1030030.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232065620862694946" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioYJVx0EuVvQ1YFQ_wON1O2HUr7JIsHJSXHzMJZKZ1EI3g-i19S2LfhlK-L9eTWsWoq6aKfxZTRdWBRqLkeQjXh-qEnppHNpQBJ8aPpzKgjr-p3gFvJSP1Hf_y1WDU2eznU1tHlFUE_1U/s200/P1030030.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL86AfbCPHj_wF9sKpJrY8bJtk-M5t9c4ZCf_0y-xKS6hiR2fN5LOmpRxS4VkHsKd9rXI_wQou7n7Sd7JkthhqgThxyEoH7TfyKXY557QnYCkPZ27dDNFN1H293zDjFweOvddXGdrPvlM/s1600-h/P1030031.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232065399701205954" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL86AfbCPHj_wF9sKpJrY8bJtk-M5t9c4ZCf_0y-xKS6hiR2fN5LOmpRxS4VkHsKd9rXI_wQou7n7Sd7JkthhqgThxyEoH7TfyKXY557QnYCkPZ27dDNFN1H293zDjFweOvddXGdrPvlM/s200/P1030031.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /><br /></div><div></div><div><br /><br /><br /></div><div><br /></div><div></div><div><em><span style="font-size:85%;color:#663333;"></span></em></div><div><em><span style="font-size:85%;color:#663333;"></span></em></div><div><em><span style="font-size:85%;color:#663333;">Bosforete y yo </span></em></div><div><br /></div><div></div><div><br /></div><div></div><div>Y, enfin… ya prácticamente Europa, por aquí..., y, sí,…: ¡el <em>factor humano</em>, que me lo han cambiao..! Sí, gentes algo rudillas, estos ‘estambulianos’; con la amabilidad de alguno teniendo que compensar cierta hosquedad de unos cuantos más… (Y es que –por fortunísima…- vengo igualmente “mal acostumbrado”, también, en este aspecto, y tras los meses anteriores…). Curioso, y como mención especial ‘ganada a pulso’, el caso de quienes regentaban alguna ventanilla con el rótulo “Information”: o su inglés apenas iba mucho más allá de devolver el <em>Good morning</em> –cunado se dignaban devolverlo, que sólo a veces…-, o se cabreaban a las primeras de cambio si se las pedía por favor resolver alguna duda concreta, como por ejemplo las diferencias entre las clases 1ª y 2ª a la hora de comprar el billete de tren donde rezaba “International tickets”, dado que las indicaciones escritas que acompañaban venían sólo en turco.<br />Así y todo, conseguí componérmelas para, en mi cuarto y último día aquí (y primero de mayo, a la sazón), adquirir un billete de tren nocturno para partir rumbo a lo profundo de Europa oriental. Empezaremos por la pseudo-desconocida Bulgaria. Y la línea férrea en cuestión, a bordo de otro pedazo de historia sobre ruedas, ejes y raíles: el <em>Expreso del Bósforo</em>, ¡ahí es nada..! </div><div><br />¡Nos vemos, jóvenes!</span></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-18646178654223291272008-08-08T09:34:00.009+02:002009-04-11T12:39:35.758+02:0014. El Expreso del Bósforo<strong><em><span style="color:#ff6600;">3 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><div><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-huC9vfQyw0u_HlwYqy6HO7ENdFw0L4K4triN_vrZE4rlz7SOLfR00EBPNHdG2A3ykz4ZyQnaxJJnmVU9z3a0b6-d6ddEM5v4RodtUa4ve_UJMxQVg4JL3bmHmCTwI-d0LsQoB-M_DoU/s1600-h/P1030055.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232048455461426738" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-huC9vfQyw0u_HlwYqy6HO7ENdFw0L4K4triN_vrZE4rlz7SOLfR00EBPNHdG2A3ykz4ZyQnaxJJnmVU9z3a0b6-d6ddEM5v4RodtUa4ve_UJMxQVg4JL3bmHmCTwI-d0LsQoB-M_DoU/s320/P1030055.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#000099;">Las 21,45 del Dia del Trabajo (...ambiguo y peculiar concepto, éste...) y este ferrocarril de nombre más bien fílmico ya calienta motores antes de abandonar la estacion central <em>Sirkeci</em> de Estambul. Me esperan unas diez horas de nocturno trayecto hasta Plovdiv, en el corazón de Bulgaria.</span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#000099;"> Al acceder a mi vagón, en búsqueda de mi compartimento-litera, me intercepta el paso una interventora:<br />-Your passport, please.<br />Calculando que el cambio de país se producirá en plena madrugada, interpreto en un alarde de optimismo que nos recaban la documentación en el momento de subir al tren para no "darnos la brasa" después, cuando toque llegar a la frontera búlgara a esas horas. No obstante, aprovecho la circunstancia para indagarle al respecto.<br />-<em>Not; tomorrow, passport stamp tomorrow;...No problem</em>.. -me responde.<br />"Ok, pues a piltrar como un energúmeno, que hoy ha sido un día completillo", entre el Topkapi y el recorrido a pie de cinco horas por el antiguo barrio greco-judeo-cristiano de la interminable ciudad.<br />Desde mi reducido compartimento (parece que he tenido suerte; he pagado el billete barato, el de compartir espacio con dos literas más, pero soy el único pasajero en él) escucho voces en español con marcado acento porteño, procedentes del pasillo. En fin, ansioso, tras más de tres meses de andanzas, por no desaprovechar una oportunidad de comunicarme en el idioma "que mejor domino", y considerando el buen rollo habitual que acompaña la interacción con gentes argentinas, salgo para allá de inmediato. Ahí están Germán, en efecto, bonaerense, y Ellie, oriunda de Atenas. Son pareja de tango en la capital griega, donde residen (de todo hay en esta vida), y, sobre todo, dos personas encantadoras. Andan recorriendo también parte del este de Europa durante diez días. Y es curioso: él habla a Ellie en castellano, y ésta responde en griego. Ambos manejan muy bien el idioma del otro.<br />Un buen rato de grata charla con ellos, y al camastro, a resposar osamenta e ideas. Y con la curiosidad rondando sobre cómo será ”Bulgaria profunda", aunque ya hice una incursión breve por la costa del Mar Negro hace cuatro años.</span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh87GIj2u8rKWECfsWV1qw26g5pkSXG1G0Zqh_1lil93h07ZPH3FBCweB5UNT_o9oudy9kTrbfA0Fhg_d49qLmwHsHFdtpXE-Hk5q6mVV11k1Ab-CWTV2cdiMckhcbTr5hMf8zRKb6TQ-A/s1600-h/P1030061.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232048736504427650" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh87GIj2u8rKWECfsWV1qw26g5pkSXG1G0Zqh_1lil93h07ZPH3FBCweB5UNT_o9oudy9kTrbfA0Fhg_d49qLmwHsHFdtpXE-Hk5q6mVV11k1Ab-CWTV2cdiMckhcbTr5hMf8zRKb6TQ-A/s200/P1030061.JPG" border="0" /></a><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#000099;"></span></p><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#000099;"></span></p><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#000099;"></p><div>El incesante traqueteo del Expreso del Bósforo (cuyo destino final es Viena, veintitantas horas después), no me impide zambullirme en un sueño rápido y profundo.<br />Pero lo "felices que me las prometía" ante una noche de presunta paz, se empieza a tornar no mucho rato después en el comienzo de algo ‘ligeramente’ diferente.</div><div>No llevaría congeniando con Morfeo más de una hora u hora y pico, cuando un estruendo endemoniado y escandaloso, de dimensiones (decibélicas) casi bíblicas, rompe el silencio reinante y, por descontado, el sueño colectivo de los pasajeros del tren. “¡Hemos chocao..; hemos chocao..; no puede ser otra cosa..!”, pienso medio en voz alta mientras busco a tientas mi calzado para salir al pasillo del vagón a indagar el estado de las cosas reinante. Y lo cierto es que el tren no se halla totalmente detenido en esos momentos, si bien su marcha se ha ralentizado hasta casi ceder por completo. Lo cual, aún en esos instantes de mental zozobra tras el sueño bruscamente interrumpido, reclama la lógica de suponer que si semejante estrépito de ultratumba se ha debido a una colisión -vaya Dios a saber contra qué-, el convoy habría quedado en forzoso reposo, con o sin descarrilamiento subsiguiente.</div><div>Cuando, ya calzado, atino a salir al exterior de mi compartimento, mi mirada de espanto, sorpresa e interrogante se da cita irrevocablemente con las de una buena proporción del resto de pasajeros, que también han salido disparados de sus habitáculos, y en cuyos rostros leo lo que más o menos imagino se debe desprender del mío. Entre ellos, los de Germán y Ellie. La expresión facial que exhibe ésta última prácticamente ‘deja en pañales’ la de Janet Leigh en “Psicosis”, durante el punto culminante de la famosa escena de la ducha. El porteño, que no le va muy a la zaga en cuanto a lo compungido de su semblante, me pregunta “¡…Qué lo parióó… ¿Pero <em>vos</em> <em>sabés</em> qué carajo <em>susedió</em>, pibe…?!<br />Antes de proceder a explicarle que no tengo la más repajarera idea, aparece de súbito la señora interventora corriendo por el pasillo, abriéndose paso medio a empujones entre la nutrida concurrencia, con rostro también de ansiedad y profiriendo frases ininteligibles (en turco o búlgaro, imagino) acompañadas de gestos que pretenden claramente instarnos al grueso del pasaje a retornar a nuestros compartimentos. Sí se le entiende algún “is ok; is ok..!”, y “no probleme!; no probleme..!”. Pero no atina a esclarecernos un poco más la situación; es inútil tratar a su paso de agarrarla por un brazo para inquirirle algo más al respecto.</div><div>Con la incredulidad y el desasosiego aún plenamente instalados en nuestras expresiones, los sorprendidos pasajeros intercambiamos unas últimas miradas de extrañeza antes de retornar lentamente a nuestros respectivos camarotes. Una vez de nuevo en el mío, levanto el translúcido ventanuco del interior para ver si puedo obtener algún dato acerca del ‘evento’ acaecido… Y el paisaje presente me revela, ya a unas decenas de metros más atrás de mi posición, la existencia de unas instalaciones como de una cantera, o una rudimentaria cementera, o algo similar (está precariamente iluminada, la zona). Hay algunos operarios por allí, y por fin diviso lo que parece una gran torre, de apariencia metálica, de unos doce o catorce metros de longitud, derribada sobre el suelo. “¡Carajos; pues ha debido ser eso, entonces…!”. Los operarios deambulan en torno a ella con gestos de circunstancias, como sin saber qué hacer. La torre está tendida en dirección opuesta a las vías; advierto que si llega a caer en sentido contrario no sé si hubiese llegado a alcanzar la posición de las mismas… pero por ahí le hubiese ido.</div><div>Es la una y veinte por mi reloj, y retorno al camastro sin evitar pensar en la cantidad de caprichosos percances que te pueden esperar ‘a la vuelta de la esquina’, de la manera más traicionera e incluso surrealista que puedas imaginar… Si efectivamente el estruendo de marras se debió a esta circunstancia (no quedé plenamente convencido, en realidad, aunque tenía pinta de que sí), pues <em>ya ves, Andrés</em>, sucedió cuando el Expreso estaba pasando en esos momentos… No se te tragan los cocodrilos al cruzar el Rovuma casi en piragua en mitad de Africa; no te rajan en Managua o no te atiza un 'talisco' una cobra de anteojos en Myanmar, y vas y la puedes palmar mientras piltras en un tren si se te cae encima un armazón de cientos de kilos justo en el instante preciso… Cosa curiosa, esto del vivir…<br />Debí tardar veinte o veinticinco minutos en ‘quedar seco’ de nuevo, una vez olvidado el sobresalto. Pero la “alegría” iba a ser otra vez más bien efímera.<br />Como un par de horas después (efectivamente, las 3,35, cuando miro el reloj), un implacable golpe de nudillos aporreando la puerta de mi compartimento me vuelve a despertar de súbito: "¡Hala, t’os p’afuera, que hay que sellar la salida de Turquía...!" , más o menos brama una voz cuando en medio de la oscuridad atino a abrir la portezuela.<br />("Pero, carajos, ¿no me dijo esa tronca cuando subí al tren que no `nos darían la brasa` hasta “tomorrow, tomorrow”...? -¡a ver si se refería a que sería más tarde de las 24,00 h., que, en efecto, ya iba a ser `tomorrow`..!").<br />Pues nada, hala, vamos; ¿qué se puede hacer...? No sería mucho más de 8-10 ºC la temperatura del exterior, en el andén de la estación, donde un desfile de lánguidas máscaras procedente de los vagones nos disponemos a alinearnos ante la ventanilla del control de pasaportes. Allí se suman de nuevo Germán y Ellie, con sendos caretos de decir "esto no se hace, hombree...". También ellos han visto antes la escena de la torre derrumbada y, claro, han pensado lo mismo que yo. Lo mismo sostienen otros viajeros con quienes contrastamos opiniones.<br />Nada menos que unos cuarenta minutos dura el trámite aduanero en cuestión. De regreso al vagón, decido aún preguntar a la atribulada interventora (cuando -pese a la hora- deja de dar voces en ininteligible idioma a través de su teléfono móvil) si a la llegada a Bulgaria, dentro de pocos kms, sucederá otro tanto.<br />-Not; no problem, no problem...!<br />Evidentemente, ya no sé si creerle o no (o si me habrá entendido la pregunta...).<br />A pesar del sueño "reinante", concluyo con lógica suficiente que será preferible mantenerse despierto hasta pasar el trámite de Bulgaria, el cual habrá de llegar en breves minutos.</div><div>...Pero transcurre casi una hora más, y el convoy sigue inamovible en la salida de Turquía. Finalmente, cedo a la tentación de abandonarme de nuevo en un sueño irresistible. Y claro, ya no mucho rato después, se repite el episodio del implacable "martilleo manual" sobre mi puerta.</div><div>Aparece un poli con una banderita búlgara cosida en el hombro de su uniforme, solicitando el "passport". Se lo tiendo en el acto (me había dormido con él en la mano..). "Ah, spanyol..; ¡ok!". No hace falta sellarlo; Bulgaria forma parte de la UE desde 2007. "Pues hala, majo, déjame seguir piltrando...", le respondo en voz baja.<br />El sí me dejó, pero en la siguiente media hora, otras dos veces más se vuelve a repetir la escenita de un oficial búlgaro -uno distinto, cada vez- aporreando la puerta en sabuesa búsqueda del pasaporte.<br />-"Ah, spanyol; ok..."</div><div> En la tercera -y a la postre última, afortunadamente- de tales visitas, ya no reprimo un “..¡bueno, ¿váis a dejar de tocar las p-l-t-s de una vez o qué, joer..?!". (Y en castellano; ya no estaba a esas horas para "elaborar" una protesta-desahogo en inglés -que tampoco la hubiesen entendido, me parece a mí...).<br />Mi teórica hora de llegada a Plovdiv era las 7,55, más o menos. Unos veinte minutos antes abro un ojo, y, advirtiendo el sueño tremendo que todavía ‘padezco’ (tras la toledano-nochecita transcurrida) no evito por un instante pensar en no apearme en mi destino y continuar hasta Sofía, adonde se llega una hora y media después.</div><div>Pero aquel parón adicional de al menos una hora en la frontera de Turquía, después de que todo el pasaje hubiera sellado su pasaporte, y que al parecer no estaba previsto, propició un retraso que me permitió descansar ese tiempo de más antes de la llegada a Plovdiv, ya sobre las 9,10 de la mañana.<br />Hala, comienza un anueva aventurita de unos diez días por tierras búlgaras, este también pseudo-desconocido país de la antigua esfera pro-soviética. A ver qué tal se nos da la cruzada...</div><div></div><div></div><div></span></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZAYzr6NKCfW5-tEXFQNTFKVCtmb9aKpoA-17_rZyrD2fxqOow0ETSbP9ewCeGmJ1A4EpilshiY4b7OkuW7-MhhqoGS6mipY1w0Qm06Rdp5RiTY1siwxGngKAQtz4_S6tuJxZp4r3pvzQ/s1600-h/P1030059.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232049354855756930" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZAYzr6NKCfW5-tEXFQNTFKVCtmb9aKpoA-17_rZyrD2fxqOow0ETSbP9ewCeGmJ1A4EpilshiY4b7OkuW7-MhhqoGS6mipY1w0Qm06Rdp5RiTY1siwxGngKAQtz4_S6tuJxZp4r3pvzQ/s200/P1030059.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ZyqreSvXF3N1SjF5qg4ymJ4dAfOkOZ9AQHD8JteqSbcdHoaNwF-dbHnXVtyQFjrigg-VRQk_c43DMIEXMZn6S41iFAuI6QKgwmwczD-UtbtT6bAHZdgwv7GbYSwIoK6vJaGWMomMSKI/s1600-h/P1030060.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5232049628504331010" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ZyqreSvXF3N1SjF5qg4ymJ4dAfOkOZ9AQHD8JteqSbcdHoaNwF-dbHnXVtyQFjrigg-VRQk_c43DMIEXMZn6S41iFAuI6QKgwmwczD-UtbtT6bAHZdgwv7GbYSwIoK6vJaGWMomMSKI/s200/P1030060.JPG" border="0" /></a></div><div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-30072948049611739902008-08-08T00:45:00.023+02:002009-05-15T09:46:48.092+02:0015. La 'Pista búlgara'<div><strong><em><span style="color:#ff6666;">9 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><br /><br /><div><div><div><div><div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihGVqxh7i8gQDS3H38C82Q1BZkaV9zO5u_CUHZZECB_KMLKoNLBaPeQ9inYW4L_8jfz5oD7G7V_zXN6ZacMykg5aBLZlGjTfnWc_89Z9Jic-U2Uov2w3J4BFTP5aDIu7tK_0DAl-R3C8g/s1600-h/P1030106.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231912819095499826" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihGVqxh7i8gQDS3H38C82Q1BZkaV9zO5u_CUHZZECB_KMLKoNLBaPeQ9inYW4L_8jfz5oD7G7V_zXN6ZacMykg5aBLZlGjTfnWc_89Z9Jic-U2Uov2w3J4BFTP5aDIu7tK_0DAl-R3C8g/s320/P1030106.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><br /><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Tras la relatada noche de marras en el Expreso del Bósforo, pongo pie en la estación de Plovdiv, en el centro de Bulgaria, como recién salido de un programa de centrifugado de más de quince minutos (pero menos de dieciocho; tampoco nos pasemos…).<br /><strong>Plovdiv</strong> es la segunda ciudad del país; tiene un centro histórico atractivo y bien cuidado, de aire hoy totalmente moderno,</span></div><div><br /><br /> </div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJGOIPnM-p2WJhMkBAndeoGNFKnQfQVFwcSnIMferWaqUcJV6ZB6WS_gDLJF8Lg_Ll6XhvzeRSJnNPA58wSvUMJiozYcDXL6yvFNHhDhvz8keE0pHMAEXU_hwzyaWrhyT2_t0baYxmOCU/s1600-h/P1030058.