14.8.08

5. Filipinas (II): Todo luces, ya

14 de Marzo




¡Buenas tardes de trópico desde esta llamada isla de Cebú!

Aquella otra isla (grande) de Palawan en la que os dejé el otro día cumplió con creces con su "papel" de enclave imprescindible en este grato archipiélago. Una extensión selvática llena de simios y de varanos (esos dragoncillos que también abundan por Indonesia), rodeada de una serie de playas de arena blanca,




y con rincones concretos que conforman algunos de los paisajes marítimos más espectaculares de todas las costas del planeta. Paraísos por encima y por debajo de la superficie marina: bahías o "lagunas" azul turquesa encerradas entre paredes rocosas por las que trepa la vegetación, y que albergan tal colección de corales y peces inimaginables que uno no deja de prometerse que volverá un dia a bucear por aquí otra vez.


























Y aparte, el río subterráneo aquel de que hablé, que es navegable durante unos pocos kms. mientras vas esquivando con la 'azotea' las estalactitas del techo y los súbitos y frecuentes aleteos de los murcielagos..











Y gratos y gratas compañeros/as de trayecto otra vez. No es Filipinas un país -afortunadamente- que atraiga masiva afluencia de foráneos, pero sí que nos damos cita por aquí unos cuantos que nos dió por pensar "joer, estos islorros desparramados en pleno Mar de la China Meridional deben de tener su aquel, tú...". Y vaya si lo tienen...
Lo que no me he encontrado aún en casi tres semanas por esta ex-colonia nuestra es ningún otro congénere de la 'piel de toro' (...No sé yo si demasiado apego a las elecciones, a las hipotecas y todos esos líos artificiales, por allá, me parece a mí..). Predomina por aquí, una vez más, el componente germánico (muy buena gente, la verdad, todos los viajeros alemanes con que coincido; ya me ha pasado en otros viajes), y también nuestro vecindario tricolor del otro lado de los Pirineos. Hace poco compartía un par de birras con Thierry, parisino, todo un personaje, que lleva dos meses por Filipinas y que a sus cuarenta y siete abriles, y harto de estress, ha dejado su puesto en una empresa informática para dedicarse a vender libros de auto-ayuda por el Ebay ése. "Cobraba mucho más antes, pero no imaginas la libertad que he ganado con esa decisión...", me decía. "La imagino muy bien, compañero, y te entiendo al mil por cien..".
O los escandivos/as, que son a quienes más he hallado en una casi remota isla, pequeña, en otra latitud del país. Bantayan es su nombre, y es probablemente el lugar en el que habría que buscarme si un día salgo "a por tabaco" y tardo más de cuatro horas en devolver señales. (Una pista: no fumo..). Un perfecto rincón de clásico trópico, arenas blancas, miles de palmeras y tranquilidad en las gentes;





















...un ron local que quita el sentido, y las inagotables sonrisas de estas benditas mujeres filipinas, que no escatiman dos décimas de su encanto ni aunque puedas no merecerlo (yo procuro que esto último no ocurra, por si acaso..).











Aunque en este país parece ser que todos los locales interpretan que por defecto eres americano si te ven con pinta de occidental. Llevas un rato hablando con alguno y te sueltan:
- Are you American, eh..?
-Que no, que no, joer, que si yo were American would speak english mejor, hombre...!

Y bueno, avanzar que me guardo para el final otras dos de las estrellas del inagotable caudal de propuestas de este carismático país: enlazando islas vía marítima puedo llegar de nuevo al sur de la isla de Luzón, la principal del norte, donde por un lado se puede hacer una aproximación al Mt. Mayon, un volcan pseudo-activo con uno de los conos volcánicos más perfectos del mundo. Y, cerca de allí, en la costa, atrae la visita a un canal entre dos islas en el que es posible, entre los meses de febrero y junio (he tenido suerte), ¡¡nadar al lado de tiburones-ballena de doce metros de largo..!! (Procuraré no dejar muchos dias sin dar señales, no sea que alguno piense "...por fin nos hemos librado de las crónicas de este pelmazo"). ...Pero, ¡calma!, no será tan sencillo: ¡esos gigantes se alimentan sólo de plancton, los muy infelices! (Eso sí, espero que no me confundan tras los kilillos que he perdido recientemente tras una diarrea endemoniada que me tuvo día y medio hecho una perfecta y ejemplar piltrafa occidental ..) Je, je...
Bueno, jóvenes -..castores-, ya os contaré al respecto (...confío), quizá ya desde Hong Kong, mi próximo y último punto de anclaje en esta exótica experiencia asiática..
¡Achuchones y besorros dispersos!




2 comentarios:

jose manuel dijo...

muchas gracias tio, por tu informacion de filipinas...el mundo necesita aventureros como tu . un saludo de uno que tienes muchas ganas de perderse en filipinas

Lugan Wx. dijo...

Nada, hombre, a ti... Otro saludo, y no dejes de disfrutar aquello, si finalmente te aventuras para allá..