15.8.08

2. ¡Conexión Sudeste!

5 de Febrero













¡Buenas noches, jóvenes castores! (por aquí es bien de noche, ahora...)

Bueno, la última vez que di señales yo vivía seis horas más atrás en el tiempo que vosotros, en Latinoamérica. Desde hace un par de días es ya al revés. Ahora amanezco y despido el día esas seis horas antes que lo hagáis por allá… ¡pues ya me planté en el muy asiático sudeste!



Sí, tras Nicaragua, tenía cuatro días de enlace en Puerto Rico (en realidad, un destino más de vacaciones que de esencia viajera en sí). Y de allí, tras un viaje demencial de treinta horas, me he plantado en Myanmar, la antigua Birmania.
Pero vamos por partes. De Managua a Puerto Rico tenía conexión aérea en Miami. Y allí hice gala de la taruguez de olvidar que Puerto Rico es, hoy por hoy, un 'Estado Libre Asociado', el 51 de la Unión, para muchos efectos, o casi todos.
Total, que al rellenar el formulario de inmigración para el aeropuerto de Miami, escribí "conexion flight to P.R.".
- De conexion nothing, majete _ me viene a decir el funcionario que me tramita la entrada_ Vd se dirige a los Estados Unidos de America... A ver, ¿domicilio allí..?; ¿amigos o familia allí..? ¿Que no...? ¿Cuánto dinero lleva..?
- Pues mire, unos tr…
- ¡Huuyyy, se te va a caer el pelo a mechones, compañero del metal...!

Pues nada, dos horas retenido o detenido en el cuartucho de inmigración de Miami -junto a otras docenas de latinos que por allí ese dia pasaban, todos con la misma cara de haba que yo..- hasta que me llegó el turno de poder explicar, poder mostrar todo el mazacote de billetes de avión que llevo encima (para que no creyeran que me quedaba allí) y que aunque no tenía alojamiento previsto sí portaba dinerete para buscar un hotelillo al llegar... Menos mal que encima ni siquiera perdí la conexión, pues se canceló el vuelo y lo repusieron tres horas más tarde..
De Puerto Rico, no gran cosa que reseñar. Me quedé únicamente en la capital, San Juan, con curioso centro histórico (Old San Juan) y un acento en español de la población autóctona -mayoritariamente bilingüe- que recuerda a los doblajes de los dibujos animados clásicos. A veces tenía que girarme un poco para que no me vieran reirme, cuando hablaba con alguien…











Y a partir de ahí vino el gran 'quilombo': peregrinación aérea San Juan- Nueva York - Tokyo -Bangkok. Unas 30 horas entre aeropuertos y vuelos para llegar a Asia. Salí de Puerto Rico a primera hora de la mañana, y cuando desembarqué en Bangkok era la noche del día siguiente. Cosas de atravesar la linea internacional de cambio de fecha en sentido directo. El trayecto N.Y.-Tokyo, de trece horitas y media. Tremendo; y cómo nevaba en la capital nipona –o al menos sobre el aeropuerto-...
Unas horas después, ya en Tailandia, de nuevo a treintaypico grados.. Y de allí, a buscarme un vuelo en las oficinas del mismo aeropuerto hacia Yangon (Myanmar), país limítrofe al que he llegado y que me lo planteo como una de las grandes estrellas de este periplo.
(Sobre lo de los vuelos, para quienes no os comenté antes de salir, deciros que compré un producto llamado "vuelta al mundo” que ofrecen las compañías de la alianza aérea One World -Iberia, British, American Airlns., Japan Airlns., Cathai Pacific..- para pasar por cuatro continentes y que sale por 3.000 euros para 20 vuelos entre destinos de esas compañías, con un máximo de vuelos por continente. Está bien, sale una media de 150 eur. por vuelo. Y tiene una validez de doce meses desde la fecha del primer vuelo. Yo esta vez tendré que ‘conformarme’ con unos siete u ocho menos..).
El vuelo Bangkok-Myanmar me lo tuve que gestionar por mi cuenta en el aeropuerto; a Birmania sólo se puede entrar volando y ese enlace no lo cubre la One World.
Total, que llevo dos días en la capital y no consigo dormir más de tres horas seguidas en ningún momento. Me he traído un jet-lag monstruoso, tras todo el farragoso proceso aéreo de llegada. A ver cómo reconduzco esta situación; ahora son las tres y pico de la madrugada aquí, y sin el más mínimo sueño he aprovechado para remitiros esta crónica…





Heroicas tentativas de proeza...





Yo no he estado nunca en la India, pero esta capital, Yangon (antiguamente Rangun) tiene toda la pinta de parecerse un montón a las grandes ciudades indias. Millones de personas por el centro y millones de puestos callejeros con todo tipo de mercancías; olores y colores de toda clase, edificios destartalados y alguna rata mordisqueando restos de basura en casi todas las esquinas.
Ya he visitado uno de los grandes focos de orgullo de la capital y el país, la pagoda Shwedagon Paya, el gran icono budista del lugar.












Y hoy mi intención es partir en dirección al norte, hacia el estado Kachin, la región montañosa y de profundos y misteriosos valles ya casi fronteriza con el Tíbet, China y nordeste de India. La idea es patearme aldeas y parajes remotos, conocer un poco la vida de las gentes en tan aisladas áreas, e iniciar después el descenso fluvial por el río Ayeryawadi (no sé si lo habré escrito bien..), haciendo escalas en todos los lugares que 'sea menester'.
Pero vamos a ver; cuando amanezca dentro de unas horas (…y si continúo sin poder pegar ojo) tengo que acudir a una dependencia gubernamental a ver si me conceden –y en su caso, a qué precio- el permiso que los extranjeros debemos obtener para desplazarnos a zonas del país como ésta que os describía. Ojalá no me pongan mucha objección; creo que este país es uno de los más fascinantes del planeta para el visitante; está, además, poquísimo 'contaminado' por el turismo masivo. Tengo buenas expectativas; a ver si las confirmo.
Procuraré dar señales con regularidad, aunque aquí el gobierno militar (ya hablaré de política con más calma en otro momento..) ha controlado en ocasiones el acceso a cuentas como hotmail y yahoo. De momento no he tenido problema, en estos primeros días.
Y sobre toda aquella movida de hace unos meses entre los monjes y el gobierno, hay ya aparente (…aparente) total normalidad. (Charlando un momento anteayer con uno de ellos, un monje, que aquí pululan continuamente por doquier, me preguntó "¿os enterásteis por allá de todo aquel lío, europeo…?").















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