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231913181396517010" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJGOIPnM-p2WJhMkBAndeoGNFKnQfQVFwcSnIMferWaqUcJV6ZB6WS_gDLJF8Lg_Ll6XhvzeRSJnNPA58wSvUMJiozYcDXL6yvFNHhDhvz8keE0pHMAEXU_hwzyaWrhyT2_t0baYxmOCU/s320/P1030058.JPG" border="0" /></a></span></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">y vestigios romanos como un teatro del siglo II a.C., que se conserva en magnífico estado. Y proliferan los ‘hostels’ y albergues en los que ofrecer al viajero alojamiento relativamente eonómico. </span></div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"></span></div></div><div> </div><div><div><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Y no queda lejos del <strong>monasterio ortodoxo de Rila</strong>, situado en el corazón de los montes del mismo nombre. Fundado en el siglo X, es el lugar más conocido y visitado de toda Bulgaria, y forma parte de la lista del Patrimonio mundial cultural de la UNESCO. Fue también el eje de la resistencia cristiana durante el asedio turco-otomano.</div><div><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz1V4qmS3wC0t-PbjQn-cKEvrA8mr2IwYXFxjTAUB6FPWoWVROMdS0QnZDcy1n0KWVkiBNT42zpuquBRoQv6wSn-U_PHg319ypcOURW1sl61mJGfaqJ4rqs2KpM1FAf-9iexovibI6zhw/s1600-h/P1030079.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231913707985533250" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz1V4qmS3wC0t-PbjQn-cKEvrA8mr2IwYXFxjTAUB6FPWoWVROMdS0QnZDcy1n0KWVkiBNT42zpuquBRoQv6wSn-U_PHg319ypcOURW1sl61mJGfaqJ4rqs2KpM1FAf-9iexovibI6zhw/s320/P1030079.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div>Su fundación tuvo lugar en honor del monje Ivan Rilsky, quien vivió unas décadas antes retirado y dedicado a la meditación en una cueva de las montañas del Rila.</div><div><br /></div><div>Bueno, pues por ahí me dejé caer durante un par de horas de una mañana de domingo (‘nutridito’ de personal estaba, en tal día festivo).<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJtTIV2g4XykdzUcEmnS-kqDBMPLR-WjQ7OOZRpy2PQgg0VxjeYrAFLE9A6HjarKYXjXYDCn4rZtUaUivWtspAAM916S5yLK6cVjtr3vZgspUzD49ptWqpBA-XobvB5NGCRp9H0KS9LWg/s1600-h/P1030072.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231914071107333314" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJtTIV2g4XykdzUcEmnS-kqDBMPLR-WjQ7OOZRpy2PQgg0VxjeYrAFLE9A6HjarKYXjXYDCn4rZtUaUivWtspAAM916S5yLK6cVjtr3vZgspUzD49ptWqpBA-XobvB5NGCRp9H0KS9LWg/s200/P1030072.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvJRiBo1O_nYfDZQhtfZ-WjW4NTnFJ_VVoV4ZUPcEhi2CjUFTyXqd1416wSA9rDzcj8EeL4qbARrkBJPyKD4jwSmUsNC45kY_tsKXsu4a330z7OFuwzHpGtWDQ4G1ZOD7WWubCo0uxpqU/s1600-h/P1030084.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231914330322840402" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvJRiBo1O_nYfDZQhtfZ-WjW4NTnFJ_VVoV4ZUPcEhi2CjUFTyXqd1416wSA9rDzcj8EeL4qbARrkBJPyKD4jwSmUsNC45kY_tsKXsu4a330z7OFuwzHpGtWDQ4G1ZOD7WWubCo0uxpqU/s200/P1030084.JPG" border="0" /></a><br /><br /></div><div><br /></div><div><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><br /></div><div>Y de ahí, a <strong>Sofía</strong>, la capi. Ya pasé por aquí fugazmente hace cuatro años, camino de la costa del mar Negro, y procedente de unas jornadas de pedaleo por Hungría. Es la clásica ciudad de la antigua esfera soviética que, ya estrenado el siglo XXI,</span></div><div><br /></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAhpzQ8WqEeQVhFCzISYNEBNFRQHfIatS69h6jXhZ9JDGDD789Za7FMWhybGhB2PPU_fvsXsowqnPs5lOi3kmhifvVAqLxyWFnS4Fkgb6wlwXgk11uG7Juw0FotZRFS5xcRLalzGI6VEo/s1600-h/P1030125.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231914929747209810" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAhpzQ8WqEeQVhFCzISYNEBNFRQHfIatS69h6jXhZ9JDGDD789Za7FMWhybGhB2PPU_fvsXsowqnPs5lOi3kmhifvVAqLxyWFnS4Fkgb6wlwXgk11uG7Juw0FotZRFS5xcRLalzGI6VEo/s320/P1030125.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"></span></div><div><br /></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">compagina el aún gris indeleble de edificios vetustos y callejuelas tristes, con modernas avenidas y centros comerciales y de ocio nada anacrónicos.</span></div><div><br /></div><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><div><br /></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJKE7Ttu_bHlKteC7D3nADHbwo61gIrkv207XrOvgzV_xnmeuGACjP8_Og2_sqZgvjyC5DX_Yx5Sqo7MujpU8EW3qQzvbZfjl5LCc_zn3ADPgSkpSqtKBM7TVfJSDH2g1hlu_Fn6I6bQA/s1600-h/P1030092.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231915421422963154" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJKE7Ttu_bHlKteC7D3nADHbwo61gIrkv207XrOvgzV_xnmeuGACjP8_Og2_sqZgvjyC5DX_Yx5Sqo7MujpU8EW3qQzvbZfjl5LCc_zn3ADPgSkpSqtKBM7TVfJSDH2g1hlu_Fn6I6bQA/s200/P1030092.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglud7VF617-w_Of6yZREa7dFf9mpPZUIeX4LKZJMRalp_8JapGs2upFXmG3c2F2N9BlOc-sJnpk-ZAI6rSNFfa68kiCAH_lJNwjWdboI61quUN8ESt631Z_ZRwuPuW7RJUfxeENiOFrwI/s1600-h/P1030105.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231915662508460530" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglud7VF617-w_Of6yZREa7dFf9mpPZUIeX4LKZJMRalp_8JapGs2upFXmG3c2F2N9BlOc-sJnpk-ZAI6rSNFfa68kiCAH_lJNwjWdboI61quUN8ESt631Z_ZRwuPuW7RJUfxeENiOFrwI/s200/P1030105.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231916229859868402" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4MrbEpPHZto61AatazaJ3LehrtrE8MK2a4dSRVYwk3YV6pSwmzoWn2aNeXvmVu6gp2zY9wJt0ABFHDRxqJias2bkzvsfaisx6q8u8li46j8qulRmccymc2yknaB-fp3v8bNSAO5Wcfho/s200/P1030128.JPG" border="0" /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Y tremendas fachadas de edificios oficiales (Asamblea Nacional, Corte de Justicia, Cámara de Industria y Comercio) como mudos testigos del paso de tranvías “del Neolítico”.</span></div><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Como punto de referencia y auténtico icono de la ciudad actual, destaca la monumental <span style="color:#003300;">catedral Alexander Nevski</span>, erigida a finales del siglo XIX por el pueblo búlgaro en homenaje a los soldados rusos (también moldavos, ucranianos y rumanos) caídos en las luchas definitivas para la liberación de Bulgaria del poder otomano, el cual había durado cinco siglos, desde finales del XIV.</span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJY87Wz84TU5kG-P5qss9BFl3TAx1gJdFp20RI_Pig3CDApk24BvRb-0V3BbP6nP2m-z3dIWpg3ztm6VjRLnM44Rc_gUWLVkraxToTxSK5QhCg0mD-i-yeACtVb8rU4wPf8hNKhMuYo3g/s1600-h/P1030120.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231916855794265074" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJY87Wz84TU5kG-P5qss9BFl3TAx1gJdFp20RI_Pig3CDApk24BvRb-0V3BbP6nP2m-z3dIWpg3ztm6VjRLnM44Rc_gUWLVkraxToTxSK5QhCg0mD-i-yeACtVb8rU4wPf8hNKhMuYo3g/s320/P1030120.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_lzJMxS3D2wp2K2ehCJWBjtM-ZamkGLxOxxyhgT-ng7zP9iyPdi0-hbYhH5F0GhWJwsGJ60fw-YzzGp_AOcPRb-N3cs4t5ERTcdcWQfOELC9LJYZeBr2sR0YH09ZXeHOAzfEJ7rUcyD4/s1600-h/P1030119.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231917200266620658" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_lzJMxS3D2wp2K2ehCJWBjtM-ZamkGLxOxxyhgT-ng7zP9iyPdi0-hbYhH5F0GhWJwsGJ60fw-YzzGp_AOcPRb-N3cs4t5ERTcdcWQfOELC9LJYZeBr2sR0YH09ZXeHOAzfEJ7rUcyD4/s200/P1030119.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Lo cierto es que aunque fuese sólo por la visita a este impresionante monumento, ya merecería la pena detenerse al menos una jornada en Sofía. </span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"><br />Decido quemar las últimas etapas en el país en la montañosa y pintoresca villa de <strong>Veliko Tarnovo</strong>, ya cerca de la frontera con Rumanía. Es una pequeña y modernizada ciudad que se extiende a lo largo de un serpenteante valle y a orillas de un afluente del Danubio, el Yantra, que describe meandros imposibles alrededor de la población.</span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUOb0TXNuD6KN1gyF9U8VxvYwDScbaA57xEb3LDpvoNoHoIECDOrqxtADzGKAutS9EPmtiJmeaty7wZUwgtj7xJJRUpBhBTsKiKAWUgdlmbIsmTB5cbfjtujdS6hfBwo2zO-upl-uMrBo/s1600-h/P1030135.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231917813011292882" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUOb0TXNuD6KN1gyF9U8VxvYwDScbaA57xEb3LDpvoNoHoIECDOrqxtADzGKAutS9EPmtiJmeaty7wZUwgtj7xJJRUpBhBTsKiKAWUgdlmbIsmTB5cbfjtujdS6hfBwo2zO-upl-uMrBo/s200/P1030135.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Veliko fue capital del Segundo Estado Búlgaro, entre los siglos XII al XIV, y hasta el comienzo del asedio otomano. </span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"></span></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHjuM1PEEfL0eDX_yCyaGgQ72Uu5RB_H_wYGgyXCpfifoElRsgHuIhyphenhyphenUyC-toRtFEYlPMMhz6SfS1pY9xqxbMk0nlXdyiSMASkXSJvIvDK_AdtWmu6OxPoz4e_8LLHHQkK1Mqf2f63KZE/s1600-h/P1030137.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231918201562526626" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHjuM1PEEfL0eDX_yCyaGgQ72Uu5RB_H_wYGgyXCpfifoElRsgHuIhyphenhyphenUyC-toRtFEYlPMMhz6SfS1pY9xqxbMk0nlXdyiSMASkXSJvIvDK_AdtWmu6OxPoz4e_8LLHHQkK1Mqf2f63KZE/s200/P1030137.JPG" border="0" /></a></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Igualmente, es sede de monumentos emblemáticos como el que rememora el levantamiento búlgaro contra el dominio bizantino en el s. XII.</span></div><br /><br /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Pero el indiscutible icono de la ciudad no es otro que la medieval <span style="color:#003300;">Fortaleza Tsarevets</span>. Fue construida sobre una colina que domina la población, entre los siglos IV y VI, sobre un asentamiento tracio (primer pueblo descrito en lo que hoy es Bulgaria) y una arcaica fortaleza bizantina. Se constituyó en el centro gestor del II Reino búlgaro (s. XII al XIV), albergando un palacio real y la iglesia patriarcal, entre otras. Fue pasto de las llamas a la llegada de los turcos, hacia 1.395. Tras sucesivas reconstrucciones (la iglesia presenta un estado impecable) hoy mantiene además una parte de su antiguo perímetro amurallado. Y en fechas de determinadas festividades locales, desde sus muros se proyecta un espectacular juego de luces. (Tuve suerte: una de las dos noches que pasé en la ciudad, “tocó” tal espectáculo lumínico).</span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSxCAQevLQgF6sRafFhD36V2lkWbZoakT1c2aNE7vgLhcKoUnjMLv-FZz0JQzVFejHAD9xfErXd3DuqQIIr-Cy5JMGUcdZ1zMNnoOcehg89V3uIA-pEOBJqGMFZ4nwLFZqQd3VtbfD4wU/s1600-h/P1030164.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231918933624380450" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSxCAQevLQgF6sRafFhD36V2lkWbZoakT1c2aNE7vgLhcKoUnjMLv-FZz0JQzVFejHAD9xfErXd3DuqQIIr-Cy5JMGUcdZ1zMNnoOcehg89V3uIA-pEOBJqGMFZ4nwLFZqQd3VtbfD4wU/s200/P1030164.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSv2gtKzAHP_Dagu2MPz-KSfSYcCk-P1_JI02_sLlscLx8SVfQ4d-vvRPDITMqCdyp8mZwEYcnGbLrxpNk9Fb3xc54rbqntffnA-c3nkwrhz1cJjX5JKQi0S1URYMzjsZ4J26sa060DUg/s1600-h/P1030150.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231918669897393874" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSv2gtKzAHP_Dagu2MPz-KSfSYcCk-P1_JI02_sLlscLx8SVfQ4d-vvRPDITMqCdyp8mZwEYcnGbLrxpNk9Fb3xc54rbqntffnA-c3nkwrhz1cJjX5JKQi0S1URYMzjsZ4J26sa060DUg/s200/P1030150.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><div></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><br /><div><span style="color:#006600;"><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></span> </div><div><span style="color:#006600;"><span style="font-family:trebuchet ms;">¿Estuvísteis algun@ alguna vez en Bulgaria..? Si así fue, quizá recordéis una anécdota 'antropológica' que se convierte en algo significativo en determinados momentos de interacción con el factor humano local. Es la siguiente: los búlgaros asienten con la gestícula moviendo alternativamente la cabeza de izquierda a derecha -como nosotros cuando negamos-, y en cambio niegan moviendo la ídem de arriba a abajo -como nosotros cuando afirmamos. Imaginad el lío sublime y las disparatadas consecuencias que puede deparar en algún momento alguna secuencia concreta de pregunta y respuesta, cuando el candoroso extranjero de turno desconoce todavía esta peculiar variante de lenguaje no verbal. (Algo comencé a sospechar cuando pregunté "Excuse me, do you speak english..?" en una estación de buses, y la empleada me respondió cabeza arriba y abajo, pero después la tronca no soltaba más prenda y daba como por finalizada la conversación en ese punto...).</span><span style="font-family:lucida grande;"> </span></span></div><div></div><div><span style="color:#006600;"></span></div><div></div><div></div><div><div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Y bueno, para ir acabando... ¡éste es uno de los países del <span style="color:#003300;">cirílico</span>!, esa grafía que aún hoy se usa también en lenguas eslavas como las de Serbia, Rusia y Ucrania. Su difusión se atribuye a los monjes hermanos Cirilo y Metodio (s. IX), aunque no está claro si fueron también ellos sus creadores. Así que ahí me teníais apañándomelas cada tres por dos para acostumbrarme a leer los rótulos de lugares (СОФИЯ –Sofía- o БЪЛГАРИЯ –Bulgaria-), o de vocablos usuales (ВЛАГОДАPИЯ..-“vlagodaria” (‘gracias’)- ; МОНАСТЕРИО –monasterio-, РECTOPAH –restaurante-…).</span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;">Telita marinerita… </span></div><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#006600;"></span></div><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP2czm3999B0LINCxXzCoG88MY6CbeP3NDTzGrDgg7Mu-Pd2wVazVove2B6zSiz4h1m2QZTgatgYWfC14Ak6cfH_IIuqaWKx01vG1vIaW46oTeX3cn7bIbe5bHsVrc8DX3ANXRcl4lRMg/s1600-h/P1030117.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5335952399177826914" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP2czm3999B0LINCxXzCoG88MY6CbeP3NDTzGrDgg7Mu-Pd2wVazVove2B6zSiz4h1m2QZTgatgYWfC14Ak6cfH_IIuqaWKx01vG1vIaW46oTeX3cn7bIbe5bHsVrc8DX3ANXRcl4lRMg/s320/P1030117.JPG" border="0" /></a><br /><div></div><br /><div></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6_g3Dq5yk5Nyb45cr72hyphenhyphenhgXQqxMterZVBY5vd6mlLbjcxaIQB3IMYP2mPsGMUVy0plc89j4HvUcHLttn77PcaGrp_nagjuycqp9EqW83faDm1tjKViI2cvld3gs7CvIQZRjaHsNV7_c/s1600-h/P1030117.JPG"></a></div><br /><div><br /><br /><br /> <br /> <em><span style="font-size:85%;color:#003333;">(A ver quién es el guapo...)</span></em><br /><br /></div></span><br /><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#006600;"><br /><br /><div></div><div></div><div></div><div>¡Nos vemos en Rumanía, jovenzuelos..!</span> </div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-70315477881123958632008-08-07T22:59:00.030+02:002010-06-29T00:23:40.660+02:0016. Quedan rumanos en Rumanía<div><strong><em><span style="color:#33cc00;">14 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333851310919215410" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjWIMCH_BddYbpGyVebEPUXfHNWBlniA2DX7uS8Imb4TwuUO22ktdtRvAjgWLa28o5nKiDCthfRHNctGI6CXyKxW2VdKaX3NBNrcYp_5r-bhV1k91qDbsr5pmvyxCMVajGd1m1oPKTgHw/s320/P1030295.JPG" border="0" /><br /><br /><br /><div><span style="color:#ff6666;">Pues sí, y unos cuantos, todavía. Yo llegaba dudando si no estarían todos ya entre el corredor del Henares, los fresales de Lepe y la cornisa levantina, entre otras “plazas” no lejanas… Pero sí, sí, quedan e incluso abultan; aunque sobre todo… fuman. ¡…Joer si fuman, estos tíos…!, con desespero y como verdaderos autómatas; ¡menuda banda!<br />Bueno, pues la cosa es que entrando desde la frontera búlgara no se tarda mucho más de una hora en llegar a <strong>Bucarest</strong>. Otra de esas capitales que suscitan la correspondiente curiosidad del viajero que nunca paseó ‘el palmo’ por allí.<br />En el microbús que he tomado poco antes de abandonar Bulgaria entablo amistad con Antônio, veterano y políglota trotamundos brasileño que también transita estos días por Europa oriental (aunque rumano no habla, el ‘garoto’…). </span><br /></div><div></div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMKzA7j8gDV3TqlQB7ZiYNchNi6WHRXsXUJ-cgc_oAmzDrsYSPJ1LcakGL7w0hQoQ3uM1nlwircodfYjZa4V-rvSYAyiUMP2c8U9YxwFq_l4Qwt-D6oxDGG0-3OUMUpQcHMLABll1skDs/s1600-h/P1030224.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231886418416664658" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMKzA7j8gDV3TqlQB7ZiYNchNi6WHRXsXUJ-cgc_oAmzDrsYSPJ1LcakGL7w0hQoQ3uM1nlwircodfYjZa4V-rvSYAyiUMP2c8U9YxwFq_l4Qwt-D6oxDGG0-3OUMUpQcHMLABll1skDs/s200/P1030224.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div><span style="color:#ff6666;">El bus nos deposita en el centro de Bucarest, y allí tomamos el ‘metro’ hacia la Gara de Nord, populosa zona por la que ambos hemos seleccionado previamente posible alojamiento económico. El metro de Bucarest… ¡otro de los ‘highlights’ de la ruta de estas semanas!<br />Y bueno, en mi primer paseo por el centro de la capital rumana, casi anocheciendo ya, me doy de bruces con las grisáceas y vetustas edificaciones que sugieren el inevitable remontamiento a épocas precedentes… Ahí está la “museo-avenida” Regina Elisabeta, y sus barrios aledaños, toda una sucesión de edificios históricos en diverso estado de conservación (Universidad, Palacio de Correos, Caja de Economías, museo Nacional de Historia…) . Uno no evita, caminando por entre todos esos lugares, retrotaerse a los aún no tan lejanos tiempos de Nicolae Ceaucescu, el hombre fuerte de las dos últimas décadas de la etapa comunista, quien, a partir de su creciente megalomanía (construyó, entre otras ‘hazañas’, un Parlamento que ha llegado a ser el segundo edificio mayor del mundo, tras el Pentágono, provisto hasta de un bunker anti-nuclear) y sus excesos represionistas, terminó sus días en diciembre del 89 tras un fusilamiento sumarísimo conducido por un tribunal militar (el Parlamento en cuestión no había sido aún finalizado, en esos momentos..). </span></div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzrVGp78n1Y-dRuiAC2iFPFzMJGKD8qjaOaaLd0IKNhqCr98_esN6Oo5lX3_1lWj9xi9j3QkATtoroYNBOv8f2t0y2ImYUtPNw6tAD81pd9aIzobNuA1ukWm9lyiQrzW-igBhewoVm6Pg/s1600-h/P1030168.