15.8.08

3. "Los días de Birmania"

16 de Febrero




¡Buenos días, jóvenes castores! (y feliz… pre-campaña electoral, por allí…)


Pues nada, aquí estoy de nuevo para daros un ratejo la brasilla, y de paso tratar de transmitiros algunas sensaciones o reflejo parcial (completo, es imposible) sobre este curioso país llamado Myanmar, antes Birmania.
Sobre todo decir que, ciertamente, deben quedar en el planeta pocos reductos como éste, pocos lugares tan auténticos y fascinantes. Y que en gran medida se debe todo ello al componente humano, a la especial idiosincrasia de estas gentes. Una mezcla de diversas etnias ancestrales más fusionadas entre sí en algunas zonas del país que en otras.
El paisaje tropical, y el omnipresente factor budista que todo lo impregna se encargan del resto.








Aunque la cosa es que el turismo, o "el viajereo" (sobre todo, esto último) están tomando nota de todo ello y van ya haciendo cada vez mayor acto de presencia. Lógico, por otra parte. Aunque, por supuesto y por fortuna, nada que ver todavía con las vecinas India y Tailandia.
En, sobre todo, los lugares más imprescindibles del país (lago Inle, Mandalay y alrededores, y el área de Bagan con sus más de dos mil templos y pagodas de casi diez siglos de antigüedad) se ha hecho ya inevitable el asedio feroz de todos los comerciantes ambulantes que literalmente te ponen en plenos mofletes sus tiras de postales, sus pinturas y sus piezas de artesania local.















Templo en el área de Mandalay


















Amarapura (Mandalay): el puente de teca más
largo del mundo
















La pifia es que se me truncó finalmente la incursión por el remoto norte y sus valles y parajes perdidos. No todas las regiones de este país son de acceso libre para el viajero extranjero. En varias, está directamente prohibido o hace falta un permiso gubernamental que puede tardar dos o tres semanas en tramitarse. Yo no había tenido en cuenta esta última circunstancia.
Y aparte, hay tramos que tampoco se le permiten hacer por carretera al visitante. Se te obliga a tomar un vuelo –más carillo que los nacionales clásicos- que junto a "la mordida" del permiso colocan la 'broma' en una cifra de tres dígitos –en $ USA- que no empieza ni por 1 ni por 2.. Puede que ni siquiera por 3…
Aquí gobierna una junta militar desde hace algunas décadas que, entre otras cosas, ha mantenido bajo arresto domiciliario hasta hace pocos años a la legítima vencedora demócrata de unas elecciones a principios de los 90, Aung San Suu Kyi (y que poco después ganó el Nobel de la Paz). Y las susceptibilidades de este gobierno llevan a cosas como ésas, las de controlar los movimientos de los foráneos por zonas concretas. Y a haber mantenido al país en una situación de aislamiento internacional como en pocos sitios se tiene noticia en tiempos recientes.
Cerca de ese norte fue donde un jovencillo George Orwell, por entonces oficial de policía del imperio colonial británico, se inspiró para parir sus celebrados "Burma's days" ("Los días de Birmania"), bastante antes de que se le rebelara la granja y se acordara por anticipado de 1984, el hombre. Tal obra es hoy todo un icono y objeto de culto por estos pagos.
En fin, el caso es que al menos me pude resarcir en el lago Inle. Ahí, junto a Oliver, un socio alemán que conocí en un autobús, nos hicimos con los servicios de un guía de un pueblo cercano, quien nos condujo con su canoa a motor por los rincones menos accesibles del lago, de unos 25 km de largo y 10 de ancho. Rincones salpicados de poblados que construyen sus palafitos en las orillas, y que son todo un reflejo de cómo es la vida anfibia de estas gentes, de la ancestral etnia "Intha".

























¡Fue magnífico presenciarlo..!







Llegamos a un remoto grupúsculo de viviendas donde nunca habían visto un billete de un dólar (que les dejamos de propina por unas infusiones que nos ofrecieron) y cuyos habitantes se avisaban unos a otros para estirarme con asombro de los pelillos del antebrazo (ellos son casi completamente lampiños). Tambien pudimos asistir a la celebración de la "coronación" de dos jóvenes monjes, todo un curioso ritual por aquí, y donde fuimos los improvisados invitados de gala (je, je..).













Después, el teutón y yo hemos continuado camino junto a otras dos socias francesas, hermanas entre sí (de sangre, no de congregación), con las que hemos hecho buen equipo.

Y ahora andamos por Bagan, tras descender un tramo de doce horas por el río Ayeyarwady (ahora creo que ya me voy haciendo mejor con el nombrecito de este imponente curso fluvial).









Venta ambulante al paso del barco














Este lugar, Bagan, fue el elegido por sucesivos reinos birmanos que entre los siglos XI y XIII levantaron más de cuatro mil templos imponentes, de los que quedan hoy en pie unos dos mil, esparcidos por una llanura inacabable junto al río. Se dice que esto es aún más espectacular que el área camboyana de los templos de Angkor. Ver una puesta de sol desde el quizá más alto y mejor orientado de ellos, el Dhammayangyi Pahto (telita con el nombrecito, ¿eh..?), es toda una experiencia aquí.




















































Pero como ya dije antes, si este país deja huella es sobre todo por sus habitantes. Gentes amables al máximo, que sonríen sin parar y ofrecen su colaboración sin esperar nada a cambio. No parecen haberse impregnado nunca del menor rastro de malicia. Habría que ver cómo sería esto treinta años atrás, cuando sólo el De la Quadra Salcedo y un par más metían las zarpas por aquí…
El único "pero" tiene que ver con uno de sus "deportes nacionales". Uno es el kickboxing, "importado" de Tailandia. Bien. Pero el "otro"… el otro ¡es el escupitajo indiscriminado! ¡La madre que los trujo, cómo escupen estos tíos sin parar...! Y siempre en dos tiempos: generación ruidosa con torsión de gaznate que dura varios segundos, y... ¡ptuaf!, ¡allá va eso..! Y encima, se pasan el día mascando una mezcla de extracto de betel y de nuez de areca, con lo que dos tercios del tejido urbano del país están impenitentemente salpicados de las correspondientes escatológicas "bombas" rojizas…

Menos mal que no paran de sonreir, a cambio, estas gentes…; sonríen aunque se les caiga el armario en la cabeza… Si quiere vd. ver sonrisas coloradas… ¡acuda a Myanmar!
Ah, y otro pequeño 'pero' es su ininteligible inglés… Lo suyo me costó comprender que "fash tá” es 'primera vez' (first time; "Fash ta' n Myanmá?", preguntan con frecuencia). ...O que "U a u frá ?" es nada menos que el 'Where are you from?'..
Bueno, amables lectores, que me váis a mandar un poco al cuerno con tanto rollete.. (…y lo que se queda en el tintero; cosas como recordar mirar debajo de la cama en las pensiones de ciertas zonas por si se hubiera colado alguna cobra, o dentro del calzado por si hubiera buscado acomodo un escorpión, ...y demás pequeñeces por el estilo).
..Ostras, y si Nicaragua era barato.., ¡esto es para revolcarse de la risa..!: comidas por un euro, dormidas por unos tres, y transporte local entre poblaciones casi 'tirao'…
Antes de aterrizar en Filipinas trataré de pasar unos días por Laos; varios viajeros me han sugerido que no debería perdérmelo..
¡Hasta la siguiente!
(Ah.., y por fin me las apañé para 'domesticar' la cosa del sueño como buenamente fui capaz...!)






































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