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231886755308749250" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzrVGp78n1Y-dRuiAC2iFPFzMJGKD8qjaOaaLd0IKNhqCr98_esN6Oo5lX3_1lWj9xi9j3QkATtoroYNBOv8f2t0y2ImYUtPNw6tAD81pd9aIzobNuA1ukWm9lyiQrzW-igBhewoVm6Pg/s200/P1030168.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div><span style="color:#ff6666;">En la jornada siguiente, o cuando regrese a Bucarest dentro de algunos días para volar a Varsovia, procederé, con la luz del día, a la pertinente recolecta de imágenes representativas del entorno. (Esto, sin saber en esos momentos que, … bueno, ya contaré…).<br />Durante esa noche por Bucarest, me sorprende (ingratamente) la “intrepidez” de bastantes automovilistas locales, al verles lanzados en sus respectivos utilitarios a 110 – 120 kms/hora por calles y avenidas del centro de la ciudad. Podría admitirse que unos cuantos botarates –no eran únicamente dos o tres…- arriesguen estúpidamente sus propias vidas; el problema, claro está, es que no es sólo las suyas las que ponen en juego…<br />A primera hora de la mañana siguiente tomo un tren hasta <strong>Brasov</strong>, una de las abanderadas y más pintorescas ciudades de la mítica región de Transilvania. Así que va a tocar hablar un poquillo del amigo Draculilla, va a tener que ser, ¿no..?. Antes de ello, decir que el trayecto ferroviario Bucarest-Brasov, de unas tres horas de duración, me regala el avistamiento de unos paisajes deslumbrantes, sobre todo durante el paso junto a los Alpes de Transilvania, cordillera de nevadas cumbres (...joé, qué contraste; ahora nieve y hace “cuatro días” cocoteros y playas por el trópico filipino y mozambiqueño) que, algo más al este de la ciudad de Brasov, prácticamente se encadena con el sur de los Cárpatos Orientales, que también vertebran Rumania oriental de norte a sur.<br />Pues nada, vamos un poquejo con la cosa del ‘friki’ aquél de las estacas y los dientes de ajo, algo aficionado a la sangre ajena, al parecer, y a reposar en rancios lechos de “dudoso” atractivo… Se atribuye la identidad de Drácula a Vlad <em>Tepes</em> (Vlad “el Empalador”), que vivió en el siglo XV y era hijo del príncipe de Valaquia Vlad <em>Dracul</em> (Vlad “el diablo”), conocido éste por sus sanguinarios hábitos para con los enemigos de su principado. Lo de ‘Drácula’ le vino por derivación de <em>Draculea</em>, (‘hijo de <em>Dracul</em>’). Para cuando le llegó el turno de suceder a su progenitor al frente del principado, había heredado también de aquél una gran dosis de propensión al ensañamiento fácil. Y con una peculiar variante: el mozo gustaba (y así acabó especializándose) de empalar a sus enemigos clavándoles hábilmente una estaca de madera en sus cajas torácicas, cuidando siempre de no tocar ningún nervio vital durante el ‘proceso’, lo cual garantizaba una agonía lenta, de unas 48 horas, a los infelices de turno. Estos solían ser tanto guerreros turcos (eran tiempos ya de dominio otomano en la antigua Rumanía) como súbditos desleales a “la causa”. Tras unos años de reinado exhibiendo tan “refinadas” artes, fue asesinado una noche en su palacio tras una emboscada turca. Se cuenta que su cabeza fue enviada a Estambul y exhibida públicamente durante algún tiempo. Su leyenda fue quedando postergada en el olvido durante los siguientes cuatrocientos años, hasta que a mediados del siglo XIX la aparición de la famosa novela de Bram Stoker hizo revivir de nuevo, y ya hasta nuestros días, el espíritu de tan peculiar ‘engendro’.<br />En la localidad transilvana de Sighisoara quedó como recuerdo la llamada “Casa de Drácula”, que hoy en día es un restaurante sin mayor historia, aunque sí conserva dicho nombre. Y en las proximidades de Brasov se halla el Castillo Bran, como vestigio vivo de una de las supuestas residencias del célebre “príncipe-conde”. Ni que decir tiene que se trata de uno de los principales hitos turísticos de la zona. </span></div><div> </div><br /><br /><div></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231887124836808578" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD53G12Pa81ST0kjQ3LzfI-lcljz4D7PQnr2eXAtaGQAhe-KILx1eFEXaX6aE0ZcYdU9_b_l9X8C8nhD-8isqljKVkC7ro9AVA3dY3SMd97H_ulcDS_tcK17lrrurPqUohn2P6bHO6wC8/s200/P1030171.JPG" border="0" /><br /><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#ff6666;">En Brasov coincido jornada y pico con Paco, murciano y empedernido viajero, quien al contrario que servidor (que ya vislumbra el final de su peripecia), ha comenzado hace no muchas semanas una ‘escapada’ que calcula “para unos diez meses o así, ya veremos; pillaré el Transiberiano y me perderé por Asia el tiempo que haya de ser…”. Pero nos toca ‘platicar’ en ‘english’, pues tenemos otro compinche, Holger, risueño alemán de Düsseldorf, quien “lo lleva” más moderado: tres semanillas sólo por Rumania, de “vacaciones”. Ambos, compañeros míos de cuarto en el ‘hostel’ de la ciudad.</span> </span></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><span style="font-family:verdana;color:#ff6666;"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcma0QVzV2LIR-5ovBhFJKQ3Eu-Vad35_5KOyOdqGCc0x7Skjf0HBR_F-alugUt2YVgpi3qLvek3huId7mWYWcIPgMgkKBBcbp84St7lwCsLiWFRMdzpTiZCGpbPi8qtlimRDMDl5Rp-U/s1600-h/P1030184.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231894422076551890" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcma0QVzV2LIR-5ovBhFJKQ3Eu-Vad35_5KOyOdqGCc0x7Skjf0HBR_F-alugUt2YVgpi3qLvek3huId7mWYWcIPgMgkKBBcbp84St7lwCsLiWFRMdzpTiZCGpbPi8qtlimRDMDl5Rp-U/s200/P1030184.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br />Tras un par de días allí dejo atrás Brasov, con tiempo para haber admirado su centro histórico (en torno a una hermosísima plaza central), ascender con mis dos compañeros el funicular que lleva a un mirador magnífico sobre la ciudad, y hasta asistir, por menos de dos euros al cambio, a una excelente representación de la ópera “El barbero de Sevilla”, de Rossini (en italiano, claro está, y con subtítulos en rumano en una pantalla adosada al escenario; hice “lo que pude” por seguir la trama, pero desde luego mereció completamente la pena; los intérpretes eran auténticos fenómenos).<br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifFW5t8PXpP4e-DIqaKgy_heZV38-uSgNKNo9E-4ESalxEbHnKUVHUUbkefptfjk2N4wgQOZqLDmPcq1KlVGd5KkDDm26JFeW7TPsW75EH-K522Lpt9fJrSq-Cn7J8MugeTNOkVK6pvUA/s1600-h/P1030172.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231887998204969778" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifFW5t8PXpP4e-DIqaKgy_heZV38-uSgNKNo9E-4ESalxEbHnKUVHUUbkefptfjk2N4wgQOZqLDmPcq1KlVGd5KkDDm26JFeW7TPsW75EH-K522Lpt9fJrSq-Cn7J8MugeTNOkVK6pvUA/s200/P1030172.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLbOl-Jatz0D1P3kPoE5TfDh4v9snK_8LB-z03-sx5X9SxQwozwqgCC5ew5S4Sh3bhUcHYPAhnAR4Irb9boRADVaUHfmmobGVCpF9j2Dhte9vMranxz-r0-JVkFcJK6KR_xyvJ0wC0TR4/s1600-h/P1030174.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231888213573830210" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLbOl-Jatz0D1P3kPoE5TfDh4v9snK_8LB-z03-sx5X9SxQwozwqgCC5ew5S4Sh3bhUcHYPAhnAR4Irb9boRADVaUHfmmobGVCpF9j2Dhte9vMranxz-r0-JVkFcJK6KR_xyvJ0wC0TR4/s200/P1030174.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Siguiente etapa:<strong> Cluj-Napoca</strong>, ciudad universitaria del norte de Transilvania; la ciudad más poblada de esta vasta región. De nuevo, una población generosa en monumentos y edificios históricos, con protagonismo destacado para dos catedrales, una ortodoxa y otra católica, que coronan el horizonte arquitectónico del lugar. </span><br /><span style="font-family:verdana;color:#ff6666;"><br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOBe1MjjXeufBYJRKNXqapImYeAJLfwkNsVka73_ATM5dwlJ5U6bJ7Uj1Rh7H0b8T3tOTqMylrTzKYFywtlnKHM22t7uBeF69L9z1EjuIF67c4FmxfGKiNQD5wQgYkV9jBztY1NIuMmgk/s1600-h/P1030203.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231889049085032562" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOBe1MjjXeufBYJRKNXqapImYeAJLfwkNsVka73_ATM5dwlJ5U6bJ7Uj1Rh7H0b8T3tOTqMylrTzKYFywtlnKHM22t7uBeF69L9z1EjuIF67c4FmxfGKiNQD5wQgYkV9jBztY1NIuMmgk/s200/P1030203.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_0Gf8WAQA2REFk7FdWDCEt6GBWdxbufgSM7IFKwMISuuRd02BErYdoD4diOUdPlZz2gJcUPwVCKPypo6WG4bJv2P3LEiXzW8fYfEHuHbANybQ7HIGc8U2oJX4yMQ4a1UZdMbwT0geGr0/s1600-h/P1030205.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231888809431995234" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_0Gf8WAQA2REFk7FdWDCEt6GBWdxbufgSM7IFKwMISuuRd02BErYdoD4diOUdPlZz2gJcUPwVCKPypo6WG4bJv2P3LEiXzW8fYfEHuHbANybQ7HIGc8U2oJX4yMQ4a1UZdMbwT0geGr0/s200/P1030205.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div>Y con un inmenso jardín botánico, adosado a la universidad. ¡Y, jobar, por fin parece que se atisban rastros primaverales!, que desde que puse pie en Estambul, y sobre todo después, en Bulgaria, he pasado, ataviado con mis trapillos tropicales, más frescacho que Tarzán por Groenlandia; y eso que en la ciudad del Bósforo hube de comprarme en un mercado callejero una chupilla tejana (más fea que Picio, por cierto, acabé por concluir después..), para capear algo el temporalcete… </div><div></div><div></div><br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRtAbVIHNo6sW4zU8XztQAK6LU84EfPV_B0HiJUwtBe3hbPFS5nBiCK4TzyWTo7bOWJPiVZsJtz0hNHlkDubJEo8xsvTyuRNYamCHWS9zWUYNmIq5jBDirepWYiwr1YNjXRsZxtORbG2g/s1600-h/P1030213.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231889451994268450" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRtAbVIHNo6sW4zU8XztQAK6LU84EfPV_B0HiJUwtBe3hbPFS5nBiCK4TzyWTo7bOWJPiVZsJtz0hNHlkDubJEo8xsvTyuRNYamCHWS9zWUYNmIq5jBDirepWYiwr1YNjXRsZxtORbG2g/s200/P1030213.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisdxcMPaGLZnzoeF5JBSID7kxdKAdinVzmQAz19GOtp_VcxJ3lRm17wnKngCK1UwQ0-UjSoK_6YqK5Lb4-G1hSX6_Cxqpyf43urpxCkESvtPmwHrbXWcLbawO1DCuufNVUbsTdgyf9ZNg/s1600-h/P1030214.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231889688851164706" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisdxcMPaGLZnzoeF5JBSID7kxdKAdinVzmQAz19GOtp_VcxJ3lRm17wnKngCK1UwQ0-UjSoK_6YqK5Lb4-G1hSX6_Cxqpyf43urpxCkESvtPmwHrbXWcLbawO1DCuufNVUbsTdgyf9ZNg/s200/P1030214.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div></div><br /><br /><div>Y tras éstas, me planto en la septentrional región de los <span style="color:#cc0000;">Maramures</span>, ya limítrofe con Ucrania. El trayecto ferroviario desde Cluj-Napoca ya se convierte en un deleite, gracias al festival de escenas de vida campesina que privilegiadamente presencio (y fotografío, como puedo, a pesar del vaivén) desde las ventanillas del añejo tren.</div><br /><div></div><br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjplyxC8kgGCJRJfLK11ug7enzgCbl0vOnRzk7lBCbiSwIEs_jDqCCsqGSRHVsoCNjwfXMGVlFKIAdQc7T7ndtI8t5Sh_26R3MFaQXH96tMl0lNeWar2k5FXC5mOJNOfaUWOJgZe0vcRkw/s1600-h/P1030229.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231890434452573490" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjplyxC8kgGCJRJfLK11ug7enzgCbl0vOnRzk7lBCbiSwIEs_jDqCCsqGSRHVsoCNjwfXMGVlFKIAdQc7T7ndtI8t5Sh_26R3MFaQXH96tMl0lNeWar2k5FXC5mOJNOfaUWOJgZe0vcRkw/s200/P1030229.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg25Tc-EK2yKHw1t0uT4ur0vpMtqbcC1EtA4qKM5_dspIJ0DStvTt0ZX0Us4lHy_IZdY5KHZLlNKvl8DrEXJ905NZxX3UJxn94h_tDClkeyEJ6bvgjUj5uNm0XIFIYXyHbKB4LZSUpcOeo/s1600-h/P1030234.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231890195031682626" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg25Tc-EK2yKHw1t0uT4ur0vpMtqbcC1EtA4qKM5_dspIJ0DStvTt0ZX0Us4lHy_IZdY5KHZLlNKvl8DrEXJ905NZxX3UJxn94h_tDClkeyEJ6bvgjUj5uNm0XIFIYXyHbKB4LZSUpcOeo/s200/P1030234.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div></div><br /><br /><div>En efecto, los Maramures se caracterizan por ser el escenario de un entorno rural con unos patrones de vida y tradiciones ya únicos en el continente europeo. </div><br /><br /><div></div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY-kFXJ-QqkSrcUaRSGmNDpj5dqE6XoiYYhXqZrDsYptd6v3RpyQ2SgIAf41DxEzLzEBmPeD4IFQ1pUfbvMUMZ2ehR0i9P8XlMz7a3-ROnXtk5HlxVeRTFQ8fcZ_OlJYP8Tie6PD9RD4Y/s1600-h/P1030294.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231891032929382050" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY-kFXJ-QqkSrcUaRSGmNDpj5dqE6XoiYYhXqZrDsYptd6v3RpyQ2SgIAf41DxEzLzEBmPeD4IFQ1pUfbvMUMZ2ehR0i9P8XlMz7a3-ROnXtk5HlxVeRTFQ8fcZ_OlJYP8Tie6PD9RD4Y/s200/P1030294.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div></div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB4VrpElJgA_vjfj1TMuLS9VjQFLD77UKImopGG76Y0eMH0xtfwCmplvQwy5E9ezgoXMFRfcKZVrB70UYoCK7bH9h70lod6LIweIyl6RahSAPUYKRmkRkO8RDQCL32BJd66Yv9kt0XngU/s1600-h/P1030267.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333849111141026018" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB4VrpElJgA_vjfj1TMuLS9VjQFLD77UKImopGG76Y0eMH0xtfwCmplvQwy5E9ezgoXMFRfcKZVrB70UYoCK7bH9h70lod6LIweIyl6RahSAPUYKRmkRkO8RDQCL32BJd66Yv9kt0XngU/s320/P1030267.JPG" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcl52P91Fmvui41xREwPoPPGPl7FY_lGnsZ91eoZE_fJlyyghALDnVLpTjoq0frCYFZB57rk5wLPllX4rx_PMqur8bpgarrxauN-Psw3dUpMwQ-2X-2l-VBXzFBAwdsRRKaSadRWRGjn0/s1600-h/P1030267.JPG"></a><br /><br /><br /></div><br /><br /><div><br /></div><br /><br /><div><br /><br /><br /><br /><br /></div><div></div><div></div><div></div><div></div><div></div><br /><br /><div>Tomo como base operacional la localidad de <span style="color:#ff0000;">Shigetu Marmatiei</span>. Llego ya bien caída la noche, y en la estación me espera el propietario del albergue en el que he solicitado una plaza por e-mail, desde Cluj, esa mañana. Es un inglés de Bristol, que lleva allí “about two years”, me cuenta, y que apenas (qué <em>raro</em>…) se ha molestado en aprender cuatro palabras de la lengua local. (¿Por qué tendrán tan arraigada la costumbre, estos tíos –ingleses, norteamericanos, australianos [y por lo general; sé que excepciones hay]- de que su idioma es “el único” en el mundo..?).<br />A la mañana siguiente me alquilo una bici en el mismo albergue (..a precio “de” Inglaterra, más que “de” Rumania, me da la sensación), que al parecer es uno de los medios de transporte más populares y recomendables para recorrer las carismáticas poblaciones de los alrededores. Y así llego hasta <span style="color:#ff0000;">Sapanta</span>, a unos quince kms., uno de los puntos ineludibles de la zona. En este pequeño pueblo se pueden observar una serie de iglesias-monasterios únicas, esculpidas en madera, donde las tejas se unen una a otra con un simple clavo, y que destacan por su impresionante altura.</div><div></div><div></div><br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6nTwZiGF58Jm1B8Xznb0HJapi9hsZMdpwxJOwsUkQ3DO9nIuQB4Sa3YyaA0auiNCTMF-h2SQCL0x5vRjex12hTCIkkO4onOOgDfYFeyadm3oXx9Ru0aen-hfPSo2vkD9dpK9OqHguB_M/s1600-h/P1030280.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231892190649151810" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6nTwZiGF58Jm1B8Xznb0HJapi9hsZMdpwxJOwsUkQ3DO9nIuQB4Sa3YyaA0auiNCTMF-h2SQCL0x5vRjex12hTCIkkO4onOOgDfYFeyadm3oXx9Ru0aen-hfPSo2vkD9dpK9OqHguB_M/s200/P1030280.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg70Fhb3rab37Q4vgRnNlVmoAqEydcHSYv-UALLyr1W3WvEwHvY9wWVyQSFMyeuFmFeZl-5N7Y3TVqMiLquFJk1UnoehSDk5e9ClhveC2T8hTBxPPmGXH-U_6sgtKXErrAUI-Opcx-p10M/s1600-h/P1030268.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231891941708355506" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg70Fhb3rab37Q4vgRnNlVmoAqEydcHSYv-UALLyr1W3WvEwHvY9wWVyQSFMyeuFmFeZl-5N7Y3TVqMiLquFJk1UnoehSDk5e9ClhveC2T8hTBxPPmGXH-U_6sgtKXErrAUI-Opcx-p10M/s200/P1030268.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div></div><br /><br /><div><br /><br /><br /><br /> </div><div>Pero el lugar que sin duda se lleva la fama es el conocido como “<span style="color:#ff0000;">cementerio alegre</span>”. Es un camposanto en el que desde la década de 1.930, y por idea de un ebanista local, se adquirió la costumbre de escribir a la talla, a modo de epitafio sobre cada una de las tumbas de madera, frases en tono sarcástico, irónico, humorístico en todos los casos, sobre pasajes destacados de lo que fue la vida del hoy difunto (y relatadas en primera persona). Los pintorescos ataúdes, coloreados en vivos tonos, son pequeñas maravillas arquitectónicas en las que aparece, además, una ilustración gráfica alusiva al oficio que ejerció cada ‘morador’, o a alguna actividad representativa de su existencia. Hay quien ha asegurado que éste sería, sin lugar a dudas, el cementerio donde Groucho Marx hubiese deseado reposar para la eternidad. </div><div><br /><br /></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwygIzxT0ZxMOqF4DGMDUM3VDcMEfSG2937BzHsqj57-6hyphenhyphenn21HomeyVHSiDT9ENy0WYKlOEy1aFEsa_5Noyuk-Ws54Xrb5XtSk5dOiZtEmen8CNVxNKLMEUlMl8W4WEtvZZrzrJWLj4Y/s1600-h/P1030255.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231892838390510946" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwygIzxT0ZxMOqF4DGMDUM3VDcMEfSG2937BzHsqj57-6hyphenhyphenn21HomeyVHSiDT9ENy0WYKlOEy1aFEsa_5Noyuk-Ws54Xrb5XtSk5dOiZtEmen8CNVxNKLMEUlMl8W4WEtvZZrzrJWLj4Y/s320/P1030255.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div></div><br /><br /><div><br /><br /><br /><br /></div><br /><br /><div></div><div> </div><br /><br /><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTj4DccjqvB9dEI1-S-I7Wy0Vp-XzX9ompXsagOLnoDGwqzaMwLAfs__jxJH0QayMrF1kssU5LIhn-TQShZyJtOP-684kzBJq33B_zB93uK8zLrZd_vlGNrmi4HufAvDBCcps_dzMNino/s1600-h/P1030257.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231893249778199266" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTj4DccjqvB9dEI1-S-I7Wy0Vp-XzX9ompXsagOLnoDGwqzaMwLAfs__jxJH0QayMrF1kssU5LIhn-TQShZyJtOP-684kzBJq33B_zB93uK8zLrZd_vlGNrmi4HufAvDBCcps_dzMNino/s200/P1030257.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /></div><br /><br /><div></div><br /><br /><div><br /><br /><br /></div><div></div><div></div><div> </div><div>Antes de abandonar Sapanta, y a las puertas del “Cementerio alegre”, coincido y saludo a un par de jóvenes japoneses que, según me cuentan, salieron de Singapur hace varios meses y, siempre por tierra, sin tomar un solo vuelo, se han plantado en el este de Europa, con la pretensión de alcanzar Portugal hacia julio. Pero, sin ser manca esta aventura, todavía encuentro, minutos más tarde, a una pareja belga que les supera: tienen unos veinticinco años, quizá un poco más, y hace año y medio salieron de Amberes, su tierra, montados en sendos caballos, y arrastrando una especie de caravana que prácticamente ha sido su casa durante todo este tiempo. Viajando, los tíos, como en el antiguo Oeste hace siglo y medio. Su aspecto es extremadamente humilde; da la sensación de que van “con cuatro duros” encima. Me cuentan que desde el último invierno, ya llegados a Rumanía, se han puesto varias veces a currar en lo que podían o les iba saliendo. Y la sonrisa no les abandona ni un momento mientras relatan sus peripecias. Lo cierto es que desprenden una sensación tremenda de sosiego y paz. No pasan nunca por ciudades, me dicen; siempre han de pernoctar en zonas con hierba, “para que coman los caballos, claro..”.</div><br /><br /><div>Cuando estoy hablando con ellos, sentados en una mesa de madera junto a una de las típicas iglesia-monasterio, una de las religiosas del lugar les está sirviendo un guiso de comida casera. Me toca interpretar que les están ofreciendo comida a cambio de alguna faenilla (domiciliaria, jardinería..) que ellos se habrán brindado a realizar hoy a las monjas.</div><br /><br /><div>Por mi parte, siento una especie de alivio al no ser finalmente necesario que les relate que yo me he gastado algo más de tres mil euros en los veinte vuelos de que consta mi itinerario, y que partí con otros tres mil más por los bolsillos.</div><br /><br /><div>Me despido de ellos pensando una vez más en la cantidad de gente que se puede encontrar por ahí, en cualquier rincón del mundo, portadora de unas increíbles dosis de espíritu, que tienen grandes cosas que contar sin que casi nadie lo sepa, y con una particular manera de interpretar la vida, sus vidas, con pleno convencimiento aunque tal interpretación sea diametral con respecto a los patrones habituales, los de los demás, los de “la mayoría”.<br />Es por esa zona septentrional del país, en los Maramures, cuando a la vista de un mapa del este europeo caigo en la cuenta de que me hallo ya más cerca de Cracovia, en mi próximo destino polaco, que de la propia Bucarest, adonde en principio contaba con regresar para volar a Varsovia. Tras unas horillas dubitativas durante el pedaleo, el inglés del albergue interviene decisivamente para disipar mis dudas: “nothing, log…” (‘nada, tronco’..), “..la arquitectura de L’vov (Ucrania) es mucho more interesting que la de Bucarest…”; “..así que <em>from lost, to the river</em>; ya sabes”. Unido ello a la pereza de deshacer por tierra el camino ya hecho de sur a norte por el país rumano, y sobre todo a la curiosidad por “profanar” un territorio en principio imprevisto en mi ruta, el ucraniano –camino de Polonia-, decido definitivamente seguir tirando hacia el norte en lugar de desandar lo andado.</div><br /><br /><div>La pena es que me quedo sin fotografiar toda la monumentada interesante y vetusta de la capi rumana. A ver si en otra ocasión… </div><br /><br /><div><br /><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231893707429241058" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_a8dsevTbVNfY45065Rmic5kSuvPLwuechk5gCmAxegWcK47CvUf3r_XG6zoWNxjyZj-980nzkMWf92K3kbspDoqG56XNTZBLoZ4wJbJ8B9UYtX22GmkwecMmCIT_zx6bkdRhJmZsbV0/s320/P1030196.JPG" border="0" /></span></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-9255982534086921952008-08-07T21:43:00.007+02:002009-06-07T11:47:16.301+02:0017. Más tribulaciones fronterizas<strong><em><span style="color:#009900;">17 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoimn5bNz24p9EpjwuNRfUlBajULEARwQyWJyo5ZdGTqHHnkLsJlfkJphEgM4Agljf09A7q2vXAog4_z61i9xBDqqbDRzocWMas2_u895j833dsAVfAEAAggzd5gjd09xRcY5Io6HgPC8/s1600-h/P1030317.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231866930834119986" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoimn5bNz24p9EpjwuNRfUlBajULEARwQyWJyo5ZdGTqHHnkLsJlfkJphEgM4Agljf09A7q2vXAog4_z61i9xBDqqbDRzocWMas2_u895j833dsAVfAEAAggzd5gjd09xRcY5Io6HgPC8/s400/P1030317.JPG" border="0" /></a><span style="color:#990000;"></span></div><div></div><div></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"><span style="color:#990000;">Una vez tomada la decisión de dirigirme a Polonia vía Ucrania, voy enlazando unos pocos transportes públicos que en un par de horas, desde Shigetu (en Maramures), me dejan en una pequeña población que dista un kilómetro de la frontera rumano-ucraniana. Desde allí, me dirijo hacia ella a pie , confiando en la posibilidad de que me permitan atravesarla ‘de tal guisa’ y, al otro lado, tengamos ya alguna población desde la que tomar un nuevo transporte público hasta Berekhovo, a unos 50 kms, importante nudo de comunicaciones desde donde podría ya enlazar con L’vov, al día siguiente.</span> </span><br /><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#009900;"></span></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdxPitIWiN3mQljEHvgm5rKt5G-rlJ5kTCiBpc2yv5AvVYzAIf-tznXNxXqQHw5f_IAupjZCusf4rWakTyqhhACZnih27-yxcj7RvXnT-ViYeT6jG8PsRdN2LjHlWTT0FV4GrjfQfIxVk/s1600-h/P1030291.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231867735845896130" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdxPitIWiN3mQljEHvgm5rKt5G-rlJ5kTCiBpc2yv5AvVYzAIf-tznXNxXqQHw5f_IAupjZCusf4rWakTyqhhACZnih27-yxcj7RvXnT-ViYeT6jG8PsRdN2LjHlWTT0FV4GrjfQfIxVk/s200/P1030291.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><span style="font-family:Trebuchet MS;color:#009900;"></span></div><br /><div></div></div><div><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"><div><span style="color:#990000;">Ni de <em>ñoña, Begoña</em>…, me viene a anunciar el poli rumano del puesto fronterizo, un joven tipo risueño y angloparlante. (Con los dedos de una mano -y casi hasta con los de un muñón…- puedo contar el número de rumanos con los que he podido hablar inglés en estos siete días…). Hay una nutrida cola de vehículos aspirando a cruzar en el mismo sentido que yo. “Los ‘<em>rusos</em>’, que no quieren trabajar, al otro lado…”, me explica partido de risa el simpático funcionario, aludiendo a que son ellos quienes, con su “diligencia”, están fomentando el considerable ‘tapón’. “Tendrá que meterse en algún vehículo de éstos; cruzar <em>walking is not allowed, my friend…</em>”.<br />El mismo funcionario hace una rápida diligencia y me busca acomodo en el asiento trasero del primero de los coches que pacientemente aguardan su turno para el trámite aduanero. Es de matrícula rumana. “<em>Bunà; mulţumesc</em>” (‘muy buenas, y gracias’) saludo en lengua ‘vernácula’ a los dos ocupantes de los asientos delanteros. Los susodichos resultan ser dos elementos con unas pintas algo así como bastante poco recomendables, aunque, claro está, ello no tiene por qué implicar en principio nada especial. Me piden gestualmente el pasaporte (a las primeras de cambio compruebo que de english, <em>ni papa</em>, los mozos), para reunirlo con los suyos y entregar los tres de vez en la frontera.<br />Al llegar a la misma línea del lado rumano, tras unos diez minutos, descendemos del vehículo, pues ahí se advierte que la cosa aún va para largo. Estamos en torno a las cinco de la tarde, y yo sigo con la pretensión de poder alcanzar Berekhovo, en Ucrania, esa misma jornada.</span></div><div><span style="color:#990000;">Cruzando la estrecha carretera, ahí mismo, una línea de ferrocarril discurre cruzando oblicuamente la frontera entre ambos países. Hay una especie de estación terminal ahí mismo, con un convoy kilométrico calentando motores, como a punto de arrancar desde el lado ucraniano en dirección al rumano.</span></div><div><span style="color:#990000;">Fuera del vehículo, y justo al otro lado de la vía del tren, saludo a una policía rumana, joven, guapa y de aspecto tímido y amable (…lo que a mí me ‘mola’ en <em>ellas</em>, ejem –en las mujeres, no sólo en las mujeres policías..). La muchacha ‘se pilota’ muy dignamente el inglés (“magnífico, pues…”, piensa servidor), y, en efecto, hace gala de una discreta sencillez que embelesa en el acto (a mí, por lo menos..). Además, desde que llegué a Europa oriental, han sido también contadísimas, por desgracia, las ocasiones en que he podido interactuar con personas claramente amables. (…Ah, los mágicos días de Nicaragua, Myanmar, Filipinas, Mozambique…; ¿dónde habrán ido a parar..?).<br />La cosa es que el tren que estaba estacionado comienza su andadura en esos momentos, dejando a un lado el sector en el que me hallo enfrascado en grata conversación con la deliciosa funcionaria, y al otro la ristra de vehículos aguardando turno para cambiar de país, encabezada por el utilitario de mis dos <em>angelitos</em> acompañantes que, diríase, jamás <em>han dado una caladita a un cigarrillo</em>. Y yo allí, obnubilado con la charla informal con esa monada, que me va preguntando acerca de mi ya dilatado viaje por medio mundo, y algo después contándome que vive en Satu Mare, a unos treinta kms de allí (…y yo pensando “joer, como me ofrezcas sitio para pernoctar hoy en tu guarida mando Ucrania al cuerno los días que hagan falta, tú…”).</span></div><div><span style="color:#990000;">El convoy en cuestión continúa pasando, arrastrando decenas y decenas de vagones –no de pasajeros, sino de ésos para transportar materiales, pedruscos, qué sé yo-, hasta que en un momento dado, y recordando fugazmente el “ejemplar porte” de los dos individuos en cuyo vehículo he subido, me agacho para ponerme en cuclillas y tratar de otear, por debajo del paso de la interminable marea de vagones, el lado opuesto, donde ellos están.</span></div><div><span style="color:#990000;">Y en efecto, mis sospechas se ven refrendadas. Ahí diviso a los dos pájaros de cuenta manipulando alegremente el maletero, donde me ofrecieron depositar mis dos mochilas –la grande y la ‘auxiliar’, la de ‘excursiones’ de un día-, y donde no recordaba yo que hubiese muchos más ‘útiles’ que manipular… El dinero y tarjetas las llevo siempre conmigo, en un bolsillo-cinturón interior, pero no es buen síntoma que los tipos se pongan a ver qué pueden arramblar a la primera ocasión de turno. Sobre todo pensando que seguramente después se dará la ocasión de que continúe con ellos en su coche para adentrarnos los primeros kilómetros por territorio ucraniano. Cuando un tío viaja solo y se le ve con todos sus bultos, no hace falta ser extremadamente sagaz para concluir que todo lo que lleve consigo, lo lleva encima en esos momentos. Nada podría a lo mejor ser más sencillo para ellos, varios kms. después, que (tras dejar atrás frontera y sus correspondientes ‘dosis’ de policemen/…women) aparcar en cualquier descampadete, sacarme del asiento trasero a empellones y decirme “hala, maestro, ve desembuchando hasta los dientes de leche, que te vamos a crujir bien ‘crujidico’ éste y yo…” (en rumano o como quisieran; no serían necesarios grandes alardes lingüísticos para entenderse en tales circunstancias…). La verdad es que los tipos tenían unas pintas de rudos ex presidiarios que ríete tú de las del ‘violador del Ensanche’ o el <em>Santi Potros</em> aquél… (Ya podía haber tenido mejor “puntería” el poli que me buscó acomodo en la fila aquella de coches, pensaba yo… aunque hasta puede que vayan ‘a comisión’, toda la <em>basca</em>, aquí…).</span></div><div><span style="color:#990000;">Me da por recelar ya hasta de mi guapa policía, por un momento, aunque perdiéndose en esos ojos azules infinitos, lo último que se le sugiere a uno es que también ella pueda “esconder cadáveres en el armario”… “Ahora sí que me vendría bien ‘<em>dabuten</em>’ que me dieras cobijo hoy en tus aposentos, querida mía… Por lo menos dos pájaros de un tiro me los cargaba, seguro…”.<br />En fin, la cosa es que por fin termina de pasar el larguísimo tren, se “hace la luz” a un lado y otro de la vía férrea, y entretanto se ha desbloqueado el avance de coches hacia la línea fronteriza por el lado rumano.</span></div><div><span style="color:#990000;">Los dos <em>fichajes</em> –que ya habían cerrado el maletero tras su particular <em>redada</em>- penetran en el carro y me hacen señas de que me ‘aplique el cuento’ de inmediato (…”hala, déjate de galanteos con las autoridades que nos alabamos, machote”, parecen quererme decir mientras abren una de las puertas de atrás). Me despido de mi bella advirtiendo en el acto que la última mirada que hemos intercambiado no se me va a olvidar por lo menos en todo lo que queda de tarde, y, unos metros más adelante, procedemos ya a realizar el trámite de salida de Rumania. Este es rápido; ahora hay que avanzar unas decenas de metros más hasta llegar al punto de ingreso en Ucrania. Entregamos los pasaportes, y el funcionario ucraniano nos hace indicaciones para que salgamos los tres del vehículo. “Magnífico” –pienso- “al menos ahora quizá tenga ocasión de comprobar si estos dos gaznápiros me han chorizado la cámara de fotos”, que siempre va en la mochila pequeña.</span></div><div><span style="color:#990000;">Pergeño, no recuerdo cómo, no sé qué excusa para abrir el maletero (igual da lo que les diga; no me entienden medio caracho en ningún idioma...) y compruebo aliviado que el artefacto digital continúa allí, enfundado en su ya mugrienta bolsa de plástico, en el fondo de la mochila. Lo hubiera sentido por las imágenes captadas hasta la fecha (en torno a seiscientas, quizá), mucho más que por la cámara en sí. Aunque también es cierto que, de comprobar que no estuviese allí, y con todo aquello lleno de polis por todos lados, no hubiera hallado mejor ocasión para montar un buen pollete allí mismo en aras de recuperar el engendro de marras.<br />El trámite con los dos pasaportes rumanos se realiza con diligencia (cientos o miles de individuos de las dos nacionalidades deben cruzar a diario esa frontera en ambos sentidos), pero con el documento ‘spanish’ la cosa parece que va a ir más ralentizada. “Wait… a moment…wait you”; uno de los policías parece que se intenta chapurrear un par de cosas básicas en english.</span></div><div><span style="color:#990000;">Pasan unos tres minutos, mi pasaporte sigue en el interior de la caseta del puesto fronterizo, y los dos <em>piezas</em> rumanos parecen empezar a dar síntomas de inquietud, como de mostrar cierta prisa. Viendo que la ocasión pinta ‘calva’, les digo, acompañado de gestualización “..if you want, go, go away…”. Parecen estar de acuerdo, de modo que extraigo mis pertenencias del maletero (…menos mal que he ido a dar con éstos en una ‘plaza’ atestada de “maderillos”, no evito volver a pensar) y tras despedirme sonriente de ellos con un nuevo ‘<em>Mulţumesc</em>’ les veo partir sintiendo un buen alivio.<br />Ya más tranquilo, decido tomarme con calma los ‘dimes y diretes’ que los cuatro o cinco policías ucranianos –cada vez acuden más- parecen tener a bien a vueltas con mi pasaporte. El que hace gala de un ultra-rudimentario inglés se erige en portavoz del resto para hacerme llegar su asombro, curiosidad o recelo en relación a la cantidad de sellos y visados con fecha de 2.008 que adornan las páginas de mi documento (…y aún no hemos alcanzado la mitad del año). El tío me los va señalando uno por uno:<br />_ “Oh… Nicaragua; … <em>My-an-mar</em>, … also Philippinas, …<em>Hongo Kongo</em>, <em>Mosambi-ca</em>…<em>bique</em>, …Tansania… hum, …many countrys, you…”<br />_ Sí; estoy haciendo un viaje largo, este año…<br />_ <em>Tourisme</em>…?<br />_ ‘Well... travelling’, más que turismo…<br /></div></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></div><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO475xybPV76bXKSFZeif_w4wP2KziryNlyfcNHA69NXbdNp4oDOUYAzVuBdUvdYSepqBNLZIOloh64ZgzQd8qBmWVZEI3jcO5ZkiCW2d2Z6Gj2sBFFwcX1z6yXsGIrfQouDctCXzg0Ys/s1600-h/P1030292.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231867293234400706" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO475xybPV76bXKSFZeif_w4wP2KziryNlyfcNHA69NXbdNp4oDOUYAzVuBdUvdYSepqBNLZIOloh64ZgzQd8qBmWVZEI3jcO5ZkiCW2d2Z6Gj2sBFFwcX1z6yXsGIrfQouDctCXzg0Ys/s200/P1030292.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></p><br /><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></span></p><br /><br /><p><span style="font-family:trebuchet ms;color:#009900;"></p></span><br /><br /><div><span style="color:#990000;">La conversación torna en distendida y más informal cada vez. Hay risas por ambas partes. Nada del rigor policial que suele ser ‘de recibo’ en situaciones así, normalmente. Los payos consiguen hacerme entender que están esperando a no sé qué otra autoridad (“<em>the boss</em>…, <em>boss… coming here</em>”), y que debo esperar hasta ese momento. Entretanto, me van preguntando también algo así como que si en mí país me pagan para marcharme a viajar por el mundo unos meses. “No, no… ¡que más quisiera..! Ahorré dinero y por eso decidí hacer este viaje…”.<br />En teoría, no hay que pagar ninguna cantidad para ingresar en Ucrania, pero de algún modo, volvemos ‘a las andadas’. Un tío que evidentemente lleva encima todas sus posesiones (el dinerillo, en definitiva), y en este caso una frontera con funcionarios que exhiben un cachondeíllo algo empalagoso, en fin, que no les duelen prendas en hacer ver que allí se ‘procede’ como ellos decidan, en el momento concreto. Y “éste”, que ya empieza a pensar “..joer, ahora estos elementos lo mismo me piden cien euretes para devolverme el pasaporte y permitirme el ingreso al país…”.<br />Al final, tras unos quince minutos, llega la autoridad a quien estábamos esperando. Es una oronda cincuentona, de carismático porte, una suerte de versión, en femenino, de John Wayne en ‘<em>El hombre que mató a Liberty Valance’</em>. Se le oye <em>chemecar</em> con sus compañeros o subalternos algo así como:<br />- Гнжалюдо фтъюехя нхфайе..?<br />- Кзмь, аофжію йгздпра…ъамнф!<br />- Цейэао?!!<br />- Дѓыюезжаут…<br /><br />(y es que hemos vuelto a “territorio cirílico”, tras el paréntesis rumano..).<br />A mí, entretanto, y a tenor de sus gestos y su expresión –los de la jefa y los de los “mozos”- me parece interpretar de la conversación algo así como “¿…y qué demonios queréis que haga yo si este tipo ha viajado mucho este año..?”; “le habréis puesto el sello, ¿no?”; “¡pues hala, dadle el pasaporte al chaval y no me déis más la barrila, leñe..!”.<br />Y en efecto, el portavoz sale sonrisa en ristre tendiéndome todo sumiso el documento marrón, añadiendo “You can go, …continue…, next”.<br />- Ok, ok, thanks..<br />Bueno, pues tras todo este lío rumano-ucraniano-fronterizo-policial advierto que son ya casi las siete. El primer pueblo se halla a kilómetro y medio de la frontera. Camino hasta allí, sintiéndome libre como mochilero libre, aunque recordando a cada paso las delicias de la poli rumana al otro lado de la frontera… </span></div><div><span style="color:#990000;"><br /></div></span><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231868033930077506" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggWkmQi0SDr-u5UCYBYJfkbPW0kucsaIMPAadrjgvDDHRGLyqN2I0vS5OC7XRCToroS7sZKNRGzTGvPr8dp14kjiqj00KcyToC2eDxO6refkoocpEF02XTWRkUNd9p8E3KFQ6rKnrgM-c/s320/P1030207.JPG" border="0" /><br /><span style="color:#990000;">..<em>Ay, esa poli</em>...</span>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-86936272742722830872008-08-07T20:55:00.022+02:002015-03-04T03:02:26.304+01:0018. Ostras con Ucrania...<strong><em><span style="color: #cc0000;">20 <span style="font-size: 85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsdzAfjHGfLnBje1KzFbgyl4fB0qHOFDuYPUMCoyEbR_OrP4RVuVPvr71YU17bKC9m44SEyka0HRy6XOZ9-tAbPo4CWwVe4YnksW2yUEMg89dvOmVTWzgaH0qsgc_kPYGwXO8P2lWjY-Q/s1600-h/P1030355.JPG"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsdzAfjHGfLnBje1KzFbgyl4fB0qHOFDuYPUMCoyEbR_OrP4RVuVPvr71YU17bKC9m44SEyka0HRy6XOZ9-tAbPo4CWwVe4YnksW2yUEMg89dvOmVTWzgaH0qsgc_kPYGwXO8P2lWjY-Q/s400/P1030355.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231855828309214242" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></a><br />
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">He llegado caminando, tras aproximadamente un kilómetro y medio, desde la frontera –tras salir de Rumania- hasta el primer y pequeño pueblo en territorio ucraniano. Cae la tarde y debo intentar llegar a Berekhovo, a unos 50 kms., población grande desde donde al día siguiente podría enlazar con L´vov, la ciudad más atractiva del oeste de Ucrania y desde donde, a su vez, podría ya tomar más tarde un tren con destino a Cracovia, Polonia.<br />En el pequeño pueblo ya me hacen entender que, a esas horas, únicamente haciendo auto-stop (por aquellos pagos se estila bastante) podría alcanzar hoy mismo Berekhovo. Lo intento, a la salida de la población, durante unos veinticinco minutos, pero allí no para ni el gato.<br />Los vecinos de una vivienda cercana a donde yo me encuentro me indican “..hotel” “siete” (marcando con los dedos) “kilometru”. Bueno. Parece que será la opción más razonable. Tras ofrecer una propina (pude cambiar moneda rumana sobrante por ucraniana en la frontera), me disponen de un vehículo y conductor para acercarme hasta el alojamiento en cuestión, que se encuentra también a la entrada de otro pequeño pueblo.<br />Al llegar, efectivamente, adosado a la carretera se encuentra un flamante ‘<em>Restaurant-Hotel’</em>, regentado por una no menos flamante y escotada rubia, de quizá poco más de cuarenta años; clásica exhuberante mujer de <em>corte</em> ‘soviético’. Acompañándola, está también una quinceañera de asombroso parecido a la anterior, también escotadita, que ‘promete’ convertirse en un bellezón despampanante de aquí a un par de telediarios. Y yo allí, hecho unos zorros con el mochilón y medio, sudoroso y con gesto de ‘ecce homo’ tras las peripecias fronterizas vividas en la tarde de hoy.<br />Automática y unilateralmente, ‘clasifico’ a ambas mujeres como madre e hija, sin conceder lugar para las dudas.<br />_Good evening! …Hello! (“…<em>jobar, pregunté cómo se dice ‘gracias’ en ucraniano, en el pueblo anterior, pero olvidé hacer lo propio con respecto al saludo</em>”…)<br />_Mmm. –obtengo como respuesta de la mayor de las féminas, quien me mira lacónicamente sin un solo gesto de atención o cumplimiento. (“Vaya, guapas serán, pero parece que simpáticas no lo van a ser tanto…”, pienso).<br />_Mmm… Hotel..? Here..? I’m looking for a place tonig… (¿<em>Puedo pernoctar aquí, ando buscando un lug…</em>?)<br />_Ne. _me interrumpe con sequedad, mirándome con gesto impertérrito.<br />_…No…? …Is not hotel, here..?<br />_No; no hotel.<br />_But…why..? Is it closed..? Is it full..? (¿<em>Pero por qué..?¿Está cerrado, o lleno</em>..?)<br />_No hotel. _Las dos pájaras me miran con una sequedad casi insultante; me da como la sensación de que se regocijan al advertir mi frustración. La madre señala con el índice hacia el techo, donde supuestamente están las habitaciones en el piso superior, y a continuación hace un gesto juntando y separando ambos brazos, que yo interpreto algo así como “la cosa del alojamiento no está en funcionamiento”.<br />_¡¿...Y qué hago yo..?! ¡¿Dónde demonios duermo yo hoy..?! (ya no recuerdo si dije esto en mi idioma o en inglés –en ucraniano seguro que no…-, pero da igual; no iban a entender las palabras en ninguno de ambos casos, aunque sí captaron claramente el mensaje a través de mi lenguaje no verbal.<br />_ Мпгжфж… (Mpgfhh…). (La madre hace un gesto soltando un brazo, haciéndome claramente entender “¿<em>y a mí que me cuentas, macho</em>..? Lo que es seguro es que aquí va a ser que no”). Y ambas siguen mirándome con sendos rostros de rancia sequedad, que me hacen por un segundo ponerme a pensar si no propiné a las dos una patada en sus respectivas espinillas a modo de saludo, cuando entré por la puerta, y se me hubiese olvidado ya…<br />Pues nada, Juanchete, hay que irse p’a la calle y buscarse la vidilla. Pequeños pasajes de la aventurita de viajar, ¿eh..?.<br />Y lo que no dudo en disponerme a poner en práctica es lo que tentado anduve de hacer en el pueblo anterior, cuando pasaban los minutos y ningún automovilista parecía tener a bien marcarse un detallito con este sufrido peón de la ruta y el macuto. Esto es, comenzar a llamar a las puertas de las casas particulares, exhibiendo un puñado de billetes del país, y solicitar mediante la gestícula un habitáculo en donde pasar esa noche que a punto estaba ya de empezar a caer.<br />Acercándome sin más demora ni vacilación hacia la primera de las puertas que atisbo, enfrente justo del local que a punto de una buena ‘mala uva’ acabo de abandonar, topo con un par de señoras, de edad ya más bien avanzada, que están conversando. Tras acercarme y saludar con un simple “Hi!”, señalo al hotel (¿?...) de enfrente e, imitando el gesto de la ‘amable’ rubia exhuberante (que ya me lo parece menos, lo de exhuberante..), les intento hacer entender que allí no me permiten pernoctar. Acto seguido, saco 3 billetes de 20 unidades de moneda ucraniana -algo menos de diez euros al cambio- (en los días que estuve allí no me preocupé de aprenderme el impracticable nombre de la divisa en cuestión) y, señalando la casa y adoptando con las manos juntas y extendidas junto a un lado de la cara el inequívoco gesto de dormir, procuro que comprendan el mensaje que en principio debería ser suficientemente evidente.<br />Las dos señoras, que interrumpieron su charla para dedicarme su atención, intercambian varias miradas de sorpresa y desconcierto. Debe de ser una situación bastante insólita el hecho de que, en aquel remoto paraje, un extranjero que no habla ‘ni papa’ de la lengua local esté buscando un lugar donde dormir en la casa particular de quien sea, y parezca dispuesto a ofrecer dinero a cambio. Tras unos segundos de vacilación, la propietaria de la casa me hace señas de que la siga, y me conduce hasta el interior. Su sorpresa va a continuar cuando beso su mano en señal de sincero agradecimiento (acompañando gestos de satisfacción), y le entrego las sesenta (----) ucranianas cuando me muestra el habitáculo donde podría pasar la noche, una pequeña habitación con un sofá de generosas dimensiones…<br />Bueno, parece que he salvado los muebles en cuanto al asunto de la ‘piltrada’,… ¡pero además hay que comer! Por un lado no me apetece volver al restaurante (¡…en el caso de que sí lo sea, ya que hotel, no!) de las ‘simpáticas’ rubias exuberantes, aunque por otro no vería con malos ojos el pasarles por los morros el hecho de que he tardado quince segundos en encontrar una cama tras salir de su local, cuando hasta parecía que se alegraban de que allí no pudiera quedarme (siendo, desde luego, el único alojamiento público del pueblo). De todas formas, tampoco tiene pinta de que en aquella única calle “principal” existan más locales donde conseguir algo para ‘menear el bigote’.. Así que nada, regreso de nuevo a reencontrarme con mis dos amigas.</span></div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;"> "...<em>La verdad es que atractivas están un rato</em>", no evito volver a reconocer nada más entrar por segunda vez, y, ante sus expresiones de sorpresa al verme allí de nuevo, les pregunto de inmediato:<br />_ And food…? (¿Y ‘<em>pitanza</em>’…?). Can I eat something here..? (¿<em>Voy a poder ‘papear’ algo aquí... -o qué…</em>-?)_ Y, claro, acompaño con el clásico y universal gesto de llevar la mano repetidas veces hacia la boquita, en aras de que me entiendan lo necesario.<br />_ Дa… (Da…). Соуп… (‘<em>soup</em>’…)<br />“Júeeer…, con la gazuza que me traigo.." (a mediodía apenas tuve tiempo de morder un par de frutas que pillé en un mercado, en Sighetu..), "..y estas pájaras sólo me van a ofrecer una vulgar sopa…”. De cualquier modo, y ante la experiencia de un cuarto de hora antes, no me fiaba ni medio duro de que la cosa fuese ahora a resultar como la del intento de ‘dormida’… Así que decidí dar por bien empleado lo de la cоуп (‘soup’)<br />_ Ok, pues <em>soup</em>, please (tampoco había indagado aún cómo se dice el ‘por favor’ en ucraniano..).<br />Por fortuna, la sopa en custión tratose de una especie de potaje bien consistente, servido en un cuenco hondo con una capacidad más o menos doble en relación a nuestros platos soperos clásicos. Y me trajeron como acompañamiento media barra de pan parcialmente cortado en rodajas, junto a un plato con una generosa presencia de queso blanquito, de ése de untar. Regué todo ello con una cerveza local de medio litro, como son allí, escogiendo entre las exhibidas en una nevera del bar, y me pegué un festín con el que apenas podía imaginar contar un cuarto de hora antes. La verdad es que el potajito –o lo que fuera; llevaba de todo- estaba excelente; con el vacío estomacal de que hacía gala, hasta el pan y el <em>Philadelphia</em> aquél me parecieron también sendas delicias tur… ucranianas.<br />Pagué una cuenta mucho menos abultada de lo que calculé previamente (unos tres euros y pico al cambio; ya había oído que el país era bastante barato), y ya en la barra narré a las dos mozas como pude que había encontrado dónde dormir a las primeras de cambio. Quisieron saber dónde, y cuánto había pagado. Intercambiaron expresiones de desconcierto, que no supe muy bien –ni intenté- cómo interpretar…</span></div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">Eso sí, en una charlilla unos minutos después con la más joven de las dos damiselas, ella me refirió (conseguimos entendernos como pudimos) que no existía el menor vínculo de sangre entre ambas. Así que, ¡olé por mis dotes diagnósticas -y fulminantes- sobre parentescos humanos..! (Pero ostras, es que eran un par de gotas de agua pese a la diferencia de edad, las muy puñeteras..).<br /><br /><strong>Berekhovo</strong> – A primera hora de la mañana siguiente (pero muy a primera), un autocar como de los años 50 me traslada a la ciudad de <span style="color: #333300;">Berekhovo</span>, en un trayecto de una hora de duración. Dado lo temprano del momento, me dirijo a la estación de tren con idea de enlazar con L’vov, la ciudad más interesante del oeste ucraniano, y, ante todo, el puente principal de acceso a territorio polaco. Son las siete y media de la mañana cuando llego a la estación, y tomándome un café y una especie de croissant en la cantina de la misma, observo en ella a los rudos ferroviarios atizándose chupitos de vodka diluídos acto seguido con generosas dosis de cerveza. “<em>Maemía</em> –pienso-; me calzo yo todo eso a estas horas y <em>me se</em> hace un agujero en el estómago del calibre de una sandía…”. </span></div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdWC7ANk3b_0JH1rP3G_F84PTmx6GSMy2IPoZ-NKk1bZGxlSbJoa_U2r4YSR7uxArCi8YkombH1fWsRYn9DGelQg8GEx4K5rhlFoPCHYqAcMhw35opMJsetzwjYxTNVUAoQONyQEPUURE/s1600-h/P1030306.JPG"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdWC7ANk3b_0JH1rP3G_F84PTmx6GSMy2IPoZ-NKk1bZGxlSbJoa_U2r4YSR7uxArCi8YkombH1fWsRYn9DGelQg8GEx4K5rhlFoPCHYqAcMhw35opMJsetzwjYxTNVUAoQONyQEPUURE/s200/P1030306.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231856347136606834" style="cursor: hand; float: left; margin: 0px 10px 10px 0px;" /></a></span></div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjetMfFDPcYB8zxfryrJNowZ2eIfGi41ow8gcS3PKrTYHwiiNZCMB1qYllztttikA9VIOfUo10NXkdnY44dOwxeGhQqAamAY-ntXiTYHcDk3RfBGWqODE1fKzEIoNv4cFaGdqpNtt4gCSE/s1600-h/P1030315.JPG"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjetMfFDPcYB8zxfryrJNowZ2eIfGi41ow8gcS3PKrTYHwiiNZCMB1qYllztttikA9VIOfUo10NXkdnY44dOwxeGhQqAamAY-ntXiTYHcDk3RfBGWqODE1fKzEIoNv4cFaGdqpNtt4gCSE/s200/P1030315.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231856095230365106" style="cursor: hand; float: right; margin: 0px 0px 10px 10px;" /></a><br />
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">No hay trenes a L’vov. No hay horarios expuestos con una mínima lógica: capto bien los nombres escritos en cirílico, pero las supuestas horas de partida o llegada de trenes están indicadas con dígitos como 26/05 ó 32/10. “Pues a ver cómo lo hacemos; en mi pueblo me parece que las horas del día son 24…”. Nadie habla inglés; nadie me puede descifrar el entuerto. La señora que atiende la ventanilla de ventas de billetes sólo me hace gestos identificables como que desde allí no puedo viajar directamente a L´vov. “Нчоп, Нчоп, 14:10” (“Nchop”, a las 14,10), es lo que me hace entender señalando alternativamente el nombre de una población en un mapa y su reloj. Es un pueblo que se encuentra en el camino hacia L´vov. “Ok, pues nada; iremos para allá a las 14,10”. </span></div>
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<img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOr5hlvjGHM8EMbCBghuEy8ZVrbx74F6cplpjpZtswTnBhOuWcKiuSZiTMS-7ZBSFhlokgjvoG-WZv7eM85rcmCExjxTZ3ONqVjv9pDe5-fEhF_SyiIRBlY0x3FQvy-PBMVZbKij0rPsY/s320/P1030310.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231857149077136210" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /><em><span style="color: #cc6600; font-size: 85%;"> (Autobús 'archipiélago Gulag'...)</span></em><br />
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">Una hora y pico antes de la salida, comprando algo de comida en un supermercado local, vuelvo a toparme de bruces con la ‘amabilidad’ ucraniana al recibir un insolente berrido-rebuzno de la cajera (acompañado de una mirada atiborrada de hostilidad), interrumpiendo como respuesta mi discreta solicitud de revisar un momento la cuenta que derivaba de mi compra, al pensar yo que se había equivocado a su favor. “Joer, ya voy teniendo unas ganas de abandonar este país que no sé a quién contárselo primero…”.<br />De vuelta en la estación del tren, otro lío: no hay modo de averiguar en cuál de las cuatro vías he de situarme para subir a mi tren. Probando suerte en una de ellas al azar, vislumbro sentada en un banco del andén a una joven rubia, de nuevo más bien guapita. Debe de ser una estudiante, a tenor de su aparente edad y de la pequeña mochila conteniendo algunos libros que lleva consigo. Decido acercarme a ella, recelando que, además de no hablar inglés, muy probablemente me podrá ‘dedicar’ una nueva muestra de ‘exquisita amabilidad’ a las que me están acostumbrando algunos (…algunas, hasta el momento) autócton…as en estas apenas veinticuatro horas que llevo por el país. Pero no me queda otra.<br />- Good afternoon; do you speak english, please..?<br />- Mmm.., german…, german…; ne english… (y hace un gesto con los dedos, acercando el pulgar al índice, queriéndome dar a entender que de ‘english’, muy poquita cosa).<br />Pero me lo ha dicho sonriendo, algo tímidamente, y con expresión y gestos amables, incluso casi como de disculpa. Por un instante, hasta me ha recordado a mis añoradas chicas filipinas, de hace ya dos meses atrás (…dorados tiempos, aquéllos…). “Vaya, esto me parece casi una sorpresa…”, pienso de inmediato. Lo cierto es que, lamentablemente para mí, he venido comprobando desde que ingresé en esta Europa del Este, ya desde la primera noche en Bucarest, que el personal (y sobre todo las ‘muchachuelas’, que en muchos casos todo lo que tienen de atractivas –que suele ser bastante- lo tienen también de ‘sobradas’, de ‘estiradillas’) pues eso, que no hace gala precisamente de una cortesía ‘deslumbrante’ para con el visitante. …Al menos, para con ‘este’ visitante… Aunque, siendo justos, debo de reconocer también que he topado con casos claramente opuestos. Gratas excepciones que oponer a la aparente regla. Y parece que ahora podemos estar ante otra de éstas.<br />La joven rubita, exhibiendo en todo momento unas grata amabilidad y buena voluntad, consigue hacerme entender en su rudimentario inglés, y apoyándose cada pocas palabras en su más trillado alemán, que el tren que pasa por esa vía es el que yo debo tomar camino de Nchop. Mientras esperamos la llegada del convoy, voy entablando una animada conversación con ella, tratando de hacerme entender acompañando las frases sencillas en inglés con cuantos gestos y mímica soy capaz de imaginar. Le narro acerca de mi ya prolongado viaje por cuatro continentes, y le muestro cientos de fotos de mi cámara digital. Ella, que se llama Monika, alucina con el relato y las imágenes, en especial las del este africano. Cuando llega su turno de contar algo de sí misma, ‘desembucha’ el secreto que permanecía oculto hasta ese momento: “Yo no soy ucraniana; soy húngara…”. “¡Acabáramos!…; ya me parecía a mí <em>sospechosa</em> de repente tanta amabilidad…”. En esa zona en la que me encuentro confluyen las tres fronteras (Ucrania, Eslovaquia y Hungría), y muchas personas oriundas de alguno de los tres países residen al otro lado de la frontera, en uno de los otros dos.<br /></span><span style="color: #006600; font-family: verdana;"></span><br />
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijFGfNtRD45HvaMnM1jjUXu7v_0LhHn6ei2OyM7DrSW0pFJSqdA0_6KQ1QURlyAelH2ajMil0FU0TEYwj3yrhGlriYq1EDhCgxdwy1NVLOL50WfD-22elelJYFL285QjPDS6ds0gWhqHU/s1600-h/P1030318.JPG"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijFGfNtRD45HvaMnM1jjUXu7v_0LhHn6ei2OyM7DrSW0pFJSqdA0_6KQ1QURlyAelH2ajMil0FU0TEYwj3yrhGlriYq1EDhCgxdwy1NVLOL50WfD-22elelJYFL285QjPDS6ds0gWhqHU/s200/P1030318.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231857864095052146" style="cursor: hand; float: left; margin: 0px 10px 10px 0px;" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEFdzlrIil7KyxkiXQjFY4aPjp3Q__xjTrf1IE7nJQUYBpzHwa6rxEIqNR_2U0TdSHXMLr4MrieER95OTQxsnSzt5vy3DBIi1oqUbSJNfUUKaeOeO5nkbO5Z7p7e6dz_AO9pX5IEexl_E/s1600-h/P1030316.JPG"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEFdzlrIil7KyxkiXQjFY4aPjp3Q__xjTrf1IE7nJQUYBpzHwa6rxEIqNR_2U0TdSHXMLr4MrieER95OTQxsnSzt5vy3DBIi1oqUbSJNfUUKaeOeO5nkbO5Z7p7e6dz_AO9pX5IEexl_E/s200/P1030316.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231858160386114834" style="cursor: hand; float: right; margin: 0px 0px 10px 10px;" /></a></span><br />
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Cuando llega el tren, subimos ambos a dos asientos contiguos. El trayecto hasta Nchop no dura mucho más de unos veinte minutos (…tanto lío para encontrar un tren, con lo cerca que estaba este destino…). La sencilla simpatía de Monika y la complicidad que hemos ido elaborando hace del recorrido el mejor momento del día para mí. Cuando el tren se detiene en la estación de mi destino, ella continúa viaje hasta el suyo, la siguiente población. Nos hemos intercambiado los correos electrónicos antes de bajar yo del tren; he pensado que querré enviarle varias de mis fotos del viaje, además de ésa que le he hecho en la estación y en la que sale tan guapa. “Lástima que le doble en edad; …si no me parece que mando Nchop al demonio y me largo con ella a donde sea esta tarde…”, no evito pensar cuando desciendo al andén… </div>
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<strong>L’vov</strong> – Tras una tarde y noche sin sobresaltos en esta tranquila población de Nchop (que cuenta con unos pseudo-faraónicos fachada y hall de su estación ferroviaria, la cual, por el contrario, se muestra desangelada en cuanto a viajeros a pesar de tales dimensiones), a la mañana siguiente vuelvo a la carga con la imagino que ardua tarea de tratar de averiguar la manera de continuar camino hacia L’vov. La señora de la ventanilla de la estación no habla inglés (of course). Y el panel con los horarios de los servicios ‘vuelve a las andadas’: identifico bien los nombres en cirílico (Кйев; Л’вив), pero la cosa de las supuestos horarios continúa en su peculiar enigma: 26/16 ; 32/05. “Ostras qué caracho, tú…”.<br />
Es la sensación que me viene embargando desde la mañana del día anterior, al llegar a Berekhovo. O incluso antes, cuando empecé a ‘hacer dedo’ nada más entrar en el país. Esto es, la de estar inmerso en un farragoso laberinto geográfico que no tiene sencilla manera de ser resuelto. Llevo casi dos días tratando de llegar a una ciudad de referencia del país que no dista más de doscientos cincuenta o trecientos kilometros de la frontera, y no hay forma humana (entre la poca colaboración que suelo encontrar –salvo las honrosas excepciones descritas- y la dificultad de los rótulos en las estaciones) de acertar con el camino más corto o más habitual. Es como estar en La Granja de San Ildefonso o en Tarancón, y que no haya manera de averiguar cuál es la forma más directa de llegar a Madrid. O estar por la Costa Brava, e ídem de ídem con respecto a Barcelona…<br />
Hasta que topo con un alma buena que me va a deshacer el entuerto. Es una señora de mediana edad, amabilísima, que habla un correctísimo inglés y está guiando a un grupo de irlandeses que están a punto de tomar un tren hacia Budapest. La señora, tras mi solicitud de ayuda, no duda en hacer un aparte en su tarea con aquéllos para dedicarme unos minutos, los justos para acudir conmigo a la ventanilla de ventas y hacerme de intérprete ante quien la regenta. Me traduce, con gran amabilidad y dedicación, todo lo referente a horarios de trenes, duración de trayecto e importe de cada tipo de billete. Los irlandeses la reclaman (faltan escasos minutos para que parta su tren), pero la encantadora señora no me abandona hasta que se asegura de que toda su tarea para conmigo ha quedado suficientemente rematada. Se lo agradezco con cuantas frases distintas soy capaz de elaborar, y ella me despide con una amplia sonrisa y todos “sus mejores deseos” para mí.<br />
La cosa queda en que a primeras horas de la tarde sale mi tren hacia L’vov. He comprado el billete más barato: unos cuatro euros al cambio, para un viaje que supera las cinco horas. La categoría del billete en cuestión me da acceso a un vagón pseudo-compartimentado (hay “medio-compartimentos” adosados, sin puertas de entrada a cada uno de ellos, sino directamente abiertos al pasillo común que discurre lateralmente junto a toda la ristra de ventanales del vagón). Es mayoritariamente de madera rancia (asientos, mesas, porta-maletas..); no evito pensar que debe datar de época stalinista, tranquilamente… Los aludidos ventanales son sólo para la entrada de luz, no para ventilación: no se pueden abrir. Y desde mis días de llegada al norte de Rumanía, el clima cambió y llevamos unas seis jornadas de generoso calorcillo primaveral. Es decir, que conforme la muchedumbre va tomando posesión de los compartimentos del convoy, la sensación de agobio y la evidencia de alta temperatura en el interior del vagón se hacen más que patentes.</div>
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En una de las frecuentes paradas ha subido al tren un ruidoso grupo de ucranianos de diversas edades, todos varones. En breve, dada la cada vez más alta temperatura que padecemos los viajeros, no dudan en desnudarse de cintura para arriba y dedicarse a caminar con celeridad por el pasillo del vagón, siempre hacia una de las puertas que comunican con el siguiente convoy. Advierto que se dirigen al habitáculo situado entre cada dos vagones en el que están ubicados los servicios (los cuales exhiben un estado higiénico realmente lamentable), donde sí hay una ventana que es posible levantar para que pase el aire. Y allí se dedican a fumar con ahínco y entusiasmo. Por fortuna, respetan la supuesta prohibición de no hacerlo en la cabina principal de cada vagón. Sólo faltaría un ambiente cargado de humo de cigarro en esa atmósfera ya de por sí calentorra y totalmente exenta de ventilación.</div>
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Uno de los componentes del grupo de pseudo-nudistas fumadores, un tipo que andará muy próximo a la sesentena, y ‘depositario’ de un rostro de rudísima expresión (que casi ‘deja en pañales’ las de aquellos ‘colegas’ rumanos con quienes crucé la frontera unos pocos días atrás..), con una frontal y amenazadora mirada, un velludísimo tórax y una panza bovina con las que acompasa su decidido caminar, es uno de los que más carreras realiza en pos de la particular ‘tierra prometida’ para fumadores. Cada ocho o diez minutos tras cada vez que regresa con sus compañeros, el hombre vuelve a dirigirse camino del reducido habitáculo, colocándose ya en los labios un nuevo pitillo a punto de encender. Atraviesa el pasillo con una mirada cargada de ansiedad como por llegar cuanto antes a su anhelado destino, y en la que casi se puede adivinar algo así como “…me cargo a quien haya podido osar quitarme el sitio”…<br />
Entretanto, el paisaje y las estampas de vida rural del suroeste ucraniano vuelven a constituirse en todo un improvisado regalo para las pupilas del acalorado viajero. Lástima que haya que conformarse sólo con el componente visual (que no es poco); y que la pituitaria nasal se ‘quede con las ganas’ de participar del festín, a causa del compacto hermetismo de las ventanas del vagón, pues a buen seguro los aromas serranos que aquélla podría acoger prometían ser cualquier cosa menos desagradables. </div>
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Algo pasadas las nueve de la noche, el cansino ferrocarril arriba a la gran estación central de L’vov. El día está ya languideciendo. Yo hubiese preferido llegar al menos una hora antes, para manejarme todavía con luz diurna en los primeros devaneos por una ciudad desconocida y más bien grande como aquélla.<br />
Traigo los datos de un albergue-<em>hostel</em> que busqué previamente en Internet para la cosa del alojamiento: calle Shevchenko, 16. (“Bueno, será fácil de recordar –pensé-; la callecita está bautizada con el nombre del más célebre futbolista del país” –aunque es de imaginar que la dedicatoria de tal dirección correspondería a algún otro ilustre personaje nacional, pero a saber…). Aún en la misma estación trato de indagar, en la ventanilla rotulada “Инжормасзъа/ Information”, si pueden orientarme algo hacia dicha dirección, o si me pueden facilitar algún plano de la ciudad.<br />
- Excuse me, do you speak english (or french…)?<br />
- <em>Ne</em>!! (con expresión tremendamente adusta, y sin dedicarme siquiera una sola mirada)<br />
(Bien,…¿de qué me sonará a mi esto..?)<br />
Nada más salir por la puerta principal de la (ésta sí) atestada estación, observo a una joven que camina decididamente en dirección opuesta a la mía. “Bueno, tiene aspecto de avispada –pienso-; a ver si se pilota un poquito el shakespeariano idioma…”.<br />
- Excuse me, please..! –trato de detenerla cuando nuestros caminos se cruzan. Do you speak engl..?<br />
- <em>Bahhj</em>! –me interrumpe como toda respuesta, haciendo con su mano derecha un aspaviento de absoluto desprecio, como diciéndome “déjame en paz, pringao; no tengo ná que hablar contigo..”, con una expresión de total prepotencia en su rostro y sin detener medio segundo su firme paso.<br />
(Ok, hemos entrado con fantástico pie también en esta población… Qué <em>maravilla</em> de personas, en esta antigua esfera soviética…).<br />
Comienzo a caminar por la gran avenida que parte directamente de la estación en dirección al centro de L’vov. Dos minutos después diviso un extraño edificio de dos plantas donde se puede leer “Хотел / Hotel”. Parece, desde fuera, cualquier cosa menos un lugar donde poder alojarse. Entro, y descubro una especie de bar-cafetería donde no hay nadie más que una señora ya de edad, sentada en una de las mesas destinadas a la clientela, que está absorta mirando una pantalla de televisión sita en un rincón elevado del habitáculo. La mujer ni se inmuta cuando me acerco a ella con ademán de tratar de preguntarle algo, y continúa así cuando trato de averiguar si podemos comunicarnos en inglés. Ni (puñetero) caso. Cuando me dispongo a salir por donde entré, un hombre más joven que vi antes sentado en una mesa del porche exterior junto a un grupo de personas, llega a mi encuentro para averiguar qué deseo.<br />
- Hotel? Here..? –le pregunto.<br />
- Da! (<em>Sí</em>)<br />
Trato primero de preguntarle si conoce la calle Shevhenko. Me contesta con cierta ambigüedad, señalando apáticamente con un brazo en dirección al centro de la ciudad, a través de la ventana del local. No maneja apenas el inglés, así que intento preguntarle más bien por señas cuánto cuesta pernoctar en su local. El hombre me escribe el precio en un papel, indicándolo en moneda ucraniana. Al comprobar que su equivalencia en euros se acerca a los treinta y cinco, dejo escapar un discreto silbido para mí mismo, como diciéndome “ostras…, carillo; tendría que pensarlo…” (y es que mochileando por el mundo, tal dispendio simplemente por una cama se trata más bien de un ‘lujillo’…). No bien ha terminado de transcurrir el segundo y medio destinado al referido silbidillo, cuando el individuo tuerce el gesto en una rancia mueca de desdén, me dedica un gesto gemelo al de la joven anterior batiendo su mano arriba y abajo con infinito desprecio, y sin mediar palabra sale raudo en dirección a la puerta del local, con paso firme y airado como el de quien acaba de recibir una intolerable afrenta personal, para regresar a sentarse a la mesa que compartía con ese grupo de personas en el porche.<br />
(“Magnífico; hoy estoy haciendo un pleno espectacular” –salvo por la encantadora señora que me ayudó esta mañana en la estación de Nchop, la que acompañaba a los irlandeses).<br />
Trato por un momento de dirigirme de nuevo a la mujer que veía el programa de televisión, a ver si ella es capaz de orientarme en relación a la calle Shevchenko, pero el resultado es (además del esperado) el mismo que el del intento anterior: autismo férreo, aderezado esta vez con un leve gesto manual claramente indicativo de “corta, colega, que estoy concentradita en la telenovela, cosño…”.<br />
Pues nada, vámonos a batirnos el cobre por las ya oscurecidas avenidas de esta ciudad de encantadoras gentes. Al llegar a una especie de glorieta surcada por varias vías de tranvía, trato de preguntarle a otro hombre, de edad todavía joven, en relación al centro de la ciudad. Bueno, la suerte cambia esta vez. No sólo no me manda a tomar por (cu... saco), sino que con claro ademán amable me señala una de las paradas del tranvía, sita a unos treinta metros de donde nos hallamos, indicándome que desde allí podré tomar algún transporte hacia la zona que le estoy preguntando. Y una vez allí, no tengo más remedio que volver a solicitar la ayuda de algún autóctono. Y por fortuna, de nuevo esta vez la cosa va a arrojar un saldo positivo. (Bemoles tiene, me toca pensar, que haya que llamar ‘suerte’ al hecho de que en un lugar del mundo, en un momento dado, una persona parezca presta a cederte un momento su colaboración puntual cuando un extranjero no tiene más remedio que dirigirse a ella para preguntarle algo…).</div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">El caso es que dos señoras, de aproximadamente cincuenta años cada una, y aunque no hablan inglés, se deshacen en ofrecerme explicaciones señalándome el número del tranvía y el trazado aproximado que deberé realizar en él en dirección a la manida calle Shevchenko. Curiosa la bipolaridad que vengo advirtiendo en este país (también, aunque no tan marcada, en los anteriores de esta Europa oriental) en cuanto a la actitud de las gentes: o descarada antipatía (suficientes ejemplos he descrito ya), o todo lo contrario (la señora que me permitió dormir en su casa –aunque fuese porque le pagué-, Monika –aunque era extranjerilla-, la señora que coordinaba a los irlandeses y estas dos mujeres de ahora, en la parada de los tranvías).<br />Bueno, pues en escasos minutos me planto en el 16 de la calle Shevchenko. Sí, pero… pero allí, de albergue-<em>hostel</em>… ¡ni flores, tú!. Ni mal rastro de alojamiento o nada que se le parezca. Ni allí, ni en los alrededores, por si tuviera mal anotado el dato del número de la calle. La noche ha caído ya por completo, y no sé qué hacer en aquella solitaria y oscurecida travesía.<br />Una joven rubia se acerca caminando por la acera. “Pues nada, toca tentar de nuevo la opción de solicitar ‘un cable’ a un transeúnte de turno…”. Hay suerte: la muchacha habla inglés, es suficientemente considerada (tampoco me manda al cuerno a las primeras de cambio), y me indica que desde la parada de bus que tenemos enfrente, el coche de línea número 71 me llevará al final de esta calle, donde, tras un kilómetro y pico de recorrido, hay “un hotel”. “¿Sabes si es caro..?”, le pregunto. “Oh, no; no es caro..”. Pues ferpecto; vamos para allá.<br />El hotel en cuestión, al llegar, me da la sensación de que en principio, de barato tiene aparentemente más bien poco: amplio, elegante y enmoquetado hall, alguna lámpara de araña, generoso y reluciente mostrador de recepción, y joven y uniformada recepcionista. La muchacha, de poco más de veinte años, habla un correctísimo inglés (como en principio cabe esperar ante la apariencia del lugar). Algo temeroso, pregunto por el precio de una habitación individual, tras ser informado de que disponen de plazas. Y hasta casi siento un alivio cuando me informa de que son unos 37 euros al cambio (al hacer el rápido cálculo mental -me lo dijo en divisa ucraniana), pues por instantes temí que la cifra fuese a ser sustancialmente superior… y ya dudo que me hubiese encontrado con ganas de buscar otro lugar, tan lejos del centro y pasadas ya las diez y media de la noche. “Con el desayuno incluído, señor”.<br />Bueno, pues elegante habitación, pero muy cansado como para salir a tomar algo hacia el centro de L’vov. Así que picoteo algo en el propio bar del hotel y subo raudo <em>p’a la piltra</em>.<br />A la mañana siguiente, hay una recepcionista nueva, esta vez una señora que sobrepasa claramente la cuarentena. Tengo que preguntarle si sabe qué autobús urbano puedo tomar en dirección a la estación central de buses de la ciudad. “Good morning…”. (Ni me mira…). “Excuse me; do you speak english…?” (..Negación con desagrado sin palabras, meneando la cabeza de un lado a otro, y sin dirigirme la mirada ni medio segundo). Me la quedo mirando dos o tres segundos, esperando quizá que decida recomponer su actitud aunque sea para decirme algo así como “Sorry; …no english”. Sigue revolviendo sus papeles, sin la más mínima concesión y sin abandonar el rictus de ‘cara de culo’ que ha puesto desde mi humilde saludo inicial de buenos días. Esta vez ya no me contengo más: reclamo de nuevo su atención, ahora con un insolente “¡Eeeeeh!” (“¡tú!”), y cuando por fin alza la mirada en mi dirección, le dedico una clamorosa ‘peineta’, esto es, todo un flamante dedo corazón sobresaliendo del resto del puño compacto, con la que al menos trato de desahogarme ante tanto ejemplo de antipatía (aunque no olvido, por supuesto –y menos mal-, las honrosas excepciones que he ido hallando por el camino) que vengo sufriendo desde que entré en este país. Le tocó ser la gota que colmó el vaso. Un guardia de seguridad apostado junto a la puerta del hotel, en el interior, ha contemplado la escena; su mirada y la mía se cruzan cuando paso casi a su lado para abandonar el local, pero el tío muestra una especie de expresión de entre indecisión y perplejidad que deben disuadirle de participar de algún modo. No obstante, yo ya iba predispuesto: “tócame las narices tú también, mamón, y veremos cómo termina esto; que me tenéis ya hasta los mismísimos, casi todos vosotros…”.<br />Una vez en el exterior, consigo indagar qué bus me lleva hacia el centro. Una vez allí, y con mala uva acumulada y creciente, le casco casi a vuelapluma un par de fotos al edificio de la Opera de la plaza central (uno de los principales reclamos arquitectónicos del lugar) y trato de buscar otro bus que ya sí me lleve directo a la estación internacional de autobuses.</span></div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjursnJZAMZ_9PzowuWQx2nX5xR5lnuPqIh2VfD0GI2XVMU8NosXfUca2ak_bNP6l0uiUPqRjr2BlyKlM_RNk-54RiTApb944Z2wZfFN1jTuIyRAxESf2urBMp1EOlvlY4bQ7WZ07nl7TI/s1600-h/P1030320.JPG"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjursnJZAMZ_9PzowuWQx2nX5xR5lnuPqIh2VfD0GI2XVMU8NosXfUca2ak_bNP6l0uiUPqRjr2BlyKlM_RNk-54RiTApb944Z2wZfFN1jTuIyRAxESf2urBMp1EOlvlY4bQ7WZ07nl7TI/s320/P1030320.JPG" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231859622339490386" style="cursor: hand; float: right; margin: 0px 0px 10px 10px;" /></a></span></div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">Desde allí ya puedo salir directamente hacia Cracovia, ya en Polonia. Veo a tres turistas orientales (coreanos o japoneses), y como éstos siempre manejan suficientemente el inglés, les pregunto si saben acerca del número del bus en cuestión. Uno de ellos comienza a responderme amablemente, pero uno de sus compañeros le interrumpe para dirigirse a mí diciendo “We are tourists, we are tourists…”. “Ya, ya –respondo- por eso imagino que entenderán el inglés y por eso les pregunto a vds., porque aquí, la gente…”. Y el tipo persiste: “…Que no somos de aquí, somos turistas, que…”. Y ahora soy yo quien le interrumpe a él: “Bueno, tú no, coño, pero tu compañero sí parece que desea ayudarme… ¿le dejas, si no te importa, o qué..?” (“Vaya tela…; ¿vosotros también váis a seguir la “tónica general”, o qué, joer…?”, me toca pensar en esos momentos).<br />Bueno, la cosa es que tras farragosas ‘negociaciones’ con ellos y otros transeúntes, nacionales ya, al fin alcanzo la estación, donde hora y pico después parte un bus hacia Cracovia.</span></div>
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<span style="color: #006600; font-family: verdana;">Harto ya de Ucrania, de sus trabas y ‘amabilidad’ en tantas de sus gentes, salgo del país deseando no tener que regresar nunca más a él, si no es por causa mayor (que en principio, no debería serlo, pero vete tú a saber…).</span> </div>
Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-89990137848694768152008-08-07T18:44:00.029+02:002009-07-02T18:19:52.272+02:0019. Polonia: fin de trayecto<strong><em><span style="color:#ff6666;">24 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><br /><br /><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsd3z5mnV-_SFmN9HCrS3rRzd6FOpCq9LOuoE_5dW2MqHAPuq89ST6OrlMzp3ektvfBq5NUhriZ5W21uEW_uVBKpGJosU3t6C5wX0x95i9DaTXYihGtpvhfWU3wlycx9Jc9nVZvB0elHs/s1600-h/P1030322.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231819723495416258" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsd3z5mnV-_SFmN9HCrS3rRzd6FOpCq9LOuoE_5dW2MqHAPuq89ST6OrlMzp3ektvfBq5NUhriZ5W21uEW_uVBKpGJosU3t6C5wX0x95i9DaTXYihGtpvhfWU3wlycx9Jc9nVZvB0elHs/s320/P1030322.JPG" border="0" /></a> </div><div><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;">· <span style="color:#006600;">CRACOVIA</span> – Mi primera parada en Polonia tiene lugar en la a priori más atractiva ciudad del país, atractivo debido principalmente a la riqueza de su patrimonio arquitectónico.<br />Antes de llegar, a la hora de los trámites de salida en la frontera de Ucrania, me toca ‘protagonizar’ de nuevo el último episodio surreal que no podía faltar en mi despedida del atribulado país: al policía del mostrador encargado de sellar mi pasaporte le da por recelar repentinamente de la autenticidad de mi documento. El tío lo mira y lo remira, le da doscientas vueltas como si buscara la posición adecuada para proceder a su lectura, y hasta le veo cómo intenta despegar la laminilla de plástico adhesivo que recubre la página principal donde constan los datos de identidad y la foto. Como si anduviera loco por descubrir que el documento está falsificado, o algo por el estilo. (“Joer, ni en Africa profunda me ha pasado esto, macho…”). Después mira alternativamente unas ocho veces la imagen de mi foto y mi careto real y presente, ya volcado “como un solo hombre” en su particular pesquisa. Al cabo de unos tres minutos en estos menesteres, decido al fin mostrarle mi DNI español, señalándole manualmente –pues no hablaba inglés- los datos que podía cotejar con los del pasaporte: nombre completo, número de documento y fotografía. Su compañera policía de al lado, que sí maneja algo la lengua de Shakespeare y Tony Blair, consigue disuadirle y convencerle de que selle el pasaporte, me lo devuelva y se deje de líos raros, “que además hay una cola aquí del demonio, tú, y como nos entretengamos en chominaditas caprichosas…”. </span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231820134429762178" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigcjVKQZn3H_nhwOcM6TS8nmB1MFK6WbxRLhPSotkOZSiGqmB0w-h13p5o1hCyCmk36_Y1JgnAwCced1pS_Lktq9zsBs5HSqqrSipKNnl5c8O-QP4iXB8iOiFuzw1XlXEphltdhgyq6Ug/s400/P1030321.JPG" border="0" /> <em><span style="font-size:85%;color:#663300;">Satisfechete, tras abandonar el 'laberinto ucraniano'...</span></em><br /><span style="font-family:verdana;color:#993399;"><br /><br /><div><br />Bueno, pues que nos habíamos plantado en Cracovia. Al llegar a esta ciudad, aún dura el calorcillo que venimos disfrutando desde los últimos seis o siete días. Pero la cosa va a ser efímera: a las pocas horas de poner allí pie, la climatología cambia: desciende bruscamente la temperatura y comienza una pertinaz e ininterrumpida lluvia que no va a ceder prácticamente ni un minuto en los siguientes dos o tres días.<br />La cosa de tal lluvia, entre otras situaciones también molestas, conlleva la consecuencia de no permitirme capturar cuantas imágenes del centro histórico de Cracovia hubiese deseado. Ahí os deposito unas pocas que puedan ofrecer una relativa idea (más bien escasa, la verdad, me consta…). </div><div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0nEpIf96Br23bJO6kW0RCHk4wW2h4FmyUleU7kVHHqbNt6hnj_ZPVDw7fLxnsmir-OepM8_tGc5Dw1t9ZW2hRE-6WenSY-Y6VNKdHFFxPRHKFDuLIkJYTIGJfl13HDMBNxndUZw1LZBo/s1600-h/P1030323.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231820753264333074" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0nEpIf96Br23bJO6kW0RCHk4wW2h4FmyUleU7kVHHqbNt6hnj_ZPVDw7fLxnsmir-OepM8_tGc5Dw1t9ZW2hRE-6WenSY-Y6VNKdHFFxPRHKFDuLIkJYTIGJfl13HDMBNxndUZw1LZBo/s200/P1030323.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL4nqXFt9P_0QD3yhuw5HIBAAkzlFFz-qXdAkVxOxvT0rXMnfAdLzIPdVcjwATrdMk95zD7vlEzGp3Gff6RquevP8FiPccHn9JseiAIvXiZn_2cJXHi0_9LNhxtGZvU2iDX0MSKxUKVyw/s1600-h/P1030324.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231821004515695330" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL4nqXFt9P_0QD3yhuw5HIBAAkzlFFz-qXdAkVxOxvT0rXMnfAdLzIPdVcjwATrdMk95zD7vlEzGp3Gff6RquevP8FiPccHn9JseiAIvXiZn_2cJXHi0_9LNhxtGZvU2iDX0MSKxUKVyw/s200/P1030324.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div>A unos 120 km de Cracovia se encuentra la ciudad de <span style="color:#6600cc;">Oswiecim</span> . El nombre de esta población no resultará en principio familiar para mucha gente, pero seguramente sí lo será el lugar concreto, que se ubica en sus proximidades, y que permanece como vestigio y museo representativo de uno de los episodios más vergonzantes de la historia reciente de la humanidad. (…A menudo me suele costar decidirme a usar la ‘h’ mayúscula al escribir este término; y más aún cuando el contexto es del cariz del de estas frases). Me refiero al campo de concentración de <span style="color:#330033;">Auschwitz</span>, con su extensión próxima llamada <span style="color:#663366;">Birkenau</span>.<br />Actualmente, el lugar está considerado un museo, y la visita por parte del público es gratuita. Interpreté que no se pretende ánimo de lucro por mostrar a los visitantes las instalaciones de lo que fue, hace poco más de medio siglo, el santuario del aniquilamiento de entre cuatro y seis millones de vidas humanas, tras la antesala de hacinamiento, humillación y padecimiento extremo a que fueron sometidos aquellos seres a causa de la sinrazón y total demencia de unos cuantos energúmenos. Sí se paga por contar con los servicios de un guía físico o por alquilar una guía auditiva, disponible en los principales idiomas europeos (y puede que en japonés, también). Igualmente, cobran una entrada barata por asistir, en un comodísimo salón de proyecciones, a la impactante filmación de unos quince minutos sobre lo que fueron varios pasajes de las “vidas”, en aquel infierno, de cuatro o cinco personas de diversas edades y nacionalidades en aquellos días de holocausto y muerte. </div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFcVVnecSv9FoOeO5oQljnck0oeYV98fb1hrx-R5PMEDqs9pFoEcfSwHBBa3ly_2_M7NXttTNF50R9Re23-eobRqux0oSeYGXe6NtL8VwNcDpGY80z_NFeatZFJk628beXtDh1BebJgZc/s1600-h/P1030325.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231821774298417554" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFcVVnecSv9FoOeO5oQljnck0oeYV98fb1hrx-R5PMEDqs9pFoEcfSwHBBa3ly_2_M7NXttTNF50R9Re23-eobRqux0oSeYGXe6NtL8VwNcDpGY80z_NFeatZFJk628beXtDh1BebJgZc/s200/P1030325.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhThX9OP0fsMD3cvDJUnoLJ44L6LMc7jm1JcWFfNNaIHNlTrZwMlwuGME-8jx5FOFxNNPASe_AlHlQnreuR4eZpSU4Du-N-57K4zCoqEgLfFQnm6wNSL8hnjgCwcD07cbWXHoaFfxqonrM/s1600-h/P1030337.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231822063671609698" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhThX9OP0fsMD3cvDJUnoLJ44L6LMc7jm1JcWFfNNaIHNlTrZwMlwuGME-8jx5FOFxNNPASe_AlHlQnreuR4eZpSU4Du-N-57K4zCoqEgLfFQnm6wNSL8hnjgCwcD07cbWXHoaFfxqonrM/s200/P1030337.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div>Las instalaciones del lugar permanecen bastante fieles a como fueron originalmente, en los primeros años cuarenta del pasado siglo. No se puede visitar el interior de los barracones de los prisioneros (hoy en día creo que estas salas sí se han transformado en oficinas de gestión del ‘museo’), pero sí se pueden recorrer libremente todos los accesos exteriores y algunos interiores, como las salas que albergan los crematorios y cámaras de gas.<br />La lluvia prácticamente no dejó de caer un momento el día de mi visita; ahí dejo alguna de las imágenes que pude captar:<br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231822859792119026" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpRUv-BvgBYL0qUlVVzacuidmvvuKatJuc5s8Z4o7V8stI5ZmPWJx6CsjKbcRjelANFUsb4xhOAnFRXemjp7AzU7mmKG0IuTIoVp1jxKYiFpeNFgMEGRdHQBfB9Shze1OZGc8-jN9TRU8/s200/P1030347.JPG" border="0" /><br /></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOmjwqqAjF2iF5pMzeFjtkXjaY8K3Wzy8TWXeV021PL3klAhrp65d81sHEj2e0QzigHcji1VVF14q4FFIGnxuIX5AjNjp_OkGAdUH_mnTU6wt-8FQvGpQu7DP8WECtEyA9w7kMBtgbZao/s1600-h/P1030338.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231823211183985506" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOmjwqqAjF2iF5pMzeFjtkXjaY8K3Wzy8TWXeV021PL3klAhrp65d81sHEj2e0QzigHcji1VVF14q4FFIGnxuIX5AjNjp_OkGAdUH_mnTU6wt-8FQvGpQu7DP8WECtEyA9w7kMBtgbZao/s200/P1030338.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjzUMpFCLK8quomuhyphenhyphenIf1vaaYIZLSPySzyQBC-47LTb3Sd0Xc0EoB_WHdiYweKYQa_YEXKuqCPIq4R0J933mts_T472yXyPlQp7NQLWhqqbMSDO97CoKuFsoGHlZt4bTUSoN3B1uJXlWM/s1600-h/P1030344.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231823442415806082" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjzUMpFCLK8quomuhyphenhyphenIf1vaaYIZLSPySzyQBC-47LTb3Sd0Xc0EoB_WHdiYweKYQa_YEXKuqCPIq4R0J933mts_T472yXyPlQp7NQLWhqqbMSDO97CoKuFsoGHlZt4bTUSoN3B1uJXlWM/s200/P1030344.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div>La extensión de Birkenau, sita a unos tres kms. de Auschwitz, se construyó cuando las instalaciones de exterminio del campo principal fueron alcanzando crecientes niveles de saturación. Unas vías de tren que todavía permanecen, allí, en Birkenau, marcan la siniestra senda por la que aquellas masas de desheredados eran conducidas a otros crematorios, cuyos vestigios hoy presentan un estado ya bastante más decadente. Casi mejor… </div><div><br /></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJlNP5xHpAFVfmbYc-AFJptNNL1TMA9V0hR3M3wWLiuZrCC1gbVN15CQzDLVdBIlip16bfEvq7-FmY5OiQa6U4lAaZp22Pos7nfi0ijJYZ5OfESuOBDoWEEcVaN0aSCS7Nv027iRQSagU/s1600-h/P1030348.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231824720698387314" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJlNP5xHpAFVfmbYc-AFJptNNL1TMA9V0hR3M3wWLiuZrCC1gbVN15CQzDLVdBIlip16bfEvq7-FmY5OiQa6U4lAaZp22Pos7nfi0ijJYZ5OfESuOBDoWEEcVaN0aSCS7Nv027iRQSagU/s200/P1030348.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf8GA6UIrhWhVXXwnWnKjq3IKt5it65Ne_y9oa3P8u8Kwey6lx434apgscSG5MrRlTNKeJVPeu51OfBeCvAR_Ze0WJQDsJYHk7U7Zlch96mJ9pZR-Is0zGwQU-4rs4oI5JJ1q93YjS9LM/s1600-h/P1030352.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231824461689135058" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf8GA6UIrhWhVXXwnWnKjq3IKt5it65Ne_y9oa3P8u8Kwey6lx434apgscSG5MrRlTNKeJVPeu51OfBeCvAR_Ze0WJQDsJYHk7U7Zlch96mJ9pZR-Is0zGwQU-4rs4oI5JJ1q93YjS9LM/s200/P1030352.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div>· <span style="color:#006600;">ZAKOPANE</span> – Esta pequeña y turística ciudad se halla al sur del país, más o menos en la vertical de Cracovia, ya en la misma frontera con Eslovaquia. Está en el corazón de un área montañosa de gran atractivo, el Parque Nacional de los montes Tatras, y alberga una de las más conocidas estaciones invernales de esquí de Polonia.<br />Me acerqué a ella un par de jornadas, por recomendación de una de las amables chicas de la recepción del albergue en que encontré alojamiento en Cracovia, los días anteriores. Bueno, estuvo bien la visitilla, sobre todo porque me permitió agenciarme un par de gratos paseos entre frondosos bosques de helechos, coníferas y otros grandes ejemplares arbóreos. Verdor y humedad para dar y tomar. Humedad, sí… la pertinaz lluvia siguió casi sin dar tregua en los dos días que me dejé ver por allí.<br />Con más tiempo y previsión (y sobre todo, con un calzado adecuado, del cual yo carecía), la zona es propicia también para acometer el ascenso a alguna de las imponentes cumbres montañosas que circundan el área que rodea Zakopane. Algunas de ellas disponen de rutas marcadas en dirección a sus cimas; por otra parte existen servicios de guías de montaña en la población para quienes pretendan adentrarse por accesos menos conocidos o más exigentes. </div><div></div><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231825179164220386" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIXOh2be16QTfFiF68cjFQ6dffmzyXIX9xLAaqLkmVS09rg0Pi42VcPzbKkHPWgELLZmX2UOGOWbK2mvNFSgNZt7gvylTA4yEEufLYZO43W_JHu2R6Uqd_NbvMu-lKRuVtlUQ84NML964/s200/P1030358.JPG" border="0" /></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;">El centro de la ciudad viene marcado por una comercialísima (realmente impresionante) vía peatonal. Riadas de visitantes y autóctonos la recorren en ambos sentidos a todas horas del día. Esa noche, la concurrencia se distribuía entre los múltiples bares de esa calle para asistir por los televisores al partido de fútbol más importante de la temporada a nivel continental: Manchester United y Chelsea se disputaban la final de la Champions League. El bar que escogí yo para no perderme el encuentro contaba con la presencia de un ruidoso (¿cómo no…?) grupo de hinchas ingleses del Manchester. Mediado el primer tiempo, era ya tarea casi imposible el no perder la cuenta de las rondas de cervezas que los muchachos estaban pidiendo. Cuando Cristiano Ronaldo marca de imponente testarazo al borde del descanso, aquello parecía la toma de Constantinopla por los turcos. Después, el silencio y palidez de sus rostros (..pese a los litros de fermento de cebada ingeridos per cápita) se adueñó de ellos tras el empate de los londinenses y, más aún, durante la prórroga y el comienzo de la decisiva tanda de penalties. Pero cuando el capitán del equipo rival, John Terry, resbaló justo en el momento de conectar su disparo desde los once metros, propiciando la victoria de los muchachos de rojo, la algarabía y estruendo de sillas por el suelo y jarras de vidrio por los aires que se sucedió en el bar a continuación hizo torcer más de un gesto a los sufridos encargados del establecimiento. Cuando yo ya salía hacia la calle tras la entrega del trofeo, y según pude divisar desde el exterior a través de los ventanales del local, seis o siete de los enfervorecidos seguidores <em>reds</em> brincaban y bailaban de pie sobre las mesas que habían ocupado durante la retransmisión, para desespero de las camareras y demás responsables del bar…<br /><br /><br />· <span style="color:#006600;">VARSOVIA</span> – </span><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div></div><div><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzGSF_RkZQ9riFsypAPR0C8ncNZLrpeS1QBu2dbiEv0PtwJQ7zbgP74-EfwNmrB24y5tPyA7csk1GRZSPd5NrZHl6uMpAF_ynRewJq_dxZz5zz4IEzydRAeBSyJDA6nkM03cUdWCwZ3tY/s1600-h/P1030365.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231826096749706114" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzGSF_RkZQ9riFsypAPR0C8ncNZLrpeS1QBu2dbiEv0PtwJQ7zbgP74-EfwNmrB24y5tPyA7csk1GRZSPd5NrZHl6uMpAF_ynRewJq_dxZz5zz4IEzydRAeBSyJDA6nkM03cUdWCwZ3tY/s200/P1030365.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi93o1YEI2BUTqMktYLyL6OeX6ihTfPYDYEo3V-FCBSl6dbSsLrhyphenhyphenBTiyOQOXuaoVd8J7eAdwnkXiwzNXtNY0U4llYt4yTU437nOE3jV76tZvShN7uvquccNURzIrw8tRNPmVVw-9HOtwk/s1600-h/P1030367.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231826361004039218" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi93o1YEI2BUTqMktYLyL6OeX6ihTfPYDYEo3V-FCBSl6dbSsLrhyphenhyphenBTiyOQOXuaoVd8J7eAdwnkXiwzNXtNY0U4llYt4yTU437nOE3jV76tZvShN7uvquccNURzIrw8tRNPmVVw-9HOtwk/s200/P1030367.JPG" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;">La capital polaca va a ser el escenario definitivo de este periplo mío de cuatro meses por una buena porción de este planeta mundo. Casi no me creo que la cosa esté ya dando sus últimos coletazos..<br />Llego de noche, tras todo un día de buses desde Zakopane, con transbordo de nuevo en Cracovia. Y lo paso regular para encontrar alojamiento: en el hostel que había seleccionado previamente (sin reservar, eso sí) me dicen que está lleno. Pero desde allí me hacen el favor de llamar por teléfono a otro no muy lejano, donde sí pueden reservarme un espacio para una sola noche. “Bueno, son más de las diez y media; tendré que quedarme con ello y mañana será otro día...” </span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"><br />Varsovia fue una de las ciudades europeas que más sufrió durante los días siniestros de la II Guerra Mundial. Ya en 1.940, y con presencia nazi en el país desde el primer día del conflicto, medio millón de judíos (no sólo polacos; también checoslovacos, y otros trasladados desde Austria y Alemania) fueron desposeídos de sus medios económicos y derechos humanos, y relegados a un barrio concreto y céntrico de Varsovia, que quedó aislado del resto de la ciudad constituyéndose en el famoso <em>ghetto</em>. La población del ghetto había aumentado con más incorporaciones dos años después, pero durante ese 1.942, la hambruna y las epidemias la fueron diezmando considerablemente. Un año después, Himmler, dirigente de las SS, ordena arrasar el <em>ghetto</em>. Esta decisión conlleva la gestación de una rebelión organizada por la sometida población del <em>ghetto</em>. No parecía quedarles otra salida ante la seguridad de muertes rápidas y masivas, o más ralentizadas y agónicas en los espantosos campos de concentración. Con el comienzo del asedio, decenas de miles de judíos pierden sus vidas en la lucha, o poco después en el hacinamiento de campos como Treblinka y Lublin. El <em>ghetto</em> queda casi completamente devastado al final de los ataques. Un modesto porcentaje superviviente de su población logró establecerse en la parte aria de Varsovia; incluso cientos de familias se las apañaron para resistir en los derruídos restos originales del ghetto hasta el final de la guerra. </span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231827071975725714" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh56kpQKf2lOSP05vBJByzeDC8vK29DXbJdUuOEl7V1Tt-48L2_8txE84yefT2hsNvfunQaRUxeUF8DgQwuLqfeVxxK0iFDda6LSbkpdhI2gtOQ0KvqmWXHz-IG3OHZik2c_Pu3cCAw-Vs/s320/P1030382.JPG" border="0" /><span style="font-family:verdana;color:#993399;"> </span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"><div><br />Hoy, el Monumento a los Héroes del Ghetto, en el centro de la ciudad, rinde homenaje a los caídos en aquel Levantamiento de 1.943. Ironías de la existencia, la piedra que rodea y enmarca las esculturas fue un encargo de Adolf Hitler; la había hecho traer en su día de Suecia para erigir un arco de la victoria. </span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"><div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-8e9xUedx9ELPg_XM8sAcCNAkAhMobLJby9X6zehR57RcMqXrD_KyDT2XEnUPGiAStV12ZO3Igf3IOGq6MIuxDxz1OI-v7xrwmAevkGAyJl-uoNHF3insZ_0KelwXfDD-m6ujzbIfXc/s1600-h/P1030384.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231827612851520466" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-8e9xUedx9ELPg_XM8sAcCNAkAhMobLJby9X6zehR57RcMqXrD_KyDT2XEnUPGiAStV12ZO3Igf3IOGq6MIuxDxz1OI-v7xrwmAevkGAyJl-uoNHF3insZ_0KelwXfDD-m6ujzbIfXc/s200/P1030384.JPG" border="0" /></a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixYHj0_8h3OJF0g1xLRVoagDn9AGur1IcFjtz98CNg6TW606X0B5St_bMs-iboDrM2k1jZUXVBDJpTm7wvp4mGf7MxT72AJcS-q7JDfzs-rNi0esqJr1b4P9LJh5pQzb_ws1mEV3rDfZ0/s1600-h/P1030386.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231827871275343666" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixYHj0_8h3OJF0g1xLRVoagDn9AGur1IcFjtz98CNg6TW606X0B5St_bMs-iboDrM2k1jZUXVBDJpTm7wvp4mGf7MxT72AJcS-q7JDfzs-rNi0esqJr1b4P9LJh5pQzb_ws1mEV3rDfZ0/s200/P1030386.JPG" border="0" /></a><br /></span><br /><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><br /><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><br /><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><div><br /><br /></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;">En agosto de 1.944, Varsovia fue casi completamente arrasada. Eran días ya de presencia aliada soviética en la ciudad, cuya aportación no pudo impedir la devastadora acción de la maquinaria bélica nazi.</span></div><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;">Después de la guerra, se procedió a la reconstrucción del centro de la ciudad, la <em>Old Town</em> (<em>Stare Miasto</em>), manteniendo el aspecto y color originales de los edificios históricos de lugares como la Plaza del Mercado (la “Puerta del Sol varsoviana”) y sus alrededores.<br />Actualmente, la <em>Old Town</em> es el centro turístico de Varsovia por excelencia. Su encanto y poderoso atractivo, junto a la prosperidad de los innumerables comercios y restaurantes que hoy pueblan sus calles, difícilmente llevan al visitante a suponer lo que un día fue y vivió este lugar. La UNESCO declaró el <em>Stare Miasto</em> Patrimonio de la Humanidad en 1.980. </span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><div><span style="font-family:Verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span></div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"></span><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigV-yNaFmnixnYPWqaI61Vl32cwfm4cBbV13KPtux0nHsf0S923ivaB0zvm8z37l4J1JVfPg6yOQazxUvZhxy2rZ3UYFpikVxgwn_ozYssBIos-PzIxpTDRyGyqeRNe-51iQFNJQMtRqY/s1600-h/P1030387.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231829243659857442" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigV-yNaFmnixnYPWqaI61Vl32cwfm4cBbV13KPtux0nHsf0S923ivaB0zvm8z37l4J1JVfPg6yOQazxUvZhxy2rZ3UYFpikVxgwn_ozYssBIos-PzIxpTDRyGyqeRNe-51iQFNJQMtRqY/s200/P1030387.JPG" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-MaoTKXQ9yvwr7cVL4ou5yM92At1cWTTLtzPv_VsST3_OZWBAsB_Ca0cmaywG8UH8Uu_6toTlY-IprN0y_7HT5d22a9DWo8tV93KfWwNaipnk_mHmdxJ4ekyxp9KnLYlwGCUHNvrrGuA/s1600-h/P1030371.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231828982129332450" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-MaoTKXQ9yvwr7cVL4ou5yM92At1cWTTLtzPv_VsST3_OZWBAsB_Ca0cmaywG8UH8Uu_6toTlY-IprN0y_7HT5d22a9DWo8tV93KfWwNaipnk_mHmdxJ4ekyxp9KnLYlwGCUHNvrrGuA/s200/P1030371.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#993399;"><br /><br /><br /><div></div><br /><br /><br /><div><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231829750919318050" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqHgeLLDWNrCCWQBadHczpH1OIBVmY0_hcUIyYqUuw3bi11V_CWbW18cbmki3o8MdrGbVl8SWDQUW0m8itrVV3L2y6fjIAyLEFmi-WzkgXd1IT6-KPGCelcVE5VtSKm7Puze2SyGULIoU/s200/P1030376.JPG" border="0" /><br /><div></div><br /><div></div><div></div><div></div><div>Es mi última noche en Varsovia, y última del total de mi viaje. Sábado 24 de mayo. Con mi último amigo ‘cosechado’, Massi, transalpino lombardo y compañero de alojamiento, nos vamos de farra por el centro de Varsovia. Se dice por aquí que los mediterráneos somos “cotizados” por estas latitudes entre el género femenino; que están hartas de tanto rubio clónico.</div><div>Bueno, en principio ni Massi ni yo <em>semos</em> demasiado rubios…</span> </div></div></div></div></div></div></div></div></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-59588834839969832032008-08-07T18:08:00.007+02:002009-04-28T11:52:07.456+02:00..EPILOGO..<strong><em><span style="color:#ff6666;">25 <span style="font-size:85%;">de</span> Mayo</span></em></strong><br /><strong><em><span style="color:#ff6666;"></span></em></strong><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_xsCsANrfKSFi5sCvkBE34-jn2VoEUmUit8jRW2dFQyeoZyNUFwaof3VNZRCDTGGZarptoNFxXAc9Y9YYSbfEfl-Vp1Bqz0g6Ozm6a5HnY7kGzXvOhrER47apt0XIky_14yn2v6-uxXI/s1600-h/P1030189.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231809020184140354" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_xsCsANrfKSFi5sCvkBE34-jn2VoEUmUit8jRW2dFQyeoZyNUFwaof3VNZRCDTGGZarptoNFxXAc9Y9YYSbfEfl-Vp1Bqz0g6Ozm6a5HnY7kGzXvOhrER47apt0XIky_14yn2v6-uxXI/s200/P1030189.JPG" border="0" /></a><br /><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#000099;"><em>Esto se ha terminado.</em></span></div><br /><div><em><span style="font-family:Verdana;color:#000099;"></span></em></div><div><em><span style="font-family:Verdana;color:#000099;"></span></em></div><div><em><span style="font-family:Verdana;color:#000099;"></span></em></div><div><em><span style="font-family:Verdana;color:#000099;"></span></em></div><div><em><span style="font-family:Verdana;color:#000099;"></span></em></div><div></div><div><span style="font-family:verdana;color:#000099;">Con cierto escepticismo he llegado a Madrid, esa ciudad con la que siempre he mantenido una relación compleja. La misma que parece decirme con frialdad “¡<em>hombre, otra vez tú por aquí...</em>!”, cada vez que desde el aeropuerto entro en el metro por la línea 8, con una mochila en la chepa y gesto de cansancio y satisfacción a partes desiguales. Una ciudad que en esos momentos me parece siempre que me espera con el cuchillo en los dientes. Como con una pancarta de seis metros por cuatro en la que me ha escrito en gruesos caracteres <em>“¿Y ahora qué, colega..? Aquí las normas son otras, te lo recuerdo desde ya. ¿O no ves las caritas del ‘respetable’ en los asientos..?”</em><br />La primavera está avanzada, pero hace aún un fresquito inusual. No me extraña entonces el que he pasado en Polonia las últimas fechas, si aquí están así. (Uff…, parece que de entrada me resisto a usar la primera persona..). </span></div><br /><div><span style="font-family:verdana;color:#000099;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5231810200184099426" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCZaOR5kO6nCwNzkW_XmnEDKAsTDf1G8ueRzNlCTaWuR6QF8Mary5U9oHzleVFGVH5C02abGxVNE0jg5f2419tQWfPtoRaBYb12uEGzciLYI_1n4IZFXpvbs1ssttCPFbP-C8wl_R7NYo/s320/P1030221.JPG" border="0" /><br />El primer día he visto ya a alguno de mis colegas madrileños: Miguel, Eduardo, Arantxa. No sabían ni que llegaba hoy mismo. Y lo que preveía; no sé qué demonios contarles ni cómo empezar. No me atosigan a preguntas; más bien son ellos quienes me cuentan cómo les va por aquí. Les he recordado que dentro de algunas fechas todos los relatos que dejé pendientes, y varias imágenes, saldrán “al aire” y leerán y mirarán –o no- lo que deseen.<br />Ahora mi ‘azotea’ es tal torbellino de sensaciones que me resultaría complicadísimo proceder siquiera a un resumen coherente. Parece que lo advierten, por fortuna…<br />Mis padres, que residen en Jaca, mi población natal, respiran aliviados cuando por enésima vez reciben mi llamada tras el regreso de un viaje, creyéndose –a priori- mi anuncio de haber vuelto entero, sano y satisfecho. Están bien entrenados; hace años, cuando era más joven y bisoño, empecé “a curtirles” en estas lides con mis escapadas a zonas remotas del orbe para enrolarme en proyectos de cooperación sanitaria. Si me veían contento, creo que lo daban por bueno. Confío que actualmente siga siendo así… Una vez fui tan burro que, en una llamada que me hicieron ellos a Guinea Ecuatorial, casi en las navidades del 99, no me callé la boca y les zampé que acababa de pillar una malaria; mi primera y única hasta hoy. El día anterior tuve una fiebre de casi cuarenta, y cuando me llamaron, como ya me había bajado muchísimo la temperatura, me encontraba más eufórico y se lo dije. “Tengo paludismo, pero estoy mucho mejor que ayer…”. ¡Mala bestia…!; se lo dejé caer ahí como si se tratase del anuncio de una condecoración de guerra…<br />Ahora quiero irme a la sierra de Madrid, a estar más tranquilo por ahí. Me buscaré un alquiler asequible en algún pueblete y tendré más sosiego para crear el blog que me he comprometido reiteradamente a ofrecer a los amigos y familiares que seguían las peripecias de mi viaje. E imagino que me surgirán suplencias farmacéuticas por esa zona, aunque no vengo precisamente ansioso por comenzar con ello. Será más bien cuando haya que echar una mano a los colegas titulares. Quiero también estar en un entorno tranquilo porque debo pensar bastantes cosas. En realidad, básicamente una: qué demonios pretendo hacer con la existencia –la mía- a partir de ahora. Una de las ideas que traigo es tratar de que me cojan como guía de viajes de aventura en Africa. Aunque para esta temporada puede ser complicado; ha empezado la estación seca en el continente negro y lo lógico es que las agencias ya tengan sus equipos confeccionados a estas alturas.<br />Lo que sí es seguro es que algo casi cataclísmico tendría que irrumpir en mis coordenadas vitales para que, en breve o muy breve, no retorne de nuevo a mi cabeza la perspectiva de planear una nueva escapada por el mundo (..aunque haya de ser de menor extensión que ésta recién finalizada, seguro..). Planearla, para después decidir cuál sería el momento apropiado. John Dos Passos sabía lo que se decía. No pudo dar más en el clavo. Como Kapuscinsky, el célebre escritor y reportero polaco especializado en Africa, recientemente fallecido, quien fue más escueto pero no menos certero: “El sentido de la vida es cruzar fronteras”.<br />Y por aquí, entretanto, hablan de una crisis y de que esta vez podemos ganar una Eurocopa…</span></div>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3947785251217850831.post-65746123703249382672008-08-07T16:33:00.002+02:002008-08-07T17:43:43.580+02:00Diapositivas<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzLTUlfzJvj3rsy1L0mDKLxfZH1f46dn5ens3G0FcMKBQRp3PJK4IqZZ8esD6ksEuSFIR6x_njpKXigBxvL1g' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe>Lugan Wx.http://www.blogger.com/profile/16029692850137530537noreply@blogger.com1